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¿Tuvo María otros hijos, además de Jesús?


Una de las controversias más conocidas entre las enseñanzas por la Iglesia Católica tiene que ver con la doctrina de la Virginidad Perpetua de María. Esta doctrina mantiene que María permaneció virgen después del nacimiento de Jesús y que las referencias bíblicas que sugieren que Jesús tenía otros hermanos y hermanas en realidad se refiere a sus primos y primas. Afirmación tal que puede ser encontrada en el Catequismo de la Iglesia Católica, Página 510.
Al pasar de tiempo, la tendencia veneradora de la madre de Jesús ha aumentado en la iglesia Católica. Usando como medio para insertar nuevas doctrinas, las cuales son sostenidas en igual plano que las doctrinas antiguo y neotestamentarias, los católicos han usado lo que se denomina como las Tradiciones Sagradas. Estas Tradiciones promueven ideas de nuevas doctrinas, sin importar que estasdoctrinas contradigan abiertamente lo sostenido por aquellos que fueron inspirados por el Espíritu de Dios para el escribir el texto bíblico.
Cuando se trata del nacimiento de nuestro Señor Jesús, la Biblia tajantemente declara la virginidad de la joven María. Pero la noción de que José no la tocó de ahí en adelante… ¿Acaso no contradice abiertamente el texto bíblico?

¿Perdió María su virginidad después del nacimiento de Jesús?
La Biblia no declara en ningún lugar que María dejó de cumplir con su papel como esposa de José. La Biblia no declara implícita o explícitamente que María inició una vida de abstinencia sexual a partir del nacimiento de Jesús. La Biblia no dice absolutamente nada tendente a llevarnos a la conclusión de que José y María por alguna razón se separaron o que en el peor de los casos, lo cual hubiese sido una desgracia y afronta pública para la pareja y sus familiares, que María abandonara a José después del nacimiento de Jesús. Todo lo contrario, la Biblia sí nos proporciona amplias evidencias, EN LENGUAJE CLARO Y OBJETIVO, que José y María continuaron con una relación matrimonial íntima, estable y completamente normal.
A continuación procederemos a citar algunas fuentes bíblicas y más luego analizaremos su contenido. (Todas las citas tomadas de la NIV o de la Biblia Vivida, Edición Católica)
"Cuando José se despertó, hizo lo que el ángel del
Señor le había mandado y recibió a María por esposa.
Pero José no tuvo relaciones conyugales con ella hasta
que dio a luz un hijo, a quien le puso por nombre Jesús."
Mateo 1:24-25 -(BV -EC)
Mateo 12:46-47 - "Mientras Jesús le hablaba a la multitud, se presentaron su madre
y sus hermanos. Se quedaron afuera, y deseaban hablar con él. Alguien le dijo:
-Tu madre y tus hermanos están afuera y quieren hablar contigo." (NIV)
Mateo 13:55-56 - "¿No es acaso el hijo del carpintero?
¿No se llama su madre María; y no son sus hermanos Jacobo,
José, Simón y Judas? ¿No están con nosotros todas sus hermanas?
¿Así que de dónde sacó todas estas cosas?"
Marcos 6:2-3 - "Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga.
--¿De dónde sacó éste tales cosas? --decían maravillados muchos de
los que le oían--. ¿Qué sabiduría es ésta que se le ha dado?
¿Cómo se explican estos milagros que vienen de sus manos?
¿No es acaso el carpintero, el hijo de María y hermano de
Jacobo, de José, de Judas y de Simón?
¿No están sus hermanas aquí con nosotros? "
Juan2:12 - "Después de esto Jesús bajó a Capernaúm con su
madre, sus hermanos y sus discípulos, y se
quedaron allí unos días."
Hechos1:14 - "Todos, en un mismo espíritu, se dedicaban
a la oración, junto con las mujeres y
con los hermanos de Jesús y su madre María."
1 Corintios9:4-5 - "¿Acaso no tenemos derecho a comer y
a beber? ¿No tenemos derecho a viajar
acompañados por una esposa creyente, como hacen los demás
apóstoles y Cefas y los hermanos del Señor?"
Gálatas 1:19 - "No vi a ningún otro de los apóstoles;
sólo vi a Jacobo, el hermano del Señor."
Yo conozco mucha gente de campo. Gente humilde, sin pulimento educativo, pero altamente inteligente. Sin embargo, usted no tiene que ser ni inteligente ni educado para entender que cuando las personas que crecieron junto a Jesús afirman que María tenía más hijos e hijas, y estos testigos de infancia llaman a estos hijos e hijas de María, hermanos y hermanas de Jesús, y Jesús era definitivamente el primer hijo de María, entonces no queda otra alternativa que entender que María y José sí tuvieron más hijos e hijas.
No obstante a evidencias tan fehacientes como estas, los teólogos católicos no se dan por vencidos, y en un intento por dispensar el obvio error de quien sea que declaró como una doctrina el garrafal error de la "Perpetua Virginidad de María", proporcionan los siguientes argumentos:
Según los teólogos católicos, y en este punto tienen razón, en el idioma Griego la palabra para decir "hermano" es 'adelphos' y para decir hermanas es 'adelphe'. Esta palabra es usada en diferentes contextos. Por ejemplo es usada para designar hijos de los mismos padres, como es el caso de Mateo 1:2, que dice
"Abraham fue el padre de* Isaac; Isaac,
padre de Jacob; Jacob, padre de Judá y
de sus hermanos" Mateo 1:2
También tenemos el caso de Mateo14:3 que dice:
"En efecto, Herodes había arrestado a Juan.
Lo había encadenado y metido en la cárcel por
causa de Herodías, esposa de su hermano Felipe."
Mateo14:3
En ambos casos se usa la palabra 'adelphos' para designar hermanos. Pero también se usa, en contextos diferentes, para designar a los descendientes de los padres, por ejemplo.
"Cuando cumplió cuarenta años, Moisés tuvo el
deseo de allegarse a sus hermanos israelitas".Hechos 7:23
Aquí se usa 'adelphos' para designar a los descendientes de un mismo padre, en este caso a los hijos de Jacob. Tanto Moisés como los demás israelitas eran todos descendientes de un padre común. Otros ejemplos son Hechos 7:26 y Hebreos 7:5.
Es lógico que si tal argumento es cierto, y lo es, uno de cabida a que los Católicos tengan un punto a su favor en esta disyuntiva. Sin embargo, ¡el CONTEXTO lo dice todo! Inclusive en nuestro idioma español tenemos palabras que aunque se escriben igual, en contextos diferentes, su significado varía radicalmente. Es gracias al contexto que entendemos el uso de la palabra. Por ejemplo yo digo, "José vino temprano y llegó embriagado de vino". Usé la palabra "vino" dos veces, una vez la usé como un verbo, porque el contexto así me lo indica, y otra vez la usé como un nombre, ¡porque el contexto no me permitiría hacer otra cosa!
En lo referente al análisis en que ahora nos concentramos, el término "hermano - hermana" definitivamente se usó para designar los hijos de María, quienes eran "hermanos" de Jesús. Es que simplemente no sería legítimo alegar que porque la palabra "hermano" también se use para designar a un amigo cercano y verdadero, en todos los casos siempre signifique "amigo". Cada versículo bíblico tiene que ser analizado por separado, y atendiendo al contexto, y debemos dejarnos llevar por lo que los autores originales intentaron comunicar, sin alterar nada.
Ahora analicemos brevemente algunos de los versículos citados anteriormente:
Mateo 12:46-47 - "Mientras Jesús le hablaba a la multitud,
se presentaron su madre y sus hermanos. Se quedaron afuera, y
deseaban hablar con él. Alguien le dijo:
--Tu madre y tus hermanos están afuera y quieren hablar contigo."
Mateo 13:55-56 - "¿No es acaso el hijo del carpintero?
¿No se llama su madre María; y no son sus hermanos Jacobo,
José, Simón y Judas? ¿No están con nosotros todas sus hermanas?
¿Así que de dónde sacó todas estas cosas?"
Note que en ambos versos, si a aquellos a quienes se designan "hermanos" de Jesús en realidad no son sus "hermanos" (también hijos de María), entonces, ¿quién es la madre de Jesús y quién es este "padre" que interesantemente resulta ser un "carpintero"? En otras palabras, aquí "madre" claramente designa a María (mencionada por su propio nombre) y el "carpintero" (no mencionado por su nombre, ¡pero José era carpintero!), debió ser José.
¿Existe alguna evidencia adicional de que María sí tuvo otros hijos?
Existe un salmo mesiánico que incontrovertiblemente describe el hecho de que Jesús tendría y en efecto, tuvo hermanos, ¡otros hijos de María y José! Leamos:
Más que los cabellos de mi cabeza son los que me odian sin motivo;
muchos son los enemigos gratuitos
que se han propuesto destruirme.
¿Cómo voy a devolver lo que no he robado?
Oh Dios, tú sabes lo insensato que he sido;
no te puedo esconder mis transgresiones.
Señor Soberano, *Todopoderoso,
que no sean avergonzados por mi culpa
los que en ti esperan;
oh Dios de Israel,
que no sean humillados por mi culpa
los que te buscan.
Por ti yo he sufrido insultos;
mi rostro se ha cubierto de ignominia.
Soy como un extraño para mis hermanos;
soy un extranjero para los hijos de mi madre.
El celo por tu casa me consume;
sobre mí han recaído
los insultos de tus detractores.
Salmo 69: 4-9
Es interesante que hayamos citado este Salmo, porque Jesús lo cita para referirse a sí mismo, por ende declarando que él era a quién el Salmo se refería. Pero no solamente lo creyó así Jesús, sino que todos aquellos que lo escucharon citarlo, también entendieron que Él era el Mesías. Ver Juan 15:25 y Juan 2:16-17. Veamos tal escenario:
"Me aborrecieron sin motivo"
Juan15:25.
"A los que vendían las palomas les dijo:
--¡Saquen esto de aquí! ¿Cómo se atreven
a convertir la casa de mi Padre en un mercado?
Sus discípulos se acordaron que está escrito:
"El celo por tu casa me consumirá."
Juan2:16-17
Y usted se preguntará: "¿Hasta los hermanos de Jesús lo consideraron como un extraño… y dudaron de él, cumpliendo así la profecía del Salmo 68? Pues la respuesta nos la proporciona Juan7:5 donde se nos dice:
"Lo cierto es que ni siquiera sus hermanos creían en él"
Juan7:5
¿Lo ve claramente ahora? El Salmo 68 es tajante: sus "hermanos" y hasta "los hijos de mi madre" lo rechazarían.
Debemos entender que es claro el hecho de que la Biblia, tanto en la profecía contenida en el Antiguo Testamento, como en los relatos múltiples y diferentes contenidos en el Nuevo Testamento, deja claramente establecido que María y José SÍ TUVIERON MÁS HIJOS E HIJAS.
Es triste ver que nuestros amados Católicos Romanos hagan estos esfuerzos penosos para sostener la virginidad de la virgen María, la valiente y honrosa mujer escogida por nuestro Padre para que llevara en su vientre al Salvador hecho hombre. Pero al hacerlo, quizás con la mejor de las intenciones, violan la Palabra de Dios, ¡la que es tan sagrada que Dios la ha puesto por encima de su propio nombre!
Conclusión:
Por un lado tenemos a los que se criaron con Jesús, quienes compraban las sillas hechas por su padre José, quienes compartían el pan con su madre y sus hermanos y hermanas, quienes nos dicen en el texto bíblico que María tuvo más hijos e hijas.
Por el otro lado tenemos la Tradición Católica que nos dice que María no tuvo ningún otro hijo después de Jesús. Esto implica que María y José NUNCA JAMÁS a partir de ese momento tuvieron relaciones íntimas.
Lic. Dawlin Ureña
Grand Rapids, Michigan, USA

El origen pagano de la Semana Santa


 
La semana en la que nada es lo que parece.
La semana santa es la semana en la que cae la primera luna llena después del equinoccio de primavera, eso lo ignoran muchos cristianos; aunque quizá es porque la iglesia no se lo explica. Saben apenas que la semana santa se mueve, pero no saben en torno a qué se mueve.

Y se mueve alrededor de algo tan femenino y tan pagano como la luna llena.
Para empezar, el origen de la palabra “Pascua” es de origen judío El origen de la palabra es “Pascha” (Heb. “Pesaj”; Gr. “Pasja”), la fiesta ordenada por Jehová (Lev. 23: 27-44) como Sábado de Expiaciones en recuerdo a la salida de Israel de Egipto. En las regiones Nórdicas de Europa, así como también en los Estados Unidos y Canadá, el Domingo de Pascua es celebrado en varias costumbres que provienen de Babilonia, tales como el pintar huevos de diferentes colores, éstos se esconden y los niños los buscan para comerlos. ¿Pero de donde proviene esta costumbre?
Según un mito Babilonio, había un huevo de gran tamaño que había caído desde el cielo al río Eufrates. De este maravilloso huevo fue engendrada la diosa Astarté. Por esto el símbolo del huevo llegó a ser asociado con esta diosa (en el idioma ingles se usa Easter)
Los antiguos druidas portaban un huevo como emblema sagrado de su fe. La procesión de Ceres, en Roma, era precedida por un huevo y en los misterios de Baco se consagraba un huevo como parte de la ceremonia festiva. En China, hasta nuestros días, se siguen usando huevos de colores en su festival sagrado. En el Japón, una vieja costumbre consiste en colorear los huevos sagrados de forma muy brillante. En la Europa del Norte, en tiempos paganos, los huevos eran usados como un símbolo de la Diosa. Entre los egipcios, el huevo asociado con el sol
Si nos damos cuenta y retrocedemos los cuarenta días de la cuaresma, vemos que el inicio de esta cae muy cerca de Imbolc y abarca el período entre esta fiesta y Ostara, y sorprende la similitud del origen de este nombre ( eostre/easter ) con el nombre de la Diosa Astarté, la que según el mito babilonio surge del huevo caído del cielo. Astarté o Isthar.
Las procesiones ya se celebraban en muchos cultos antiguos, tales como egipto.
El conejo es un símbolo de fertilidad que celebra la llegada de la primavera. Estos animales son tremendamente prolíficos, no es difícil que en una sola camada nazcan 10 ó 15 crías.
Los tambores se usan para alejar los malos espíritus del lugar, por eso en las procesiones suelen ir en primera fila, para ir "despejando " el recorrido de la procesión.
Yo os aconsejo acercaros a las procesiones, sobre todo sencillas procesiones de pueblo para que veáis el espíritu pagano que encierran.
Y si asistís a la misa del sábado de gloria, podréis presenciar el rito del fuego nuevo; veréis al cura delante de la iglesia encendiendo una foagata, asistido por uno o varios monaguillos, y veréis luego, ya dentro de la iglesia, cómo se apagan todas las luces, quedando el templo tan solo iluminado por las velas encendidas con ese fuego nuevo ( se suele dar una a cada asistente ). A lo largo de la ceremonia, podréis asistir también a la bendición del cirio pascual y a la consagración del agua bendita.
Copio de Wikipedia, por si os interesa:
En la Vigilia Pascual, la Iglesia Católica celebra una liturgia muy especial, y lo hace con la máxima solemnidad. Empiezan los oficios con el templo a oscuras, encendiéndose y bendiciéndose un fuego en el atrio, en un lugar fuera del templo. De ese fuego se enciende el Cirio Pascual, una enorme vela que simboliza a Cristo Resucitado. Acto seguido, los fieles encienden sus velas propias de la llama del Cirio. Llegados al presbiterio, se coloca en el centro del mismo, junto al altar o junto al ambón, se encienden todas las luces del templo y se canta el Exsultet, o pregón pascual antiguo himno alusivo a la noche de Pascua que proclama la gloria de la Resurrección de Cristo, que envolvera toda la liturgia de esta noche.
Luego continua con la Liturgia de la Palabra, en la que se leen siete relatos del Antiguo Testamentoalusivos al plan salvífico de Dios, intercalados con salmos y oraciones. Tras estos sigue la Vigilia con la entonación del Gloria que no se había cantado desde que empezó la Cuaresma, junto con repique de campanas. Se procede a la lectura de una carta apostólica del Nuevo Testamento. Tras este lectura y previo al Evangelio se entona de manera solemne el Aleluya, y se procede a leer el Evangelio correspondiente. En el caso del Aleluya y del Gloria, se puede cantar empleando instrumentos festivos.
Tras la homilía tiene lugar la Liturgia Bautismal, en la cual se administra el Bautismo a los nuevos cristianos de ese año y se bendice el agua de la pila bautismal y se cantan las Letanías de los Santos. También, los fieles presentes renuevan sus promesas bautismales, tomando de nuevo la luz del cirio pascual, y se los asperja con agua bendita. Finalmente, se continua la Misa con la liturgia eucarística de la manera acostumbrada. Se acostumbra a realizar la Eucaristía bajo las dos especies. La eucaristía, como siempre termina con el envió a la misión Ite missa est, que en este día es solemnizado por el canto y por el doble aleluya que se añade.
Comprenderéis que hay cosas que nunca mueren, solo se transforman, y cuanto paganismo hay en el cristianismo, aunque muchos no lo sepan. 

