About

Mostrando entradas con la etiqueta religion. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta religion. Mostrar todas las entradas

BIOGRAFÍA DE JUAN WESLEY

BIOGRAFÍA DE JUAN WESLEY
Juan Wesley nació el 17 de junio de 1703, en el hogar de un ministro, y siendo el decimoquinto hijo. No solamente su padre era ministro, sino que también lo habían sido su abuelo y su bisabuelo.
Todos los hijos de la familia Wesley eran de muy buenos modales, y muy educados, a pesar de ser sumamente pobres. La madre de familia era también la maestra. Les enseñaba las materias escolares, a la vez que les impartía una educación cristiana excelente. Cada una de las hijas aprendió el griego, el latín y el francés, así como lo necesario para los quehaceres domésticos. Los niños fueron enseñados a ser amables unos a otros, así como con los sirvientes y vecinos: algo muy raro en aquellos días.
A pesar de que Susana de Wesley fue una madre muy ocupada, se hizo el propósito de dedicar un tiempo especial para cada hijo, cuando éste cumplía los cinco años, con el fin de enseñarle el alfabeto. En cada caso, tuvo éxito.
Un día cuando Juan tenía sólo seis años, la vieja casa pastoral se incendió. Mientras la casa ardía, toda la familia escapó, excepto el pequeño Juan. Su padre estaba a punto de volver a entrar corriendo otra vez, para buscar a su hijito, cuando pareció que la casa entera estaba a punto de desplomarse. Durante todo lo ocurrido Juan había continuado durmiendo, ajeno a lo que acontecía. Pero cuando la casa se derrumbó, el estrépito lo despertó y le hizo corre hacia la ventana. No había ninguna escalera a la mano, de modo que uno de los vecinos se subió a los hombros de otro, y de esta manera lograron rescatar al niño, justo en el momento en que el techo se venía abajo. Esta experiencia quedó profundamente grabada en la memoria de Juan Wesley. Sentía que Dios le había salvado la vida con algún propósito especial.
La Sra. de Wesley procuraba dedicar algún tiempo a cada uno de sus hijos, cada semana. También halló tiempo, o más bien dicho, hizo el esfuerzo para hallar tiempo, para hablarles a cada uno de ellos acerca de Dios, y de cómo orar y de cómo agradar al Señor. Jueves por la tarde era el tiempo dedicado a Juanito. Esto hizo en él una honda impresión. Se acordaría de ello un cuando se fue a la universidad de Oxford par estudiar. A menudo le escribía a su madre, y le recordaba que pensara en él los jueves por la tarde.
Cuando Juan tenía diez años, su padre lo llevó al Colegio de Charterhouse, en Londres. Allí recibió una excelente educación; una de las mejores que se podían obtener en cualquier parte, en aquellos días. Estudió lenguas clásicas, matemáticas y ciencias.
Al graduarse en Charterhouse, a los diecisiete años, ingresó a la universidad de Oxford. Por primera vez, en su vida, nadie lo mandaba; ahora era su propio patrón. A pesar de estar rodeado de otros estudiantes que tomaban licor, que jugaban al azar y llevaban una vida de inmoralidad, Juan demostró que la instrucción cristiana recibida en el hogar no había sido en vano; así que llevó una vida buena y limpia.
Wesley hizo muchos amigos durante su estadía en la universidad. Tenía un ingenioso sentido del humor, y una excepcional habilidad para escribir poemas. Era el que ponía la chispa en cualquier reunión social, y era siempre bienvenido en los hogares de sus compañeros de estudio que vivían en las aldeas cercanas.
Siguiendo las pisadas de su bisabuelo, de su abuelo y de su padre, aun Wesley decidió hacerse ministro. Predicó su primer sermón en una pequeña iglesia en la aldea de South Leigh.
Después de obtener su bachillerato, y después de pasar algún tiempo ayudando a su padre en Lincolnshire, Wesley fue elegido para el cargo de Compañero de la universidad de Lincoln. Compañero era el nombre dado a un dignatario de alto rango, y Wesley desempeño tal cargo con honor para sí mismo, y para la universidad, durante veinticinco años.
Fue en aquel tiempo que Juan Wesley comenzó a desarrollarse como predicador anglicano, creyendo en todas las formalidades y ceremonias de la iglesia oficial de Inglaterra, y también en disciplina severa. Se levantaba a las cuatro de la mañana, ayunaba con regularidad, trabajaba duro y sin descanso, y demandaba de su fuerte cuerpo un esfuerzo casi hasta el límite del colapso. Visitaba a los presos en las cárceles, que eran lugares terribles en aquellos días; y procuraba suavizar todo lo posible la vida de los prisioneros por donde quiera que iba. También enseñaba a los niños que no tenían que los cuidara. A pesar de toda esta incesante e incansable actividad religiosa, y aunque predicaba sermones preparados con esmero, no podía dejar de sentir que su vida era estéril. No atraía a multitudes. No influía en ninguna vida ajena. No despertaba ninguna conciencia. No hacía arder a ningún corazón.
Pasado algún tiempo Carlos, el hermano menor de Wesley, ingresó a la universidad de Oxford, y con algunos otros de los estudiantes más serios, formaron un grupo, al que algunos apodaron "el club santo". Se reunían para orar, par estudiar la Biblia, y comentar sobre lo que habían leído y meditado. Eran muy metódicos en su asistencia a los servicios de comunión, y como resultado de sus prácticas tan ordenadas, sus compañeros comenzaron a llamarles los "metodistas".
En octubre de 1735, Juan Wesley y su hermano Carlos viajaron a América. Juan iba a servir como capellán en la ciudad de Savannah, en la colonia de Georgia, en tanto que Carlos iba a desempeñar el cargo de secretario del fundador y gobernador de la colonia, el general Oglethorpe. Juan hizo planes para celebrar servicios, visitó cada hogar, y estableció una escuela para los hijos de los colonos. Trató de enseñar a los indígenas, para éstos no aceptaron en nada sus esfuerzos. Se mantenía sumamente ocupado, pero no era de ningún modo popular. Todo el tiempo, en el fondo de su alma, estaba buscando una verdadera fe en Dios.
Entretanto, Carlos Wesley se las había ingeniado para enredarse en una sería disputa con el gobernador, y como resultado, regresó a Inglaterra. Después de haber estado en Georgia menos de dos años. Juan siguió a su hermano, regresando también a Inglaterra. La aventura de Georgia, iniciada con tan doradas esperanzas, se había tornado en un amargo fracaso.
Tanto Juan como Carlos Wesley había hecho ya su profesión de fe en Cristo, pero ni el uno ni el otro sentían que estaban consagrado de lleno al Señor. Una y otra vez Juan leía la historia de la conversión de Pablo, y oraba pidiendo obtener él también una luz deslumbrante, y una creencia segura de haber sido aceptado como un siervo de Cristo, su Salvador. Esta ansiedad fue la que los condujo a emprender su búsqueda espiritual, y eso les trajo una seguridad completa de su fe en Cristo.
Desde aquel día en adelante, todo cambió para Juan Wesley. Quería, sobre todo, compartir su experiencia de conversión con otras personas que parecían no tener el verdadero gozo en el Señor. Trató, en seguida, de predicar en algunas de las iglesias establecidas de Inglaterra. La gente acudió en multitudes para escucharle. El mensaje que predicaba era tan sencillo, tan directo y tan convincente, que tanto hombres como mujeres, sintiendo la carga de una vida pecaminosa, clamaban arrepentidos perdón a Dios.
Sin embargo, otros clérigos no aceptaban su mensaje. Pronto halló que le sería necesario conseguirse un sitio propio para poder predicar, al aire libre. Así lo hizo, y centenares de personas siguieron reuniéndose para oír los mensajes de Juan Wesley.
Entonces empezó su ministerio, a caballo; viajando de arriba abajo por las carreteras de Inglaterra, par predicar a la gente el evangelio de Cristo. Era valiente y osado. Predicaba en cualquier edificio, grande o pequeño, que se pudiera conseguir. Cuando no había ninguno disponible, predicaba al aire libre, en cualquier lugar en donde se podía reunir la gente. Siempre estaba dispuesto a predicar, aunque lo escuchara solamente una persona. Cuando viajaba solo, dejaba suelta las riendas del caballo, con el fin de poder leer. De esta manera se mantenía al día en cuanto al estudio, y componía sus numerosos sermones.
En vista de que no se le permitía predicar en las iglesias establecidas de las parroquias, Wesley decidió edificar capillas y lugares de predicación en los distintos lugares que visitaba. Habiendo diseñado estos edificios de modo que sirvieran no sólo como iglesias, sino también como escuelas, le fue posible ayudar también a muchos niños abandonados y desprovistos de instrucción. En algunas de esas capillas también construyó algunas habitaciones, en donde podían alojarse los evangelistas ambulantes, que no tenían en donde pasar la noche. Además, había un establo para un par de caballos.
Por dondequiera que iba, y a veces miles, de personas se reunían para escucharle predicar. Juan Wesley se dio cuenta de que no le sería posible continuar haciendo tan magna obra solo, así que empezó a valerse de la ayuda de algunos predicadores laicos. Estos hombres predicaban los domingos, y seguían trabajando en sus empleos acostumbrados durante la semana. Se les pagaba poco, vestían pobremente, les faltaba instrucción, y carecían de buen alojamiento: sin embargo, tenían intrepidez de héroes. Recorrían grandes distancias, principalmente a caballo, pero a veces a pie. Enfrentaban amarga persecución. A menudo las autoridades los reprendían, y a veces los encarcelaban.
Wesley tenía un interés particular en la niñez y en la juventud, y muchas veces, al entrar en algún pueblo, los visitaba antes de comenzar sus reuniones. Nunca se cansaban de decirles a ellos, así como también a los adultos, que lo que debían hacer era "creer, amar y obedecer." Debido a que su interés en la juventud, más tarde pudo proveerles hogares, escuelas y reuniones juveniles en las iglesias.
Había poco ricos en Inglaterra. Mucha gente vivía bien, pero gran parte de la población carecía de empleo, o no recibía el sueldo merecido; así que la mayoría era sumamente pobre. Vivían en casas insalubres, y los hijos no tenían ni comida ni ropa suficiente, y, por lo general, carecían de instrucción. Juan Wesley nunca se tapó los oídos, ni se hizo de la vista gorda, en cuanto a las necesidades de los que tenían menos que él. Vivía con frugalidad, con el fin de tener algo para dar a los menesterosos.
Al crecer la obra, Wesley hizo arreglos para que otras personas se encargaran de las actividades en beneficio de la gente necesitada. Estableció orfanatos, en donde se educaba y se cuidaba a los niños. Logro hallar posada para algunas señoras ancianas, e hizo arreglos para que se les cuidara. Fundo un dispensario médico, y aun distribuyó personalmente la medicinas. Los metodistas más prósperos contribuían con donativos de dineros, ropa, comida y leña; lo cual era llevado a los hogares de la gente enferma o pobre.
El ministerio de Wesley no se limitó a Inglaterra. También viajó a Irlanda, a los Estados Unidos, a Canadá y a las Antillas. En todas partes grandes multitudes llegaban para escucharle.
Dándose cuenta el gran valor de la literatura, y siendo un erudito él mismo, Juan Wesley escribió casi cuatrocientos libros y folletos, sobre diversos temas; tales como teología, historia, lógica, ciencia, medicina y música. Escribió muchos libros devocionales, los cuales distribuía entre la gente que encontraba. Estos fueron publicados en ediciones baratas, de modo que la gente tuviera la oportunidad de comprarlos. Esta obra creció tan rápidamente, que Wesley finalmente estableció su propia casa publicadora. En ella también fueron impresos centenares de himnos, muchos de los cuales habían sido compuesto por su hermano Carlos.
El 2 de marzo de 1791, a la edad de ochenta y ocho años, Juan Wesley acabó su carrera. No obstante, lo que él empezó ha seguido adelante por medio de la Iglesia Metodista, durante más de doscientos años. Dios bendijo la vida y el ministerio de este hombre santo y consagrado, quien tenía un solo deseo, el cual es, el de predicar el evangelio de Cristo, instándole a la gente a creer, amar y obedecer.
_______________________________________________________________________

Iglesia Episcopal

Iglesia Episcopal

Información GeneralLa Iglesia Protestante Episcopal en los Estados Unidos forma parte de la Comunión Anglicana mundial. A fines del decenio de 1980 la iglesia tenía unos 2.500.000 miembros en unas 7.000 parroquias y misiones, con unos 14.000 clérigos. Dividida en 4 provincias que incluyen todos los estados y territorios de los Estados Unidos, cuenta con 106 diócesis y distritos misioneros.
La historia de la Iglesia Episcopal se inició con la exploración y colonización inglesas de América del Norte. Pese a que las colonias de Nueva Inglaterra fueron fundadas por puritanos que se oponían al anglicanismo, un gran número de anglicanos se asentaron en el sur de las colonias, y la Iglesia de Inglaterra se convirtió en la iglesia establecida en las Carolinas, Maryland y Virginia; la Revolución Americana cortó los lazos entre la Iglesia de Inglaterra y la iglesia en las colonias. Así, en 1789 la Iglesia protestante Episcopal comenzó su existencia separada, decidida no sólo a preservar su patrimonio anglicano sino también comprometida con los ideales de los Estados Unidos, tales como la separación de la Iglesia y el Estado.

CREER
Religioso
Información
Fuente
página web
Nuestra lista de 1.000 Temas Religiosos
E-mail
El carácter de la Iglesia Episcopal fue influenciado durante sus primeros años por la polémica entre el partido de la Iglesia Baja, dirigido por William White, primer obispo de Pensilvania, y el de la Iglesia Alta, dirigida por Samuel Seabury, obispo de Connecticut. Tratando de resolver el altercado, la iglesia episcopal estableció la política de que una iglesia democrática, dominada por laicos entraba en conflicto con la estructura aristocrática de dirección, dominada episcopalmente. Se produjo una controversia general, entre una cámara de obispos y una de clérigos y laicos diputados, programada para reunirse cada tres años. Iba a haber una tensión adicional entre esta convención nacional y las diócesis y distritos misioneros locales, que resistieron a la injerencia del organismo nacional. La unidad se ha mantenido por las tradiciones comunes consagradas en una constitución y derecho canónicos, el Libro de Oración Común y el triple ministerio de obispos, sacerdotes y diáconos, así como a través de un acuerdo para coexistir.
La historia posterior de la Iglesia Episcopal es en gran parte la de su expansión con el crecimiento de los Estados Unidos en territorio y población, y de las revisiones de políticas, leyes y liturgia. El compromiso misionero de la Iglesia condujo a la fundación de la Sociedad Misionera Nacional y Extranjera en 1821; su presidente es el obispo principal y más antiguo de la cámara de obispos, lo cual marcó el comienzo de un ejecutivo nacional permanente para la iglesia. En 1919 la convención general creó el consejo nacional, más tarde llamado consejo ejecutivo, que absorbió a la sociedad misionera y otras sociedades para la educación y el trabajo social. En 1976 la convención general aprobó la revisión del Libro de Oración Común (previamente revisado en 1892 y 1928) y la admisión de la mujer al ministerio ordenado. Estas decisiones provocaron una discordia generalizada, haciendo que algunos miembros de la iglesia se fueran a otras o establecieran una nueva, la Iglesia Anglicana de Norteamérica. En 1989 la consagración de Barbara Harris como primera mujer obispo provocó la formación del Sínodo Episcopal de los Estados Unidos, grupo disidente apoyado por varios obispos Episcopales.

