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EL GRAN FRAUDE ECUMÉNICO

Índice del Tema Introducción 1. Los dos tipos de evangélicos ecuménicos Católicos carismáticos 2. La ramera astuta y seductora El doble lenguaje Sólo hay salvación en la iglesia de los papas…eso aseguran 3. Volviendo a la cuestión ecuménica 4. ¿Puede un católico romano ser verdadero cristiano? La católica, una “salvación” aleatoria ¿Purgatorio? 5. Roma rechaza el concepto de Sola Scriptura (sólo la Biblia) 6. Concluyendo “No os unáis en...

LAS BLASFEMIAS DE DANTE GEBEL, y otras hierbas

Estas son palabras literales del falso maestro cristiano Dante Gebel: “¡Nunca olvides que tenés el ADN de Dios! Tu padre hizo las galaxias. Tu hermano derrotó a la muerte. Moisés partió el mar (hay fe en tu línea sanguínea). El tío David derrotó a Goliat (Llevas valentía en la sangre). Sansón derribó un edificio (hay fuerza sobrenatural en tu sangre). Daniel estuvo con leones y sobrevivió (protección divina corre por tus venas). Nehemías reconstruyó...

ESOS FALSOS MAESTROS QUE JAMÁS FUERON SALVOS

(2 Pedro 2: 1) “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina” Introducción Realmente imponen estos falsos maestros de la actualidad, pues tienen una apariencia , en principio, contraria a su realidad de falsedad. Son sumamente carismáticos,...

LOS FALSOS PROFETAS, Y LAS FALSAS COBERTURAS APOSTÓLICAS

 Cristo dijo: “Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el cristo [el ungido]; y a muchos engañarán…Porque se levantarán falsos cristos (ungidos), y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos” (Mt. 24: 4, 5; 24) Índice del Tema 1. Los falsos nuevos profetas “Nuevos apóstoles” y “nuevos profetas” yendo de la mano Lo...

LA FALSA IGLESIA QUE SURGIÓ DEL HADES

¿Una iglesia que emergió del Hades? Sí, de eso estaremos hablando, y esa organización, es la contraposición de lo dicho por Jesús, cuando dijo: “Yo edifico Mi Iglesia y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” Ciertamente, las puertas del Hades no han podido, ni podrán contra la Iglesia de Cristo, pero el diablo ha sido muy hábil y sutil en levantar desde el Hades su versión particular de la iglesia, con el fin de engañar a muchos, aunque...

¿DE QUÉ MANERA SURGIÓ LO QUE CONOCEMOS COMO CATOLICISMO ROMANO?

El catolicismo romano, como lo conocemos hoy, arranca, no del siglo I, como pretende  hacernos creer Roma, sino a partir del Edicto de Milán del año 313 d.C. (*) (*) “El Edicto de Milán (en latín, Edictum Mediolanense), conocido también como “La tolerancia del cristianismo”, fue promulgado en Milán en el año 313, por el cual se establecía la libertad de religión en el Imperio romano, dando fin a las persecuciones dirigidas por las autoridades contra ciertos grupos religiosos, particularmente los cristianos. El edicto fue firmado por...

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EL GRAN FRAUDE ECUMÉNICO

Índice del Tema

“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios,  y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo, y Yo os recibiré” (2 Corintios 6: 14-17)
“Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas; con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación. Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos… Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades. Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble” (Apocalipsis 17: 1-3: 18: 4-6)

¿CRISTIANO?

Introducción

Muchos ingenuamente piensan que a partir del Concilio Vaticano II, el catolicismo actual ya no es como el que siempre fue, que ahora los protestantes ya no somos anatemas (malditos) sino “hermanos separados”, y que es posible la unidad entre lo católico y el cristianismo verdadero. ¡Qué equivocados están!
La realidad es que dicho Concilio reafirmó los cánones y decretos de los concilios anteriores, que definieron el dogma romano: “Este concilio sagrado (Vaticano II) acepta lealmente la venerable fe de nuestros antecesores...y propone de nuevo los decretos del Segundo Concilio de Nicea, del Concilio de Florencia, y del Concilio de Trento” (Flannery, op. Cit. Tomo 1 p.412) (1)
Realmente, a pesar del cacareado aggiornamento, nada ha cambiado. Roma es “Semper Eadem” (siempre la misma), y lo será hasta su estruendoso final (Ap. 17: 16, 18)

concilio vaticano II

“El Concilio Vaticano II”

1. Los dos tipos de evangélicos ecuménicos

¿Deberíamos preocuparnos los verdaderos cristianos por el manido asunto del ecumenismo en el contexto evangélico-católico”? Yo creo que sí, hermanos; yo creo que sí…
Sin más preámbulos debo decir que ese tipo de ecumenismo es absolutamente aborrecible ante los ojos de Dios – es elGran Fraude Ecuménico.
En cuanto a la parte evangélica, les diré que existen dos tipos de creyentes involucrados en esa cuestión ecuménica. Uno se corresponde con el creyente que es muy ingenuo e ignorante y quizás hasta insensato, y el otro se corresponde con el falso hermano.
Dentro de esta categoría existe una subcategoría, la del falso hermano que sabe muy bien lo que está haciendo, y a quién realmente sirve: a ciertas instancias del Vaticano. De estos últimos, incluso hay muchos ministros.
Medítenlo: ¿Le sería muy difícil a la institución del Vaticano el preparar concienzudamente a agentes suyos para que se hicieran pasar por ministros evangélicos - aun y por años - hasta que muchos creyentes confiaran en ellos sin llegar a percatarse de nada extraño? No por cierto. Estos agentes católicos infiltrados estarían sirviendo a su “Santa Madre Iglesia” y a su papa de esta manera, meritando de ese modo. Debo añadir que esto es una indiscutible realidad.