IDOLATRÍA:¿Es bíblico el culto a la Virgen de la Chiquinquirá?

Nave lateral Basílica de la chinita


1.000 veces NO. Lo mismo se aplica a las otras múltiples advocaciones de la virgen María. Leamos del siguiente escrito:






                           El culto a la Virgen María 

La Iglesia católica Romana continúa enseñando: 

· Que la misma Virgen María nació por Concepción milagrosa y sin pecado original, al igual que el propio Hijo de Dios. 

· Que Dios la ha nombrado y hecho Reina de los Ángeles (Letanía de la Virgen) al igual que Cristo. 

· Últimamente el papa Pio XII decreto como dogma de fe, en el año 1950 la Asunción de la Virgen, o sea, la doctrina de que ella fue resucitada y ascendió al Cielo, igualándola así con las prerrogativas del santo y eterno Hijo de Dios. 

. Esta otro dogma que aún no es oficial, y es el de considerar a María como corredentora con Cristo, cuando la Biblia dice muy claramente que nuestra redención proviene sólo de Cristo. 

"Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los
edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo.
Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro
nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos
ser salvos" Hechos 4:11,12 


HAY UN AFÁN CONSTANTE Y ABSURDO DE TRATAR DE EQUIPARAR A LA VIRGEN MARÍA A JESUCRISTO. 

· El libro de san Alfonso María de Ligorio titulado Las glorias de María obra sumamente popular entre los católicos romanos, declara que: 

– “Seremos a veces más presto oídos y salvos acudiendo a María e invocando su santo nombre que el de Jesús nuestro Salvador. Más pronto hallamos la salud acudiendo a la madre que al Hijo” (página 82). BLASFEMIA.

– “Muchas cosas se piden a Dios y no se alcanzan: se piden a María y se consiguen. No porque María sea más poderosa que Dios sino porque Jesucristo decretó honrar así a su madre”. BLASFEMIA.

Pero la última parte de la frase empeora el caso para los mismos católicos, pues ¿donde consta que Jesucristo decretó honrar así a su madre? Que nos presenten el famoso decreto y lo cumpliremos enseguida. Si no pueden presentarlo sométanse nuestros amigos católicos a la Palabra Divina recordando el texto de Proverbios:[color=darkblue] “Toda palabra de Dios es limpia. Es escudo a los que en Él esperan. No añadas a sus palabras porque no te reprendan y seas hallado mentiroso” (Proverbios, cap. 30:5-6) 


 “María se llama puerta del Cielo porque ninguno puede entrar en está dichosa mansión si no pasa por ella” (Página 99). BLASFEMIA 

– “Todos obedecen los preceptos de María, aun Dios [/color]-TAMAÑA BLASFEMIA” (Página 115). (He aquí el latín del original para que no digan que la sentencia esta mal traducida: “Imperio Virginis omnia famulantur, etiam Deus”) 

– Jesucristo NO dijo: “Nadie viene a mí si mi madre no le atrae primero por sus ruegos” (La ampliación de esta otra frase que nos ofrece el autor de Santa María, Madre de Dios no cambia tampoco su sentido ni la hace más justificable. Es copia de San Alfonso Ligorio: “Dice Jesucristo: "Nadie puede venir a mí si no lo trajera el Padre Celestial"; e igual dice de su madre, como se expresa Ricardo de san Lorenzo: “Nadie puede venir a mí si mi madre no lo trajere con sus ruegos “) Todas son mentiras que se creen ciegamente. 

En efecto las palabras atribuidas falsamente al Salvador quedan en pie, solamente que ha responsabilidad acerca de las mismas paso de san Alfonso Ligorio a Ricardo de San Lorenzo. Por lo tanto podemos continuar preguntándonos: ¿de dónde sacó Ricardo de San Lorenzo y la iglesia Romana que la consiente semejante afirmación? ¿De los Santos Evangelios? ¡No!, Al contrario: Jamás habló Cristo de su humana madre en tal sentido No se trata aquí de una hipérbole o exageración propia del siglo en que se escribió el libro ya que falta en los evangelios cualquier clase de base para tal exageración o mala interpretación. Nosotros reconocemos que existe alguna base hiperbólica en los evangelios para las interpretaciones y exageraciones que con el tiempo dieron lugar a los dogmas de la Eucaristía y la confesión auricular: pero no hay una sola frase en los evangelios que reforzándola o exagerándola pueda dar lugar a una creencia en la mediación de María. Por otra parte la excusa con que el autor de Santa María, Madre de Dios trata de justificar las frases de san Alfonso Ligorio no sirve en ese caso ni puede convencer a nadie Dice: “Todos sabemos cómo gustaban los predicadores de los siglos pasados de esas “acomodaciones” de textos de la Escritura. Pero este gusto del tiempo que nosotros podemos muy honradamente abandonar era perfectamente inocuo en ellos No pretendan que Jesucristo hubiese dicho en su vida mortal las cosas que ellos le atribuían, ni que tuvieran, por tanto la autoridad de Él, sino solo afirmaban que ellos “creían” que Jesucristo las “pudo decir”. ¿Será eso una “blasfemia” muy grande?” 

Pero el caso es que el pueblo católico, que por lo general lee poco los evangelios da como cierto todo lo que ve escrito en letras de molde en un libro con censura eclesiástica, sin preguntarse si es verdad o no: si es un hecho literal o una exageración del autor: por consiguiente el censor y el obispo que autorizan el libro se hacen tan responsables de la exageración o falsedad como el escritor de la Edad Media que la concibió. 

– Dice María “El que acude a mí y oye lo que le digo, no se perderá (página 140) Otra frase gratuita y atrevidísima que el referido autor pone falsamente en la boca de María, la cual no se halla en los santos evangelios. 

Aunque existe una saludable tendencia de reforma en la iglesia Católico Romana a este respecto, como hacíamos notar en el capitulo dedicado al culto de los santos en general, todavía hay muchos católicos que pretenden que la bienaventurada Virgen se complace en verse reverenciada y honrada por medio de Imágenes, en muchos casos más que el mismo Redentor, y que no desaprueba el que se dediquen inmensas fortunas para vestir y coronar a las tales figuras de su persona con un lujo que ella jamás ostentó, mientras millones de pobres carecen de lo más necesario y millones de paganos mueren en la ignorancia del amor de Dios por no haber suficientes misioneros que les prediquen las buenas nuevas. 

Pero el Santo Evangelio dice: 

Que la Virgen María, a pesar de su inigualable perfección moral, necesitó, como todos los mortales, un Salvador: “Engrandece mí alma al Señor —declara ella misma—; y mí espíritu se alegró en Dios mi Salvador“ (S. Lucas 1: 43 47). 

Que el Omnisciente Hijo de Dios no quiere ser advertido o rogado por su misma madre, según la carne, porque Él conoce mejor lo que conviene hacer (Véase el caso de Caná, en el Evang. de S. Juan 2:4) 

Que nadie debe tributar expresiones de extremada alabanza a la bendita Virgen, por el mero hecho de haber sido el instrumento escogido por Dios para la Encarnación del Verbo. 

Así lo declara en aquella ocasión cuando una mujer, entusiasmada por las palabras de inigualable sabiduría que salían de la boca de Cristo, exclamaba: “Bienaventurado el vientre que te trajo y los pechos de que mamaste.” Jesús en lugar de seguir las inclinaciones de esta primera “Devota de la Virgen”, llenando de elogios a su bendita madre, o profetizando sus glorias declara en tajante réplica: “Antes bienaventurados los que oyen la Palabra de Dios y la guardan” (S. Lucas 11:27-2 

¡Qué chasqueada debería quedar la interpelante devota y la misma madre de Jesús, si tuvo ocasión de escuchar tal respuesta de labios de su divino Hijo, si no hubiera sido tan humilde de corazón como nos consta que fue! 

Otra expresión no menos extraordinaria, pero muy natural si se considera que el Omnisciente Hijo de Dios conocía el abuso idolátrico que se haría en siglos posteriores del recuerdo bendito de la Virgen María, es aquella declaración de Cristo cuando su madre y sus hermanos estaban buscándole. 

En lugar de introducir a su santa madre en la asamblea y aprovechar la ocasión para llenarla de merecidas alabanzas, que vendrían de perlas a los futuros veneradores de María, el divino Señor responde enfáticamente: “¿Quién es mi madre y mis hermanos? y mirando a los que estaban sentados alrededor de El, dijo: “he aquí mí madre y mis hermanos. Porque cualquiera que hiciere la voluntad de Dios, éste es mi hermano y mi hermana y mí madre” (S. Marcos 3:33-35) 

Los apóstoles declaran acerca de Cristo: “Y en ningún otro hay salud, porque no hay otro nombre debajo del cielo dado a los hombros, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12). Si los santos apóstoles hubiesen mirado a la madre del Señor como muchos católicos de hoy día, ¿no habían hecho una salvedad en favor del bendito nombre en quien, según dicen, se alcanzan todos los favores y, sobre todo, el de la salvación? 

Testimonio de los santos padres de la Iglesia Primitiva 

Ninguno de los siguientes y bien notables escritores de los tres primeros siglos, san Bernabé, san Hermas, san Clemente de Roma, san Policarpo, Tatiano, Atenágoras, Teófilo, san Hipólito, san Firmiliano, san Dionisio, Arnobio, etc. mencionan en todos sus escritos a la Virgen María ni una sola vez. 

Justino Mártir la menciona dos veces hablando del nacimiento de Cristo: pero tal como la haría un escritor evangélico de nuestros días: sin ninguna expresión especial de veneración o culto. Tertuliano la menciona cuatro veces en la misma forma. 

Orígenes, san Basilio y san Juan Crisóstomo hablan de sus defectos, Crisóstomo dice que “fue movida por ambición y arrogancia excesiva cuando envió un mensaje a Cristo para demostrar la influencia que tenía sobre Él” (Homilía de San Mateo 12:4 Sin duda es ésta una opinión exagerada que los evangélicos no compartimos; pero el haberla propuesto este gran padre de la Iglesia, demuestra que en su tiempo no existía el culto a la Virgen. 

¿Esto le agrada a Dios? 

 
"No tendrás dioses ajenos delante de mí.
No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que
esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas
debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás" Exodo 20:3-5
 

Maracaibo, la ciudad más idólatra de Venezuela. Malo, malo.
 


"Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu
se enardecía viendo la ciudad entregada a la idolatría" Hechos 17:6
 

DIOS TENGA PIEDAD DE TANTA IGNORANCIA VOLUNTARIA EN LA MAYORÍA DE LOS CASOS.

EL ORIGEN DEL CULTO A LA VIRGEN MARÍA (MARIOLATRÍA


EL ORIGEN DEL CULTO A LA VIRGEN MARÍA (MARIOLATRÍA)

Mariolatría Católico-Romana(Extracto de “A las Fuentes del Cristianismo” Págs. 99-112, Edición Actualizada. Samuel Vila. Ed. CLIE. Terrassa, España, Noviembre de 1976)

"Es, indudablemente, la más bendita y santa de las mujeres, habiendo sido la madre del Hijo de Dios en su encarnación por tal motivo merece ser amada, honrada e imitada.

Es necesario, además, aceptar lo que declara el Evangelio respecto a su milagrosa concepción de la Persona de Nuestro Señor Jesucristo por obra del Espíritu Santo que hizo de esta santa doncella la Virgen Madre de las profecías del Antiguo Testamento.

Todo esto creen y reconocen por lo general los fieles de las iglesias evangélicas, salvo, naturalmente, aquellos que han caído bajo un exagerado modernismo teológico.

Sobre este asunto nos sentimos de una misma mente y corazón con los católicos más adictos al dogma básico de la Iglesia Cristiana en todos los siglos: El nacimiento virginal de Nuestro Señor Jesucristo por obra del Espirito Santo. Desafiamos a los teólogos modernistas, católicos o protestantes, a que nos prueben, con citas de la Biblia o de los primeros escritores cristianos, que no fue la concepción virginal de Jesucristo una doctrina creída y enseñada desde los mismos orígenes del Cristianismo. Ni los más disparatados sectarios de los primeros siglos de la Era cristiana se atrevieron a ponerlo en duda. Por tanta, estamos en este punto de perfecto acuerdo con la inmensa mayoría de los catódicos. Sin embargo,

La Iglesia católica Romana continúa enseñando:

  1. Que la misma Virgen María nació por Concepción milagrosa y sin pecado original, al igual que el propio Hijo de Dios.
  2. Que Dios la ha nombrado y hecho Reina de los Ángeles (Letanía de la Virgen).
  3. Últimamente el papa Pio XII decreto como dogma de fe, en el año 1950 la Asunción de la Virgen, o sea, la doctrina de que ella fue resucitada y ascendió al Cielo, igualándola así con las prerrogativas del santo y eterno Hijo de Dios.
El libro de san Alfonso María de Ligorio titulado Las glorias de María obra sumamente popular entre los católicos romanos, declara que:

“Seremos a veces más presto oídos y salvos acudiendo a María e invocando su santo nombre que el de Jesús nuestro Salvador. Más pronto hallamos la salud acudiendo a la madre que al Hijo” (página 82).
“Muchas cosas se piden a Dios y no se alcanzan: se piden a María y se consiguen. No porque María sea más poderosa que Dios sino porque Jesucristo decretó honrar así a su madre”.