John E Booty La Iglesia Episcopal ha participado activamente en el Movimiento Ecuménico, en gran parte a través del Consejo Nacional de Iglesias y el Consejo Mundial de Iglesias. Ha participado en conversaciones con otras iglesias, principalmente la presbiteriana, católica romana y luterana.
John E Booty

R Albright, History of the Protestant Episcopal Church (1964); J Booty, The Episcopal Church in Crisis (1988); D Locke, The Episcopal Church (1991); R Pritchard, ed., Readings from the History of the Episcopal Church (1986). Bibliografía
R Albright, Historia de la Iglesia Protestante Episcopal (1964); J Booty, La Iglesia Episcopal en crisis (1988); D Locke, La Iglesia Episcopal (1991); R Pritchard, ed., Lecturas de la Historia de la Iglesia Episcopal ( 1986).


Iglesia Protestante Episcopal en los Estados Unidos de América

Información CatólicaLa historia de esta organización religiosa se divide naturalmente en dos: el período de su dependencia de la Iglesia de Inglaterra, y el de su existencia separada con una jerarquía propia.
I. ANTES DE LA REVOLUCIÓN AMERICANA
La Iglesia de Inglaterra se instaló permanentemente en el Estado de Virginia en 1607, al fundarse la colonia de Jamestown. Había habido intentos esporádicos antes de esta fecha -1585 y 1587, bajo los auspicios de Walter Raleigh en las Carolinas, y en 1607, bajo los auspicios del Presidente Popham de la Corte Suprema y Sir Ferdinando Gorges en Maine. El intento de fundar colonias habían fracasado y con él, por supuesto, el de establecer las instituciones eclesiásticas inglesas.
Durante el período colonial la Iglesia de Inglaterra logró una cuasi instalación en Maryland y Virginia, y en menor medida en las otras colonias, con la excepción de Nueva Inglaterra, donde durante muchos años los pocos episcopales presentes fueron ferozmente perseguidos, y en el mejor de los casos, apenas tolerados. En los estados del sur —sobre todo en Virginia y Maryland, en el último de los cuales la Iglesia de Inglaterra había privado a los católicos no sólo del poder político sino incluso de la libertad religiosa— la Iglesia de Inglaterra, aunque bien provista desde un punto de vista mundano, no era en modo alguno fuerte, ni espiritual ni intelectualmente. Los nombramientos a parroquias estaba casi totalmente en manos de funcionarios que se negaban a preparar a los ministros y darles así derecho a los emolumentos de su cargo, sino que preferían pagar capellanes a los que podían despedir a su arbitrio. Naturalmente, esto condujo a llenar el ministerio con muy indignos candidatos, y redujo al clero a una posición de desprecio a ojos de los laicos.
Como no había obispos en Estados Unidos, las iglesias en las colonias estaban bajo la jurisdicción del obispo de Londres, que los gobernaba por medio de comisarios, y aunque entre éstos había hombres tan eminentes como el Dr. Bray en Maryland, y el Dr Blair, fundador de la universidad William y Mary en Virginia, el poder laico era tan fuerte, y los hombres dispuestos a emprender el trabajo del ministerio, tan inferiores, que era muy poco lo que se podría hacer. Incluso los esfuerzos de la Sociedad para la Propagación del Evangelio tuvieron muy poco efecto en el sur, aunque en Pennsylvania, Nueva York, Nueva Jersey tuvo mejores frutos.
Pero mientras que la iglesia anglicana se hundió en el sopor espiritual e intelectual en el sur, y llevó una existencia más bien aletargada en los estados del centro, en 1722 se produjo en Nueva Inglaterra un evento muy promisorio para el futuro del anglicanismo, y que sacudió hasta sus bases al Congregacionalismo de allí. Timothy Cutler, rector de la Universidad de Yale, con otros seis ministros congregacionistas, todos intelectuales y piadosos, anunció a sus hermanos en el ministerio congregacional de Connecticut que ya no podían seguir fuera de la comunión visible con una Iglesia Episcopal; y que algunos de ellos dudaban de la validez, mientras otros estaban convencidos de la nulidad, de las ordenaciones presbiterianas. A tres se les convenció posteriormente de permanecer en el ministerio congregacionista; el resto se hizo episcopalianos, y tres de éstos, los sres Cutler, Johnson y Brown, fueron ordenados en el ministerio de la Iglesia Anglicana.
Durante la Revolución
Durante el período de la Revolución la Iglesia de Inglaterra en Estados Unidos bajó mucho en la estimación de los estadounidenses por su fuerte adhesión a la causa de la Corona británica; pero no faltaban clérigos y legos que destacaban por su lealtad a la causa de las colonias y por los sacrificios patrióticos que hicieron por la causa de la independencia. Dos miembros de ese clero fueron el señor White, asistente en la Iglesia de Cristo, Filadelfia, y el sr. Provost, auxiliar de la iglesia de la Trinidad, de Nueva York. Siendo “tories” [conservadores británicos, N.del T.] los rectores de estas iglesias, ambos caballeros los sucedieron como pastores de sus respectivas parroquias.
II. DESPUÉS DE LA REVOLUCIÓN AMERICANA
La facción Seabury
Al finalizar la guerra los episcopales, como ya se les llamaba comúnmente, se dieron cuenta de que si iban a tener un rol en la vida nacional, su iglesia debía darse una organización nacional, el mayor obstáculo para lo cual era que sus obispos que construyeran una jerarquía nacional. En Connecticut —donde los que habían ido a la Iglesia Episcopal no sólo se habían persuadido de la necesidad de episcopado, sino también habían adoptando otros muchos postulados de los teólogos Carolinos—, se consideraba que un obispo era absolutamente necesario, y en consecuencia, el clero de ese estado eligió al Rev. Samuel Seabury y le pidió ir al extranjero y obtener el carácter episcopal.
Fue imposible lograr el episcopado en Inglaterra, debido a que los obispos de allá no podían por ley consagrar a ningún hombre que no prestara juramento de fidelidad, y aunque durante la Revolución las simpatías “tories” de Seabury fueron ampliamente conocidas, le habría sido imposible regresar a los Estados Unidos habiendo recibido la consagración como súbdito británico. Tras la negativa de los obispos ingleses a conferir el episcopado viajó a Escocia, donde después de prolongadas negociaciones, los obispos que no prestaban juramento consintieron en conferirle el carácter episcopal.
Estos obispos eran el remanente de la Iglesia Episcopal que los Estuardo habían deseado tan ardientemente establecer en Escocia y que había perdido la protección del Estado, junto con todo su financiamiento, por su fidelidad a Jacobo II. Los presbiterianos escoceses miraban los principios religiosos de aquéllos como apenas menos incómodos que los de los católicos y políticamente que se les consideraba igualmente peligrosos. En realidad, eran eclesiásticos sumamente encumbrados, y habían alterado la liturgia hasta el punto de asemejar su doctrina de la Santa Eucaristía a la de la Iglesia Católica. Se sabía que incluso habían empleado crisma en la confirmación, y eran firmes creyentes en el carácter sacerdotal del ministerio cristiano y en la necesidad de la sucesión apostólica y la ordenación episcopal. El Dr. Seabury fue consagrado por ellos en 1784 y, siendo él mismo de opiniones teológicas muy similares, firmó inmediatamente un acuerdo comprometiéndose a hacer todo lo posible para introducir en Connecticut las peculiaridades litúrgicas y doctrinales de los no jurantes. A su regreso a su Estado procedió a organizar y gobernar su diócesis como en gran medida lo habría hecho un obispo católico; excluyó al laicado de las deliberaciones y concejos eclesiásticos y, tanto como pudo, de todo control de los asuntos eclesiásticos.
Las facciones White y Provost
Pero si se sacerdotalismo triunfaba en Connecticut, muy otra cosa fue en Nueva York, Pensilvania y Virginia. El dr. White, ahora rector de la Iglesia de Cristo y doctor en teología, creía que si la Iglesia Episcopal iba a vivir y crecer en Estados Unidos tenía que aceptar, y adoptar en la mayor medida posible, el principio de una administración representativa. El habría querido seguir sin el episcopado tanto tiempo como se pudiera lograr de Inglaterra, y, entre tanto, ordenar a los candidatos al ministerio con la coordinación presbiteriana, pero advirtiéndoles de que al llegar un obispo serían re-ordenados condicionalmente. Esta última sugerencia, empero, encontró poco apoyo entre los episcopales, y finalmente, después de muchas dificultades, se aprobó una ley en el Parlamento que facultaba a los obispos ingleses a conferir el episcopado a hombres no sujetos a la Corona británica. En consecuencia el Dr. White, elegido obispo de Pennsylvania, y el Dr Provost, de Nueva York, viajaron a Inglaterra y recibieron la consagración de manos del entonces arzobispo de Canterbury, doctor Moore, el domingo de Septuagésima de 1787.
Tenue unión tenue de las distintas facciones
A su regreso, y aunque ahora había tres obispos de los Estados Unidos, había tantas diferencias entre los eclesiásticos de Connecticut y los de estados del centro y del sur, especialmente respecto a la presencia de laicos en los concejos eclesiásticos, que no fue hasta 1789 que se llevó a cabo una unión. Incluso después de esa fecha, cuando el Dr. Madison fue elegido obispo de Virginia tuvo que ir a Inglaterra para su consagración, porque el obispo Provost, de Nueva York, se negó a actuar en conjunto con el obispo de Connecticut. No obstante, la unión finalmente se cimentó en 1792 al ser elegido el Dr. Claggert como obispo de Maryland, y habiendo en el país tres obispos de línea anglicana excepto el Dr Seabury, el obispo de Nueva York retiró sus objeciones a fin de que el Dr Seabury fuera el cuarto.
Si Dr Seabury no habían sido invitados a participar en la consagración del Dr Claggert, un cisma entre Connecticut resto de los residuos del país habría sido el resultado inmediato.
III. LOS TRES GRUPOS DE LOS EPISCOPALIANOS
Casi desde el comienzo mismo de su vida independiente, las tendencias que se han evidenciado en los tres grupos de la Iglesia Episcopal de nuestros días no sólo eran evidentes, sino que estaban arraigadas en los miembros del episcopado. El obispo Provost, de Nueva York, representaba el temperamento racionalista del siglo XVIII, que se ha manifestado en lo que se llama el Grupo de la Iglesia Amplia.
El obispo White representó al Grupo Evangélico, con su creencia más en la conveniencia que en la necesidad de la sucesión apostólica y su deseo de fraternizar en la medida de lo posible con las demás denominaciones de la Reforma. El obispo Seabury, por otra parte, representó la posición tradicional de la Alta Iglesia, intelectual en lugar de emocional, con más énfasis en la organización de la Iglesia hacia el exterior que en la religión emocional.
Grupo de la Alta Iglesia
Esta escuela ha jugado una parte muy importante en la historia de la Iglesia Protestante Episcopal en los Estados Unidos, y si bien indudablemente fue influída en gran medida por el Movimiento de Oxford, existía y actuaba mucho antes de 1833. De hecho, en los años veinte el obispo Hobart ya mostraba ese tipo de piedad evangélica que, junto con altas ideas sacramentales, ha sido desde entonces la principal característica del grupo.
El Movimiento de Oxford, sin embargo, no dejó de ser influyente, y ya en 1843 las disputas entre los eclesiásticos muy elevados y el resto de la Iglesia Episcopal habían llegado a un punto tan álgido que cuando el reverendo Arthur Cary, en su examen para la ordenación, confesó los principios de "Tracto 90" –pese a lo cual no se le negó la ordenación– la controversia estalló en guerra abierta. El obispo de Filadelfia, doctor Onderdonk, fue suspendido de su cargo bajo acusación de embriaguez, pero la verdadera razón fue su simpatía con la Alta Iglesia; y su despido fue tan injusto que Horace Binney, famosa jurista, lo declaróabsolutamente ilegal. No obstante, por más de diez años no fue reincorporado a sus funciones. A su hermano obispo de Nueva York le fue aún peor: se le hicieron cargos de inmoralidad y fue suspendido de sus funciones durante el resto de su vida, a pesar de que la gran mayoría de sus conciudadanos, ya pertenecieran o no a su confesión, creían firmemente en su inocencia. El intento de suspender a un tercer obispo de la Alta Iglesia, padre del fallecido Monseñor Doane, no prosperó después de que él se presentara cuatro veces. Fue imposible hacer un juicio eclesiástico al obispo Doane, no sólo por su incomparable habilidad diplomática sino también por la rectitud y probidad de su vida.
En 1852 el obispo de Carolina del Norte, doctor Ives, renunció a su cargo en la Iglesia Episcopal y se sometió a la Sede Apostólica, y fue seguido a la Iglesia Católica por numerosos clérigos y laicos. Su secesión arrastró de la Iglesia Episcopal a todos los claras simpatías romanas, pero el grupo de la Alta Iglesia subsistió, creció y en algún grado progresó a pesar de la legislación hostil, en tanto que con el tiempo surgió nuevamente un partido pro-romano. Después de la aprobación del canon de púlpito abierto en la Convención General de 1907, una veintena de sacerdotes y un gran número de los laicos se unieron a la Iglesia Católica.
El partido evangélico
Por otro lado, el Partido Evangélico extremo, incómodo con el incremento del ritualismo y no pudiendo expulsar en gran número a partidarios de la Alta Iglesia, se separó de la Iglesia Protestante Episcopal en 1873 y formó lo que se conoce como Iglesia Reformada Episcopal. A diferencia de muchos de los órganos protestante, la Iglesia Episcopal no fue perturbada permanentemente por la Guerra Civil, ya que la caída de la Confederación terminó con la organización independiente de la Iglesia Protestante Episcopal en los Estados Confederados.
Partido de la Iglesia Amplia
Con todo, el Grupo de la Iglesia Amplia ha permanecido en la Iglesia Protestante Episcopal, y los años recientes han afectado gravemente su actitud respecto a temas tales como la mayor crítica y la necesidad de la ordenación episcopal. Los más destacados defensores de esta escuela, y cuyas conclusiones difieren poco o nada de los modernistas extremos, no han podido alterar seriamente la enseñanza de la Iglesia Episcopal sobre verdades tan fundamentales como la Trinidad y la Encarnación; y algunos casos la Alta Iglesia y el grupo Evangélico, combinados, han sido lo suficientemente fuertes como para excluirlos de la Iglesia Episcopal. El partido, sin embargo, está ganando fuerza; sus clérigos son hombres de intelecto y vigor, y los laicos que lo apoyan son en buena parte personas de grandes medios. Para aquél el futuro del anglicanismo, más que el de cualquier otra escuela de pensamiento, está en el cuerpo anglicano.
IV. ESTADÍSTICAS
En 1907 la Iglesia Protestante Episcopal de los Estados Unidos de América tenía una jerarquía de 5.413 clérigos, 438 candidatos a las órdenes y 946.252 comunicantes. A estos últimos hay que multiplicarlos al menos por tres para tener una idea de los adeptos de la Iglesia Protestante Episcopal. Poseía nueve colegios y universidades y quince seminarios teológicos.
Publicación de información escrita por W. Sigourney Fay. Transcritas por Bryan R. Johnson. Enciclopedia Católica, volumen XII. Nueva York: Robert Appleton Company. Nihil Obstat, 1 de junio de 1911. Remy Lafort, S.T.D., Censor. + John Cardenal Farley, arzobispo de Nueva York.
Bibliografía
TIFFANY, Hist. de la Iglesia Prot. Episc. de los Estados Unidos de América, en la Serie Historia de la Iglesia en Estados Unidos, VII (Nueva York, 1907); McCONNEL, Hist. De la Am. Iglesia en los EE.UU. desde la instalación de las colonias a la finalización de la Guerra Civil (Nueva York, 1890); White, Memorias de la Inglesia Prot. Ep. en los Estados Unidos (Nueva York, 1880); COLEMAN. La iglesia en los EE.UU. (Nueva York, 1895).