Infiltración en las iglesias

“La infiltración en las iglesias evangélicas, y en el seno eclesial en general es una realidad, que por lo dantesca, a muchos les cuesta aceptar  y aun pensar en ello”

Katherine Khulman con Pablo VI

“La afamada Katherine Khulman, que nunca alentó a los católicos a salir de su iglesia sino todo lo contrario, tomada por las manos como gesto muy especial y exclusivo por el finado Pablo VI”

Benny Hinn con Cantalamessa

“Benny Hinn, fiel discípulo de la Khulman, en su visita a Roma,  rezando con el cura fraile Cantalamessa”
Católicos carismáticos
Hay que decir, respecto al primer tipo de evangélicos mencionados arriba, (sobre todo los de tipo neo pentecostal/carismático), que están muy engañados en cuanto a lo que realmente es un católico carismático. Han llegado a creer que – en general - un verdadero católico (*), en este caso carismático y que habla en lenguas (**), es necesariamente un verdadero cristiano.
(*) Nótese que hablo de un católico obediente y sujeto al dogma de su organización religiosa.
(**) Muchos ingenuamente piensan que porque un católico hable en lenguas, esa es señal de que ha nacido de nuevo. Las lenguas nada tienen que ver con este asunto.
¿Se puede ser cristiano sin ser salvo? ¡No hay manera! Lo que define a un verdadero cristiano - en primera instancia - es que ha nacido de nuevo, es decir, que ha sido justificado (Ro.5:1), que es salvo (Jn. 3: 3).
¿Puede un católico, como descrito arriba, fehacientemente creer que es salvo en vida? No. A un católico confeso – sea carismático o no - no le es permitido creer que es salvo bajo ningún concepto. Ampliaremos este punto más adelante.

2. La ramera astuta y seductora

En aras de ese ecumenismo, el Vaticano dispone de mentes muy pensantes, que han sabido y saben recrear diversas astucias para traer a su terreno al ingenuo creyente evangélico.

“Roma, desde el Concilio Vaticano II intenta agradar a todos y mostrar su cara más amable, pero no lo ha conseguido”

“Roma, desde el Concilio Vaticano II intenta agradar a todos y mostrar su cara más amable, pero no lo ha conseguido”
El doble lenguaje
Una de las artimañas del Vaticano es el “doble lenguaje”; es decir usando unas mismas palabras, decir dos cosas diferentes.
En la Conferencia Católica, Indianápolis ´90, y en preparación de la “Evangelización 2000”, Tom Forrest, el cura que dirige dicho movimientodesde el mismo Vaticano, ¡supo usar los términos evangélicos correctos cuando habló ante una audiencia mixta de protestantes y católicos! (quédense con esto)
Atrajo aplausos de los protestantes cuando clamó por la "Unidad Cristiana"pero cuando habló en un taller sólo para católicos, dejó saber, con aplausos repetidos de sus correligionarios católicos, lo que él realmente cree, y lo que los católicos deben creer también. Lo leemos a continuación:
“Nuestra labor es la de hacer verdaderos cristianos llevándoles al seno de la Iglesia Católica. Así pues, la evangelización nunca es completamente exitosa, sólo es parcial, hasta que el convertido es hecho miembro del cuerpo de Cristo por ser llevado al seno de la Iglesia Católica. 
Escuchad las palabras del papa Pablo VI. Este es un documento que cada uno de vosotros deberíais tener en vuestras casas, llamado “Sobre la evangelización del mundo moderno”. Esto es lo que el papa dice:
“El compromiso de alguien al que se acaba de evangelizar no puede quedar como algo abstracto (‘¡Oh, soy cristiano', esto es demasiado abstracto). Debe dársele una forma visible y concreta a través de ser parte de la Iglesia Católica, nuestro sacramento visible de salvación”.
Me gusta decir estas palabras, y las voy a decir otra vez: “¡Nuestro sacramento visible de salvación!”. ¡Esto es lo que la Iglesia (católica) es, y si eso es lo que es la Iglesia (católica), debemos estar evangelizando hacia la Iglesia! No, no debéis solamente invitar a alguien a ser cristiano, les invitáis a ser católicos.
¿Cuál es la importancia de esto? Primeramente, existen siete sacramentos, y la Iglesia Católica tiene esos siete sacramentos. En nuestros altares tenemos el cuerpo de Cristo, bebemos la sangre de Cristo. Jesús está vivo en nuestros altares, somos uno con Cristo en la eucaristía. Como católicos tenemos a María, y esta Madre nuestra, Reina del Cielo, está rezando por nosotros hasta que nos vea en la gloria. Como católicos tenemos el papado, una historia de papas desde Pedro hasta Juan Pablo II, tenemos la roca sobre la cual Cristo edificó su Iglesia.
Como católicos, me encanta esto que voy a decir, tenemos el purgatorio, ¡gracias a Dios! Yo soy una de esas personas que nunca llegarían a ver a Dios sin él. Esta es la única manera de ir. Así pues, como católicos, nuestra labor es usar esta década antes del 2000 evangelizando a todos y cada uno tanto como podamos para llevarles al seno de la Iglesia Católica” (hasta aquí el cura Forrest) (2)
¿No se dan cuenta, queridos lectores, de la argucia que supone el decir una cosa queriendo decir otra, y dejándolo claro más tarde ante sus correligionarios? A eso se le llama “doble lenguaje”.