No rehusamos ampliar esta frase de San Alfonso Ligorio con la segunda sentencia, que nuestros críticos echaron a perder en nuestra anterior edición. Nos gusta ciertamente, en un autor tan mariano como es Alfonso Ligorio el reconocimiento de que María no es superior a Dios como podría mal interpretarse de su anterior declaración. Pero la última parte de la frase empeora el caso para los mismos católicos, pues ¿donde consta que Jesucristo decretó honrar así a su madre? Que nos presenten el famoso decreto y lo cumpliremos enseguida. Si no pueden presentarlo sométanse nuestros amigos católicos a la Palabra Divina recordando el texto de Proverbios: “Toda palabra de Dios es limpia. Es escudo a los que en Él esperan. No añadas a sus palabras porque no te reprendan y seas hallado mentiroso” (Proverbios, cap. 30:5-6)

“María se llama puerta del Cielo porque ninguno puede entrar en está dichosa mansión si no pasa por ella” (Página 99).
“Todos obedecen los preceptos de María, aun Dios” (Página 115). (He aquí el latín del original para que no digan que la sentencia esta mal traducida: “Imperio Virginis omnia famulantur, etiam Deus”)
"Jesucristo dijo: “Nadie viene a mí si mi madre no le atrae primero por sus ruegos”
(La ampliación de esta otra frase que nos ofrece el autor de Santa María, Madre de Dios no cambia tampoco su sentido ni la hace más justificable. Es copia de San Alfonso Ligorio:
“Dice Jesucristo: "Nadie puede venir a mí si no lo trajera el Padre Celestial"; e igual dice de su madre, como se expresa Ricardo de san Lorenzo: “Nadie puede venir a mí si mi madre no lo trajere con sus ruegos “)
En efecto las palabras atribuidas falsamente al Salvador quedan en pie, solamente que ha responsabilidad acerca de las mismas paso de san Alfonso Ligorio a Ricardo de San Lorenzo. Por lo tanto podemos continuar preguntándonos: ¿de dónde sacó Ricardo de San Lorenzo y la iglesia Romana que la consiente semejante afirmación? ¿De los Santos Evangelios? ¡No!, Al contrario: Jamás habló Cristo de su humana madre en tal sentido. No se trata aquí de una hipérbole o exageración propia del siglo en que se escribió el libro ya que falta en los evangelios cualquier clase de base para tal exageración o mala interpretación. Nosotros reconocemos que existe alguna base hiperbólica en los evangelios para las interpretaciones y exageraciones que con el tiempo dieron lugar a los dogmas de la Eucaristía y la confesión auricular: pero no hay una sola frase en los evangelios que reforzándola o exagerándola pueda dar lugar a una creencia en la mediación de María. Por otra parte la excusa con que el autor de Santa María, Madre de Dios trata de justificar las frases de san Alfonso Ligorio no sirve en ese caso ni puede convencer a nadie Dice: “Todos sabemos cómo gustaban los predicadores de los siglos pasados de esas “acomodaciones” de textos de la Escritura. Pero este gusto del tiempo que nosotros podemos muy honradamente abandonar era perfectamente inocuo en ellos No pretendan que Jesucristo hubiese dicho en su vida mortal las cosas que ellos le atribuían, ni que tuvieran, por tanto la autoridad de Él, sino solo afirmaban que ellos “creían” que Jesucristo las “pudo decir”. ¿Será eso una “blasfemia” muy grande?”

Pero el caso es que el pueblo católico, que por lo general lee poco los evangelios da como cierto todo lo que ve escrito en letras de molde en un libro con censura eclesiástica, sin preguntarse si es verdad o no: si es un hecho literal o una exageración del autor: por consiguiente el censor y el obispo que autorizan el libro se hacen tan responsables de la exageración o falsedad como el escritor de la Edad Media que la concibió.

Dice María “El que acude a mí y oye lo que le digo, no se perderá (página 140)
Otra frase gratuita y atrevidísima que el referido autor pone falsamente en la boca de María, la cual no se halla en los santos evangelios.

Aunque existe una saludable tendencia de reforma en la iglesia Católico Romana a este respecto, como hacíamos notar en el capitulo dedicado al culto de los santos en general, todavía hay muchos católicos que pretenden que la bienaventurada Virgen se complace en verse reverenciada y honrada por medio de Imágenes, en muchos casos más que el mismo Redentor, y que no desaprueba el que se dediquen inmensas fortunas para vestir y coronar a las tales figuras de su persona con un lujo que ella jamás ostentó, mientras millones de pobres carecen de lo más necesario y millones de paganos mueren en la ignorancia del amor de Dios por no haber suficientes misioneros que les prediquen las buenas nuevas.

Pero el Santo Evangelio dice:


Que la Virgen María, a pesar de su inigualable perfección moral, necesitó, como todos los mortales, un Salvador:
“Engrandece mí alma al Señor —declara ella misma—; y mí espíritu se alegró en Dios mi Salvador“ (S. Lucas 1: 43 47).
Que el Omnisciente Hijo de Dios no quiere ser advertido o rogado por su misma madre, según la carne, porque Él conoce mejor lo que conviene hacer (Véase el caso de Caná, en el Evang. de S. Juan 2:4)

Que nadie debe tributar expresiones de extremada alabanza a la bendita Virgen, por el mero hecho de haber sido el instrumento escogido por Dios para la Encarnación del Verbo.

Así lo declara en aquella ocasión cuando una mujer, entusiasmada por las palabras de inigualable sabiduría que salían de la boca de Cristo, exclamaba: “Bienaventurado el vientre que te trajo y los pechos de que mamaste.” Jesús en lugar de seguir las inclinaciones de esta primera “Devota de la Virgen”, llenando de elogios a su bendita madre, o profetizando sus glorias declara en tajante réplica: “Antes bienaventurados los que oyen la Palabra de Dios y la guardan” (S. Lucas 11:27-28)

¡Qué chasqueada debería quedar la interpelante devota y la misma madre de Jesús, si tuvo ocasión de escuchar tal respuesta de labios de su divino Hijo, si no hubiera sido tan humilde de corazón como nos consta que fue!

Otra expresión no menos extraordinaria, pero muy natural si se considera que el Omnisciente Hijo de Dios conocía el abuso idolátrico que se haría en siglos posteriores del recuerdo bendito de la Virgen María, es aquella declaración de Cristo cuando su madre y sus hermanos estaban buscándole.

En lugar de introducir a su santa madre en la asamblea y aprovechar la ocasión para llenarla de merecidas alabanzas, que vendrían de perlas a los futuros veneradores de María, el divino Señor responde enfáticamente:
“¿Quién es mi madre y mis hermanos? y mirando a los que estaban sentados alrededor de El, dijo: “he aquí mí madre y mis hermanos. Porque cualquiera que hiciere la voluntad de Dios, éste es mi hermano y mi hermana y mí madre” (S. Marcos 3:33-35)
Los apóstoles declaran acerca de Cristo:
“Y en ningún otro hay salud, porque no hay otro nombre debajo del cielo dado a los hombros, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12).
Si los santos apóstoles hubiesen mirado a la madre del Señor como muchos católicos de hoy día, ¿no habían hecho una salvedad en favor del bendito nombre en quien, según dicen, se alcanzan todos los favores y, sobre todo, el de la salvación?

Testimonio de los santos padres de la Iglesia Primitiva


Ninguno de los siguientes y bien notables escritores de los tres primeros siglos, san Bernabé, san Hermas, san Clemente de Roma, san Policarpo, Tatiano, Atenágoras, Teófilo, san Hipólito, san Firmiliano, san Dionisio, Arnobio, etc. mencionan en todos sus escritos a la Virgen María ni una sola vez.

Justino Mártir la menciona dos veces hablando del nacimiento de Cristo: pero tal como la haría un escritor evangélico de nuestros días: sin ninguna expresión especial de veneración o culto. Tertuliano la menciona cuatro veces en la misma forma.

Orígenes, san Basilio y san Juan Crisóstomo hablan de sus defectos, Crisóstomo dice que:
“fue movida por ambición y arrogancia excesiva cuando envió un mensaje a Cristo para demostrar la influencia que tenía sobre Él” (Homilía de San Mateo 12:48)
Sin duda es ésta una opinión exagerada que los evangélicos no compartimos; pero el haberla propuesto este gran padre de la Iglesia, demuestra que en su tiempo no existía el culto a la Virgen.

Eusebio, célebre autor de la Historia Eclesiástica dice:
“Ninguno está exceptuado de la mancha del pecado original, ni aun la madre del Redentor del mundo; solo Jesús quedo exento de la Ley del pecado, aún cuando haya nacido de una mujer sujeta a pecados (Emiss. In Horat. 2 de Nativ.)
San Agustín dice:
“María murió por causa del pecado Original, transmitido desde Adán a todos sus descendientes” (salmo 34, sermón III)
San Anselmo declara:
“Si bien la concepción de Cristo ha sido inmaculada, no obstante, la misma Virgen de la cual nació, ha Sido concebida en la iniquidad, y nació con el pecado original; porque ella pecó en Adán, así como por él todos pecaron” (Op. Pág. 9)
Santo Tomás de Aquino, sumo doctor da la Iglesia Romana en s. XII, luchó valientemente en contra de la que él consideraba herejía de la inmaculada concepción, y dice:
“La bienaventurada Virgen María, habiendo sido concebida por la unión de sus padres, ha contraído el pecado original'' (Summa teológica, part. 3 pág. 65)
Los franciscanos, capitaneados por Duns Scott, defendieron la concepción Inmaculada de María y surgió de esto, entre ellos y los dominicanos secuaces de santo Tomas de Aquino, una áspera e interminable polémica.

Opinión de algunos papas


León I dice:
“Entre los hombres Cristo solamente fue inocente, porque Él solo ha sido concebido sin la suciedad y la concupiscencia de la carne" (Op. T., pág. 78)
No estamos de acuerdo con la opinión de estos escritores de la Edad Media de que la unión sexual dentro del santo lazo del matrimonio signifique suciedad o pecado (Hebreos 13:4))

Inocencio III declara:
“Eva fue formada sin la culpa, y engendró en la culpa; María fue formada en la culpa y engendró sin la culpa” (Sermón Assumpt.)
Sixto IV. Solicitado para decidir el litigio entre tomistas y scottistas, emitió un decreto prohibiendo que se pronunciaran ni en favor ni en contra de la inmaculada concepción de María." (Decret. Pont. Publicado en el año 1488)

Origen Pagano del culto a María


¿De donde sacó la Iglesia Católica la idea de que doblan tributarse a María hombres casi divinos? Si no fue del ejemplo y autoridad apostólica, debía ser y fue únicamente del paganismo.

El paganismo tenía sus diosas, que apelaban a tos sentimientos femeninos. Era halagador para las matronas y doncellas grecorromanas poder decir a una de su sexo:

”oh hija de Saturno señora venerable
Que moras el gran fuego en la llama eternal,
Los dioses han puesto en ti morada estable,
Perenne fundamento de la raza mortal”
(Los himnos de Orfeo. Himno a Vesta. Taylor, las dos Babilonias)
Era costumbre muy arraigada entre las matronas romanas dirigirse a Juno (Diana) llamándola “Romana Reina del Cielo”; las vestales consagraban su virginidad a la diosa del fuego; y a la diosa Ceres se le llevaban ofrendas simbólicas de trigo de los campos (Jeremías 44:17-19 y 25); pero el cristianismo no tenía diosas de ninguna clase porque como dice san Pablo, en el reino de Dios “no hay varón ni hembra” Por esto los neófitos medio convertidos del paganismo, hallaron en falta una persona femenina que adorar: y existiendo entre los recuerdos venerabas de aquella breve Edad de Oro, en que el cielo  se comunicó con la tierra, una grata memoria de aquella santa mujer que fue madre del Salvador, la idolatría tan arraigada en sus corazones empezó a manifestarse tributando a ella honores similares a los que hablan estado rindiendo a las diosas de su religión pagana. Era la misma actitud, el mismo lenguaje y a veces, hasta los mismos ídolos, a los que se cambiaba simplemente el nombre

Oposición al culto de María


Pero tal tendencia no pasó sin protestas peor parte de tos grandes escritores cristianos de los primeros siglos.

Epifanio (año 403) arguye contra una herejía llamada de los corilidianos; así llamados porque, echando de menos la práctica idolátrica pagana que Jeremías denuncia (capitulo 7:18), empezaron a tributar ese culto a la Virgen María, y dice:
“Ella fue una virgen honrada por Dios: pero no nos fue dada para ser adorada, sino que ella misma adoró a Aquel que fue nacido de ella según la carne” Cita Juan 2:4, y añade: “Esto dijo Jesús para que el pueblo entendiese que la Virgen era humana, y nada más. Porque si Cristo no quiere que los ángeles sean adorados, menos quiere que se rinda culto a esa que fue nacida de Ana... Dejad que María tenga honra y que solo Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo sea adorado. Que nadie de culto a María” (Contra las Herejías, LXXIV)
Aunque a partir del tercer siglo hallamos que algunos padres tienen palabras de elogio para ella, no se exceden generalmente de lo que un Evangélico da nuestros días reconoce y diría de la bienaventurada de las mujeres. San Ambrosio (año 370), que escribió numerosas expresiones de reverencia para la Virgen, no tiene en sus numerosas obras una sola frase que ni remotamente pueda sugerir una rogativa a ella.

La veneración cultual a la Virgen María no se encuentra antes del año 699 Desde entonces muchas protestas fueron formuladas por tal motivo por los mejores cristianos. Es interesante observar que ninguna de las sectas evangélicas de la Edad Antigua y de la Edad Media anteriores a Lutero (Montanistas, Novacianos, Donatistas, Valdenses, Hussistas, Anabaptistas, etc.) transigieron nunca con el culto idolátrico a la Virgen María como dejamos demostrado en el libro “El Cristianismo Evangélico o través de los siglos” Todas declaraban que la bendita Virgen seria la primera en rechazar tales honores.

Ciertamente, la verdadera Virgen María, la humilde de doncella de Nazaret: la que recibió con dulzura, sin mostrarse jamás ofendida, los aparentes reproches de su divino hijo: la que se llamaba a sí misma “la criada del Señor", no podemos imaginarnos que aceptara complacida la pomposa veneración de la que ha sido hecha objeto, de un modo tan general dentro de la iglesia Católica Romana, ni que se sustituya el nombre de Dios y el de su Divino Verbo por su humildísimo nombre de criatura humana.

Por esto, los cristianos evangélicos preferimos seguir el ejemplo apostólico y el de los primeros cristianos, por más que la práctica católica parezca más honorable para la bendita y santa madre del Señor: pues comprendemos, por la sencillez y humildad con que aparece en los Santos Evangelios, que ella seria la primera en rechazar ese culto fastuoso que se le rinde, a pesar de todas las imaginarias historias de apariciones que se le atribuyen, con las cuales se ha pretendido en vano demostrar lo contrario.

Dónde termina la Revelación


Una confesión extraordinaria y chocante, sin duda, para muchos católicos es la que encontramos en la página 122 del ya citado opúsculo Santa María, Madre de Dios, donde leemos:

”La Iglesia Católica no se ha pronunciado sobre la naturaleza de los fenómenos de Lourdes, como ni sobre la de los similares de Fátima en nuestro siglo. La canonización de Bernardo Soubiron mira sus virtudes heroicas. La “aprobación” del culto de Lourdes y Fátima sólo nos dice que nada hay en él contrario a la fe y moral cristianas, y que es provechoso a los fieles. El católico solo cree lo revelado por Dios en lo única Revelación pública y oficial que se cerró con la muerte del último apóstol, y como tal, propuesto por Magisterio Eclesiástico”

No podemos por menos que aplaudir al autor católico de este excelente párrafo: pues esto creemos también los cristianos evangélicos: “que la única revelación pública y oficial de Dios en Cristo se cerró con la muerte del apóstol san Juan”, como parece demostrarlo el último capitulo del Apocalipsis, y particularmente los versículos 18 y 19, enfatizando la condenación que recaerá sobre el que añadiere o quitare a las palabras de Dios en la referida revelación.