Formación de las iglesias luteranas


En Wittemberg los discípulos de Lutero empezaron a predicar contra el Papa. Quitaron las imágenes de los santos y cambiaron algunos de los usos de la Iglesia. Monjes agustinos salieron de su convento y adoptaron un oficio. Predicadores quisieron llegar a suprimir el bautismo. Lutero volvió entonces para hablar contra ellos y reanudó sus predicaciones (1522).
Poco a poco Lutero cambió la manera de celebrar el culto. Mandó hacer una parte del servicio religioso en alemán, suprimió las misas rezadas y las dedicadas a las almas del Purgatorio. Dió la comunión con la hostia y con el cáliz. Luego publicó una colección de cánticos en alemán. Suprimió la confirmación, la extremaunción y la confesión.
En algunas ciudades se hizo lo mismo. Fué lo que se llamó "hacer la Reforma". Los partidarios de Lutero, denominados luteranos, manifestaban predicar "el Evangelio puro" y acusaban al Papa "de haber alterado las reglas de la Iglesia mediante adiciones humanas".
El emperador, ocupado en la guerra con el rey de Francia, pidió a los príncipes y a las ciudades de Alemania que ejecutasen el edicto contra los luteranos. La mayoría de la Dieta manifestó que no era posible aplicarlo, porque sería escandaloso ahogar "la verdad evangélica" y mantener los abusos. El emperador reclamó, pero la asamblea pidió un concilio para hacer la reforma (1524). Mientras tanto, cada príncipe hizo lo que quiso en sus dominios.
Hubo en Alemania muchas agitaciones. Bandas de aldeanos se sublevaron a la vez contra los señores y contra los obispos. Pedían juntamente la abolición de las rentas y el derecho de los municipios de designar sus sacerdotes, a fin de hacer "predicar el Evangelio puro." La guerra de los aldeanos se extendió a toda Alemania del Sur y duró más de dos años (1522-25).
Exasperó a Lutero aquel levantamiento, que irritaba a los príncipes en contra de la Reforma. En un escrito dirigido a los aldeanos, decía: "Los súbditos no deben nunca sublevarse. Aun cuando los de arriba sean malos e injustos, ello no excusa una sublevación, porque no toca a cada cual castigar la maldad, sólo corresponde a la autoridad que tiene la espada por orden de Dios". Luego Lutero excitó a los príncipes contra los aldeanos: "Debéis herirlos, destriparlos, abrirlos en canal, como debe matarse a un perro rabioso, porque no hay nada más venenoso, que ofrezca mayor peligro, más diabólico que un hombre sublevado". Los príncipes y la nobleza atacaron a los aldeanos rebeldes, los dispersaron y pasaron a cuchillo.
El emperador habría querido reunir un Concilio para arreglar los asuntos religiosos en toda Alemania a la vez, pero el Papa se oponía a tal idea. El emperador habría querido asimismo que, entre tanto, no se variasen en nada los usos de la Iglesia, pero los príncipes pretendían tener el derecho de arreglar la organización de la Iglesia cada uno en su territorio.
Varios príncipes hicieron lo que llamaban la Reforma. Se incautaron para ello de los bienes raíces de las iglesias, cerraron los lugares de peregrinación, mandaron quitar las imágenes de lo santos, nombraron predicadores luteranos, permitieron que los monjes y las religiosas salieran de sus conventos. Los nuevos eclesiásticos cambiaron el culto. Suprimieron la liturgia en latín y la sustituyeron con oraciones y cantos en alemán. Muchos se casaron. Lutero se casó con una religiosa pobre.
Los príncipes dejaron de reconocer la autoridad de los obispos, y cada uno se condujo como cabeza de la Iglesia en su territorio. Nombraron inspectores que recorrieron las iglesias del país para introducir en ellas los nuevos usos. Lutero escribió par aun príncipe una liturgia, luego un catecismo en alemán que los otros príncipes adoptaron poco a poco.
Carlos V, a quien ocupaban sus guerras, había dejado correr las cosas, pero, una vez que hubo hecho paces con el rey de Francia, su hermano Fernando que gobernaba Alemania en nombre de él, intentó oponerse a la Reforma. La asamblea de los príncipes, reunida en Spira, ordenó devolver a los obispos sus bienes y su poder, y prohibió variar nada en el culto hasta que se hubiera reunido el Concilio. Los príncipes que habían hecho la Reforma en sus territorios protestaron en la Dieta de Spira contra esta decisión. Desde aquel momento los partidarios de la Reforma llevaron el nombre de protestantes (1529).

Iglesia Presbiteriana - Historia y Origen

Estamos en deuda el liderazgo de John Knox (1505-1572) de la victoria de la Reforma en Escocia. 
Discípulo de John Calvino, Knox presentó Escocia, 1560, el calvinismo, a través de un acto oficial del Parlamento Europeo, que abolió la jurisdicción del Papa y prohibió la celebración de la Misa, en Escocia. 
Así, el despliegue no fue pacífico el anglicanismo en Inglaterra. 

Se dividieron los grupos de oposición que se dio en llamar "disidentes o no conformistas". También se opuso a la jerarquía episcopal de la Iglesia Anglicana (donde el obispo preside). Según la enseñanza de Calvino, el gobierno de la iglesia debería ser ejercido por el presbiterio, compuesto de los pastores (ancianos de la enseñanza) y laicos (ancianos gobernantes). 
Presbítero significa "anciano".
Como resultado, los calvinistas Inglés venido a llamar a sí mismos los presbiterianos. 
En 1876, se organizó la Iglesia Presbiteriana de Inglaterra, una iglesia libre y no-estatales.
Además de las congregaciones se rigen por un sacerdote, se destaca por la moral fuerte, espíritu democrático y la simplicidad de culto y la liturgia. 
Ellos ven la misa como la idolatría.
Su culto se encuentra en los actos de devoción, la lectura de la Biblia, sermón, oraciones, cantos y la bendición al final.

Fuente: http://es.shvoong.com/society-and-news/spirituality/1946417-iglesia-presbiteriana-historia-origen/#ixzz1PujdnYZu

Conmemoran la presencia centenaria del protestantismo en Viet Nam

La  Iglesia Evangélica Sureña de Viet Nam (IESV)  conmemoró el pasado 14 de junio en Da Nang el 100 aniversario del protestantismo en el país, según refiere la revista Vietnam+.
 
  El acto central contó con la  asistencia del miembro del Buró Político del Partido Comunista, ministro y jefe de la Oficina Gubernamental, Nguyen Xuan Phuc .
 
  En su intervención, Nguyen Xuan Phuc subrayó que  la IESV pasó de ser una pequeña iglesia única en Da Nang a convertirse en la más grande del protestantismo del país, contando actualmente con alrededor de 700 mil fieles  repartidos a lo ancho de las 34 provincias y ciudades sureñas de Vietnam.
 
  A partir de lograr su reconocimiento jurídico por parte del Gobierno en 2001, las diferentes actividades de la congregación se vieron facilitadas por parte de las autoridades; tanto en la posibilidad de construcción de lugares de culto, como permitir el establecimiento de un Instituto Bíblico Teológico, uno de los mayores anhelos de la IES.
 
  Otras actividades autorizadas tras la legalización fueron la publicación de un boletín y libros de contenido espiritual en varios idiomas étnicos.

EVANGELINA SIERRA: LA HERENCIA PROTESTANTE Y LA SALVASION DE JUDIOS EN FRANCIA,DURANTE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL



“Un proyecto ambicioso” es lo que se plantea este verano para el grupo de personas que podrán participar del viaje  Memorias Cruzadas . Evangelina (Eva) Sierra, historiadora, es una de las coordinadoras de una ruta que planteará las conexiones entre la herencia protestante y el salvamento a judíos en Francia, durante la Segunda Guerra Mundial. 
El principal objetivo del viaje será “analizar las causas profundas de un comportamiento concreto de un grupo humano que, arriesgando sus vidas, salvó las de sus vecinos”. El objetivo de recorrer varias regiones de Francia, entre el 17 y el 22 de julio, es  descubrir las raíces profundas que animaron a muchos protestantes a ponerse de lado de los judíos  que huían del nazismo.

“No va a ser simplemente un paseo por una historia descriptiva”, enfatiza Sierra, sino “algo más profundo”.

El enfoque de este viaje surge de la investigación que la propia Sierra ha hecho a lo largo de su experiencia como historiadora. “Ya hace bastantes años estuve trabajado en Francia algo sobre Historia del Protestantismo pero siempre he tenido interés por verlo desde el estudio de la perspectiva de la lucha por la libertad de conciencia”.

Con el tiempo, Sierra se dio cuenta de “cómo están encajadas unas cosas y las otras”. “No es casual que una serie de gente (protestantes) arriesgue sus vidas para salvar a otras vidas (judías)”, más aun si no había beneficio alguno por el que hacerlo.  “Cuando investigas con el radar colocado, acabas percibiendo ciertos matices que te llevan a ver estas cosas” , dice.

Sierra cree que en este viaje se podrá observar que “hay muchas cosas en común” entre judíos y protestantes franceses. Si uno se fija en los antecedentes, puede ver que  los protestantes fueron impulsores de la libertad de conciencia en el país hace ya siglos , y eso podría explicar su disposición a para proteger a judíos perseguidos durante las Segunda Guerra Mundial.

 PRIMER VIAJE CON ESTAS CARACTERÍSTICAS
El planteamiento de este viaje, en este sentido, es nuevo. Es el primero que enlaza las memorias de los hugonotes represaliados en el siglo XVIII con la de los judíos perseguidos en el siglo XX. Ante ello, Sierra reconoce que siente “un vértigo muy grande”, ya que “una cosa es ir a un viaje así con tu familia, y otra cosa es ir con un grupo de casi 30 personas”.  El “reto” será mostrar a todos los que participen del viaje “las relaciones” que saltana la vista.

Será un tiempo especial: “este tipo de viajes son muy completos a nivel intelectual y a nivel emotivo también”, considera.

 ANALIZANDO LAS CAUSAS DE FONDO
 

  La entrevistada cree que  la razón por la que bastantes protestantes protegieran a judíos está en su propia “esencia” . “Hay pueblos enteros que han sido condecorados con la mención de ‘Justos entre las naciones’”, por su esfuerzo conjunto, como comunidades, para esconder a los fugitivos. ¿Por qué esto? “Porque ellos mismos (como protestante) estaban sensibles a situaciones que estigmatizan a cualquier grupo humano, ellos habían vivido toda la edad moderna, habían sufrido y habían tenido que resistir también a un poder perfectamente legal pero absolutamente injusto, el poder de Luis XIV”.

La experiencia vivida en tiempo de los hugonotes había enseñado en los protestantes, explica Sierra, a “resistir”. Bajo la persecución del monarca del momento, “se les raptó los hijos para educarlos en conventos, se les envió a prisiones terribles o se les condenó a galeras”. Todo este pasado de defensa de sus derechos “está el imaginario colectivo del protestante francés actual”, lo que lleva que estén  “habituados a resistir” .

Es ante una situación de injusticia cuando todo este pasado entra en acción y, como expresa Sierra, “les salta el chip”. Muchos protestantes decidieron enfrentarse otra vez a una situación injusta, para esconder a judíos de la persecución nazi, un par de siglos después de vivir su propia persecución.

La base del apoyo protestante al pueblo judío en la Segunda Guerra Mundial fue la sensibilidad y la capacidad de resistencia de los protestantes.

Darse cuenta de la forma en la que “el gobierno de Vichy colaboró con el nazismo y fue incluso más allá de lo que le pedía el gobierno de Hitler”, ayudará a ver que  “los protestantes no pudieron estarse callados, y al ver que las palabras ya no tenían efecto, pasaron a la acción” .

Gran parte del éxito de este proyecto dependerá, pues, de la capacidad de ayudar a que “todos los participantes puedan tener sus propias reflexiones y análisis” sobre estos importantes matices de la Historia.

 EL MENSAJE DEL MUSEO DEL DESIERTO
Un punto esencial de la ruta, al sur de Francia, y cerca de la frontera con España, será experimentar el Museo del Desierto. Una parada “fundamental” para que “el viaje no quedara cojo”. Sierra recomienda la visita a todos los evangélicos, e incluso “a los que no son evangélicos pero son personas que defienden las libertades de los individuos y de los grupos humanos”. “Es sencillo en su lenguaje expositivo”, pero “imprescindible” porque muestra “un siglo entero de resistencia”.

 Memorias Cruzadas  también destacará  la figura de Elisabeth Eidenbenz , la infermera que en la maternidad de Elna dedicó todos sus esfuerzos a salvar niños huidos. También en esta ocasión es importante ver la profundidad de laos motivos, considera Sierra. Eidenbenz “no era de trasfondo hugonote, era suiza”, pero  “sí tenía la esencia, también de fuertes convicciones, una persona arraigada en la Biblia” . La historiadora considera que esta es la clave, porque “cuando alguien está arraigado en la Biblia entiende lo que es la libertad de conciencia y lo que es la defensa de los seres humanos, cualquiera que sea su condición”.

De la historia de Eidenbenz destaca, además, que antes de la expansión del nazismo, “ya estuvo en la Guerra Civil española, salvando niños”. Por tanto, su vida y su trabajo “encajan perfectamente” en el viaje, porque “entra en las memorias cruzadas que van a haber”.

 TREINTA REPRESENTANTES EVANGÉLICOS
La elección de los líderes evangélicos que van a participar en el viaje fue “muy complicada porque nos pusieron un número muy reducido” de plazas, explica Sierra. Así que  “era complicado” decidir a qué personas invitar a participar . “Nos sugirieron que fueran personas representativas”, que “no por ello más importantes” que otros, pero sí personas que vayan a tener la posibilidad de “trabajar luego en otros grupos”, comunicar la visión de lo visto.

El Viaje está organizado por  Aerópago Protestante y  Casa Sefarad-Israel , una comunidad esta última a la que Eva Sierra se muestra “muy agradecida”. “Se encajaron piezas” entre unos y otros y se preparó este proyecto. Las metas son “hacer una reflexión” sobre el viaje, un tiempo para “digerir” todo lo visto.

De cara al futuro, la idea es repetir la experiencia. “Muchos de los que no han podido estar ya me han pedido que organicemos algo para otros años” así que “probablemente repetiremos”, concluye Sierra.