Doble lenguaje

El doble lenguaje es el típico usado por toda institución religionista, para, manipulando así, conseguir sus propósitos”

Tom Forrest

“El cura católico carismático Tom Forrest”
Para el cura Forrest, católico carismático, y de cara a los católicos suyos, la cosa es bien clara; “… la Iglesia Católica, es el sacramento visible de salvación”. Esto es así porque para el católico verdadero, su iglesia es la única verdadera, y es el mecanismo exclusivo de salvación. Esto está obligado a creer.
Si el “sacramento de salvación” es la iglesia romana, entonces quedan excluidos de la salvación todos aquellos que no pertenezcan a esa “salvífica” institución, y eso mismo enseña Roma.
O como dice el Dr. Nadir Carreño:
“El ecumenismo católico es muy simple: 'Yo soy la Iglesia. Sólo yo tengo la plenitud de los medios de gracia, aunque por cortesía, llamo iglesias a otras comunidades. La unidad ya existe: está en mí. Vuelvan a mí y se habrá logrado el propósito del ecumenismo. En mí habrá campo para que cada denominación mantenga sus tradiciones propias'”. (3)
Sólo hay salvación en la iglesia de los papas…eso aseguran
Claramente, Roma enseña que no hay salvación fuera de la iglesia romana. En el principal documento del Concilio Vaticano II, la Constitución Dogmática “Lumen Gentium” (sobre la Iglesia) Cap. I,  leemos textualmente lo siguiente:
“14. El sagrado Concilio pone ante todo su atención en los fieles católicos y enseña, fundado en la Escritura y en la Tradición, que esta Iglesia peregrina es necesaria para la Salvación…por lo cual no podrían salvarse quienes, sabiendo que la Iglesia católica fue instituida por Jesucristo como necesaria, rehusaran entrar o no quisieran permanecer en ella” (4)
Y no cabe la menor de las dudas en cuanto a todo ello, cuando esa misma institución religiosa por medio de sus responsables, asegura que ella es la única iglesia de Cristo:
El día 5 de septiembre de 2000, el cardenal Joseph Ratzinger (el que fuera papa Benedicto XVI), responsable entonces de la llamada “Congregación para la Doctrina de la Fe”, antes llamada la “Santa Inquisición”, publicó la declaración “Dominus Lesus”. En ella reiteró que “la iglesia católica romana es la única verdadera”.
Dicha declaración fue ratificada por el Papa Juan Pablo II “con ciencia cierta y con su autoridad apostólica”, es decir “ex cátedra”, o en otras palabras, con infalibilidad. Dice la “Dominus Lesus” en su artículo 17: “Existe, por lo tanto, una única Iglesia de Cristo, que subsiste en la Iglesia Católica, gobernada por el Sucesor de Pedro y por los Obispos en comunión con él…”. (5) Esto último está transcrito al Catecismo (5b).
Ahora bien, se identifica al “sucesor de Pedro” con el papa romano. Por lo tanto, el católico está obligado a creer que la iglesia de los papas es la única y verdadera iglesia, y que no hay salvación fuera de ella.
¡Es evidente que un católico no puede ser cristiano, si decide seguir siendo católico!
Podríamos rizar el rizo, pero siempre llegaríamos a la misma conclusión: la iglesia de Roma es la más grande de las sectas, ya que ella se auto proclama la única y verdadera iglesia de Cristo. Por lo tanto buscar unidad con ese espécimen constituye el GRAN FRAUDE ECUMÉNICO.

“Bergoglio con diferentes representantes de diferentes religiones…”

“Bergoglio con diferentes representantes de diferentes religiones…”

Billy Graham

“El famoso evangelista y ecuménico Billy Graham, que nunca alentó a los católicos a salir de su iglesia sino todo lo contrario, con su apreciado papa romano”

3. Volviendo a la cuestión ecuménica

En esa conferencia católica/carismática de Indianápolis ´90, asistió nada más y nada menos que el afamado “apóstol” C. Peter Wagner.
Según la web official de la American Presbyterian Church, en su artículo titulado “Fuller Seminary – exhibit A”, C. Peter Wagner, citando a “Foundation, Julio-Agosto 1990”, fue junto a George Kraft – ambos profesores del Fuller Institute, cito,“figuras clave en la Conferencia Católica/Carismática de Indianápolis ´90; sus seminarios reportaron audiencias más numerosas que todos los demás allí” (6)

Peter Wagner

“El “apóstol” y gran ecuménico C. Peter Wagner”
¿Qué estaban haciendo ahí esos supuestos evangélicos?  ¿Qué pretenden esos ministros supuestamente evangélicos, que por serlo, conocen perfectamente acerca de lo que estoy escribiendo aquí, apareciendo como “figuras clave” en una conferencia católica?... Pero hay mucho más que añadir a esto.