Pero el católico que cree a pies juntillas en la realidad de las apariciones de vírgenes y santos, no podrá menos que sorprenderse de que sus propias autoridades religiosas duden de ellas, y solamente “aprueben” el culto, pero sin definirse acerca de si hubo verdadera revelación sobrenatural o no.

¿Apariciones o sugestiones mentales?


Esta duda queda aún más patentemente demostrada en el párrafo siguiente. donde el mismo autor y opositor nuestro continúa diciendo:

”podemos dar 1a interpretación que queramos a las mismas apariciones. Serán, posiblemente, representaciones mentales de los videntes. Pero las condiciones de impreparación subjetiva en que se produjeron, muestran una iniciativa no reducible o estados psicológicos, aunque luego el fenómeno se desarrolle —¿cómo iba a ser?— según leyes de la psicología humana. Dios está allí: por encima de todo queda flotando ineludible la intervención providencial atestiguada por el sello del milagro físico o moral”

Esto significa que, según el autor católico, las supuestas apariciones de la Virgen en Lourdes y Fátima pueden ser simples ilusiones subjetivas de la mente de los protagonistas, permitidas por Dios para dar lugar a las consiguientes manifestaciones de devoción religiosa. En tal caso. ¿qué valor tienen las palabras y mensajes de la Virgen y de los santos que los “videntes” suponen haber recibido?

¿Para qué llevan tantos católicos el escapulario de la Virgen del Carmen, para ser librados del purgatorio el sábado siguiente después de su muerte, si lo que vio María del Monte Carmelo no fue realmente la Virgen sino una representación mental suya? Bien sabemos que las representaciones mentales, ya sea en vigilia o en sueños, suelen expresarse según la propia mente y pensamientos del sujeto que concibe la visión. Es pues, de comprender que María de Alacoque, impresionada por la idea obsesionante —sobre todo en aquellos tiempos— de los sufrimientos del purgatorio, concibiera la visión y el mensaje del escapulario: y que preocupada por los comentarios de su día acerca de Rusia, concibiera la niña Lucia o 1e fuera sugerido por otros el mensaje de Fátima.

En cuando a los milagros físicos y morales que se dicen realizados en tales santuarios, remitimos al lector a lo que dejamos dicho al final del capitulo anterior, repitiendo que los tales milagros no son monopolio exclusivo del catolicismo, sino que pueden observarse también entre los cristianos más allegados a la Sagrada Escritura; los que hacen mas énfasis ea la conversión y en la relación personal del alma con Dios que en las ceremonias externas. Con la sola diferencia de que las respuestas a la oración de fe que tienen lugar entre los cristianos evangélicos suelen realizarse con menos aparato de propaganda exterior."

Todo ello nos afirma en repetir lo que declamas en nuestra anterior edición: Que entre la virgen de imaginaciones histéricas, y la humilde sencilla y obediente doncella de Nazaret, compañera -y jamás señora- de los apóstoles y primeros discípulos de Jerusalén, nos volvemos a ésta y no a aquella".

Algunas consideraciones finales del autor de esta web, tomando extractos de e-mails que hace años envié a un católico-romano fanático:

Hace unos años un tal José Miguel Arráiz (de apologeticacatolica.org) me escribió en un tono un tanto insolente diciendo que las citas de algunos textos que usamos en nuestras webs para defender la Inescrituralidad y antibiblicidad de doctrinas tales como la Inmaculada Concepción de María o el Primado del Obispo de Roma (copiados literalmente del libro: “A las Fuentes del Cristianismo” Págs. 99-112, Edición Actualizada. Samuel Vila. Ed. CLIE. Terrassa, España, Noviembre de 1976) son falsas o espurias.

Tras decirle que hace años que no actualizo esta web e intercambiar al respecto con él una serie de e-mails por cortesía -pese a su tono "perdonavidas" y sus insultos hacia mi persona- descubrí que sin mi permiso y sin avisarme en un acto de tremenda falta de nobleza publicó de manera sesgada algunos, no todos, de mis e-mails de carácter privado intercambiados con él en varios sitios webs (
solo lo que a él le interesó publicar). Creo que gente así es la que nos enviaba hace unos siglos a la hoguera.

Tras consultar (yo) sobre dos de las citas -un poco al tún-tún- a un amigo sacerdote católico-romano francés, éste me confirmó que ambas -pese al falso testimonio vertido a los 4 vientos por el señor Arráiz- son ciertas (en el caso que le pregunté son sobre Eusebio de Cesarea y San Agustín).

Se hace mención a ellas siendo la de Eusebio de Cesarea de un ¡¡discípulo suyo!! llamado Eusebio Emiseno (¡menudo error!) lo cual es una simple errata en el libro, y la de San Agustín que el citado Sr. Arráiz dice ser falsa resulta ser más que cierta; y como dije al Sr. Arráiz en todo caso le corresponde escribir al autor del libro que yo solo me limito a copiar aquí. Imagino que indagando con el resto de las citas pasará lo mismo (hay que tener en cuenta que muchas traducciones de textos patrísticos hechas por autores romanistas son bastante tendenciosas, a nada que uno sepa algo de griego)
"

"Una errata no es una mala intención. Con esto me refiero a la cita de Eusebio atribuída a un discípulo suyo llamado también Eusebio (lo cual es más que justificable ¿no le parece?).

Respecto a Agustín en el link que Ud. me da (http://www.ccel.org/ccel/schaff/npnf106.html ) yo no veo por ningún lado el comentario al salmo 34 (le recuerdo que sobre ese Salmo hay varias partes, creo que la que Ud. me da ahí no contiene ni la segunda homilía sobre el mismo ni la segunda parte de dicha homilía donde está la cita y que uede leer Udl. en este sitio romanista:

http://www.abbaye-saint-benoit.ch/sa...#_Toc516287779).


Le agradeceré que me diga exactamente dónde está ese comentario y los otros links que menciona sobre el mismo. Dese cuenta además que Agustín es ya un Padre de la Iglesia, del siglo IV-V. El valor que le doy a Agustín (que sale ya del contenido de mi web que finaliza en Nicea) es como si hoy un hombre hablase de temas de hace más de 350 años (como si hablase con autoridad de cosas sucedidas en 1.650!!! y piense en aquella época donde ni de lejos había los medios de hoy). Los Padres apostólicos no menciona el tema porque en su tiempo pensar en la "Inmaculada concepción de María" era algo que no se daba, sabe Ud. que es muy posterior. Si hoy usan citas de los mismos sacadas de contexto para justificar herejias de varios siglos después eso es cosa suya."

"...la cita de Agustín en latín (de un sitio Romanista) para que la publique Ud bien en grande en su sitio web:

"Maria ex Adam mortua propter peccatum, Adam mortuus propter peccatum"

http://www.augustinus.it/latino/espo...lmi/index2.htm"

Tras esta cita el moderno e innoble Talibán "mordió el polvo", y borró su falso tesimonio de su sitio web durante un tiempo, aunque después... años después, ha seguido en lo suyo diciendo que el latín no dice lo que dice. Así son algunos.

Nuestros opositores más virulentos entre los católico-romanos tienen mucho, mucho dinero; hay entre ellos personas muy preparadas; y manejan muchos, muchos recursos haciendo mucho, mucho ruido. Pero la verdad del Evangeliono se puede callar.


Dios le bendiga,

Pastor afirma que sangre de Juan Pablo II no tiene valor solo la de Cristo


El obispo, Renato Ascencio León dio a conocer que las reliquias que son la sangre del beato Juan Pablo II, y algunos otros artículos personales, llegarán el 17 de noviembre a México, estarán en la Catedral, en donde permanecerán para su adoración.
Ciudad Juárez, Chihuahua.- Ernesto Hernández, pastor evangélico y presidente de la Alianza Ministerial Evangélica, resaltó que la única sangre que se debe de venerar es la Cristo, publica el diario El Mexicano.
Hernández, cuestionó la creencia humana sobre este aspecto y sobretodo la veneración al ya fallecido Juan Pablo II, y que este pueda traer la paz.
El pastor reconoció que hay personas que difícilmente podrán entender esa idea, les recomendó que lean la Biblia para que se den cuenta de que no se debe venerar a nadie, nada más que a Dios.
El obispo de esta localidad, Renato Ascencio León dio a conocer que las reliquias que son la sangre del beato Juan Pablo II, y algunos otros artículos personales, llegarán el 17 de noviembre, estarán en la Catedral, en donde permanecerán para su adoración.
El obispo manifestó que una reliquia, debe de estar constatada y se levanta un acta, que diga cuándo las usó y sobre todo si son cosas del beato, que en este caso es el Papa Juan Pablo II.
Ante esto, el presidente de la Alianza Ministerial Evangélica, recordó que nada más la sangre de Cristo se puede venerar, y eso es algo que no lo dice, sino que son palabras que están escritas en la Biblia.
Manifestó que decirle este consejo a las personas que acudirán a esa veneración difícilmente podrán ser escuchadas porque tienen su convicción muy fuerte, sin embargo. Dejó clara que la sangre que llegará a esta ciudad el 17 de noviembre es de un humano, y no deben venerarse

El beato Juan Pablo II





Las ceremonias que tuvieron lugar en Roma, entre el 30 de Abril y el 1 de Mayo, fueron seguidas por dos millones de personas, que estuvieron presentes en alguno o varios acontecimientos y celebraciones, y por millones de personas de todo el mundo que lo vieron por TV u otros medios de comunicación. Es cierto que los eventos de Roma quedaron un poco eclipsados por la boda real en Londres, por una parte, y por la muerte de Bin Laden en Pakistan, por el otro. Esta es la impresión general que se percibe, al menos desde el punto de vista de los medios de comunicación. No obstante, la beatificación fue impresionante e invita a la reflexión.

Se da la circunstancia de que yo no estaba en Roma cuando se llevaron a cabo las ceremonias. En realidad, estaba en USA visitando iglesias y promocionando la obra del Evangelio en Roma, por lo cual, tuve la oportunidad de observar la beatificación a distancia, como hace normalmente la mayoría de la gente. En lugar de ser un testigo ocular, completamente inmerso en los acontecimientos, tuve la oportunidad de ser un observador distante con pocas posibilidades de acceder a Internet, algunas ojeadas a las imágenes de la cobertura televisiva y sólo una lectura rápida de uno o dos periódicos seculares. En cierto sentido, esta es la forma en que mucha gente normalmente tiene acceso a los eventos vaticanos y en general a los asuntos relacionados con el catolicismo romano (acaparando folletos con viñetas, escuchando algunos lemas o viendo algunas imágenes seleccionadas, y esto es todo). Existe poca conciencia teológica, poca ayuda para comprender el panorama general y se hace un análisis escaso de lo que está ocurriendo. ¿Es ésta la manera que tienen los evangélicos de establecer una evaluación sobre el catolicismo romano?

 Me sorprendió la poca cantidad de noticias que podía reunir a distancia. A continuación detallo las dos principales informaciones que impactarían a una persona atareada “normal” que mira superficialmente lo que está sucediendo en Roma.

 ¿UN ACTO CONMEMORATIVO?
Sobre la primera de ellas me pregunto si no fue realmente sólo un “acto conmemorativo” lo que se celebró en Roma, al encomiarse los logros políticos, la personalidad encantadora y el éxito eclesiástico de Juan Pablo II en el marco de un estatus de celebridad aplicado a una figura religiosa a escala mundial.

 En un mundo en el que pocas personas merecen alabanzas, a Juan Pablo II se le elogió como a un “héroe” de su tiempo.  Un acto conmemorativo es algo que gusta a mucha gente, incluidos los evangélicos y ciertamente no hay nada malo en cultivar la memoria de una persona y atesorar las lecciones de su vida.  No obstante, esto no es la esencia de la beatificación.  La beatificación es un reconocimiento, por parte de la Iglesia CR, de que la persona beatificada puede ser presentada a los fieles como un intercesor para sus necesidades, preocupaciones, enfermedades, etc. Se alienta a los fieles a rezar al  beato  con el fin de recibir curación y protección. También se les anima a inclinarse ante el  beato , a tener imágenes sagradas del  beato  y a desplegar una devoción al  beato  por todo el orbe.

En otras palabras,  la beatificación es una decisión de la Iglesia CR de añadir otro mediador a los millares que ya tiene.   La beatificación afecta a la mediación de Jesucristo. Cristo solo no es suficiente  sino que comparte su papel de mediador con otras figuras que la Iglesia CR reconoce como “beatos” (y a su tiempo “santos”). A pesar de la desazón que le produce a la Iglesia CR reconocer esto, la beatificación es una sustracción de la suficiencia de la obra de Cristo y de la humanidad completa de su persona. El “beato” se añade a Cristo.

Sin embargo, celebrar un “acto conmemorativo” es una cosa, incluso quizás compatible con la enseñanza bíblica básica, aunque siempre se corre el riesgo de rendir demasiados homenajes a la cultura de las celebridades, pero proclamar  beato  a una persona es muy diferente ya que ello desvía a los fieles, los aleja de Cristo y los acerca al  beato . Por desgracia, el último significado no aparecía en nada de lo que pude recoger como observador distante.

 ¿UN MENSAJE CRISTOCÉNTRICO?
La otra impresión que se desprendía de la información que recibía era que el tono general de las celebraciones era cristocénctrico. Se mencionaron pocas citas de la homilía de Benedicto XVI, las cuales parecían referirse a la relación de Juan Pablo II con Cristo.  El Papa fue alabado como un “servidor de Cristo” y un “seguidor de Cristo”  (a propósito, estas expresiones son las mismas que Billy Graham utilizó en la promoción de un libro ilustrado sobre Juan Pablo II que se exhibió en las librerías de los aeropuertos de USA).

 No obstante, lo que los medios de comunicación no hicieron fue presentar el marco mariano, que fue en realidad el de todas las ceremonias.  El sábado por la noche más de 300.000 personas se reunieron para celebrar una vigilia mariana de oración, donde todos cantaban el  Totus Tuus  (“totalmente tuyos”, el lema del Papa que habla de su devoción a María), y rezaron a María toda la noche.

Además, la homilía de Benedicto XVI contenía muchas referencias a la espiritualidad mariana de Juan Pablo II, encomendándole los fieles como la forma de sostener el testimonio cristiano en el mundo de hoy. El domingo se expuso el féretro y las reliquias de su sangre en la plaza de San Pedro para que la gente pudiera venerarlos. Si no hubiera tenido un conocimiento elemental del CR y un poco de curiosidad espiritual para ir más allá de los titulares, habría tenido la impresión de que la ceremonia de la beatificación era ciertamente Cristocéntrica, lo que en realidad no era.

 CONCLUSIÓN
 La beatificación de Juan Pablo II constituyó un recordatorio de varios dilemas a los que todos nos enfrentamos. En primer lugar , fiarse de los medios de comunicación en general como el primer punto de referencia de la realidad y la exactitud de los acontecimientos es, con frecuencia, erróneo.  En segundo lugar , confiar en una conciencia superficial del CR ayuda a elaborar un imagen distorsionada del mismo y en consecuencia, surge una comprensión inexacta.  Y, en tercer lugar , si la mayoría de los evangélicos confían en los medios de comunicación en general y en una conciencia superficial del CR, no es sorprendente que seamos ingenuos (por no decir otra cosa) en nuestra valoración del mismo.