Candidatura presidencial del mormón Jon Huntsman, podría irritar a evangélicos estadounidenses


Huntsman está a favor de las uniones civiles para parejas homosexuales y respalda la creación de una "bolsa de derechos de contaminación", todas posiciones difíciles de sostener ante los votantes conservadores
Jon Huntsman, ex embajador de Estados Unidos en China nombrado por Barack Obama en 2009, anunció hoy martes su candidatura a la nominación republicana para las elecciones presidenciales del próximo año, prometiendo detener cualquier declive del poder estadounidense, informa la agencia AFP.
“No sólo vamos a elegir nuevos dirigentes.
Vamos a decidir si haremos la historia de ayer o de mañana”, dijo Huntsman en un discurso pronunciado en la bahía de Nueva York frente a la Estatua de la Libertad, en el mismo lugar donde el ex presidente Ronald Reagan lanzó años atrás su campaña presidencial.
Huntsman, de 51 años, gobernó Utah, estado conservador del oeste de Estados Unidos, de 2005 a 2009. En 2008, fue reelecto con 78% de los votos, pero fue nombrado embajador en Pekín por el presidente Obama, cargo que mantuvo hasta esta primavera boreal.
Entre el electorado republicano Huntsman no goza de la notoriedad de otros candidatos declarados o posibles, como Mitt Romney o la ex candidata a la vicepresidencia Sarah Palin.
Uno de los principales desafíos de Huntsman será diferenciarse de Obama, quien aspira a la reelección en 2012, ya que sus oponentes republicanos lo acusan de haber trabajado para la administración del presidente demócrata.
Huntsman no sólo fue nombrado embajador en China por Obama, sino que apoyó el plan del presidente para reactivar la economía. Además, Huntsman está a favor de las uniones civiles para parejas homosexuales y respalda la creación de una “bolsa de derechos de contaminación”, todas posiciones difíciles de sostener ante los votantes conservadores.
Algunos analistas dicen que su fe mormona, podría irritar a los votantes cristianos evangélicos, que constituyen una parte fundamental del núcleo de los votantes republicanos.

Insólito: 900 iglesias han sido cerradas en Holanda debido a la falta de miembros



300 Iglesias de las 900 iglesias han sido demolidas, otras 300 ocupadas por nuevas formas de fe y las restantes convertidas en apartamentos, bares, restaurantes, oficinas, Night Clubs, debido a que el número de fieles disminuye con fuerza y rápidez

Hasta la fecha 900 Iglesias protestantes y católicas han cerrado dejando de cumplir el motivo de su construcción para convertirse en restaurantes, edificios habitacionales, peluquerías y hasta tiendas sexuales; entre las causas se encuentran la disminución de fieles que conlleva a una disminución de ingresos, según publica el portal Minuto Digital.
300 Iglesias de las 900 iglesias han sido demolidas, otras 300 ocupadas por nuevas formas de fe y las restantes convertidas en apartamentos, bares, restaurantes, oficinas, Night Clubs, escuelas de buceo y alpinismo, debido a que el número de fieles disminuye con fuerza y rápidez.
Nuevas cifras demuestran que al paso del tiempo muchos asistentes han dejado las Iglesias, en 1960, el 70% de los católicos holandeses asistían al servicio dominical, ahora solo el 7% acude.
El problema que enfrentan los edificios es la necesidad de altas sumas de dinero para su sustento y que, aunado con el decreciente público permite que sólo algún sector de la sociedad pueda hacer uso de las instalaciones abandonadas por la Iglesia y así convertirse en lujosos apartamentos.
El Profesor Nissen, de la Universidad de Nimega, declara que un edificio religioso no es fácil de adquirir debido a que la demanda de servicios fundamentales es alta y su costo elevado, además de que la adquisición de los inmuebles podría tardar de 5 a 10 años, causa de la demolición de muchas de ellas.
Como ejemplo, una Iglesia significativa de Holanda, ”Vredekerk”, en Bussum, construida en 1914 y divisada a lo lejos, no cumple ya su labor eclesiástica, al llegar a las cercanías se puede ver un intercomunicador en vez de los horarios de culto y buzones de correo para 18 departamentos que ocupan la Iglesia.
A su vez, la Iglesia católica ha reformado reglas para que los espacios sagrados no se conviertan en lugares que no corresponden a los valores cristianos, aunque muchos edificios se convierten en lugares de fiesta, deportivos y hasta sexuales.
Para evitar la demolición de los edificios, las Iglesias se convierten en Monumentos Nacionales. Los nuevos usuarios de los edificios religiosos, revelan su respeto y punto de vista respecto de su nuevo hogar o lugar de trabajo, “se sienten relajados en este lugar, que les inspira paz, y realmente es relajado trabajar aquí. Creo que eso es lo que hace especial estar en una iglesia”, revela el dueño de una nueva peluquería instalada en una Iglesia.
Francesca Van Raab, vive en el apartamento A1 de la antigua Iglesia Protestante Vredekerk, “no soy una persona religiosa en el sentido de creer en Dios, pero creo que algo debe haber. Cuando me mudé a este lugar, lo hice con una actitud de respeto hacia cualquier persona que haya practicado su fe en este recinto”.
Este fenómeno, explica el profesor Nissen, refleja el estado actual de las iglesias católicas y protestantes en Holanda: la creciente disminución del número de fieles y la consecuente pérdida de ingresos.

Según estudios recientes: Creados para buscar a Dios, sugiere la ciencia




Aunque en muchos medios se siga vendiendo el enfrentamiento entre religión y ciencia, resulta mucho más interesante atender a aquellos estudios científicos que se acercan al fenómeno religioso y gracias a ello van avanzando en el conocimiento del ser humano. Un resumen de algunos de los avances más interesantes han sido publicados en el último número de 2010 de la prestigiosa revista mensual  Monitor on Psychology , editada por la Asociación Americana de Psicología.

En la revista se analiza el fenómeno religioso desde nuevas perspectivas que aportan investigaciones de la última década en neurociencia, psicología, sociología o antropología. La idea central que se extrae es que  la espiritualidad surgiría de procesos cognitivos básicos del ser humano, que tiene una base neuronal y su causa podría ser evolutiva.

 BUSCAMOS UN PROPÓSITO
La búsqueda de trascendencia podría estar “escrita” en nuestro cerebro, afirman los expertos. Justin Barret, especialista en este tema de la Universidad de Oxford, explica que sus estudios recopilan datos de diversos procesos básicos que darían lugar a las creencias religiosas. Procesos que hacen que veamos el mundo como si tuviese un diseño intencionado “creado por algo o alguien”.

Una investigación de científicos de la Universidad de Boston mostró cómo  aún en niños pequeños existe esta tendencia a pensar que el mundo ha sido creado con un propósito . Si se le pregunta a los niños “¿por qué existen los ríos?”, una respuesta corriente sería: “para que los peces puedan nadar”. Algo que también concuerda con la capacidad del ser humano de buscar coherencia y orden constantemente en todo tipo de patrones visuales.

Pero, además,  el ser humano parece tener una predisposición innata a creer en lo sobrenatural , explica Barret. En un estudio realizado por el psicólogo, se constató que niños de tan sólo tres años atribuían espontáneamente habilidades sobrenaturales e inmortalidad a “Dios”, incluso sin haber recibido aleccionamiento alguno sobre Dios o la religión.

El psicólogo afirma que lo que se está demostrando es que “nuestra estructura cognitiva básica nos predispone a cierto tipo de pensamientos, a pensar en la pre-vida, en la vida después de la muerte, en dioses, seres invisibles que hacen cosas, es decir, en los temas comunes de las religiones del mundo”.

 NEURONAS RELIGIOSAS
Esta predisposición hacia las creencias espirituales o sobrenaturales tiene una base neuronal, señalan las investigaciones más recientes realizadas por neurocientíficos. Según ellos,  la tendencia a la religiosidad se extiende por todos los sistemas del cerebro , y probablemente surja de circuitos neuronales desarrollados para otros fines.

Como ejemplo, en 2009, Jordan Grafman, director de la sección de neurociencia del National Institute of Neurological Disorders and Stroke de Estados Unidos, publicó los resultados de un estudio realizado con tecnología fMRI (exploración de resonancia magnética funcional de la actividad neuronal) que demostraron que  los pensamientos religiosos activan un área del cerebro implicada con la interpretación de las emociones e intenciones de otras personas.

Según los autores del estudio, estos resultados sugieren que cuando la gente piensa en Dios desarrolla un pensamiento similar al que tienen cuando piensan en cualquier figura de autoridad especial, como una madre o un padre.

En todo caso,  estas investigaciones sirven para comprender al ser humano como un todo  que integra elementos biológicos, psicológicos, sociales, culturales y espirituales que están conectados entre sí. Según Barrett, a medida que los estudios avanzan, se tiene una mayor comprensión acerca de la naturaleza de la religión y su desarrollo.
 
Fuentes: tendencias21
© Protestante Digital 2011

Neurocientíficos dicen que Apple causa “reacciones religiosas” entre sus fans


Esto es algo que ya todos sospechábamos: Apple parece más una religión que una empresa. Un grupo de neurocientíficos ingleses estudió el cerebro de los fans de la manzana, y descubrió que al ver productos de Apple, éstos se estimulan de la misma manera que cuando un creyente religioso ve imágenes divinas.
El estudio fue realizado para el programa de documentales de la BBC “Secrets of the Superbrands“, que trata de responder por qué marcas como Apple, Facebook y Twitter se han vuelto tan populares.
En el episodio en cuestión se investigó a Apple, y por qué la gente se volvía tan emocional respecto a la marca. El documental muestra las filas interminables de personas esperando los lanzamientos, y el frenesí de los fanático devotos por adquirir los nuevos (y mágicos) gadgets.
Para hacer las pruebas cerebrales, el documentalista contactó al editor del sitio World of Apple, Alex Brooks, quien dice pensar en Apple 24 horas al día. Un grupo de neurocientíficos le hizo un escáner a su cerebro, para ver cómo reaccionaba cuando se le mostraban imágenes de productos de Apple, e imágenes de otros productos no-Apple.
“Esto sugiere que grandes marcas tecnológicas han aprovechado, o explotado, las áreas del cerebro que han evolucionado para procesar la religión”
Según ese estudio, hubo diferencias notorias en las reacciones de Brooks ante los distintos productos. Los resultados se compararon con los datos que se habían obtenido anteriormente de cerebros de personas muy religiosas, concluyendo que “los productos de Apple accionan los mismos sectores del cerebro (en Brooks) que los que accionan las imágenes religiosas en personas de fe“.
“Esto sugiere que grandes marcas tecnológicas han aprovechado, o explotado, las áreas del cerebro que han evolucionado para procesar la religión”, señaló uno de los científicos.
Por supuesto, este experimento no es realmente científico – no hubo un experimento de control, ni comparaciones con lo que producen en el cerebro productos de otras marcas. Aún así, es difícil negar que existe una clara devoción entre los usuarios de Apple. Quizás sólo sea buen marketing, o simplemente buen diseño de productos, pero seguro que a muchas empresas les gustaría averiguar el secreto.
Quizás sea un buen momento de buscar el significado de la simbología en este viejo comercial de Apple (1984), donde claramente se hace alusión a los usuarios como seguidores fanáticos de una religión.

El ayuno podría ser bueno para la salud y el corazón según una nueva investigación

Abstenerse de ingerir alimentos o bebidas durante un período de tiempo no suele asociarse a la buena salud. Pero ahora, una nueva investigación descubrió que ayunar periódicamente podría ser bueno para la salud y el corazón.


Según los investigadores del Instituto del Corazón del Centro Médico Intermountain, en Utah, Estados Unidos, el ayuno no sólo reduce el riesgo de enfermedades del corazón y diabetes, sino también provoca cambios positivos importantes en los niveles de colesterol de una persona.



El estudio fue presentado durante la reunión anual del Colegio Estadounidense de Cardiología, que se celebra en Nueva Orleans.



El hallazgo confirma los resultados de un estudio presentado en 2007 llevado a cabo con mormones, cuyas enseñanazas religiosas incluyen ayunar durante 24 horas el primer domingo de cada mes.



Se encontró que estas personas tenían 39% menos riesgo de sufrir enfermedad de las arterias coronarias, una de las principales causas de muerte tanto de hombres como mujeres, que quienes no ayunaban.



Ahora, el mismo equipo de investigadores confirmó esos resultados, y además, encontró que ayunar reduce varios factores de riesgo cardiovascular como el nivel de triglicéridos en la sangre, el peso corporal y los niveles de glucosa en la sangre.



Reacción biológica



El doctor Benjamin Horne, director de epidemiología cardiovascular y genética del Instituto de Corazón del Centro Intermountain, llevó a cabo dos estudios sobre los efectos de la ayuno en más de 200 individuos, tanto pacientes del Centro Médico como voluntarios sanos.



Algunos de los participantes debían ayunar -bebiendo sólo agua- durante un período de 24 horas y posteriormente comer una dieta normal durante las 24 horas posteriores.



Durante ese período los investigadores siguieron un registro de los voluntarios que incluía análisis de sangre y mediciones físicas para evaluar factores de riesgo cardíaco, marcadores de iresgo metabólico y otros parámetros de la salud general.



Los resulados mostraron que durante el período de ayuno ocurrían varias reacciones en los mecanismos biológicos del organismo.



Por ejemplo, se incrementaron los niveles tanto del llamado colesterol malo (LDL) como del colesterol bueno (HDL) en 14% y 6% respectivamente, incrementando el nivel total de colesterol.



Y esto sorprendió a los investigadores.



"El ayuno provoca hambre y estrés. En respuesta, el organismo libera más colesterol lo cual le permite utilizar grasa como fuente de energía, en lugar de glucosa" explica el doctor Horne.



"Esto disminuye el número de adipositos (células de la grasa) en el organismo".



"Esto es importante porque entre menos adipocitos tenga el organismo, menos probabilidad de experimentar resistencia a la insulina, o diabetes" agrega el investigador.



Desde los 1970, los científicos reconocieron que la comunidad mormona de Utah mostraba menos riesgo de morir de enfermedades del corazón que cualquier otro grupo poblacional en Estados Unidos.



Según el doctor Horne, a menudo se cita a la prohibición de tabaco entre los mormones como la responsable de su buena salud. Pero el científico decidió analizar si el ayuno mensual de 24 horas que llevan a cabo los mormones podría estar contribuyendo a esos beneficios cardiovasculares.



El estudio de 2007, llevado a cabo con más de 4.500 individuos -90% de los cuales eran mormones- tomó en cuenta varios factores que se incluyen en la enseñanza religiosa de los mormones.



Además de la prohibición de tabaco, alcohol y cafeína, se tomó en cuenta estudió la observación de un día de descanso semanal, la asistencia a ceremonias religiosas y la donación a organizaciones de caridad, todos los cuales están reconocidos como factores que pueden tener un impacto cardiovascular.



El estudio encontró que aunque la mayoría de los participantes eran mormones, los beneficios del ayuno fueron generales, incluso en aquellos que practicaban otras religiones.



Cautela



Y la nueva investigación, llevada a cabo en la población general, confirma ese hallazgo.



"Estos nuevos resultados demuestran que nuestro descubrimiento original no fue un evento al azar" afirma el doctor Horne.



"La confirmación entre un nuevo grupo de pacientes de que el ayuno está asociado a un menor riesgo de estas enfermedades tan comunes, plantea nuevas preguntas sobre si el ayuno en sí mismo puede reducir el riesgo o si éste refleja simplemente un estilo de vida más sano", agrega.



El doctor Horne, sin embargo, subraya que, aunque estos resultados son sorprendentes, no deben interpretarse como una luz verde para que la gente comience a ayunar regularmente.



El investigador afirma que es necesario llevar a cabo más estudios para confirmar los efectos del ayuno en la salud cardiovascular y la salud en general.



Y subraya la importancia de ingerir una dieta sana y bien balanceada cuando no se ayuna.



Mientras se confirma este hallazgo, el experto afirma que la mejor recomendación para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares es hacer ejercicio, comer sanamente, reducir el consumo de alcohol y evitar el tabaco.

Con la tecnología de Blogger.