El cura fraile Cantalamessa

“El cura fraile Cantalamessa, rodeado de otros curas y de pastores evangélicos”
de vuelta a Roma
“Con la misión de llevar a los cristianos de vuelta a Roma”

Dominionista Marcos Witt

“El dominionista Marcos Witt participando en el acto ecuménico de arriba”

Benny Hinn y Marcos Witt

“Benny Hinn y Marcos Witt”

¿¿¿tan Ciegos Son???

“Cómo se puede confraternizar con ese hombre que dice ser Cristo en la tierra, ¿tan ciegos son?”
¡Pero hay muchos más!
Lo que voy a dar a conocer a continuación es escalofriante. Paso transcribir algunas de las declaraciones de algunos muy conocidos ministros evangélicos acerca de la unidad presuntamente cristiana en relación con el catolicismo romano. Declaraciones todas ellas hechas en un congreso ecuménico-carismático patrocinado por el Comité de Servicio de Renovación Americana en St. Louis, Missouri del 21 al 23 de junio del 2000, y llamado “Celebration Jesus 2000”. Me tomo la libertad de hacer algunos comentarios respectivamente.
Vinson Synan, neo pentecostal, y ecuménico convencido dijo:
“Hay personas en St Louis del cuerpo de Cristo: Católicos, Episcopalianos, Luteranos, Bautistas, Pentecostales, etc…A pesar de nuestras diferencias teológicas, Jesús oró para que pudiéramos ser uno…Dios está derrumbando las barreras para que podamos mostrar al mundo nuestra unidad” (énfasis nuestro)

¿Las diferencias teológicas no son importantes? ¿Es igual lo que cada uno crea con tal de ser “uno”? ¿Cómo se puede ser “uno” no pudiéndolo ser? ¿Fue Cristo “uno” con la doctrina de los fariseos, que eran los creyentes de su tiempo?
La auténtica barrera que Dios derrumbó fue la levantada por el pecado, por enviar a Su Hijo a dar su vida por nosotros. La sola fe en Cristo: ese es el mensaje bíblico, sin añadiduras, como la “Tradición” católica. No nos engañemos.

Vinson Synan

“Vinson Synan, con algunos religiosos”
El obispo Samuel Green, Iglesia de Dios en Cristo, dijo:
“Necesitamos recibir a todos los grupos: Católicos, Episcopalianos, Bautistas. Yo admiro al papaNo estamos reconciliados con Dios a menos que aceptemos a otros sin importar su denominación (énfasis nuestro)
Pero ya sabemos que el catolicismo no es una denominación cristiana; ni siquiera es denominación, ya que se considera único de Cristo... y, ¿Qué cristiano auténtico puede decir: “yo admiro al papa”?
Nancy Kellar, una monja católica entre los evangélicos, advirtió:
“…debemos confesar nuestros pecados por cómo hemos quebrado el cuerpo de Cristo a través de la división”.
¡División!, Sí, aunque más que división, debería ser separación: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?” (2 Co. 6: 14)
El célebre Pat Robertson, de “Christian Broadcasting Network” (CBN), club 700, comentó:
“Necesitamos tener entre nosotros a algunos católicos carismáticos viniendo a nuestras iglesias bautistas para enseñarnos como adorar  (énfasis nuestro)  (7)
¡Lamentable…!

Pat Robertson

“Pat Robertson de CBN”
Así pues, para estas personas presuntamente comprometidas con el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, según hemos leído:
a) El catolicismo es parte del cuerpo de Cristo.
b) Es la voluntad de Dios la unidad de los cristianos con los creyentes en el catolicismo.
c) Dios quiere mostrar al mundo la unidad de los verdaderos creyentes junto con los creyentes en el catolicismo romano.
d) Necesitamos recibir como hermanos en la fe a los profesantes del catolicismo.
e) Quizás también admirar al papa de Roma.
f) Dios no nos perdona a menos que aceptemos la fe católica.
g) Es división que apena a Dios no mezclarse con el catolicismo… y quizás lo más pintoresco de todo,
h) Deberíamos adorar como lo hacen los católicos carismáticos (¿quizás también a María?).
Y digo de nuevo, ¿cómo se puede estar tan ciego?... ¿o no son tan ciegos muchos de ellos?

4. ¿Puede un católico romano ser verdadero cristiano?

Retomamos lo que explicábamos al principio. Para un católico, sea carismático o no, su misma iglesia le prohíbe creer que es salvo en vida, aduciendo que si así hace, incurre en pecado de presunción. Ese sería uno de los peores pecados, porque según esa institución religiosa, se cometería “contra el Espíritu Santo”, y sería: la presunción de salvarse sin merecimientos (8)
El catecismo de la iglesia católica enseña, que si una persona cree tener la seguridad de que irá al cielo cuando muera, comete el pecado de presunción. Leemos del siguiente modo en el citado catecismo:
"Hay dos clases de presunción. O bien el hombre presume de sus capacidades (esperando poder salvarse sin la ayuda de lo alto), o bien presume de la omnipotencia o de la misericordia divinas (esperando obtener su perdón sin conversión y la gloria sin mérito)" (p. 465, #2092). (énfasis nuestro) (9)
Esta declaración conciliar invalida la misma Escritura, donde Dios nos dice que los verdaderos cristianos Por gracia somos salvos, por medio de la fe, y esto no de nosotros, pues es don de Dios, no por obras para que nadie se gloríe” (Ef. 2: 8, 9)
Pero si un católico quiere ser y definirse como católico, está obligado por ley canónica a no declarar que es salvo por la fe (contradiciendo así la misma Escritura, véase: 1 Jn. 5: 13; Ef. 2: 8, 9; Ro. 3: 24; 5: 1; 8: 1, 16; etc. etc.)