 Traducción: Rosa Gubianas 


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¿Tuvo María otros hijos, además de Jesús?


Una de las controversias más conocidas entre las enseñanzas por la Iglesia Católica tiene que ver con la doctrina de la Virginidad Perpetua de María. Esta doctrina mantiene que María permaneció virgen después del nacimiento de Jesús y que las referencias bíblicas que sugieren que Jesús tenía otros hermanos y hermanas en realidad se refiere a sus primos y primas. Afirmación tal que puede ser encontrada en el Catequismo de la Iglesia Católica, Página 510.
Al pasar de tiempo, la tendencia veneradora de la madre de Jesús ha aumentado en la iglesia Católica. Usando como medio para insertar nuevas doctrinas, las cuales son sostenidas en igual plano que las doctrinas antiguo y neotestamentarias, los católicos han usado lo que se denomina como las Tradiciones Sagradas. Estas Tradiciones promueven ideas de nuevas doctrinas, sin importar que estasdoctrinas contradigan abiertamente lo sostenido por aquellos que fueron inspirados por el Espíritu de Dios para el escribir el texto bíblico.
Cuando se trata del nacimiento de nuestro Señor Jesús, la Biblia tajantemente declara la virginidad de la joven María. Pero la noción de que José no la tocó de ahí en adelante… ¿Acaso no contradice abiertamente el texto bíblico?

¿Perdió María su virginidad después del nacimiento de Jesús?
La Biblia no declara en ningún lugar que María dejó de cumplir con su papel como esposa de José. La Biblia no declara implícita o explícitamente que María inició una vida de abstinencia sexual a partir del nacimiento de Jesús. La Biblia no dice absolutamente nada tendente a llevarnos a la conclusión de que José y María por alguna razón se separaron o que en el peor de los casos, lo cual hubiese sido una desgracia y afronta pública para la pareja y sus familiares, que María abandonara a José después del nacimiento de Jesús. Todo lo contrario, la Biblia sí nos proporciona amplias evidencias, EN LENGUAJE CLARO Y OBJETIVO, que José y María continuaron con una relación matrimonial íntima, estable y completamente normal.
A continuación procederemos a citar algunas fuentes bíblicas y más luego analizaremos su contenido. (Todas las citas tomadas de la NIV o de la Biblia Vivida, Edición Católica)
"Cuando José se despertó, hizo lo que el ángel del
Señor le había mandado y recibió a María por esposa.
Pero José no tuvo relaciones conyugales con ella hasta
que dio a luz un hijo, a quien le puso por nombre Jesús."
Mateo 1:24-25 -(BV -EC)
Mateo 12:46-47 - "Mientras Jesús le hablaba a la multitud, se presentaron su madre
y sus hermanos. Se quedaron afuera, y deseaban hablar con él. Alguien le dijo:
-Tu madre y tus hermanos están afuera y quieren hablar contigo." (NIV)
Mateo 13:55-56 - "¿No es acaso el hijo del carpintero?
¿No se llama su madre María; y no son sus hermanos Jacobo,
José, Simón y Judas? ¿No están con nosotros todas sus hermanas?
¿Así que de dónde sacó todas estas cosas?"
Marcos 6:2-3 - "Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga.
--¿De dónde sacó éste tales cosas? --decían maravillados muchos de
los que le oían--. ¿Qué sabiduría es ésta que se le ha dado?
¿Cómo se explican estos milagros que vienen de sus manos?
¿No es acaso el carpintero, el hijo de María y hermano de
Jacobo, de José, de Judas y de Simón?
¿No están sus hermanas aquí con nosotros? "
Juan2:12 - "Después de esto Jesús bajó a Capernaúm con su
madre, sus hermanos y sus discípulos, y se
quedaron allí unos días."
Hechos1:14 - "Todos, en un mismo espíritu, se dedicaban
a la oración, junto con las mujeres y
con los hermanos de Jesús y su madre María."
1 Corintios9:4-5 - "¿Acaso no tenemos derecho a comer y
a beber? ¿No tenemos derecho a viajar
acompañados por una esposa creyente, como hacen los demás
apóstoles y Cefas y los hermanos del Señor?"
Gálatas 1:19 - "No vi a ningún otro de los apóstoles;
sólo vi a Jacobo, el hermano del Señor."
Yo conozco mucha gente de campo. Gente humilde, sin pulimento educativo, pero altamente inteligente. Sin embargo, usted no tiene que ser ni inteligente ni educado para entender que cuando las personas que crecieron junto a Jesús afirman que María tenía más hijos e hijas, y estos testigos de infancia llaman a estos hijos e hijas de María, hermanos y hermanas de Jesús, y Jesús era definitivamente el primer hijo de María, entonces no queda otra alternativa que entender que María y José sí tuvieron más hijos e hijas.
No obstante a evidencias tan fehacientes como estas, los teólogos católicos no se dan por vencidos, y en un intento por dispensar el obvio error de quien sea que declaró como una doctrina el garrafal error de la "Perpetua Virginidad de María", proporcionan los siguientes argumentos:
Según los teólogos católicos, y en este punto tienen razón, en el idioma Griego la palabra para decir "hermano" es 'adelphos' y para decir hermanas es 'adelphe'. Esta palabra es usada en diferentes contextos. Por ejemplo es usada para designar hijos de los mismos padres, como es el caso de Mateo 1:2, que dice
"Abraham fue el padre de* Isaac; Isaac,
padre de Jacob; Jacob, padre de Judá y
de sus hermanos" Mateo 1:2
También tenemos el caso de Mateo14:3 que dice:
"En efecto, Herodes había arrestado a Juan.
Lo había encadenado y metido en la cárcel por
causa de Herodías, esposa de su hermano Felipe."
Mateo14:3
En ambos casos se usa la palabra 'adelphos' para designar hermanos. Pero también se usa, en contextos diferentes, para designar a los descendientes de los padres, por ejemplo.
"Cuando cumplió cuarenta años, Moisés tuvo el
deseo de allegarse a sus hermanos israelitas".Hechos 7:23
Aquí se usa 'adelphos' para designar a los descendientes de un mismo padre, en este caso a los hijos de Jacob. Tanto Moisés como los demás israelitas eran todos descendientes de un padre común. Otros ejemplos son Hechos 7:26 y Hebreos 7:5.
Es lógico que si tal argumento es cierto, y lo es, uno de cabida a que los Católicos tengan un punto a su favor en esta disyuntiva. Sin embargo, ¡el CONTEXTO lo dice todo! Inclusive en nuestro idioma español tenemos palabras que aunque se escriben igual, en contextos diferentes, su significado varía radicalmente. Es gracias al contexto que entendemos el uso de la palabra. Por ejemplo yo digo, "José vino temprano y llegó embriagado de vino". Usé la palabra "vino" dos veces, una vez la usé como un verbo, porque el contexto así me lo indica, y otra vez la usé como un nombre, ¡porque el contexto no me permitiría hacer otra cosa!
En lo referente al análisis en que ahora nos concentramos, el término "hermano - hermana" definitivamente se usó para designar los hijos de María, quienes eran "hermanos" de Jesús. Es que simplemente no sería legítimo alegar que porque la palabra "hermano" también se use para designar a un amigo cercano y verdadero, en todos los casos siempre signifique "amigo". Cada versículo bíblico tiene que ser analizado por separado, y atendiendo al contexto, y debemos dejarnos llevar por lo que los autores originales intentaron comunicar, sin alterar nada.
Ahora analicemos brevemente algunos de los versículos citados anteriormente:
Mateo 12:46-47 - "Mientras Jesús le hablaba a la multitud,
se presentaron su madre y sus hermanos. Se quedaron afuera, y
deseaban hablar con él. Alguien le dijo:
--Tu madre y tus hermanos están afuera y quieren hablar contigo."
Mateo 13:55-56 - "¿No es acaso el hijo del carpintero?
¿No se llama su madre María; y no son sus hermanos Jacobo,
José, Simón y Judas? ¿No están con nosotros todas sus hermanas?
¿Así que de dónde sacó todas estas cosas?"
Note que en ambos versos, si a aquellos a quienes se designan "hermanos" de Jesús en realidad no son sus "hermanos" (también hijos de María), entonces, ¿quién es la madre de Jesús y quién es este "padre" que interesantemente resulta ser un "carpintero"? En otras palabras, aquí "madre" claramente designa a María (mencionada por su propio nombre) y el "carpintero" (no mencionado por su nombre, ¡pero José era carpintero!), debió ser José.
¿Existe alguna evidencia adicional de que María sí tuvo otros hijos?
Existe un salmo mesiánico que incontrovertiblemente describe el hecho de que Jesús tendría y en efecto, tuvo hermanos, ¡otros hijos de María y José! Leamos:
Más que los cabellos de mi cabeza son los que me odian sin motivo;
muchos son los enemigos gratuitos
que se han propuesto destruirme.
¿Cómo voy a devolver lo que no he robado?
Oh Dios, tú sabes lo insensato que he sido;
no te puedo esconder mis transgresiones.
Señor Soberano, *Todopoderoso,
que no sean avergonzados por mi culpa
los que en ti esperan;
oh Dios de Israel,
que no sean humillados por mi culpa
los que te buscan.
Por ti yo he sufrido insultos;
mi rostro se ha cubierto de ignominia.
Soy como un extraño para mis hermanos;
soy un extranjero para los hijos de mi madre.
El celo por tu casa me consume;
sobre mí han recaído
los insultos de tus detractores.
Salmo 69: 4-9
Es interesante que hayamos citado este Salmo, porque Jesús lo cita para referirse a sí mismo, por ende declarando que él era a quién el Salmo se refería. Pero no solamente lo creyó así Jesús, sino que todos aquellos que lo escucharon citarlo, también entendieron que Él era el Mesías. Ver Juan 15:25 y Juan 2:16-17. Veamos tal escenario:
"Me aborrecieron sin motivo"
Juan15:25.
"A los que vendían las palomas les dijo:
--¡Saquen esto de aquí! ¿Cómo se atreven
a convertir la casa de mi Padre en un mercado?
Sus discípulos se acordaron que está escrito:
"El celo por tu casa me consumirá."
Juan2:16-17
Y usted se preguntará: "¿Hasta los hermanos de Jesús lo consideraron como un extraño… y dudaron de él, cumpliendo así la profecía del Salmo 68? Pues la respuesta nos la proporciona Juan7:5 donde se nos dice:
"Lo cierto es que ni siquiera sus hermanos creían en él"
Juan7:5
¿Lo ve claramente ahora? El Salmo 68 es tajante: sus "hermanos" y hasta "los hijos de mi madre" lo rechazarían.
Debemos entender que es claro el hecho de que la Biblia, tanto en la profecía contenida en el Antiguo Testamento, como en los relatos múltiples y diferentes contenidos en el Nuevo Testamento, deja claramente establecido que María y José SÍ TUVIERON MÁS HIJOS E HIJAS.
Es triste ver que nuestros amados Católicos Romanos hagan estos esfuerzos penosos para sostener la virginidad de la virgen María, la valiente y honrosa mujer escogida por nuestro Padre para que llevara en su vientre al Salvador hecho hombre. Pero al hacerlo, quizás con la mejor de las intenciones, violan la Palabra de Dios, ¡la que es tan sagrada que Dios la ha puesto por encima de su propio nombre!
Conclusión:
Por un lado tenemos a los que se criaron con Jesús, quienes compraban las sillas hechas por su padre José, quienes compartían el pan con su madre y sus hermanos y hermanas, quienes nos dicen en el texto bíblico que María tuvo más hijos e hijas.
Por el otro lado tenemos la Tradición Católica que nos dice que María no tuvo ningún otro hijo después de Jesús. Esto implica que María y José NUNCA JAMÁS a partir de ese momento tuvieron relaciones íntimas.
Lic. Dawlin Ureña
Grand Rapids, Michigan, USA

El origen pagano de la Semana Santa


 
La semana en la que nada es lo que parece.
La semana santa es la semana en la que cae la primera luna llena después del equinoccio de primavera, eso lo ignoran muchos cristianos; aunque quizá es porque la iglesia no se lo explica. Saben apenas que la semana santa se mueve, pero no saben en torno a qué se mueve.

Y se mueve alrededor de algo tan femenino y tan pagano como la luna llena.
Para empezar, el origen de la palabra “Pascua” es de origen judío El origen de la palabra es “Pascha” (Heb. “Pesaj”; Gr. “Pasja”), la fiesta ordenada por Jehová (Lev. 23: 27-44) como Sábado de Expiaciones en recuerdo a la salida de Israel de Egipto. En las regiones Nórdicas de Europa, así como también en los Estados Unidos y Canadá, el Domingo de Pascua es celebrado en varias costumbres que provienen de Babilonia, tales como el pintar huevos de diferentes colores, éstos se esconden y los niños los buscan para comerlos. ¿Pero de donde proviene esta costumbre?
Según un mito Babilonio, había un huevo de gran tamaño que había caído desde el cielo al río Eufrates. De este maravilloso huevo fue engendrada la diosa Astarté. Por esto el símbolo del huevo llegó a ser asociado con esta diosa (en el idioma ingles se usa Easter)
Los antiguos druidas portaban un huevo como emblema sagrado de su fe. La procesión de Ceres, en Roma, era precedida por un huevo y en los misterios de Baco se consagraba un huevo como parte de la ceremonia festiva. En China, hasta nuestros días, se siguen usando huevos de colores en su festival sagrado. En el Japón, una vieja costumbre consiste en colorear los huevos sagrados de forma muy brillante. En la Europa del Norte, en tiempos paganos, los huevos eran usados como un símbolo de la Diosa. Entre los egipcios, el huevo asociado con el sol
Si nos damos cuenta y retrocedemos los cuarenta días de la cuaresma, vemos que el inicio de esta cae muy cerca de Imbolc y abarca el período entre esta fiesta y Ostara, y sorprende la similitud del origen de este nombre ( eostre/easter ) con el nombre de la Diosa Astarté, la que según el mito babilonio surge del huevo caído del cielo. Astarté o Isthar.
Las procesiones ya se celebraban en muchos cultos antiguos, tales como egipto.
El conejo es un símbolo de fertilidad que celebra la llegada de la primavera. Estos animales son tremendamente prolíficos, no es difícil que en una sola camada nazcan 10 ó 15 crías.
Los tambores se usan para alejar los malos espíritus del lugar, por eso en las procesiones suelen ir en primera fila, para ir "despejando " el recorrido de la procesión.
Yo os aconsejo acercaros a las procesiones, sobre todo sencillas procesiones de pueblo para que veáis el espíritu pagano que encierran.
Y si asistís a la misa del sábado de gloria, podréis presenciar el rito del fuego nuevo; veréis al cura delante de la iglesia encendiendo una foagata, asistido por uno o varios monaguillos, y veréis luego, ya dentro de la iglesia, cómo se apagan todas las luces, quedando el templo tan solo iluminado por las velas encendidas con ese fuego nuevo ( se suele dar una a cada asistente ). A lo largo de la ceremonia, podréis asistir también a la bendición del cirio pascual y a la consagración del agua bendita.
Copio de Wikipedia, por si os interesa:
En la Vigilia Pascual, la Iglesia Católica celebra una liturgia muy especial, y lo hace con la máxima solemnidad. Empiezan los oficios con el templo a oscuras, encendiéndose y bendiciéndose un fuego en el atrio, en un lugar fuera del templo. De ese fuego se enciende el Cirio Pascual, una enorme vela que simboliza a Cristo Resucitado. Acto seguido, los fieles encienden sus velas propias de la llama del Cirio. Llegados al presbiterio, se coloca en el centro del mismo, junto al altar o junto al ambón, se encienden todas las luces del templo y se canta el Exsultet, o pregón pascual antiguo himno alusivo a la noche de Pascua que proclama la gloria de la Resurrección de Cristo, que envolvera toda la liturgia de esta noche.
Luego continua con la Liturgia de la Palabra, en la que se leen siete relatos del Antiguo Testamentoalusivos al plan salvífico de Dios, intercalados con salmos y oraciones. Tras estos sigue la Vigilia con la entonación del Gloria que no se había cantado desde que empezó la Cuaresma, junto con repique de campanas. Se procede a la lectura de una carta apostólica del Nuevo Testamento. Tras este lectura y previo al Evangelio se entona de manera solemne el Aleluya, y se procede a leer el Evangelio correspondiente. En el caso del Aleluya y del Gloria, se puede cantar empleando instrumentos festivos.
Tras la homilía tiene lugar la Liturgia Bautismal, en la cual se administra el Bautismo a los nuevos cristianos de ese año y se bendice el agua de la pila bautismal y se cantan las Letanías de los Santos. También, los fieles presentes renuevan sus promesas bautismales, tomando de nuevo la luz del cirio pascual, y se los asperja con agua bendita. Finalmente, se continua la Misa con la liturgia eucarística de la manera acostumbrada. Se acostumbra a realizar la Eucaristía bajo las dos especies. La eucaristía, como siempre termina con el envió a la misión Ite missa est, que en este día es solemnizado por el canto y por el doble aleluya que se añade.
Comprenderéis que hay cosas que nunca mueren, solo se transforman, y cuanto paganismo hay en el cristianismo, aunque muchos no lo sepan. 