Sample

Followers

Vistas de página en total

Mostrando entradas con la etiqueta religion. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta religion. Mostrar todas las entradas

BIOGRAFÍA DE JUAN WESLEY

BIOGRAFÍA DE JUAN WESLEY
Juan Wesley nació el 17 de junio de 1703, en el hogar de un ministro, y siendo el decimoquinto hijo. No solamente su padre era ministro, sino que también lo habían sido su abuelo y su bisabuelo.
Todos los hijos de la familia Wesley eran de muy buenos modales, y muy educados, a pesar de ser sumamente pobres. La madre de familia era también la maestra. Les enseñaba las materias escolares, a la vez que les impartía una educación cristiana excelente. Cada una de las hijas aprendió el griego, el latín y el francés, así como lo necesario para los quehaceres domésticos. Los niños fueron enseñados a ser amables unos a otros, así como con los sirvientes y vecinos: algo muy raro en aquellos días.
A pesar de que Susana de Wesley fue una madre muy ocupada, se hizo el propósito de dedicar un tiempo especial para cada hijo, cuando éste cumplía los cinco años, con el fin de enseñarle el alfabeto. En cada caso, tuvo éxito.
Un día cuando Juan tenía sólo seis años, la vieja casa pastoral se incendió. Mientras la casa ardía, toda la familia escapó, excepto el pequeño Juan. Su padre estaba a punto de volver a entrar corriendo otra vez, para buscar a su hijito, cuando pareció que la casa entera estaba a punto de desplomarse. Durante todo lo ocurrido Juan había continuado durmiendo, ajeno a lo que acontecía. Pero cuando la casa se derrumbó, el estrépito lo despertó y le hizo corre hacia la ventana. No había ninguna escalera a la mano, de modo que uno de los vecinos se subió a los hombros de otro, y de esta manera lograron rescatar al niño, justo en el momento en que el techo se venía abajo. Esta experiencia quedó profundamente grabada en la memoria de Juan Wesley. Sentía que Dios le había salvado la vida con algún propósito especial.
La Sra. de Wesley procuraba dedicar algún tiempo a cada uno de sus hijos, cada semana. También halló tiempo, o más bien dicho, hizo el esfuerzo para hallar tiempo, para hablarles a cada uno de ellos acerca de Dios, y de cómo orar y de cómo agradar al Señor. Jueves por la tarde era el tiempo dedicado a Juanito. Esto hizo en él una honda impresión. Se acordaría de ello un cuando se fue a la universidad de Oxford par estudiar. A menudo le escribía a su madre, y le recordaba que pensara en él los jueves por la tarde.
Cuando Juan tenía diez años, su padre lo llevó al Colegio de Charterhouse, en Londres. Allí recibió una excelente educación; una de las mejores que se podían obtener en cualquier parte, en aquellos días. Estudió lenguas clásicas, matemáticas y ciencias.
Al graduarse en Charterhouse, a los diecisiete años, ingresó a la universidad de Oxford. Por primera vez, en su vida, nadie lo mandaba; ahora era su propio patrón. A pesar de estar rodeado de otros estudiantes que tomaban licor, que jugaban al azar y llevaban una vida de inmoralidad, Juan demostró que la instrucción cristiana recibida en el hogar no había sido en vano; así que llevó una vida buena y limpia.
Wesley hizo muchos amigos durante su estadía en la universidad. Tenía un ingenioso sentido del humor, y una excepcional habilidad para escribir poemas. Era el que ponía la chispa en cualquier reunión social, y era siempre bienvenido en los hogares de sus compañeros de estudio que vivían en las aldeas cercanas.
Siguiendo las pisadas de su bisabuelo, de su abuelo y de su padre, aun Wesley decidió hacerse ministro. Predicó su primer sermón en una pequeña iglesia en la aldea de South Leigh.
Después de obtener su bachillerato, y después de pasar algún tiempo ayudando a su padre en Lincolnshire, Wesley fue elegido para el cargo de Compañero de la universidad de Lincoln. Compañero era el nombre dado a un dignatario de alto rango, y Wesley desempeño tal cargo con honor para sí mismo, y para la universidad, durante veinticinco años.
Fue en aquel tiempo que Juan Wesley comenzó a desarrollarse como predicador anglicano, creyendo en todas las formalidades y ceremonias de la iglesia oficial de Inglaterra, y también en disciplina severa. Se levantaba a las cuatro de la mañana, ayunaba con regularidad, trabajaba duro y sin descanso, y demandaba de su fuerte cuerpo un esfuerzo casi hasta el límite del colapso. Visitaba a los presos en las cárceles, que eran lugares terribles en aquellos días; y procuraba suavizar todo lo posible la vida de los prisioneros por donde quiera que iba. También enseñaba a los niños que no tenían que los cuidara. A pesar de toda esta incesante e incansable actividad religiosa, y aunque predicaba sermones preparados con esmero, no podía dejar de sentir que su vida era estéril. No atraía a multitudes. No influía en ninguna vida ajena. No despertaba ninguna conciencia. No hacía arder a ningún corazón.
Pasado algún tiempo Carlos, el hermano menor de Wesley, ingresó a la universidad de Oxford, y con algunos otros de los estudiantes más serios, formaron un grupo, al que algunos apodaron "el club santo". Se reunían para orar, par estudiar la Biblia, y comentar sobre lo que habían leído y meditado. Eran muy metódicos en su asistencia a los servicios de comunión, y como resultado de sus prácticas tan ordenadas, sus compañeros comenzaron a llamarles los "metodistas".
En octubre de 1735, Juan Wesley y su hermano Carlos viajaron a América. Juan iba a servir como capellán en la ciudad de Savannah, en la colonia de Georgia, en tanto que Carlos iba a desempeñar el cargo de secretario del fundador y gobernador de la colonia, el general Oglethorpe. Juan hizo planes para celebrar servicios, visitó cada hogar, y estableció una escuela para los hijos de los colonos. Trató de enseñar a los indígenas, para éstos no aceptaron en nada sus esfuerzos. Se mantenía sumamente ocupado, pero no era de ningún modo popular. Todo el tiempo, en el fondo de su alma, estaba buscando una verdadera fe en Dios.
Entretanto, Carlos Wesley se las había ingeniado para enredarse en una sería disputa con el gobernador, y como resultado, regresó a Inglaterra. Después de haber estado en Georgia menos de dos años. Juan siguió a su hermano, regresando también a Inglaterra. La aventura de Georgia, iniciada con tan doradas esperanzas, se había tornado en un amargo fracaso.
Tanto Juan como Carlos Wesley había hecho ya su profesión de fe en Cristo, pero ni el uno ni el otro sentían que estaban consagrado de lleno al Señor. Una y otra vez Juan leía la historia de la conversión de Pablo, y oraba pidiendo obtener él también una luz deslumbrante, y una creencia segura de haber sido aceptado como un siervo de Cristo, su Salvador. Esta ansiedad fue la que los condujo a emprender su búsqueda espiritual, y eso les trajo una seguridad completa de su fe en Cristo.
Desde aquel día en adelante, todo cambió para Juan Wesley. Quería, sobre todo, compartir su experiencia de conversión con otras personas que parecían no tener el verdadero gozo en el Señor. Trató, en seguida, de predicar en algunas de las iglesias establecidas de Inglaterra. La gente acudió en multitudes para escucharle. El mensaje que predicaba era tan sencillo, tan directo y tan convincente, que tanto hombres como mujeres, sintiendo la carga de una vida pecaminosa, clamaban arrepentidos perdón a Dios.
Sin embargo, otros clérigos no aceptaban su mensaje. Pronto halló que le sería necesario conseguirse un sitio propio para poder predicar, al aire libre. Así lo hizo, y centenares de personas siguieron reuniéndose para oír los mensajes de Juan Wesley.
Entonces empezó su ministerio, a caballo; viajando de arriba abajo por las carreteras de Inglaterra, par predicar a la gente el evangelio de Cristo. Era valiente y osado. Predicaba en cualquier edificio, grande o pequeño, que se pudiera conseguir. Cuando no había ninguno disponible, predicaba al aire libre, en cualquier lugar en donde se podía reunir la gente. Siempre estaba dispuesto a predicar, aunque lo escuchara solamente una persona. Cuando viajaba solo, dejaba suelta las riendas del caballo, con el fin de poder leer. De esta manera se mantenía al día en cuanto al estudio, y componía sus numerosos sermones.
En vista de que no se le permitía predicar en las iglesias establecidas de las parroquias, Wesley decidió edificar capillas y lugares de predicación en los distintos lugares que visitaba. Habiendo diseñado estos edificios de modo que sirvieran no sólo como iglesias, sino también como escuelas, le fue posible ayudar también a muchos niños abandonados y desprovistos de instrucción. En algunas de esas capillas también construyó algunas habitaciones, en donde podían alojarse los evangelistas ambulantes, que no tenían en donde pasar la noche. Además, había un establo para un par de caballos.
Por dondequiera que iba, y a veces miles, de personas se reunían para escucharle predicar. Juan Wesley se dio cuenta de que no le sería posible continuar haciendo tan magna obra solo, así que empezó a valerse de la ayuda de algunos predicadores laicos. Estos hombres predicaban los domingos, y seguían trabajando en sus empleos acostumbrados durante la semana. Se les pagaba poco, vestían pobremente, les faltaba instrucción, y carecían de buen alojamiento: sin embargo, tenían intrepidez de héroes. Recorrían grandes distancias, principalmente a caballo, pero a veces a pie. Enfrentaban amarga persecución. A menudo las autoridades los reprendían, y a veces los encarcelaban.
Wesley tenía un interés particular en la niñez y en la juventud, y muchas veces, al entrar en algún pueblo, los visitaba antes de comenzar sus reuniones. Nunca se cansaban de decirles a ellos, así como también a los adultos, que lo que debían hacer era "creer, amar y obedecer." Debido a que su interés en la juventud, más tarde pudo proveerles hogares, escuelas y reuniones juveniles en las iglesias.
Había poco ricos en Inglaterra. Mucha gente vivía bien, pero gran parte de la población carecía de empleo, o no recibía el sueldo merecido; así que la mayoría era sumamente pobre. Vivían en casas insalubres, y los hijos no tenían ni comida ni ropa suficiente, y, por lo general, carecían de instrucción. Juan Wesley nunca se tapó los oídos, ni se hizo de la vista gorda, en cuanto a las necesidades de los que tenían menos que él. Vivía con frugalidad, con el fin de tener algo para dar a los menesterosos.
Al crecer la obra, Wesley hizo arreglos para que otras personas se encargaran de las actividades en beneficio de la gente necesitada. Estableció orfanatos, en donde se educaba y se cuidaba a los niños. Logro hallar posada para algunas señoras ancianas, e hizo arreglos para que se les cuidara. Fundo un dispensario médico, y aun distribuyó personalmente la medicinas. Los metodistas más prósperos contribuían con donativos de dineros, ropa, comida y leña; lo cual era llevado a los hogares de la gente enferma o pobre.
El ministerio de Wesley no se limitó a Inglaterra. También viajó a Irlanda, a los Estados Unidos, a Canadá y a las Antillas. En todas partes grandes multitudes llegaban para escucharle.
Dándose cuenta el gran valor de la literatura, y siendo un erudito él mismo, Juan Wesley escribió casi cuatrocientos libros y folletos, sobre diversos temas; tales como teología, historia, lógica, ciencia, medicina y música. Escribió muchos libros devocionales, los cuales distribuía entre la gente que encontraba. Estos fueron publicados en ediciones baratas, de modo que la gente tuviera la oportunidad de comprarlos. Esta obra creció tan rápidamente, que Wesley finalmente estableció su propia casa publicadora. En ella también fueron impresos centenares de himnos, muchos de los cuales habían sido compuesto por su hermano Carlos.
El 2 de marzo de 1791, a la edad de ochenta y ocho años, Juan Wesley acabó su carrera. No obstante, lo que él empezó ha seguido adelante por medio de la Iglesia Metodista, durante más de doscientos años. Dios bendijo la vida y el ministerio de este hombre santo y consagrado, quien tenía un solo deseo, el cual es, el de predicar el evangelio de Cristo, instándole a la gente a creer, amar y obedecer.
_______________________________________________________________________

Iglesia Episcopal

Iglesia Episcopal

Información GeneralLa Iglesia Protestante Episcopal en los Estados Unidos forma parte de la Comunión Anglicana mundial. A fines del decenio de 1980 la iglesia tenía unos 2.500.000 miembros en unas 7.000 parroquias y misiones, con unos 14.000 clérigos. Dividida en 4 provincias que incluyen todos los estados y territorios de los Estados Unidos, cuenta con 106 diócesis y distritos misioneros.
La historia de la Iglesia Episcopal se inició con la exploración y colonización inglesas de América del Norte. Pese a que las colonias de Nueva Inglaterra fueron fundadas por puritanos que se oponían al anglicanismo, un gran número de anglicanos se asentaron en el sur de las colonias, y la Iglesia de Inglaterra se convirtió en la iglesia establecida en las Carolinas, Maryland y Virginia; la Revolución Americana cortó los lazos entre la Iglesia de Inglaterra y la iglesia en las colonias. Así, en 1789 la Iglesia protestante Episcopal comenzó su existencia separada, decidida no sólo a preservar su patrimonio anglicano sino también comprometida con los ideales de los Estados Unidos, tales como la separación de la Iglesia y el Estado.

CREER
Religioso
Información
Fuente
página web
Nuestra lista de 1.000 Temas Religiosos
E-mail
El carácter de la Iglesia Episcopal fue influenciado durante sus primeros años por la polémica entre el partido de la Iglesia Baja, dirigido por William White, primer obispo de Pensilvania, y el de la Iglesia Alta, dirigida por Samuel Seabury, obispo de Connecticut. Tratando de resolver el altercado, la iglesia episcopal estableció la política de que una iglesia democrática, dominada por laicos entraba en conflicto con la estructura aristocrática de dirección, dominada episcopalmente. Se produjo una controversia general, entre una cámara de obispos y una de clérigos y laicos diputados, programada para reunirse cada tres años. Iba a haber una tensión adicional entre esta convención nacional y las diócesis y distritos misioneros locales, que resistieron a la injerencia del organismo nacional. La unidad se ha mantenido por las tradiciones comunes consagradas en una constitución y derecho canónicos, el Libro de Oración Común y el triple ministerio de obispos, sacerdotes y diáconos, así como a través de un acuerdo para coexistir.
La historia posterior de la Iglesia Episcopal es en gran parte la de su expansión con el crecimiento de los Estados Unidos en territorio y población, y de las revisiones de políticas, leyes y liturgia. El compromiso misionero de la Iglesia condujo a la fundación de la Sociedad Misionera Nacional y Extranjera en 1821; su presidente es el obispo principal y más antiguo de la cámara de obispos, lo cual marcó el comienzo de un ejecutivo nacional permanente para la iglesia. En 1919 la convención general creó el consejo nacional, más tarde llamado consejo ejecutivo, que absorbió a la sociedad misionera y otras sociedades para la educación y el trabajo social. En 1976 la convención general aprobó la revisión del Libro de Oración Común (previamente revisado en 1892 y 1928) y la admisión de la mujer al ministerio ordenado. Estas decisiones provocaron una discordia generalizada, haciendo que algunos miembros de la iglesia se fueran a otras o establecieran una nueva, la Iglesia Anglicana de Norteamérica. En 1989 la consagración de Barbara Harris como primera mujer obispo provocó la formación del Sínodo Episcopal de los Estados Unidos, grupo disidente apoyado por varios obispos Episcopales.