Catecismo de la iglesia de Roma

“Portada del Catecismo de la iglesia de Roma”
La católica, una “salvación” aleatoria
Por lo tanto, un católico profesante jamás podrá estar seguro de su salvación, ya que el obtenerla depende no sólo de su fe en Cristo y Su suficiente obra meritoria, sino del cumplimiento de las obligaciones sacramentales, así como de numerosas obras (nadie sabe cuántas) con las cuales deberá meritar. Es decir, ¡Se ha de ganar el cielo!
El Concilio de Trento, en su sesión número seis, concluyó diciendo que las buenas obras personales no sólo nos justificandelante de Dios, sino que son esenciales para la salvación. Así lo afirma el Canon 24 de ese mismo Concilio de Trento. Esto implica que sólo Dios sabe cuantas “buenas obras” hay que hacer y meritar para llegar al cielo, pero el católico regular no lo sabe. El católico romano es un esclavo de su propia creencia; porque es un siervo de su institución.
Nos detenemos a preguntarnos: ¡¿De qué sirve seguir concienzudamente todos los pasos que exige la religión de Roma, si nadie que la practique puede tener la seguridad y certeza de la salvación?! ¿¡No dice la Palabra que la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve!? (Hebreos 11: 1)
Dave Hunt escribe al respecto:
“Para el católico, la salvación no viene mediante recibir a Cristo como Salvador personal, sino que es un extenso proceso que comienza con el bautismo, y de ahí en adelante depende de la relación continua de la persona con la Iglesia. La salvación viene mediante la participación en los sacramentos, penitencias, buenas obras, sufriendo por los pecados personales y los pecados de otros aquí y/o en el purgatorio, indulgencia para reducir el tiempo en el purgatorio, y cantidades casi interminables de misas y rosarios dichos a favor del feligrés aún después de la muerte. El “evangelismo” católico es por obras, la antítesis propiamente dicha de “el evangelio de la gracia de Dios”  (10)
En el catolicismo, el dogma católico se pone por delante del Evangelio de la gracia, y lo esconde de los ojos del católico; esta es la creencia y herencia del católico regular. Dicho con compasión: ¡El católico es un ser infeliz!
¿Purgatorio?
El Concilio de Trento, artífice de toda la oficialidad dogmática romana lo expone con claridad meridiana:
“Si alguien dijera que después de la recepción de la gracia de justificación, la culpa es remitida y la deuda de la pena eterna es borrada de cada pecador arrepentido, que no queda ninguna deuda temporal a ser descargada en este mundo o en el purgatorio antes que las puertas del cielo puedan abrirse, sea anatema” (es decir, maldito o excomulgado) (11)
Para la iglesia católica, la gracia que justifica, contradiciendo lo que enseña la Biblia (véase Ef. 2: 8, 9), no es suficiente. Para esa institución, el fiel deberá meritar, en este mundo, y en el próximo, en lo que llaman el purgatorio:
“Los pecados deben ser expiados; esto puede hacerse en este mundo mediante tristezas, miserias y tribulaciones de esta vida y, sobre todo, mediante la muerte” (12)
En esta declaración dogmática conciliar, vemos que la verdadera expiación, la que logró para todos los hombres Cristo Jesús brilla por su ausencia, y es sustituida por “las tristezas, miserias y tribulaciones de esta vida”. En otras palabras, ¡no sólo es insuficiente el sacrificio inigualable de Cristo para cada hombre, sino que además, cada hombre debe de ser su propio cristo!
Sobre el asunto de la muerte, como lugar de expiación, Roma sigue dice a través del Concilio Vaticano II: “De lo contrario, la expiación debe hacerse en el más allá mediante el fuego y los tormentos o castigos purificadores” (13) es decir, el lugar de la “purga”: El llamado, purgatorio; (lugar inexistente, por otra parte).
Para el católico la sangre de Cristo no es suficiente para purgar sus pecados, es necesario el fuego atormentador, el cual – según esa institución – logra purgar dichos pecados. Es el fuego, y no la sangre de Cristo; ¡terrible blasfemia!