IDOLATRÍA:¿Es bíblico el culto a la Virgen de la Chiquinquirá?

Nave lateral Basílica de la chinita


1.000 veces NO. Lo mismo se aplica a las otras múltiples advocaciones de la virgen María. Leamos del siguiente escrito:






                           El culto a la Virgen María 

La Iglesia católica Romana continúa enseñando: 

· Que la misma Virgen María nació por Concepción milagrosa y sin pecado original, al igual que el propio Hijo de Dios. 

· Que Dios la ha nombrado y hecho Reina de los Ángeles (Letanía de la Virgen) al igual que Cristo. 

· Últimamente el papa Pio XII decreto como dogma de fe, en el año 1950 la Asunción de la Virgen, o sea, la doctrina de que ella fue resucitada y ascendió al Cielo, igualándola así con las prerrogativas del santo y eterno Hijo de Dios. 

. Esta otro dogma que aún no es oficial, y es el de considerar a María como corredentora con Cristo, cuando la Biblia dice muy claramente que nuestra redención proviene sólo de Cristo. 

"Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los
edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo.
Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro
nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos
ser salvos" Hechos 4:11,12 


HAY UN AFÁN CONSTANTE Y ABSURDO DE TRATAR DE EQUIPARAR A LA VIRGEN MARÍA A JESUCRISTO. 

· El libro de san Alfonso María de Ligorio titulado Las glorias de María obra sumamente popular entre los católicos romanos, declara que: 

– “Seremos a veces más presto oídos y salvos acudiendo a María e invocando su santo nombre que el de Jesús nuestro Salvador. Más pronto hallamos la salud acudiendo a la madre que al Hijo” (página 82). BLASFEMIA.

– “Muchas cosas se piden a Dios y no se alcanzan: se piden a María y se consiguen. No porque María sea más poderosa que Dios sino porque Jesucristo decretó honrar así a su madre”. BLASFEMIA.

Pero la última parte de la frase empeora el caso para los mismos católicos, pues ¿donde consta que Jesucristo decretó honrar así a su madre? Que nos presenten el famoso decreto y lo cumpliremos enseguida. Si no pueden presentarlo sométanse nuestros amigos católicos a la Palabra Divina recordando el texto de Proverbios:[color=darkblue] “Toda palabra de Dios es limpia. Es escudo a los que en Él esperan. No añadas a sus palabras porque no te reprendan y seas hallado mentiroso” (Proverbios, cap. 30:5-6) 


 “María se llama puerta del Cielo porque ninguno puede entrar en está dichosa mansión si no pasa por ella” (Página 99). BLASFEMIA 

– “Todos obedecen los preceptos de María, aun Dios [/color]-TAMAÑA BLASFEMIA” (Página 115). (He aquí el latín del original para que no digan que la sentencia esta mal traducida: “Imperio Virginis omnia famulantur, etiam Deus”) 

– Jesucristo NO dijo: “Nadie viene a mí si mi madre no le atrae primero por sus ruegos” (La ampliación de esta otra frase que nos ofrece el autor de Santa María, Madre de Dios no cambia tampoco su sentido ni la hace más justificable. Es copia de San Alfonso Ligorio: “Dice Jesucristo: "Nadie puede venir a mí si no lo trajera el Padre Celestial"; e igual dice de su madre, como se expresa Ricardo de san Lorenzo: “Nadie puede venir a mí si mi madre no lo trajere con sus ruegos “) Todas son mentiras que se creen ciegamente. 

En efecto las palabras atribuidas falsamente al Salvador quedan en pie, solamente que ha responsabilidad acerca de las mismas paso de san Alfonso Ligorio a Ricardo de San Lorenzo. Por lo tanto podemos continuar preguntándonos: ¿de dónde sacó Ricardo de San Lorenzo y la iglesia Romana que la consiente semejante afirmación? ¿De los Santos Evangelios? ¡No!, Al contrario: Jamás habló Cristo de su humana madre en tal sentido No se trata aquí de una hipérbole o exageración propia del siglo en que se escribió el libro ya que falta en los evangelios cualquier clase de base para tal exageración o mala interpretación. Nosotros reconocemos que existe alguna base hiperbólica en los evangelios para las interpretaciones y exageraciones que con el tiempo dieron lugar a los dogmas de la Eucaristía y la confesión auricular: pero no hay una sola frase en los evangelios que reforzándola o exagerándola pueda dar lugar a una creencia en la mediación de María. Por otra parte la excusa con que el autor de Santa María, Madre de Dios trata de justificar las frases de san Alfonso Ligorio no sirve en ese caso ni puede convencer a nadie Dice: “Todos sabemos cómo gustaban los predicadores de los siglos pasados de esas “acomodaciones” de textos de la Escritura. Pero este gusto del tiempo que nosotros podemos muy honradamente abandonar era perfectamente inocuo en ellos No pretendan que Jesucristo hubiese dicho en su vida mortal las cosas que ellos le atribuían, ni que tuvieran, por tanto la autoridad de Él, sino solo afirmaban que ellos “creían” que Jesucristo las “pudo decir”. ¿Será eso una “blasfemia” muy grande?” 

Pero el caso es que el pueblo católico, que por lo general lee poco los evangelios da como cierto todo lo que ve escrito en letras de molde en un libro con censura eclesiástica, sin preguntarse si es verdad o no: si es un hecho literal o una exageración del autor: por consiguiente el censor y el obispo que autorizan el libro se hacen tan responsables de la exageración o falsedad como el escritor de la Edad Media que la concibió. 

– Dice María “El que acude a mí y oye lo que le digo, no se perderá (página 140) Otra frase gratuita y atrevidísima que el referido autor pone falsamente en la boca de María, la cual no se halla en los santos evangelios. 

Aunque existe una saludable tendencia de reforma en la iglesia Católico Romana a este respecto, como hacíamos notar en el capitulo dedicado al culto de los santos en general, todavía hay muchos católicos que pretenden que la bienaventurada Virgen se complace en verse reverenciada y honrada por medio de Imágenes, en muchos casos más que el mismo Redentor, y que no desaprueba el que se dediquen inmensas fortunas para vestir y coronar a las tales figuras de su persona con un lujo que ella jamás ostentó, mientras millones de pobres carecen de lo más necesario y millones de paganos mueren en la ignorancia del amor de Dios por no haber suficientes misioneros que les prediquen las buenas nuevas. 

Pero el Santo Evangelio dice: 

Que la Virgen María, a pesar de su inigualable perfección moral, necesitó, como todos los mortales, un Salvador: “Engrandece mí alma al Señor —declara ella misma—; y mí espíritu se alegró en Dios mi Salvador“ (S. Lucas 1: 43 47). 

Que el Omnisciente Hijo de Dios no quiere ser advertido o rogado por su misma madre, según la carne, porque Él conoce mejor lo que conviene hacer (Véase el caso de Caná, en el Evang. de S. Juan 2:4) 

Que nadie debe tributar expresiones de extremada alabanza a la bendita Virgen, por el mero hecho de haber sido el instrumento escogido por Dios para la Encarnación del Verbo. 

Así lo declara en aquella ocasión cuando una mujer, entusiasmada por las palabras de inigualable sabiduría que salían de la boca de Cristo, exclamaba: “Bienaventurado el vientre que te trajo y los pechos de que mamaste.” Jesús en lugar de seguir las inclinaciones de esta primera “Devota de la Virgen”, llenando de elogios a su bendita madre, o profetizando sus glorias declara en tajante réplica: “Antes bienaventurados los que oyen la Palabra de Dios y la guardan” (S. Lucas 11:27-2 

¡Qué chasqueada debería quedar la interpelante devota y la misma madre de Jesús, si tuvo ocasión de escuchar tal respuesta de labios de su divino Hijo, si no hubiera sido tan humilde de corazón como nos consta que fue! 

Otra expresión no menos extraordinaria, pero muy natural si se considera que el Omnisciente Hijo de Dios conocía el abuso idolátrico que se haría en siglos posteriores del recuerdo bendito de la Virgen María, es aquella declaración de Cristo cuando su madre y sus hermanos estaban buscándole. 

En lugar de introducir a su santa madre en la asamblea y aprovechar la ocasión para llenarla de merecidas alabanzas, que vendrían de perlas a los futuros veneradores de María, el divino Señor responde enfáticamente: “¿Quién es mi madre y mis hermanos? y mirando a los que estaban sentados alrededor de El, dijo: “he aquí mí madre y mis hermanos. Porque cualquiera que hiciere la voluntad de Dios, éste es mi hermano y mi hermana y mí madre” (S. Marcos 3:33-35) 

Los apóstoles declaran acerca de Cristo: “Y en ningún otro hay salud, porque no hay otro nombre debajo del cielo dado a los hombros, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12). Si los santos apóstoles hubiesen mirado a la madre del Señor como muchos católicos de hoy día, ¿no habían hecho una salvedad en favor del bendito nombre en quien, según dicen, se alcanzan todos los favores y, sobre todo, el de la salvación? 

Testimonio de los santos padres de la Iglesia Primitiva 

Ninguno de los siguientes y bien notables escritores de los tres primeros siglos, san Bernabé, san Hermas, san Clemente de Roma, san Policarpo, Tatiano, Atenágoras, Teófilo, san Hipólito, san Firmiliano, san Dionisio, Arnobio, etc. mencionan en todos sus escritos a la Virgen María ni una sola vez. 

Justino Mártir la menciona dos veces hablando del nacimiento de Cristo: pero tal como la haría un escritor evangélico de nuestros días: sin ninguna expresión especial de veneración o culto. Tertuliano la menciona cuatro veces en la misma forma. 

Orígenes, san Basilio y san Juan Crisóstomo hablan de sus defectos, Crisóstomo dice que “fue movida por ambición y arrogancia excesiva cuando envió un mensaje a Cristo para demostrar la influencia que tenía sobre Él” (Homilía de San Mateo 12:4 Sin duda es ésta una opinión exagerada que los evangélicos no compartimos; pero el haberla propuesto este gran padre de la Iglesia, demuestra que en su tiempo no existía el culto a la Virgen. 

¿Esto le agrada a Dios? 

 
"No tendrás dioses ajenos delante de mí.
No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que
esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas
debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás" Exodo 20:3-5
 

Maracaibo, la ciudad más idólatra de Venezuela. Malo, malo.
 


"Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu
se enardecía viendo la ciudad entregada a la idolatría" Hechos 17:6
 

DIOS TENGA PIEDAD DE TANTA IGNORANCIA VOLUNTARIA EN LA MAYORÍA DE LOS CASOS.

EL ORIGEN DEL CULTO A LA VIRGEN MARÍA (MARIOLATRÍA


EL ORIGEN DEL CULTO A LA VIRGEN MARÍA (MARIOLATRÍA)

Mariolatría Católico-Romana(Extracto de “A las Fuentes del Cristianismo” Págs. 99-112, Edición Actualizada. Samuel Vila. Ed. CLIE. Terrassa, España, Noviembre de 1976)

"Es, indudablemente, la más bendita y santa de las mujeres, habiendo sido la madre del Hijo de Dios en su encarnación por tal motivo merece ser amada, honrada e imitada.

Es necesario, además, aceptar lo que declara el Evangelio respecto a su milagrosa concepción de la Persona de Nuestro Señor Jesucristo por obra del Espíritu Santo que hizo de esta santa doncella la Virgen Madre de las profecías del Antiguo Testamento.

Todo esto creen y reconocen por lo general los fieles de las iglesias evangélicas, salvo, naturalmente, aquellos que han caído bajo un exagerado modernismo teológico.

Sobre este asunto nos sentimos de una misma mente y corazón con los católicos más adictos al dogma básico de la Iglesia Cristiana en todos los siglos: El nacimiento virginal de Nuestro Señor Jesucristo por obra del Espirito Santo. Desafiamos a los teólogos modernistas, católicos o protestantes, a que nos prueben, con citas de la Biblia o de los primeros escritores cristianos, que no fue la concepción virginal de Jesucristo una doctrina creída y enseñada desde los mismos orígenes del Cristianismo. Ni los más disparatados sectarios de los primeros siglos de la Era cristiana se atrevieron a ponerlo en duda. Por tanta, estamos en este punto de perfecto acuerdo con la inmensa mayoría de los catódicos. Sin embargo,

La Iglesia católica Romana continúa enseñando:

  1. Que la misma Virgen María nació por Concepción milagrosa y sin pecado original, al igual que el propio Hijo de Dios.
  2. Que Dios la ha nombrado y hecho Reina de los Ángeles (Letanía de la Virgen).
  3. Últimamente el papa Pio XII decreto como dogma de fe, en el año 1950 la Asunción de la Virgen, o sea, la doctrina de que ella fue resucitada y ascendió al Cielo, igualándola así con las prerrogativas del santo y eterno Hijo de Dios.
El libro de san Alfonso María de Ligorio titulado Las glorias de María obra sumamente popular entre los católicos romanos, declara que:

“Seremos a veces más presto oídos y salvos acudiendo a María e invocando su santo nombre que el de Jesús nuestro Salvador. Más pronto hallamos la salud acudiendo a la madre que al Hijo” (página 82).
“Muchas cosas se piden a Dios y no se alcanzan: se piden a María y se consiguen. No porque María sea más poderosa que Dios sino porque Jesucristo decretó honrar así a su madre”.