John E Booty La Iglesia Episcopal ha participado activamente en el Movimiento Ecuménico, en gran parte a través del Consejo Nacional de Iglesias y el Consejo Mundial de Iglesias. Ha participado en conversaciones con otras iglesias, principalmente la presbiteriana, católica romana y luterana.
John E Booty

R Albright, History of the Protestant Episcopal Church (1964); J Booty, The Episcopal Church in Crisis (1988); D Locke, The Episcopal Church (1991); R Pritchard, ed., Readings from the History of the Episcopal Church (1986). Bibliografía
R Albright, Historia de la Iglesia Protestante Episcopal (1964); J Booty, La Iglesia Episcopal en crisis (1988); D Locke, La Iglesia Episcopal (1991); R Pritchard, ed., Lecturas de la Historia de la Iglesia Episcopal ( 1986).


Iglesia Protestante Episcopal en los Estados Unidos de América

Información CatólicaLa historia de esta organización religiosa se divide naturalmente en dos: el período de su dependencia de la Iglesia de Inglaterra, y el de su existencia separada con una jerarquía propia.
I. ANTES DE LA REVOLUCIÓN AMERICANA
La Iglesia de Inglaterra se instaló permanentemente en el Estado de Virginia en 1607, al fundarse la colonia de Jamestown. Había habido intentos esporádicos antes de esta fecha -1585 y 1587, bajo los auspicios de Walter Raleigh en las Carolinas, y en 1607, bajo los auspicios del Presidente Popham de la Corte Suprema y Sir Ferdinando Gorges en Maine. El intento de fundar colonias habían fracasado y con él, por supuesto, el de establecer las instituciones eclesiásticas inglesas.
Durante el período colonial la Iglesia de Inglaterra logró una cuasi instalación en Maryland y Virginia, y en menor medida en las otras colonias, con la excepción de Nueva Inglaterra, donde durante muchos años los pocos episcopales presentes fueron ferozmente perseguidos, y en el mejor de los casos, apenas tolerados. En los estados del sur —sobre todo en Virginia y Maryland, en el último de los cuales la Iglesia de Inglaterra había privado a los católicos no sólo del poder político sino incluso de la libertad religiosa— la Iglesia de Inglaterra, aunque bien provista desde un punto de vista mundano, no era en modo alguno fuerte, ni espiritual ni intelectualmente. Los nombramientos a parroquias estaba casi totalmente en manos de funcionarios que se negaban a preparar a los ministros y darles así derecho a los emolumentos de su cargo, sino que preferían pagar capellanes a los que podían despedir a su arbitrio. Naturalmente, esto condujo a llenar el ministerio con muy indignos candidatos, y redujo al clero a una posición de desprecio a ojos de los laicos.
Como no había obispos en Estados Unidos, las iglesias en las colonias estaban bajo la jurisdicción del obispo de Londres, que los gobernaba por medio de comisarios, y aunque entre éstos había hombres tan eminentes como el Dr. Bray en Maryland, y el Dr Blair, fundador de la universidad William y Mary en Virginia, el poder laico era tan fuerte, y los hombres dispuestos a emprender el trabajo del ministerio, tan inferiores, que era muy poco lo que se podría hacer. Incluso los esfuerzos de la Sociedad para la Propagación del Evangelio tuvieron muy poco efecto en el sur, aunque en Pennsylvania, Nueva York, Nueva Jersey tuvo mejores frutos.
Pero mientras que la iglesia anglicana se hundió en el sopor espiritual e intelectual en el sur, y llevó una existencia más bien aletargada en los estados del centro, en 1722 se produjo en Nueva Inglaterra un evento muy promisorio para el futuro del anglicanismo, y que sacudió hasta sus bases al Congregacionalismo de allí. Timothy Cutler, rector de la Universidad de Yale, con otros seis ministros congregacionistas, todos intelectuales y piadosos, anunció a sus hermanos en el ministerio congregacional de Connecticut que ya no podían seguir fuera de la comunión visible con una Iglesia Episcopal; y que algunos de ellos dudaban de la validez, mientras otros estaban convencidos de la nulidad, de las ordenaciones presbiterianas. A tres se les convenció posteriormente de permanecer en el ministerio congregacionista; el resto se hizo episcopalianos, y tres de éstos, los sres Cutler, Johnson y Brown, fueron ordenados en el ministerio de la Iglesia Anglicana.
Durante la Revolución
Durante el período de la Revolución la Iglesia de Inglaterra en Estados Unidos bajó mucho en la estimación de los estadounidenses por su fuerte adhesión a la causa de la Corona británica; pero no faltaban clérigos y legos que destacaban por su lealtad a la causa de las colonias y por los sacrificios patrióticos que hicieron por la causa de la independencia. Dos miembros de ese clero fueron el señor White, asistente en la Iglesia de Cristo, Filadelfia, y el sr. Provost, auxiliar de la iglesia de la Trinidad, de Nueva York. Siendo “tories” [conservadores británicos, N.del T.] los rectores de estas iglesias, ambos caballeros los sucedieron como pastores de sus respectivas parroquias.
II. DESPUÉS DE LA REVOLUCIÓN AMERICANA
La facción Seabury
Al finalizar la guerra los episcopales, como ya se les llamaba comúnmente, se dieron cuenta de que si iban a tener un rol en la vida nacional, su iglesia debía darse una organización nacional, el mayor obstáculo para lo cual era que sus obispos que construyeran una jerarquía nacional. En Connecticut —donde los que habían ido a la Iglesia Episcopal no sólo se habían persuadido de la necesidad de episcopado, sino también habían adoptando otros muchos postulados de los teólogos Carolinos—, se consideraba que un obispo era absolutamente necesario, y en consecuencia, el clero de ese estado eligió al Rev. Samuel Seabury y le pidió ir al extranjero y obtener el carácter episcopal.
Fue imposible lograr el episcopado en Inglaterra, debido a que los obispos de allá no podían por ley consagrar a ningún hombre que no prestara juramento de fidelidad, y aunque durante la Revolución las simpatías “tories” de Seabury fueron ampliamente conocidas, le habría sido imposible regresar a los Estados Unidos habiendo recibido la consagración como súbdito británico. Tras la negativa de los obispos ingleses a conferir el episcopado viajó a Escocia, donde después de prolongadas negociaciones, los obispos que no prestaban juramento consintieron en conferirle el carácter episcopal.
Estos obispos eran el remanente de la Iglesia Episcopal que los Estuardo habían deseado tan ardientemente establecer en Escocia y que había perdido la protección del Estado, junto con todo su financiamiento, por su fidelidad a Jacobo II. Los presbiterianos escoceses miraban los principios religiosos de aquéllos como apenas menos incómodos que los de los católicos y políticamente que se les consideraba igualmente peligrosos. En realidad, eran eclesiásticos sumamente encumbrados, y habían alterado la liturgia hasta el punto de asemejar su doctrina de la Santa Eucaristía a la de la Iglesia Católica. Se sabía que incluso habían empleado crisma en la confirmación, y eran firmes creyentes en el carácter sacerdotal del ministerio cristiano y en la necesidad de la sucesión apostólica y la ordenación episcopal. El Dr. Seabury fue consagrado por ellos en 1784 y, siendo él mismo de opiniones teológicas muy similares, firmó inmediatamente un acuerdo comprometiéndose a hacer todo lo posible para introducir en Connecticut las peculiaridades litúrgicas y doctrinales de los no jurantes. A su regreso a su Estado procedió a organizar y gobernar su diócesis como en gran medida lo habría hecho un obispo católico; excluyó al laicado de las deliberaciones y concejos eclesiásticos y, tanto como pudo, de todo control de los asuntos eclesiásticos.
Las facciones White y Provost
Pero si se sacerdotalismo triunfaba en Connecticut, muy otra cosa fue en Nueva York, Pensilvania y Virginia. El dr. White, ahora rector de la Iglesia de Cristo y doctor en teología, creía que si la Iglesia Episcopal iba a vivir y crecer en Estados Unidos tenía que aceptar, y adoptar en la mayor medida posible, el principio de una administración representativa. El habría querido seguir sin el episcopado tanto tiempo como se pudiera lograr de Inglaterra, y, entre tanto, ordenar a los candidatos al ministerio con la coordinación presbiteriana, pero advirtiéndoles de que al llegar un obispo serían re-ordenados condicionalmente. Esta última sugerencia, empero, encontró poco apoyo entre los episcopales, y finalmente, después de muchas dificultades, se aprobó una ley en el Parlamento que facultaba a los obispos ingleses a conferir el episcopado a hombres no sujetos a la Corona británica. En consecuencia el Dr. White, elegido obispo de Pennsylvania, y el Dr Provost, de Nueva York, viajaron a Inglaterra y recibieron la consagración de manos del entonces arzobispo de Canterbury, doctor Moore, el domingo de Septuagésima de 1787.
Tenue unión tenue de las distintas facciones
A su regreso, y aunque ahora había tres obispos de los Estados Unidos, había tantas diferencias entre los eclesiásticos de Connecticut y los de estados del centro y del sur, especialmente respecto a la presencia de laicos en los concejos eclesiásticos, que no fue hasta 1789 que se llevó a cabo una unión. Incluso después de esa fecha, cuando el Dr. Madison fue elegido obispo de Virginia tuvo que ir a Inglaterra para su consagración, porque el obispo Provost, de Nueva York, se negó a actuar en conjunto con el obispo de Connecticut. No obstante, la unión finalmente se cimentó en 1792 al ser elegido el Dr. Claggert como obispo de Maryland, y habiendo en el país tres obispos de línea anglicana excepto el Dr Seabury, el obispo de Nueva York retiró sus objeciones a fin de que el Dr Seabury fuera el cuarto.
Si Dr Seabury no habían sido invitados a participar en la consagración del Dr Claggert, un cisma entre Connecticut resto de los residuos del país habría sido el resultado inmediato.
III. LOS TRES GRUPOS DE LOS EPISCOPALIANOS
Casi desde el comienzo mismo de su vida independiente, las tendencias que se han evidenciado en los tres grupos de la Iglesia Episcopal de nuestros días no sólo eran evidentes, sino que estaban arraigadas en los miembros del episcopado. El obispo Provost, de Nueva York, representaba el temperamento racionalista del siglo XVIII, que se ha manifestado en lo que se llama el Grupo de la Iglesia Amplia.
El obispo White representó al Grupo Evangélico, con su creencia más en la conveniencia que en la necesidad de la sucesión apostólica y su deseo de fraternizar en la medida de lo posible con las demás denominaciones de la Reforma. El obispo Seabury, por otra parte, representó la posición tradicional de la Alta Iglesia, intelectual en lugar de emocional, con más énfasis en la organización de la Iglesia hacia el exterior que en la religión emocional.
Grupo de la Alta Iglesia
Esta escuela ha jugado una parte muy importante en la historia de la Iglesia Protestante Episcopal en los Estados Unidos, y si bien indudablemente fue influída en gran medida por el Movimiento de Oxford, existía y actuaba mucho antes de 1833. De hecho, en los años veinte el obispo Hobart ya mostraba ese tipo de piedad evangélica que, junto con altas ideas sacramentales, ha sido desde entonces la principal característica del grupo.
El Movimiento de Oxford, sin embargo, no dejó de ser influyente, y ya en 1843 las disputas entre los eclesiásticos muy elevados y el resto de la Iglesia Episcopal habían llegado a un punto tan álgido que cuando el reverendo Arthur Cary, en su examen para la ordenación, confesó los principios de "Tracto 90" –pese a lo cual no se le negó la ordenación– la controversia estalló en guerra abierta. El obispo de Filadelfia, doctor Onderdonk, fue suspendido de su cargo bajo acusación de embriaguez, pero la verdadera razón fue su simpatía con la Alta Iglesia; y su despido fue tan injusto que Horace Binney, famosa jurista, lo declaróabsolutamente ilegal. No obstante, por más de diez años no fue reincorporado a sus funciones. A su hermano obispo de Nueva York le fue aún peor: se le hicieron cargos de inmoralidad y fue suspendido de sus funciones durante el resto de su vida, a pesar de que la gran mayoría de sus conciudadanos, ya pertenecieran o no a su confesión, creían firmemente en su inocencia. El intento de suspender a un tercer obispo de la Alta Iglesia, padre del fallecido Monseñor Doane, no prosperó después de que él se presentara cuatro veces. Fue imposible hacer un juicio eclesiástico al obispo Doane, no sólo por su incomparable habilidad diplomática sino también por la rectitud y probidad de su vida.
En 1852 el obispo de Carolina del Norte, doctor Ives, renunció a su cargo en la Iglesia Episcopal y se sometió a la Sede Apostólica, y fue seguido a la Iglesia Católica por numerosos clérigos y laicos. Su secesión arrastró de la Iglesia Episcopal a todos los claras simpatías romanas, pero el grupo de la Alta Iglesia subsistió, creció y en algún grado progresó a pesar de la legislación hostil, en tanto que con el tiempo surgió nuevamente un partido pro-romano. Después de la aprobación del canon de púlpito abierto en la Convención General de 1907, una veintena de sacerdotes y un gran número de los laicos se unieron a la Iglesia Católica.
El partido evangélico
Por otro lado, el Partido Evangélico extremo, incómodo con el incremento del ritualismo y no pudiendo expulsar en gran número a partidarios de la Alta Iglesia, se separó de la Iglesia Protestante Episcopal en 1873 y formó lo que se conoce como Iglesia Reformada Episcopal. A diferencia de muchos de los órganos protestante, la Iglesia Episcopal no fue perturbada permanentemente por la Guerra Civil, ya que la caída de la Confederación terminó con la organización independiente de la Iglesia Protestante Episcopal en los Estados Confederados.
Partido de la Iglesia Amplia
Con todo, el Grupo de la Iglesia Amplia ha permanecido en la Iglesia Protestante Episcopal, y los años recientes han afectado gravemente su actitud respecto a temas tales como la mayor crítica y la necesidad de la ordenación episcopal. Los más destacados defensores de esta escuela, y cuyas conclusiones difieren poco o nada de los modernistas extremos, no han podido alterar seriamente la enseñanza de la Iglesia Episcopal sobre verdades tan fundamentales como la Trinidad y la Encarnación; y algunos casos la Alta Iglesia y el grupo Evangélico, combinados, han sido lo suficientemente fuertes como para excluirlos de la Iglesia Episcopal. El partido, sin embargo, está ganando fuerza; sus clérigos son hombres de intelecto y vigor, y los laicos que lo apoyan son en buena parte personas de grandes medios. Para aquél el futuro del anglicanismo, más que el de cualquier otra escuela de pensamiento, está en el cuerpo anglicano.
IV. ESTADÍSTICAS
En 1907 la Iglesia Protestante Episcopal de los Estados Unidos de América tenía una jerarquía de 5.413 clérigos, 438 candidatos a las órdenes y 946.252 comunicantes. A estos últimos hay que multiplicarlos al menos por tres para tener una idea de los adeptos de la Iglesia Protestante Episcopal. Poseía nueve colegios y universidades y quince seminarios teológicos.
Publicación de información escrita por W. Sigourney Fay. Transcritas por Bryan R. Johnson. Enciclopedia Católica, volumen XII. Nueva York: Robert Appleton Company. Nihil Obstat, 1 de junio de 1911. Remy Lafort, S.T.D., Censor. + John Cardenal Farley, arzobispo de Nueva York.
Bibliografía
TIFFANY, Hist. de la Iglesia Prot. Episc. de los Estados Unidos de América, en la Serie Historia de la Iglesia en Estados Unidos, VII (Nueva York, 1907); McCONNEL, Hist. De la Am. Iglesia en los EE.UU. desde la instalación de las colonias a la finalización de la Guerra Civil (Nueva York, 1890); White, Memorias de la Inglesia Prot. Ep. en los Estados Unidos (Nueva York, 1880); COLEMAN. La iglesia en los EE.UU. (Nueva York, 1895).