Representación del purgatorio

“Representación del purgatorio, con los justos quemándose ¡Qué horror! ¿Querrá Dios que los que han creído en Su Hijo se quemen por siglos en ese supuesto lugar? ¡Qué falsedad! Pues esto es lo que un católico está obligado a creer”
Acordémonos de las palabras del cura carismático Tom Forrest:
“Como católicos, me encanta esto que voy a decir, tenemos el purgatorio, ¡gracias a Dios! Yo soy una de esas personas que nunca llegarían a ver a Dios sin él”
Forrest está ansioso por pasar por ese lugar de tormento.
¡En modo alguno el catolicismo romano puede ser cristiano; en modo alguno!
Y sin embargo, como venimos diciendo, muchos evangélicos han llegado a creer que esos infelices católicos son hermanos en la fe. Lo siento, pero no lo pueden ser si siguen creyendo esa errada doctrina de los papas, por tanto, poniéndola por encima de la Escritura.
El católico deberá escoger entre la Escritura y la doctrina de los papas. Si escoge lo primero, automáticamente dejará de ser católico.
Una cosa es clara también, cuando los católico-romanos que tienen un corazón para Dios llegan a leer con fe la Biblia, obedeciéndola por encima de los dictados romanistas, encuentran al verdadero Jesús, y dejan de ser católicos para ser cristianos, pertenecientes a la Iglesia Universal de Jesucristo.
Por eso Roma rechaza el concepto de Sola Scriptura, porque sabe que el Libro la denuncia, si se lee con atención.

5. Roma rechaza el concepto de Sola Scriptura (sólo la Biblia)

Esto fue lo que el papa Pío VII, el que en el año 1814 rehabilitara a la Sociedad Jesuita, le escribió al primado de Polonia en el año 1816:
“Es evidente, desde la experiencia, que las Sagradas Escrituras, circulando en lengua vernácula, han producido más daño que beneficio (parafraseando a Trento)...Hemos deliberadamente tomado las medidas oportunas para remediar y abolir esta pestilencia”. (14)
El papa se quejaba de que la Biblia escrita en la lengua nativa o vernácula, había dañado a sus intereses papistas, hasta el punto de tratarla de pestilencia e intentar abolirla.

el Impío Pío VII

“El papa que levantó a los jesuitas: Pío VII”
Que la Biblia pone a la luz la mentira y maldad del catolicismo romano lo sabían los cardenales del papa Julio III, por ello le aconsejaron lo siguiente:
(*) “Hay que abrir bien los ojos y usar toda la fuerza posible en la cues­tión, a saber,  para permitir lo menos posible la lectura del Evangelio especialmente en lengua nativa, en todos los países bajo la jurisdicción. Baste la pequeña parte del Evangelio leída usualmente en la misa, y no se permita que nadie lea más. En cuanto el pueblo esté contento con esa pequeña porción, florecerán los intere­ses de vuestra Santidad, pero cuando el pueblo quiera leer más, sus intereses comen­zarán a fallarLa Biblia es un libro que, más que cualquier otro, ha levantado contra nosotros los alborotos y tempestades, por los cuales casi perecemos. De hecho —escriben los cardenales—, si alguien examina de cerca y compara las en­señanzas de la Biblia, como ocurre en nuestras iglesias, entonces encontrará discordias y comprenderá que nuestra enseñanza es muchas veces diferente a la Biblia y nunca cesará de desafiarnos hasta que todo sea expuesto y entonces nos volveremos objeto de burlas y odios universalesPor tanto, es necesario retirar la Biblia de la vista del pueblo, pero con cuidado, a fin de no causar rebelión” (énfasis nuestro).(15)
(*) Este discurso está contenido en un documento histórico, del tiempo de la Reforma, conservado en la Biblioteca Nacional de París, en la hoja B, nº 1.088, vol. II, págs. 641 -650)
Dese cuenta el lector de que se está tratando aquí: la iglesia de Roma siempre ha sido la primera y tremenda opositora al Libro que pretende haber creado, poseer y defender: la Biblia.