No rehusamos ampliar esta frase de San Alfonso Ligorio con la segunda sentencia, que nuestros críticos echaron a perder en nuestra anterior edición. Nos gusta ciertamente, en un autor tan mariano como es Alfonso Ligorio el reconocimiento de que María no es superior a Dios como podría mal interpretarse de su anterior declaración. Pero la última parte de la frase empeora el caso para los mismos católicos, pues ¿donde consta que Jesucristo decretó honrar así a su madre? Que nos presenten el famoso decreto y lo cumpliremos enseguida. Si no pueden presentarlo sométanse nuestros amigos católicos a la Palabra Divina recordando el texto de Proverbios: “Toda palabra de Dios es limpia. Es escudo a los que en Él esperan. No añadas a sus palabras porque no te reprendan y seas hallado mentiroso” (Proverbios, cap. 30:5-6)

“María se llama puerta del Cielo porque ninguno puede entrar en está dichosa mansión si no pasa por ella” (Página 99).
“Todos obedecen los preceptos de María, aun Dios” (Página 115). (He aquí el latín del original para que no digan que la sentencia esta mal traducida: “Imperio Virginis omnia famulantur, etiam Deus”)
"Jesucristo dijo: “Nadie viene a mí si mi madre no le atrae primero por sus ruegos”
(La ampliación de esta otra frase que nos ofrece el autor de Santa María, Madre de Dios no cambia tampoco su sentido ni la hace más justificable. Es copia de San Alfonso Ligorio:
“Dice Jesucristo: "Nadie puede venir a mí si no lo trajera el Padre Celestial"; e igual dice de su madre, como se expresa Ricardo de san Lorenzo: “Nadie puede venir a mí si mi madre no lo trajere con sus ruegos “)
En efecto las palabras atribuidas falsamente al Salvador quedan en pie, solamente que ha responsabilidad acerca de las mismas paso de san Alfonso Ligorio a Ricardo de San Lorenzo. Por lo tanto podemos continuar preguntándonos: ¿de dónde sacó Ricardo de San Lorenzo y la iglesia Romana que la consiente semejante afirmación? ¿De los Santos Evangelios? ¡No!, Al contrario: Jamás habló Cristo de su humana madre en tal sentido. No se trata aquí de una hipérbole o exageración propia del siglo en que se escribió el libro ya que falta en los evangelios cualquier clase de base para tal exageración o mala interpretación. Nosotros reconocemos que existe alguna base hiperbólica en los evangelios para las interpretaciones y exageraciones que con el tiempo dieron lugar a los dogmas de la Eucaristía y la confesión auricular: pero no hay una sola frase en los evangelios que reforzándola o exagerándola pueda dar lugar a una creencia en la mediación de María. Por otra parte la excusa con que el autor de Santa María, Madre de Dios trata de justificar las frases de san Alfonso Ligorio no sirve en ese caso ni puede convencer a nadie Dice: “Todos sabemos cómo gustaban los predicadores de los siglos pasados de esas “acomodaciones” de textos de la Escritura. Pero este gusto del tiempo que nosotros podemos muy honradamente abandonar era perfectamente inocuo en ellos No pretendan que Jesucristo hubiese dicho en su vida mortal las cosas que ellos le atribuían, ni que tuvieran, por tanto la autoridad de Él, sino solo afirmaban que ellos “creían” que Jesucristo las “pudo decir”. ¿Será eso una “blasfemia” muy grande?”

Pero el caso es que el pueblo católico, que por lo general lee poco los evangelios da como cierto todo lo que ve escrito en letras de molde en un libro con censura eclesiástica, sin preguntarse si es verdad o no: si es un hecho literal o una exageración del autor: por consiguiente el censor y el obispo que autorizan el libro se hacen tan responsables de la exageración o falsedad como el escritor de la Edad Media que la concibió.

Dice María “El que acude a mí y oye lo que le digo, no se perderá (página 140)
Otra frase gratuita y atrevidísima que el referido autor pone falsamente en la boca de María, la cual no se halla en los santos evangelios.

Aunque existe una saludable tendencia de reforma en la iglesia Católico Romana a este respecto, como hacíamos notar en el capitulo dedicado al culto de los santos en general, todavía hay muchos católicos que pretenden que la bienaventurada Virgen se complace en verse reverenciada y honrada por medio de Imágenes, en muchos casos más que el mismo Redentor, y que no desaprueba el que se dediquen inmensas fortunas para vestir y coronar a las tales figuras de su persona con un lujo que ella jamás ostentó, mientras millones de pobres carecen de lo más necesario y millones de paganos mueren en la ignorancia del amor de Dios por no haber suficientes misioneros que les prediquen las buenas nuevas.

Pero el Santo Evangelio dice:


Que la Virgen María, a pesar de su inigualable perfección moral, necesitó, como todos los mortales, un Salvador:
“Engrandece mí alma al Señor —declara ella misma—; y mí espíritu se alegró en Dios mi Salvador“ (S. Lucas 1: 43 47).
Que el Omnisciente Hijo de Dios no quiere ser advertido o rogado por su misma madre, según la carne, porque Él conoce mejor lo que conviene hacer (Véase el caso de Caná, en el Evang. de S. Juan 2:4)

Que nadie debe tributar expresiones de extremada alabanza a la bendita Virgen, por el mero hecho de haber sido el instrumento escogido por Dios para la Encarnación del Verbo.

Así lo declara en aquella ocasión cuando una mujer, entusiasmada por las palabras de inigualable sabiduría que salían de la boca de Cristo, exclamaba: “Bienaventurado el vientre que te trajo y los pechos de que mamaste.” Jesús en lugar de seguir las inclinaciones de esta primera “Devota de la Virgen”, llenando de elogios a su bendita madre, o profetizando sus glorias declara en tajante réplica: “Antes bienaventurados los que oyen la Palabra de Dios y la guardan” (S. Lucas 11:27-28)

¡Qué chasqueada debería quedar la interpelante devota y la misma madre de Jesús, si tuvo ocasión de escuchar tal respuesta de labios de su divino Hijo, si no hubiera sido tan humilde de corazón como nos consta que fue!

Otra expresión no menos extraordinaria, pero muy natural si se considera que el Omnisciente Hijo de Dios conocía el abuso idolátrico que se haría en siglos posteriores del recuerdo bendito de la Virgen María, es aquella declaración de Cristo cuando su madre y sus hermanos estaban buscándole.

En lugar de introducir a su santa madre en la asamblea y aprovechar la ocasión para llenarla de merecidas alabanzas, que vendrían de perlas a los futuros veneradores de María, el divino Señor responde enfáticamente:
“¿Quién es mi madre y mis hermanos? y mirando a los que estaban sentados alrededor de El, dijo: “he aquí mí madre y mis hermanos. Porque cualquiera que hiciere la voluntad de Dios, éste es mi hermano y mi hermana y mí madre” (S. Marcos 3:33-35)
Los apóstoles declaran acerca de Cristo:
“Y en ningún otro hay salud, porque no hay otro nombre debajo del cielo dado a los hombros, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12).
Si los santos apóstoles hubiesen mirado a la madre del Señor como muchos católicos de hoy día, ¿no habían hecho una salvedad en favor del bendito nombre en quien, según dicen, se alcanzan todos los favores y, sobre todo, el de la salvación?

Testimonio de los santos padres de la Iglesia Primitiva


Ninguno de los siguientes y bien notables escritores de los tres primeros siglos, san Bernabé, san Hermas, san Clemente de Roma, san Policarpo, Tatiano, Atenágoras, Teófilo, san Hipólito, san Firmiliano, san Dionisio, Arnobio, etc. mencionan en todos sus escritos a la Virgen María ni una sola vez.

Justino Mártir la menciona dos veces hablando del nacimiento de Cristo: pero tal como la haría un escritor evangélico de nuestros días: sin ninguna expresión especial de veneración o culto. Tertuliano la menciona cuatro veces en la misma forma.

Orígenes, san Basilio y san Juan Crisóstomo hablan de sus defectos, Crisóstomo dice que:
“fue movida por ambición y arrogancia excesiva cuando envió un mensaje a Cristo para demostrar la influencia que tenía sobre Él” (Homilía de San Mateo 12:48)
Sin duda es ésta una opinión exagerada que los evangélicos no compartimos; pero el haberla propuesto este gran padre de la Iglesia, demuestra que en su tiempo no existía el culto a la Virgen.

Eusebio, célebre autor de la Historia Eclesiástica dice:
“Ninguno está exceptuado de la mancha del pecado original, ni aun la madre del Redentor del mundo; solo Jesús quedo exento de la Ley del pecado, aún cuando haya nacido de una mujer sujeta a pecados (Emiss. In Horat. 2 de Nativ.)
San Agustín dice:
“María murió por causa del pecado Original, transmitido desde Adán a todos sus descendientes” (salmo 34, sermón III)
San Anselmo declara:
“Si bien la concepción de Cristo ha sido inmaculada, no obstante, la misma Virgen de la cual nació, ha Sido concebida en la iniquidad, y nació con el pecado original; porque ella pecó en Adán, así como por él todos pecaron” (Op. Pág. 9)
Santo Tomás de Aquino, sumo doctor da la Iglesia Romana en s. XII, luchó valientemente en contra de la que él consideraba herejía de la inmaculada concepción, y dice:
“La bienaventurada Virgen María, habiendo sido concebida por la unión de sus padres, ha contraído el pecado original'' (Summa teológica, part. 3 pág. 65)
Los franciscanos, capitaneados por Duns Scott, defendieron la concepción Inmaculada de María y surgió de esto, entre ellos y los dominicanos secuaces de santo Tomas de Aquino, una áspera e interminable polémica.

Opinión de algunos papas


León I dice:
“Entre los hombres Cristo solamente fue inocente, porque Él solo ha sido concebido sin la suciedad y la concupiscencia de la carne" (Op. T., pág. 78)
No estamos de acuerdo con la opinión de estos escritores de la Edad Media de que la unión sexual dentro del santo lazo del matrimonio signifique suciedad o pecado (Hebreos 13:4))

Inocencio III declara:
“Eva fue formada sin la culpa, y engendró en la culpa; María fue formada en la culpa y engendró sin la culpa” (Sermón Assumpt.)
Sixto IV. Solicitado para decidir el litigio entre tomistas y scottistas, emitió un decreto prohibiendo que se pronunciaran ni en favor ni en contra de la inmaculada concepción de María." (Decret. Pont. Publicado en el año 1488)

Origen Pagano del culto a María


¿De donde sacó la Iglesia Católica la idea de que doblan tributarse a María hombres casi divinos? Si no fue del ejemplo y autoridad apostólica, debía ser y fue únicamente del paganismo.

El paganismo tenía sus diosas, que apelaban a tos sentimientos femeninos. Era halagador para las matronas y doncellas grecorromanas poder decir a una de su sexo:

”oh hija de Saturno señora venerable
Que moras el gran fuego en la llama eternal,
Los dioses han puesto en ti morada estable,
Perenne fundamento de la raza mortal”
(Los himnos de Orfeo. Himno a Vesta. Taylor, las dos Babilonias)
Era costumbre muy arraigada entre las matronas romanas dirigirse a Juno (Diana) llamándola “Romana Reina del Cielo”; las vestales consagraban su virginidad a la diosa del fuego; y a la diosa Ceres se le llevaban ofrendas simbólicas de trigo de los campos (Jeremías 44:17-19 y 25); pero el cristianismo no tenía diosas de ninguna clase porque como dice san Pablo, en el reino de Dios “no hay varón ni hembra” Por esto los neófitos medio convertidos del paganismo, hallaron en falta una persona femenina que adorar: y existiendo entre los recuerdos venerabas de aquella breve Edad de Oro, en que el cielo  se comunicó con la tierra, una grata memoria de aquella santa mujer que fue madre del Salvador, la idolatría tan arraigada en sus corazones empezó a manifestarse tributando a ella honores similares a los que hablan estado rindiendo a las diosas de su religión pagana. Era la misma actitud, el mismo lenguaje y a veces, hasta los mismos ídolos, a los que se cambiaba simplemente el nombre

Oposición al culto de María


Pero tal tendencia no pasó sin protestas peor parte de tos grandes escritores cristianos de los primeros siglos.

Epifanio (año 403) arguye contra una herejía llamada de los corilidianos; así llamados porque, echando de menos la práctica idolátrica pagana que Jeremías denuncia (capitulo 7:18), empezaron a tributar ese culto a la Virgen María, y dice:
“Ella fue una virgen honrada por Dios: pero no nos fue dada para ser adorada, sino que ella misma adoró a Aquel que fue nacido de ella según la carne” Cita Juan 2:4, y añade: “Esto dijo Jesús para que el pueblo entendiese que la Virgen era humana, y nada más. Porque si Cristo no quiere que los ángeles sean adorados, menos quiere que se rinda culto a esa que fue nacida de Ana... Dejad que María tenga honra y que solo Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo sea adorado. Que nadie de culto a María” (Contra las Herejías, LXXIV)
Aunque a partir del tercer siglo hallamos que algunos padres tienen palabras de elogio para ella, no se exceden generalmente de lo que un Evangélico da nuestros días reconoce y diría de la bienaventurada de las mujeres. San Ambrosio (año 370), que escribió numerosas expresiones de reverencia para la Virgen, no tiene en sus numerosas obras una sola frase que ni remotamente pueda sugerir una rogativa a ella.

La veneración cultual a la Virgen María no se encuentra antes del año 699 Desde entonces muchas protestas fueron formuladas por tal motivo por los mejores cristianos. Es interesante observar que ninguna de las sectas evangélicas de la Edad Antigua y de la Edad Media anteriores a Lutero (Montanistas, Novacianos, Donatistas, Valdenses, Hussistas, Anabaptistas, etc.) transigieron nunca con el culto idolátrico a la Virgen María como dejamos demostrado en el libro “El Cristianismo Evangélico o través de los siglos” Todas declaraban que la bendita Virgen seria la primera en rechazar tales honores.

Ciertamente, la verdadera Virgen María, la humilde de doncella de Nazaret: la que recibió con dulzura, sin mostrarse jamás ofendida, los aparentes reproches de su divino hijo: la que se llamaba a sí misma “la criada del Señor", no podemos imaginarnos que aceptara complacida la pomposa veneración de la que ha sido hecha objeto, de un modo tan general dentro de la iglesia Católica Romana, ni que se sustituya el nombre de Dios y el de su Divino Verbo por su humildísimo nombre de criatura humana.

Por esto, los cristianos evangélicos preferimos seguir el ejemplo apostólico y el de los primeros cristianos, por más que la práctica católica parezca más honorable para la bendita y santa madre del Señor: pues comprendemos, por la sencillez y humildad con que aparece en los Santos Evangelios, que ella seria la primera en rechazar ese culto fastuoso que se le rinde, a pesar de todas las imaginarias historias de apariciones que se le atribuyen, con las cuales se ha pretendido en vano demostrar lo contrario.

Dónde termina la Revelación


Una confesión extraordinaria y chocante, sin duda, para muchos católicos es la que encontramos en la página 122 del ya citado opúsculo Santa María, Madre de Dios, donde leemos:

”La Iglesia Católica no se ha pronunciado sobre la naturaleza de los fenómenos de Lourdes, como ni sobre la de los similares de Fátima en nuestro siglo. La canonización de Bernardo Soubiron mira sus virtudes heroicas. La “aprobación” del culto de Lourdes y Fátima sólo nos dice que nada hay en él contrario a la fe y moral cristianas, y que es provechoso a los fieles. El católico solo cree lo revelado por Dios en lo única Revelación pública y oficial que se cerró con la muerte del último apóstol, y como tal, propuesto por Magisterio Eclesiástico”

No podemos por menos que aplaudir al autor católico de este excelente párrafo: pues esto creemos también los cristianos evangélicos: “que la única revelación pública y oficial de Dios en Cristo se cerró con la muerte del apóstol san Juan”, como parece demostrarlo el último capitulo del Apocalipsis, y particularmente los versículos 18 y 19, enfatizando la condenación que recaerá sobre el que añadiere o quitare a las palabras de Dios en la referida revelación.