Formación de las iglesias luteranas


En Wittemberg los discípulos de Lutero empezaron a predicar contra el Papa. Quitaron las imágenes de los santos y cambiaron algunos de los usos de la Iglesia. Monjes agustinos salieron de su convento y adoptaron un oficio. Predicadores quisieron llegar a suprimir el bautismo. Lutero volvió entonces para hablar contra ellos y reanudó sus predicaciones (1522).
Poco a poco Lutero cambió la manera de celebrar el culto. Mandó hacer una parte del servicio religioso en alemán, suprimió las misas rezadas y las dedicadas a las almas del Purgatorio. Dió la comunión con la hostia y con el cáliz. Luego publicó una colección de cánticos en alemán. Suprimió la confirmación, la extremaunción y la confesión.
En algunas ciudades se hizo lo mismo. Fué lo que se llamó "hacer la Reforma". Los partidarios de Lutero, denominados luteranos, manifestaban predicar "el Evangelio puro" y acusaban al Papa "de haber alterado las reglas de la Iglesia mediante adiciones humanas".
El emperador, ocupado en la guerra con el rey de Francia, pidió a los príncipes y a las ciudades de Alemania que ejecutasen el edicto contra los luteranos. La mayoría de la Dieta manifestó que no era posible aplicarlo, porque sería escandaloso ahogar "la verdad evangélica" y mantener los abusos. El emperador reclamó, pero la asamblea pidió un concilio para hacer la reforma (1524). Mientras tanto, cada príncipe hizo lo que quiso en sus dominios.
Hubo en Alemania muchas agitaciones. Bandas de aldeanos se sublevaron a la vez contra los señores y contra los obispos. Pedían juntamente la abolición de las rentas y el derecho de los municipios de designar sus sacerdotes, a fin de hacer "predicar el Evangelio puro." La guerra de los aldeanos se extendió a toda Alemania del Sur y duró más de dos años (1522-25).
Exasperó a Lutero aquel levantamiento, que irritaba a los príncipes en contra de la Reforma. En un escrito dirigido a los aldeanos, decía: "Los súbditos no deben nunca sublevarse. Aun cuando los de arriba sean malos e injustos, ello no excusa una sublevación, porque no toca a cada cual castigar la maldad, sólo corresponde a la autoridad que tiene la espada por orden de Dios". Luego Lutero excitó a los príncipes contra los aldeanos: "Debéis herirlos, destriparlos, abrirlos en canal, como debe matarse a un perro rabioso, porque no hay nada más venenoso, que ofrezca mayor peligro, más diabólico que un hombre sublevado". Los príncipes y la nobleza atacaron a los aldeanos rebeldes, los dispersaron y pasaron a cuchillo.
El emperador habría querido reunir un Concilio para arreglar los asuntos religiosos en toda Alemania a la vez, pero el Papa se oponía a tal idea. El emperador habría querido asimismo que, entre tanto, no se variasen en nada los usos de la Iglesia, pero los príncipes pretendían tener el derecho de arreglar la organización de la Iglesia cada uno en su territorio.
Varios príncipes hicieron lo que llamaban la Reforma. Se incautaron para ello de los bienes raíces de las iglesias, cerraron los lugares de peregrinación, mandaron quitar las imágenes de lo santos, nombraron predicadores luteranos, permitieron que los monjes y las religiosas salieran de sus conventos. Los nuevos eclesiásticos cambiaron el culto. Suprimieron la liturgia en latín y la sustituyeron con oraciones y cantos en alemán. Muchos se casaron. Lutero se casó con una religiosa pobre.
Los príncipes dejaron de reconocer la autoridad de los obispos, y cada uno se condujo como cabeza de la Iglesia en su territorio. Nombraron inspectores que recorrieron las iglesias del país para introducir en ellas los nuevos usos. Lutero escribió par aun príncipe una liturgia, luego un catecismo en alemán que los otros príncipes adoptaron poco a poco.
Carlos V, a quien ocupaban sus guerras, había dejado correr las cosas, pero, una vez que hubo hecho paces con el rey de Francia, su hermano Fernando que gobernaba Alemania en nombre de él, intentó oponerse a la Reforma. La asamblea de los príncipes, reunida en Spira, ordenó devolver a los obispos sus bienes y su poder, y prohibió variar nada en el culto hasta que se hubiera reunido el Concilio. Los príncipes que habían hecho la Reforma en sus territorios protestaron en la Dieta de Spira contra esta decisión. Desde aquel momento los partidarios de la Reforma llevaron el nombre de protestantes (1529).

Iglesia Presbiteriana - Historia y Origen

Estamos en deuda el liderazgo de John Knox (1505-1572) de la victoria de la Reforma en Escocia. 
Discípulo de John Calvino, Knox presentó Escocia, 1560, el calvinismo, a través de un acto oficial del Parlamento Europeo, que abolió la jurisdicción del Papa y prohibió la celebración de la Misa, en Escocia. 
Así, el despliegue no fue pacífico el anglicanismo en Inglaterra. 

Se dividieron los grupos de oposición que se dio en llamar "disidentes o no conformistas". También se opuso a la jerarquía episcopal de la Iglesia Anglicana (donde el obispo preside). Según la enseñanza de Calvino, el gobierno de la iglesia debería ser ejercido por el presbiterio, compuesto de los pastores (ancianos de la enseñanza) y laicos (ancianos gobernantes). 
Presbítero significa "anciano".
Como resultado, los calvinistas Inglés venido a llamar a sí mismos los presbiterianos. 
En 1876, se organizó la Iglesia Presbiteriana de Inglaterra, una iglesia libre y no-estatales.
Además de las congregaciones se rigen por un sacerdote, se destaca por la moral fuerte, espíritu democrático y la simplicidad de culto y la liturgia. 
Ellos ven la misa como la idolatría.
Su culto se encuentra en los actos de devoción, la lectura de la Biblia, sermón, oraciones, cantos y la bendición al final.

Fuente: http://es.shvoong.com/society-and-news/spirituality/1946417-iglesia-presbiteriana-historia-origen/#ixzz1PujdnYZu

Conmemoran la presencia centenaria del protestantismo en Viet Nam

La  Iglesia Evangélica Sureña de Viet Nam (IESV)  conmemoró el pasado 14 de junio en Da Nang el 100 aniversario del protestantismo en el país, según refiere la revista Vietnam+.
 
  El acto central contó con la  asistencia del miembro del Buró Político del Partido Comunista, ministro y jefe de la Oficina Gubernamental, Nguyen Xuan Phuc .
 
  En su intervención, Nguyen Xuan Phuc subrayó que  la IESV pasó de ser una pequeña iglesia única en Da Nang a convertirse en la más grande del protestantismo del país, contando actualmente con alrededor de 700 mil fieles  repartidos a lo ancho de las 34 provincias y ciudades sureñas de Vietnam.
 
  A partir de lograr su reconocimiento jurídico por parte del Gobierno en 2001, las diferentes actividades de la congregación se vieron facilitadas por parte de las autoridades; tanto en la posibilidad de construcción de lugares de culto, como permitir el establecimiento de un Instituto Bíblico Teológico, uno de los mayores anhelos de la IES.
 
  Otras actividades autorizadas tras la legalización fueron la publicación de un boletín y libros de contenido espiritual en varios idiomas étnicos.

EVANGELINA SIERRA: LA HERENCIA PROTESTANTE Y LA SALVASION DE JUDIOS EN FRANCIA,DURANTE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL



“Un proyecto ambicioso” es lo que se plantea este verano para el grupo de personas que podrán participar del viaje  Memorias Cruzadas . Evangelina (Eva) Sierra, historiadora, es una de las coordinadoras de una ruta que planteará las conexiones entre la herencia protestante y el salvamento a judíos en Francia, durante la Segunda Guerra Mundial. 
El principal objetivo del viaje será “analizar las causas profundas de un comportamiento concreto de un grupo humano que, arriesgando sus vidas, salvó las de sus vecinos”. El objetivo de recorrer varias regiones de Francia, entre el 17 y el 22 de julio, es  descubrir las raíces profundas que animaron a muchos protestantes a ponerse de lado de los judíos  que huían del nazismo.

“No va a ser simplemente un paseo por una historia descriptiva”, enfatiza Sierra, sino “algo más profundo”.

El enfoque de este viaje surge de la investigación que la propia Sierra ha hecho a lo largo de su experiencia como historiadora. “Ya hace bastantes años estuve trabajado en Francia algo sobre Historia del Protestantismo pero siempre he tenido interés por verlo desde el estudio de la perspectiva de la lucha por la libertad de conciencia”.

Con el tiempo, Sierra se dio cuenta de “cómo están encajadas unas cosas y las otras”. “No es casual que una serie de gente (protestantes) arriesgue sus vidas para salvar a otras vidas (judías)”, más aun si no había beneficio alguno por el que hacerlo.  “Cuando investigas con el radar colocado, acabas percibiendo ciertos matices que te llevan a ver estas cosas” , dice.

Sierra cree que en este viaje se podrá observar que “hay muchas cosas en común” entre judíos y protestantes franceses. Si uno se fija en los antecedentes, puede ver que  los protestantes fueron impulsores de la libertad de conciencia en el país hace ya siglos , y eso podría explicar su disposición a para proteger a judíos perseguidos durante las Segunda Guerra Mundial.

 PRIMER VIAJE CON ESTAS CARACTERÍSTICAS
El planteamiento de este viaje, en este sentido, es nuevo. Es el primero que enlaza las memorias de los hugonotes represaliados en el siglo XVIII con la de los judíos perseguidos en el siglo XX. Ante ello, Sierra reconoce que siente “un vértigo muy grande”, ya que “una cosa es ir a un viaje así con tu familia, y otra cosa es ir con un grupo de casi 30 personas”.  El “reto” será mostrar a todos los que participen del viaje “las relaciones” que saltana la vista.

Será un tiempo especial: “este tipo de viajes son muy completos a nivel intelectual y a nivel emotivo también”, considera.

 ANALIZANDO LAS CAUSAS DE FONDO
 

  La entrevistada cree que  la razón por la que bastantes protestantes protegieran a judíos está en su propia “esencia” . “Hay pueblos enteros que han sido condecorados con la mención de ‘Justos entre las naciones’”, por su esfuerzo conjunto, como comunidades, para esconder a los fugitivos. ¿Por qué esto? “Porque ellos mismos (como protestante) estaban sensibles a situaciones que estigmatizan a cualquier grupo humano, ellos habían vivido toda la edad moderna, habían sufrido y habían tenido que resistir también a un poder perfectamente legal pero absolutamente injusto, el poder de Luis XIV”.

La experiencia vivida en tiempo de los hugonotes había enseñado en los protestantes, explica Sierra, a “resistir”. Bajo la persecución del monarca del momento, “se les raptó los hijos para educarlos en conventos, se les envió a prisiones terribles o se les condenó a galeras”. Todo este pasado de defensa de sus derechos “está el imaginario colectivo del protestante francés actual”, lo que lleva que estén  “habituados a resistir” .

Es ante una situación de injusticia cuando todo este pasado entra en acción y, como expresa Sierra, “les salta el chip”. Muchos protestantes decidieron enfrentarse otra vez a una situación injusta, para esconder a judíos de la persecución nazi, un par de siglos después de vivir su propia persecución.

La base del apoyo protestante al pueblo judío en la Segunda Guerra Mundial fue la sensibilidad y la capacidad de resistencia de los protestantes.

Darse cuenta de la forma en la que “el gobierno de Vichy colaboró con el nazismo y fue incluso más allá de lo que le pedía el gobierno de Hitler”, ayudará a ver que  “los protestantes no pudieron estarse callados, y al ver que las palabras ya no tenían efecto, pasaron a la acción” .

Gran parte del éxito de este proyecto dependerá, pues, de la capacidad de ayudar a que “todos los participantes puedan tener sus propias reflexiones y análisis” sobre estos importantes matices de la Historia.

 EL MENSAJE DEL MUSEO DEL DESIERTO
Un punto esencial de la ruta, al sur de Francia, y cerca de la frontera con España, será experimentar el Museo del Desierto. Una parada “fundamental” para que “el viaje no quedara cojo”. Sierra recomienda la visita a todos los evangélicos, e incluso “a los que no son evangélicos pero son personas que defienden las libertades de los individuos y de los grupos humanos”. “Es sencillo en su lenguaje expositivo”, pero “imprescindible” porque muestra “un siglo entero de resistencia”.

 Memorias Cruzadas  también destacará  la figura de Elisabeth Eidenbenz , la infermera que en la maternidad de Elna dedicó todos sus esfuerzos a salvar niños huidos. También en esta ocasión es importante ver la profundidad de laos motivos, considera Sierra. Eidenbenz “no era de trasfondo hugonote, era suiza”, pero  “sí tenía la esencia, también de fuertes convicciones, una persona arraigada en la Biblia” . La historiadora considera que esta es la clave, porque “cuando alguien está arraigado en la Biblia entiende lo que es la libertad de conciencia y lo que es la defensa de los seres humanos, cualquiera que sea su condición”.

De la historia de Eidenbenz destaca, además, que antes de la expansión del nazismo, “ya estuvo en la Guerra Civil española, salvando niños”. Por tanto, su vida y su trabajo “encajan perfectamente” en el viaje, porque “entra en las memorias cruzadas que van a haber”.

 TREINTA REPRESENTANTES EVANGÉLICOS
La elección de los líderes evangélicos que van a participar en el viaje fue “muy complicada porque nos pusieron un número muy reducido” de plazas, explica Sierra. Así que  “era complicado” decidir a qué personas invitar a participar . “Nos sugirieron que fueran personas representativas”, que “no por ello más importantes” que otros, pero sí personas que vayan a tener la posibilidad de “trabajar luego en otros grupos”, comunicar la visión de lo visto.

El Viaje está organizado por  Aerópago Protestante y  Casa Sefarad-Israel , una comunidad esta última a la que Eva Sierra se muestra “muy agradecida”. “Se encajaron piezas” entre unos y otros y se preparó este proyecto. Las metas son “hacer una reflexión” sobre el viaje, un tiempo para “digerir” todo lo visto.

De cara al futuro, la idea es repetir la experiencia. “Muchos de los que no han podido estar ya me han pedido que organicemos algo para otros años” así que “probablemente repetiremos”, concluye Sierra.