6. Concluyendo

Huelga decir aquí que nosotros los verdaderos cristianos debemos amar a todos los hombres, eso evidentemente incluye a los católicos; no por ser católicos, sino por ser personas, por las cuales Cristo también dio su vida.
Precisamente, por amor, hay que decir la verdad, y mostrar la verdad. No podemos tratar a un católico como a un verdadero hermano en la fe, porque entonces estaríamos pecando (1 Co. 5: 11; 2 Juan 1: 10, 11). Existe un límite al respecto.
Un católico regular, necesita ser salvo, así como un musulmán, un judío, un testigo, un mormón, un ateo, un evangélico nominal, etc. ¡Todo hombre precisa de la salvación, y esta sólo viene por gracia, por medio de la fe en Jesucristo, y sin añadiduras! (Ef. 2: 8, 9)
La solución no vendrá en forzar una unidad a como de lugar, siguiendo el GRAN FRAUDE ECUMÉNICO - camino ineludible a la apostasía - sino en hablar la verdad de la Biblia, y así permitir que el Espíritu Santo redarguya y convenza a todos aquellos a los que amamos, pero que están fuera del Camino, aunque se consideren dentro.
Jesucristo dijo que el Camino es Él mismo, y no una institución religiosa que dice ser la única suya, pero que no lo es, es decir, Roma. Si el católico quiere conocer al verdadero Dios, deberá recibir a Cristo (Jn.1:12), tal y como Cristo así lo estableció, y tal instrucción es la Biblia, sin añadiduras (es decir, la “Tradición conciliar católica”).
¡Sola Gratia!¡Sola Fide! ¡Solus Christus! ¡Sola Scriptura! ¡¡SOLI DEO GLORIA!!
El ya cristiano, deberá compartir el Evangelio a todos, guardándose de toda levadura y contaminación (Mt. 16: 6; 2 Co. 7: 1)
Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. A algunos que dudan, convencedlos. A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne”(Judas 20-23)
Amigo católico, lee esto:
“Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios” (1 Juan 5: 13)
“Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades” (Ap. 18: 4, 5)
SOLI DEO GLORIA
Dios les bendiga. ¡Cristo viene pronto!
© Miguel Rosell, pastor de Centro Rey Jesucristo, Madrid, España.
Julio 2009
Revisado Diciembre 2014
www.centrorey.org
Citas:
1. Flannery, op. Cit. Tomo 1 pág. 412.
2. - "Roman Catholic Double-Talk at Indianapolis '90," Foundation, pp. 14-16, 
3. Dr. Nadir Carreño, cit. por el Ps. Víctor Pino Gamboa en su art. “Hacia una iglesia mundial” http://ceirberea.blogspot.com/
4. (Documentos del Concilio Vaticano II)
http://www.archimadrid.es/princi/princip/otros/docum/magigle/vaticano/vati.htm
5. “Dominus Lesus”; art. 17
5b. Catecismo de la Iglesia Católica (p. 208, #870)
6. American Presbiterian Church http://www.americanpresbyterianchurch.org/fuller_seminary.htm
7. David W. Cloud, Fundamental Baptist Information Service, por Huron.
8. http://www.corazones.org/espiritualidad/espiritu_santo/pecado_contra_es.htm)
9. Catecismo de la Iglesia Católica (p. 465, #2092)
10. Dave Hunt, su libro, “Una mujer cabalga la bestia”
11. Concilio de Trento (Sexta sesión, canon 30, p. 46).
12. Concilio Vaticano II: Los documentos conciliares y postconciliares, ed. Rev. (Costello Publishing, 1988), tomo 1, p. 63).
13. Ibidem.
14. Documento en archivo
15. Biblioteca Nacional de París, en la hoja B, nº 1.088, vol. II, págs. 641 -650


LAS BLASFEMIAS DE DANTE GEBEL, y otras hierbas

LAS BLASFEMIAS DE DANTE GEBEL, y otras hierbas
Estas son palabras literales del falso maestro cristiano Dante Gebel:
“¡Nunca olvides que tenés el ADN de Dios! Tu padre hizo las galaxias. Tu hermano derrotó a la muerte. Moisés partió el mar (hay fe en tu línea sanguínea). El tío David derrotó a Goliat (Llevas valentía en la sangre). Sansón derribó un edificio (hay fuerza sobrenatural en tu sangre). Daniel estuvo con leones y sobrevivió (protección divina corre por tus venas). Nehemías reconstruyó los muros (determinación en tu línea sanguínea). Ester arriesgó su vida (el heroísmo está en tu sangre)” (1)

El ADN según Dante Gebel

Dante Gebel dice que tenemos el ADN de Dios, como si Dios fuera, o tuviera un organismo físico. Dante Gebel hace de Dios una criatura. Eso es blasfemo.
Para empezar parece no tener ni idea de lo que es el ADN. El ADN es un ácido. El ácido desoxirribonucleico, abreviado como ADN, es un ácido nucleico que contiene instrucciones genéticas usadas en el desarrollo y funcionamiento de todos los organismos vivos conocidos y algunos virus, y es responsable de su transmisión hereditaria… ¿Tiene esto algo que ver con Dios mismo, Gebel?
Añade poniendo al cristiano como Hijo de Dios (nótese la “H” de hijo en mayúscula), cuando el cristiano es hijo de Dios, no por naturaleza sino por adopción.
Dice que hay fe en la línea sanguínea… ¿Qué tendrá que ver la sangre con la fe, o la fe con la sangre? Y sigue diciendo que:
Hay valentía, fuerza sobre natural, determinación, heroísmo… en la sangre del cristiano. ¡Qué estupidez!, y de nuevo, qué blasfemia, ya que, en todo caso, el que produce tanto el bien como el querer es Dios por Su Espíritu, y eso no está en la sangre, sino en la misma Persona del Espíritu Santo que habita en el verdadero hijo de Dios.
Por eso toda la gloria es para Dios, y nada de ella para el cristiano.
Dante Gebel, miente, y lo sabe, y ha de saber que engaña a muchos con estas falacias.
Es un nuevo Flautista de Hamelín.
La misma tontería escribía el falso pastor gedociano de multitudes, César Castellanos en su libro “Cambia tu ADN para recibir linaje real”. Se han puesto todos de acuerdo para engañar a cuantos más, mejor.

¿Por qué tantos creen estas mentiras, y otras?