Pero el católico que cree a pies juntillas en la realidad de las apariciones de vírgenes y santos, no podrá menos que sorprenderse de que sus propias autoridades religiosas duden de ellas, y solamente “aprueben” el culto, pero sin definirse acerca de si hubo verdadera revelación sobrenatural o no.

¿Apariciones o sugestiones mentales?


Esta duda queda aún más patentemente demostrada en el párrafo siguiente. donde el mismo autor y opositor nuestro continúa diciendo:

”podemos dar 1a interpretación que queramos a las mismas apariciones. Serán, posiblemente, representaciones mentales de los videntes. Pero las condiciones de impreparación subjetiva en que se produjeron, muestran una iniciativa no reducible o estados psicológicos, aunque luego el fenómeno se desarrolle —¿cómo iba a ser?— según leyes de la psicología humana. Dios está allí: por encima de todo queda flotando ineludible la intervención providencial atestiguada por el sello del milagro físico o moral”

Esto significa que, según el autor católico, las supuestas apariciones de la Virgen en Lourdes y Fátima pueden ser simples ilusiones subjetivas de la mente de los protagonistas, permitidas por Dios para dar lugar a las consiguientes manifestaciones de devoción religiosa. En tal caso. ¿qué valor tienen las palabras y mensajes de la Virgen y de los santos que los “videntes” suponen haber recibido?

¿Para qué llevan tantos católicos el escapulario de la Virgen del Carmen, para ser librados del purgatorio el sábado siguiente después de su muerte, si lo que vio María del Monte Carmelo no fue realmente la Virgen sino una representación mental suya? Bien sabemos que las representaciones mentales, ya sea en vigilia o en sueños, suelen expresarse según la propia mente y pensamientos del sujeto que concibe la visión. Es pues, de comprender que María de Alacoque, impresionada por la idea obsesionante —sobre todo en aquellos tiempos— de los sufrimientos del purgatorio, concibiera la visión y el mensaje del escapulario: y que preocupada por los comentarios de su día acerca de Rusia, concibiera la niña Lucia o 1e fuera sugerido por otros el mensaje de Fátima.

En cuando a los milagros físicos y morales que se dicen realizados en tales santuarios, remitimos al lector a lo que dejamos dicho al final del capitulo anterior, repitiendo que los tales milagros no son monopolio exclusivo del catolicismo, sino que pueden observarse también entre los cristianos más allegados a la Sagrada Escritura; los que hacen mas énfasis ea la conversión y en la relación personal del alma con Dios que en las ceremonias externas. Con la sola diferencia de que las respuestas a la oración de fe que tienen lugar entre los cristianos evangélicos suelen realizarse con menos aparato de propaganda exterior."

Todo ello nos afirma en repetir lo que declamas en nuestra anterior edición: Que entre la virgen de imaginaciones histéricas, y la humilde sencilla y obediente doncella de Nazaret, compañera -y jamás señora- de los apóstoles y primeros discípulos de Jerusalén, nos volvemos a ésta y no a aquella".

Algunas consideraciones finales del autor de esta web, tomando extractos de e-mails que hace años envié a un católico-romano fanático:

Hace unos años un tal José Miguel Arráiz (de apologeticacatolica.org) me escribió en un tono un tanto insolente diciendo que las citas de algunos textos que usamos en nuestras webs para defender la Inescrituralidad y antibiblicidad de doctrinas tales como la Inmaculada Concepción de María o el Primado del Obispo de Roma (copiados literalmente del libro: “A las Fuentes del Cristianismo” Págs. 99-112, Edición Actualizada. Samuel Vila. Ed. CLIE. Terrassa, España, Noviembre de 1976) son falsas o espurias.

Tras decirle que hace años que no actualizo esta web e intercambiar al respecto con él una serie de e-mails por cortesía -pese a su tono "perdonavidas" y sus insultos hacia mi persona- descubrí que sin mi permiso y sin avisarme en un acto de tremenda falta de nobleza publicó de manera sesgada algunos, no todos, de mis e-mails de carácter privado intercambiados con él en varios sitios webs (
solo lo que a él le interesó publicar). Creo que gente así es la que nos enviaba hace unos siglos a la hoguera.

Tras consultar (yo) sobre dos de las citas -un poco al tún-tún- a un amigo sacerdote católico-romano francés, éste me confirmó que ambas -pese al falso testimonio vertido a los 4 vientos por el señor Arráiz- son ciertas (en el caso que le pregunté son sobre Eusebio de Cesarea y San Agustín).

Se hace mención a ellas siendo la de Eusebio de Cesarea de un ¡¡discípulo suyo!! llamado Eusebio Emiseno (¡menudo error!) lo cual es una simple errata en el libro, y la de San Agustín que el citado Sr. Arráiz dice ser falsa resulta ser más que cierta; y como dije al Sr. Arráiz en todo caso le corresponde escribir al autor del libro que yo solo me limito a copiar aquí. Imagino que indagando con el resto de las citas pasará lo mismo (hay que tener en cuenta que muchas traducciones de textos patrísticos hechas por autores romanistas son bastante tendenciosas, a nada que uno sepa algo de griego)
"

"Una errata no es una mala intención. Con esto me refiero a la cita de Eusebio atribuída a un discípulo suyo llamado también Eusebio (lo cual es más que justificable ¿no le parece?).

Respecto a Agustín en el link que Ud. me da (http://www.ccel.org/ccel/schaff/npnf106.html ) yo no veo por ningún lado el comentario al salmo 34 (le recuerdo que sobre ese Salmo hay varias partes, creo que la que Ud. me da ahí no contiene ni la segunda homilía sobre el mismo ni la segunda parte de dicha homilía donde está la cita y que uede leer Udl. en este sitio romanista:

http://www.abbaye-saint-benoit.ch/sa...#_Toc516287779).


Le agradeceré que me diga exactamente dónde está ese comentario y los otros links que menciona sobre el mismo. Dese cuenta además que Agustín es ya un Padre de la Iglesia, del siglo IV-V. El valor que le doy a Agustín (que sale ya del contenido de mi web que finaliza en Nicea) es como si hoy un hombre hablase de temas de hace más de 350 años (como si hablase con autoridad de cosas sucedidas en 1.650!!! y piense en aquella época donde ni de lejos había los medios de hoy). Los Padres apostólicos no menciona el tema porque en su tiempo pensar en la "Inmaculada concepción de María" era algo que no se daba, sabe Ud. que es muy posterior. Si hoy usan citas de los mismos sacadas de contexto para justificar herejias de varios siglos después eso es cosa suya."

"...la cita de Agustín en latín (de un sitio Romanista) para que la publique Ud bien en grande en su sitio web:

"Maria ex Adam mortua propter peccatum, Adam mortuus propter peccatum"

http://www.augustinus.it/latino/espo...lmi/index2.htm"

Tras esta cita el moderno e innoble Talibán "mordió el polvo", y borró su falso tesimonio de su sitio web durante un tiempo, aunque después... años después, ha seguido en lo suyo diciendo que el latín no dice lo que dice. Así son algunos.

Nuestros opositores más virulentos entre los católico-romanos tienen mucho, mucho dinero; hay entre ellos personas muy preparadas; y manejan muchos, muchos recursos haciendo mucho, mucho ruido. Pero la verdad del Evangeliono se puede callar.


Dios le bendiga,

Pastor afirma que sangre de Juan Pablo II no tiene valor solo la de Cristo


El obispo, Renato Ascencio León dio a conocer que las reliquias que son la sangre del beato Juan Pablo II, y algunos otros artículos personales, llegarán el 17 de noviembre a México, estarán en la Catedral, en donde permanecerán para su adoración.
Ciudad Juárez, Chihuahua.- Ernesto Hernández, pastor evangélico y presidente de la Alianza Ministerial Evangélica, resaltó que la única sangre que se debe de venerar es la Cristo, publica el diario El Mexicano.
Hernández, cuestionó la creencia humana sobre este aspecto y sobretodo la veneración al ya fallecido Juan Pablo II, y que este pueda traer la paz.
El pastor reconoció que hay personas que difícilmente podrán entender esa idea, les recomendó que lean la Biblia para que se den cuenta de que no se debe venerar a nadie, nada más que a Dios.
El obispo de esta localidad, Renato Ascencio León dio a conocer que las reliquias que son la sangre del beato Juan Pablo II, y algunos otros artículos personales, llegarán el 17 de noviembre, estarán en la Catedral, en donde permanecerán para su adoración.
El obispo manifestó que una reliquia, debe de estar constatada y se levanta un acta, que diga cuándo las usó y sobre todo si son cosas del beato, que en este caso es el Papa Juan Pablo II.
Ante esto, el presidente de la Alianza Ministerial Evangélica, recordó que nada más la sangre de Cristo se puede venerar, y eso es algo que no lo dice, sino que son palabras que están escritas en la Biblia.
Manifestó que decirle este consejo a las personas que acudirán a esa veneración difícilmente podrán ser escuchadas porque tienen su convicción muy fuerte, sin embargo. Dejó clara que la sangre que llegará a esta ciudad el 17 de noviembre es de un humano, y no deben venerarse

El beato Juan Pablo II





Las ceremonias que tuvieron lugar en Roma, entre el 30 de Abril y el 1 de Mayo, fueron seguidas por dos millones de personas, que estuvieron presentes en alguno o varios acontecimientos y celebraciones, y por millones de personas de todo el mundo que lo vieron por TV u otros medios de comunicación. Es cierto que los eventos de Roma quedaron un poco eclipsados por la boda real en Londres, por una parte, y por la muerte de Bin Laden en Pakistan, por el otro. Esta es la impresión general que se percibe, al menos desde el punto de vista de los medios de comunicación. No obstante, la beatificación fue impresionante e invita a la reflexión.

Se da la circunstancia de que yo no estaba en Roma cuando se llevaron a cabo las ceremonias. En realidad, estaba en USA visitando iglesias y promocionando la obra del Evangelio en Roma, por lo cual, tuve la oportunidad de observar la beatificación a distancia, como hace normalmente la mayoría de la gente. En lugar de ser un testigo ocular, completamente inmerso en los acontecimientos, tuve la oportunidad de ser un observador distante con pocas posibilidades de acceder a Internet, algunas ojeadas a las imágenes de la cobertura televisiva y sólo una lectura rápida de uno o dos periódicos seculares. En cierto sentido, esta es la forma en que mucha gente normalmente tiene acceso a los eventos vaticanos y en general a los asuntos relacionados con el catolicismo romano (acaparando folletos con viñetas, escuchando algunos lemas o viendo algunas imágenes seleccionadas, y esto es todo). Existe poca conciencia teológica, poca ayuda para comprender el panorama general y se hace un análisis escaso de lo que está ocurriendo. ¿Es ésta la manera que tienen los evangélicos de establecer una evaluación sobre el catolicismo romano?

 Me sorprendió la poca cantidad de noticias que podía reunir a distancia. A continuación detallo las dos principales informaciones que impactarían a una persona atareada “normal” que mira superficialmente lo que está sucediendo en Roma.

 ¿UN ACTO CONMEMORATIVO?
Sobre la primera de ellas me pregunto si no fue realmente sólo un “acto conmemorativo” lo que se celebró en Roma, al encomiarse los logros políticos, la personalidad encantadora y el éxito eclesiástico de Juan Pablo II en el marco de un estatus de celebridad aplicado a una figura religiosa a escala mundial.

 En un mundo en el que pocas personas merecen alabanzas, a Juan Pablo II se le elogió como a un “héroe” de su tiempo.  Un acto conmemorativo es algo que gusta a mucha gente, incluidos los evangélicos y ciertamente no hay nada malo en cultivar la memoria de una persona y atesorar las lecciones de su vida.  No obstante, esto no es la esencia de la beatificación.  La beatificación es un reconocimiento, por parte de la Iglesia CR, de que la persona beatificada puede ser presentada a los fieles como un intercesor para sus necesidades, preocupaciones, enfermedades, etc. Se alienta a los fieles a rezar al  beato  con el fin de recibir curación y protección. También se les anima a inclinarse ante el  beato , a tener imágenes sagradas del  beato  y a desplegar una devoción al  beato  por todo el orbe.

En otras palabras,  la beatificación es una decisión de la Iglesia CR de añadir otro mediador a los millares que ya tiene.   La beatificación afecta a la mediación de Jesucristo. Cristo solo no es suficiente  sino que comparte su papel de mediador con otras figuras que la Iglesia CR reconoce como “beatos” (y a su tiempo “santos”). A pesar de la desazón que le produce a la Iglesia CR reconocer esto, la beatificación es una sustracción de la suficiencia de la obra de Cristo y de la humanidad completa de su persona. El “beato” se añade a Cristo.

Sin embargo, celebrar un “acto conmemorativo” es una cosa, incluso quizás compatible con la enseñanza bíblica básica, aunque siempre se corre el riesgo de rendir demasiados homenajes a la cultura de las celebridades, pero proclamar  beato  a una persona es muy diferente ya que ello desvía a los fieles, los aleja de Cristo y los acerca al  beato . Por desgracia, el último significado no aparecía en nada de lo que pude recoger como observador distante.

 ¿UN MENSAJE CRISTOCÉNTRICO?
La otra impresión que se desprendía de la información que recibía era que el tono general de las celebraciones era cristocénctrico. Se mencionaron pocas citas de la homilía de Benedicto XVI, las cuales parecían referirse a la relación de Juan Pablo II con Cristo.  El Papa fue alabado como un “servidor de Cristo” y un “seguidor de Cristo”  (a propósito, estas expresiones son las mismas que Billy Graham utilizó en la promoción de un libro ilustrado sobre Juan Pablo II que se exhibió en las librerías de los aeropuertos de USA).

 No obstante, lo que los medios de comunicación no hicieron fue presentar el marco mariano, que fue en realidad el de todas las ceremonias.  El sábado por la noche más de 300.000 personas se reunieron para celebrar una vigilia mariana de oración, donde todos cantaban el  Totus Tuus  (“totalmente tuyos”, el lema del Papa que habla de su devoción a María), y rezaron a María toda la noche.

Además, la homilía de Benedicto XVI contenía muchas referencias a la espiritualidad mariana de Juan Pablo II, encomendándole los fieles como la forma de sostener el testimonio cristiano en el mundo de hoy. El domingo se expuso el féretro y las reliquias de su sangre en la plaza de San Pedro para que la gente pudiera venerarlos. Si no hubiera tenido un conocimiento elemental del CR y un poco de curiosidad espiritual para ir más allá de los titulares, habría tenido la impresión de que la ceremonia de la beatificación era ciertamente Cristocéntrica, lo que en realidad no era.

 CONCLUSIÓN
 La beatificación de Juan Pablo II constituyó un recordatorio de varios dilemas a los que todos nos enfrentamos. En primer lugar , fiarse de los medios de comunicación en general como el primer punto de referencia de la realidad y la exactitud de los acontecimientos es, con frecuencia, erróneo.  En segundo lugar , confiar en una conciencia superficial del CR ayuda a elaborar un imagen distorsionada del mismo y en consecuencia, surge una comprensión inexacta.  Y, en tercer lugar , si la mayoría de los evangélicos confían en los medios de comunicación en general y en una conciencia superficial del CR, no es sorprendente que seamos ingenuos (por no decir otra cosa) en nuestra valoración del mismo.

 Traducción: Rosa Gubianas 


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