Candidatura presidencial del mormón Jon Huntsman, podría irritar a evangélicos estadounidenses


Huntsman está a favor de las uniones civiles para parejas homosexuales y respalda la creación de una "bolsa de derechos de contaminación", todas posiciones difíciles de sostener ante los votantes conservadores
Jon Huntsman, ex embajador de Estados Unidos en China nombrado por Barack Obama en 2009, anunció hoy martes su candidatura a la nominación republicana para las elecciones presidenciales del próximo año, prometiendo detener cualquier declive del poder estadounidense, informa la agencia AFP.
“No sólo vamos a elegir nuevos dirigentes.
Vamos a decidir si haremos la historia de ayer o de mañana”, dijo Huntsman en un discurso pronunciado en la bahía de Nueva York frente a la Estatua de la Libertad, en el mismo lugar donde el ex presidente Ronald Reagan lanzó años atrás su campaña presidencial.
Huntsman, de 51 años, gobernó Utah, estado conservador del oeste de Estados Unidos, de 2005 a 2009. En 2008, fue reelecto con 78% de los votos, pero fue nombrado embajador en Pekín por el presidente Obama, cargo que mantuvo hasta esta primavera boreal.
Entre el electorado republicano Huntsman no goza de la notoriedad de otros candidatos declarados o posibles, como Mitt Romney o la ex candidata a la vicepresidencia Sarah Palin.
Uno de los principales desafíos de Huntsman será diferenciarse de Obama, quien aspira a la reelección en 2012, ya que sus oponentes republicanos lo acusan de haber trabajado para la administración del presidente demócrata.
Huntsman no sólo fue nombrado embajador en China por Obama, sino que apoyó el plan del presidente para reactivar la economía. Además, Huntsman está a favor de las uniones civiles para parejas homosexuales y respalda la creación de una “bolsa de derechos de contaminación”, todas posiciones difíciles de sostener ante los votantes conservadores.
Algunos analistas dicen que su fe mormona, podría irritar a los votantes cristianos evangélicos, que constituyen una parte fundamental del núcleo de los votantes republicanos.

Insólito: 900 iglesias han sido cerradas en Holanda debido a la falta de miembros



300 Iglesias de las 900 iglesias han sido demolidas, otras 300 ocupadas por nuevas formas de fe y las restantes convertidas en apartamentos, bares, restaurantes, oficinas, Night Clubs, debido a que el número de fieles disminuye con fuerza y rápidez

Hasta la fecha 900 Iglesias protestantes y católicas han cerrado dejando de cumplir el motivo de su construcción para convertirse en restaurantes, edificios habitacionales, peluquerías y hasta tiendas sexuales; entre las causas se encuentran la disminución de fieles que conlleva a una disminución de ingresos, según publica el portal Minuto Digital.
300 Iglesias de las 900 iglesias han sido demolidas, otras 300 ocupadas por nuevas formas de fe y las restantes convertidas en apartamentos, bares, restaurantes, oficinas, Night Clubs, escuelas de buceo y alpinismo, debido a que el número de fieles disminuye con fuerza y rápidez.
Nuevas cifras demuestran que al paso del tiempo muchos asistentes han dejado las Iglesias, en 1960, el 70% de los católicos holandeses asistían al servicio dominical, ahora solo el 7% acude.
El problema que enfrentan los edificios es la necesidad de altas sumas de dinero para su sustento y que, aunado con el decreciente público permite que sólo algún sector de la sociedad pueda hacer uso de las instalaciones abandonadas por la Iglesia y así convertirse en lujosos apartamentos.
El Profesor Nissen, de la Universidad de Nimega, declara que un edificio religioso no es fácil de adquirir debido a que la demanda de servicios fundamentales es alta y su costo elevado, además de que la adquisición de los inmuebles podría tardar de 5 a 10 años, causa de la demolición de muchas de ellas.
Como ejemplo, una Iglesia significativa de Holanda, ”Vredekerk”, en Bussum, construida en 1914 y divisada a lo lejos, no cumple ya su labor eclesiástica, al llegar a las cercanías se puede ver un intercomunicador en vez de los horarios de culto y buzones de correo para 18 departamentos que ocupan la Iglesia.
A su vez, la Iglesia católica ha reformado reglas para que los espacios sagrados no se conviertan en lugares que no corresponden a los valores cristianos, aunque muchos edificios se convierten en lugares de fiesta, deportivos y hasta sexuales.
Para evitar la demolición de los edificios, las Iglesias se convierten en Monumentos Nacionales. Los nuevos usuarios de los edificios religiosos, revelan su respeto y punto de vista respecto de su nuevo hogar o lugar de trabajo, “se sienten relajados en este lugar, que les inspira paz, y realmente es relajado trabajar aquí. Creo que eso es lo que hace especial estar en una iglesia”, revela el dueño de una nueva peluquería instalada en una Iglesia.
Francesca Van Raab, vive en el apartamento A1 de la antigua Iglesia Protestante Vredekerk, “no soy una persona religiosa en el sentido de creer en Dios, pero creo que algo debe haber. Cuando me mudé a este lugar, lo hice con una actitud de respeto hacia cualquier persona que haya practicado su fe en este recinto”.
Este fenómeno, explica el profesor Nissen, refleja el estado actual de las iglesias católicas y protestantes en Holanda: la creciente disminución del número de fieles y la consecuente pérdida de ingresos.

Según estudios recientes: Creados para buscar a Dios, sugiere la ciencia




Aunque en muchos medios se siga vendiendo el enfrentamiento entre religión y ciencia, resulta mucho más interesante atender a aquellos estudios científicos que se acercan al fenómeno religioso y gracias a ello van avanzando en el conocimiento del ser humano. Un resumen de algunos de los avances más interesantes han sido publicados en el último número de 2010 de la prestigiosa revista mensual  Monitor on Psychology , editada por la Asociación Americana de Psicología.

En la revista se analiza el fenómeno religioso desde nuevas perspectivas que aportan investigaciones de la última década en neurociencia, psicología, sociología o antropología. La idea central que se extrae es que  la espiritualidad surgiría de procesos cognitivos básicos del ser humano, que tiene una base neuronal y su causa podría ser evolutiva.

 BUSCAMOS UN PROPÓSITO
La búsqueda de trascendencia podría estar “escrita” en nuestro cerebro, afirman los expertos. Justin Barret, especialista en este tema de la Universidad de Oxford, explica que sus estudios recopilan datos de diversos procesos básicos que darían lugar a las creencias religiosas. Procesos que hacen que veamos el mundo como si tuviese un diseño intencionado “creado por algo o alguien”.

Una investigación de científicos de la Universidad de Boston mostró cómo  aún en niños pequeños existe esta tendencia a pensar que el mundo ha sido creado con un propósito . Si se le pregunta a los niños “¿por qué existen los ríos?”, una respuesta corriente sería: “para que los peces puedan nadar”. Algo que también concuerda con la capacidad del ser humano de buscar coherencia y orden constantemente en todo tipo de patrones visuales.

Pero, además,  el ser humano parece tener una predisposición innata a creer en lo sobrenatural , explica Barret. En un estudio realizado por el psicólogo, se constató que niños de tan sólo tres años atribuían espontáneamente habilidades sobrenaturales e inmortalidad a “Dios”, incluso sin haber recibido aleccionamiento alguno sobre Dios o la religión.

El psicólogo afirma que lo que se está demostrando es que “nuestra estructura cognitiva básica nos predispone a cierto tipo de pensamientos, a pensar en la pre-vida, en la vida después de la muerte, en dioses, seres invisibles que hacen cosas, es decir, en los temas comunes de las religiones del mundo”.

 NEURONAS RELIGIOSAS
Esta predisposición hacia las creencias espirituales o sobrenaturales tiene una base neuronal, señalan las investigaciones más recientes realizadas por neurocientíficos. Según ellos,  la tendencia a la religiosidad se extiende por todos los sistemas del cerebro , y probablemente surja de circuitos neuronales desarrollados para otros fines.

Como ejemplo, en 2009, Jordan Grafman, director de la sección de neurociencia del National Institute of Neurological Disorders and Stroke de Estados Unidos, publicó los resultados de un estudio realizado con tecnología fMRI (exploración de resonancia magnética funcional de la actividad neuronal) que demostraron que  los pensamientos religiosos activan un área del cerebro implicada con la interpretación de las emociones e intenciones de otras personas.

Según los autores del estudio, estos resultados sugieren que cuando la gente piensa en Dios desarrolla un pensamiento similar al que tienen cuando piensan en cualquier figura de autoridad especial, como una madre o un padre.

En todo caso,  estas investigaciones sirven para comprender al ser humano como un todo  que integra elementos biológicos, psicológicos, sociales, culturales y espirituales que están conectados entre sí. Según Barrett, a medida que los estudios avanzan, se tiene una mayor comprensión acerca de la naturaleza de la religión y su desarrollo.
 
Fuentes: tendencias21
© Protestante Digital 2011

Neurocientíficos dicen que Apple causa “reacciones religiosas” entre sus fans


Esto es algo que ya todos sospechábamos: Apple parece más una religión que una empresa. Un grupo de neurocientíficos ingleses estudió el cerebro de los fans de la manzana, y descubrió que al ver productos de Apple, éstos se estimulan de la misma manera que cuando un creyente religioso ve imágenes divinas.
El estudio fue realizado para el programa de documentales de la BBC “Secrets of the Superbrands“, que trata de responder por qué marcas como Apple, Facebook y Twitter se han vuelto tan populares.
En el episodio en cuestión se investigó a Apple, y por qué la gente se volvía tan emocional respecto a la marca. El documental muestra las filas interminables de personas esperando los lanzamientos, y el frenesí de los fanático devotos por adquirir los nuevos (y mágicos) gadgets.
Para hacer las pruebas cerebrales, el documentalista contactó al editor del sitio World of Apple, Alex Brooks, quien dice pensar en Apple 24 horas al día. Un grupo de neurocientíficos le hizo un escáner a su cerebro, para ver cómo reaccionaba cuando se le mostraban imágenes de productos de Apple, e imágenes de otros productos no-Apple.
“Esto sugiere que grandes marcas tecnológicas han aprovechado, o explotado, las áreas del cerebro que han evolucionado para procesar la religión”
Según ese estudio, hubo diferencias notorias en las reacciones de Brooks ante los distintos productos. Los resultados se compararon con los datos que se habían obtenido anteriormente de cerebros de personas muy religiosas, concluyendo que “los productos de Apple accionan los mismos sectores del cerebro (en Brooks) que los que accionan las imágenes religiosas en personas de fe“.
“Esto sugiere que grandes marcas tecnológicas han aprovechado, o explotado, las áreas del cerebro que han evolucionado para procesar la religión”, señaló uno de los científicos.
Por supuesto, este experimento no es realmente científico – no hubo un experimento de control, ni comparaciones con lo que producen en el cerebro productos de otras marcas. Aún así, es difícil negar que existe una clara devoción entre los usuarios de Apple. Quizás sólo sea buen marketing, o simplemente buen diseño de productos, pero seguro que a muchas empresas les gustaría averiguar el secreto.
Quizás sea un buen momento de buscar el significado de la simbología en este viejo comercial de Apple (1984), donde claramente se hace alusión a los usuarios como seguidores fanáticos de una religión.

El ayuno podría ser bueno para la salud y el corazón según una nueva investigación

Abstenerse de ingerir alimentos o bebidas durante un período de tiempo no suele asociarse a la buena salud. Pero ahora, una nueva investigación descubrió que ayunar periódicamente podría ser bueno para la salud y el corazón.


Según los investigadores del Instituto del Corazón del Centro Médico Intermountain, en Utah, Estados Unidos, el ayuno no sólo reduce el riesgo de enfermedades del corazón y diabetes, sino también provoca cambios positivos importantes en los niveles de colesterol de una persona.



El estudio fue presentado durante la reunión anual del Colegio Estadounidense de Cardiología, que se celebra en Nueva Orleans.



El hallazgo confirma los resultados de un estudio presentado en 2007 llevado a cabo con mormones, cuyas enseñanazas religiosas incluyen ayunar durante 24 horas el primer domingo de cada mes.



Se encontró que estas personas tenían 39% menos riesgo de sufrir enfermedad de las arterias coronarias, una de las principales causas de muerte tanto de hombres como mujeres, que quienes no ayunaban.



Ahora, el mismo equipo de investigadores confirmó esos resultados, y además, encontró que ayunar reduce varios factores de riesgo cardiovascular como el nivel de triglicéridos en la sangre, el peso corporal y los niveles de glucosa en la sangre.



Reacción biológica



El doctor Benjamin Horne, director de epidemiología cardiovascular y genética del Instituto de Corazón del Centro Intermountain, llevó a cabo dos estudios sobre los efectos de la ayuno en más de 200 individuos, tanto pacientes del Centro Médico como voluntarios sanos.



Algunos de los participantes debían ayunar -bebiendo sólo agua- durante un período de 24 horas y posteriormente comer una dieta normal durante las 24 horas posteriores.



Durante ese período los investigadores siguieron un registro de los voluntarios que incluía análisis de sangre y mediciones físicas para evaluar factores de riesgo cardíaco, marcadores de iresgo metabólico y otros parámetros de la salud general.



Los resulados mostraron que durante el período de ayuno ocurrían varias reacciones en los mecanismos biológicos del organismo.



Por ejemplo, se incrementaron los niveles tanto del llamado colesterol malo (LDL) como del colesterol bueno (HDL) en 14% y 6% respectivamente, incrementando el nivel total de colesterol.



Y esto sorprendió a los investigadores.



"El ayuno provoca hambre y estrés. En respuesta, el organismo libera más colesterol lo cual le permite utilizar grasa como fuente de energía, en lugar de glucosa" explica el doctor Horne.



"Esto disminuye el número de adipositos (células de la grasa) en el organismo".



"Esto es importante porque entre menos adipocitos tenga el organismo, menos probabilidad de experimentar resistencia a la insulina, o diabetes" agrega el investigador.



Desde los 1970, los científicos reconocieron que la comunidad mormona de Utah mostraba menos riesgo de morir de enfermedades del corazón que cualquier otro grupo poblacional en Estados Unidos.



Según el doctor Horne, a menudo se cita a la prohibición de tabaco entre los mormones como la responsable de su buena salud. Pero el científico decidió analizar si el ayuno mensual de 24 horas que llevan a cabo los mormones podría estar contribuyendo a esos beneficios cardiovasculares.



El estudio de 2007, llevado a cabo con más de 4.500 individuos -90% de los cuales eran mormones- tomó en cuenta varios factores que se incluyen en la enseñanza religiosa de los mormones.



Además de la prohibición de tabaco, alcohol y cafeína, se tomó en cuenta estudió la observación de un día de descanso semanal, la asistencia a ceremonias religiosas y la donación a organizaciones de caridad, todos los cuales están reconocidos como factores que pueden tener un impacto cardiovascular.



El estudio encontró que aunque la mayoría de los participantes eran mormones, los beneficios del ayuno fueron generales, incluso en aquellos que practicaban otras religiones.



Cautela



Y la nueva investigación, llevada a cabo en la población general, confirma ese hallazgo.



"Estos nuevos resultados demuestran que nuestro descubrimiento original no fue un evento al azar" afirma el doctor Horne.



"La confirmación entre un nuevo grupo de pacientes de que el ayuno está asociado a un menor riesgo de estas enfermedades tan comunes, plantea nuevas preguntas sobre si el ayuno en sí mismo puede reducir el riesgo o si éste refleja simplemente un estilo de vida más sano", agrega.



El doctor Horne, sin embargo, subraya que, aunque estos resultados son sorprendentes, no deben interpretarse como una luz verde para que la gente comience a ayunar regularmente.



El investigador afirma que es necesario llevar a cabo más estudios para confirmar los efectos del ayuno en la salud cardiovascular y la salud en general.



Y subraya la importancia de ingerir una dieta sana y bien balanceada cuando no se ayuna.



Mientras se confirma este hallazgo, el experto afirma que la mejor recomendación para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares es hacer ejercicio, comer sanamente, reducir el consumo de alcohol y evitar el tabaco.