¿Qué por qué muchos creyentes están dispuestos a creer todas estas estupideces, herejías y blasfemias?, pues porque muchos no son renacidos. Esa es la primera de las cuestiones, pero hay más.
Muchos todavía creen la falsedad que “proféticamente” se metió en lo que llamamos iglesia, referente al nuevo y mundial avivamiento que viene (y nunca llega) que hará que las gentes de este planeta se conviertan a Cristo (como si dependiera de la gente la conversión). Al creer semejante mentira postmilenarista/universalista, cualquier cosa que aparentemente tenga éxito y mueva masas deberá ser de Dios; y no se dan cuenta que esto es parte de la apostasía anunciada por el mismo Cristo y sus apóstoles que debería de producirse al final de estos días de la gracia.
Confunden el éxito aparente con la voluntad de Dios.
Recuerdo una vez que un supuesto ministro del evangelio me comentaba diciendo que, era lógico que hubiera conversiones a millones y cientos de millones en estos días, ya que el número de habitantes sobre el planeta es de 7 mil millones de personas. Desde su visión arminiana, ese varón pensaba que la salvación está en la decisión del individuo.
Como que Dios ha tenido que hacer crecer la población mundial para de ese modo tener más gente en el cielo, como que Dios poco puede hacer en cuanto a la “decisión” de creer en Jesucristo; así pues, las posibilidades de “llenar el cielo” son mayores, cuanto más humanos haya sobre la tierra. Estupidez.
Ese varón parecía olvidar que en el momento más álgido de crecimiento de la población de antes del Diluvio, fue entonces cuando este vino, y mató a todos, excepto sólo ocho personas.
Nuestro concepto humano de lo que es el éxito, poco, o nada tiene que ver con el concepto de Dios. Ahora mismo hay megaiglesias, como nunca las hubo en la historia, pero que enseñan, no el evangelio, sino un falso evangelio, acomodado al uso de las gentes. Ni siquiera muchas de las iglesias numéricamente escasas se libran de tamaña plaga. Sólo unas pocas, comparativamente hablando son verdaderas iglesias de Cristo.
Esa es la realidad.
No son estos tiempos de gloria, sino tiempos peligrosos, donde sólo la Luz de Dios alumbra, jamás la del hombre.
SOLI DEO GLORIA
Nota:
  1. http://www.cristianosenserio.com.ar/2011/09/las-mejores-frases-de-dante-gebel.html?showComment=1396364036900#c2813759721886219853

ESOS FALSOS MAESTROS QUE JAMÁS FUERON SALVOS

(2 Pedro 2: 1) “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina”

ESOS FALSOS MAESTROS QUE JAMÁS FUERON SALVOS

Introducción

Realmente imponen estos falsos maestros de la actualidad, pues tienen una apariencia , en principio, contraria a su realidad de falsedad. Son sumamente carismáticos, y por tanto, son muy convincentes en sus maneras y en su acercarse al gran público evangélico profesante.
Tienen un don natural para trasmitir su mensaje cautivador; una osadía nata, bañada de esquelética piedad, barnizada ésta solamente con simple colorante. Un poco de color y nada más.
Con razón el Señor insistió en que los creyentes debíamos ser prudentes como serpientes, ya que a nuestro alrededor se iban a levantar feroces lobos disfrazados de tiernos corderitos.
Lo lamentable, es que muchos, muchos, todavía no han aprendido esta lección tan básica, y todavía se quedan embelesados cuando aparece en el escenario religioso ese hombre o esa mujer, vestido casi a la perfección, de amplia sonrisa “Signal”, con o sin Biblia en la mano, pero que sin ningún reparo ni temor de Dios, se le llena la boca con el “en el nombre de Jesús”, vocalizándolo a diestra y siniestra.
Los pobres ingenuos son cautivados porque, ¿cómo pueden ser engañadores estos que hablan de Dios y de Jesucristo, y no les cae un rayo que les parta? Así discurren…
Pero éstos, son falsos hombres y mujeres de Dios, falsos profetas, hijos del Falso Profeta (Ap. 13: 11ss), que jamás, jamás fueron salvos, porque a modo de nuevos Balaam, engañan por codicia a todos aquellos que se prestan a ese juego religioso-malabar.
Estudiemos seguidamente y sin más preámbulos esta sección de la segunda epístola de Pedro con todo detalle, el por qué jamás fueron siquiera salvos.
“Saben llenar estadios enteros estos falsos maestros, porque saben cautivar a muchos con sus mensajes de falso evangelio”“Saben tocar la fibra sensible místico-religiosa de muchos, y sacar un buen provecho de ello. Aquí vemos la “cruz del G12”, y a esos desvalidos espirituales agarrándola como si fuera un dios”
“Saben llenar estadios enteros estos falsos maestros, porque saben cautivar a muchos con sus mensajes de falso evangelio”“Saben tocar la fibra sensible místico-religiosa de muchos, y sacar un buen provecho de ello. Aquí vemos la “cruz del G12”, y a esos desvalidos espirituales agarrándola como si fuera un dios”

1. Compró vs. Rescató

El apóstol Pedro dice que esos falsos maestros aludidos que engañan al pueblo de Dios, niegan al Señor - lo cual significa, que no le niegan necesariamente de boca, pero sí niegan la verdad de Dios en algún punto o en muchos. También dice que “los rescató”.
¿Significa esto que estos hombres malvados, que se aprovechan de la fe ingenua de los creyentes para hacer mercadeo de ellos (2 Pr. 2: 3) en algún momento en sus vidas nacieron de nuevo, para luego perder la salvación? No, no dice eso. La salvación, si es, es.
La traducción de la Reina Valera aquí no es la mejor para el término agorazo¸ en Griego, que mejor traducido es: compró.
“y aún negarán al Señor (Despotes) que los compró…”:
La palabra que se traduce por Señor aquí es “Despotes”, y literalmente significa: Dueño, Amo. La implicación entonces, es la de posesión. Todos los hombres sobre la tierra son posesión de Dios, son posesión del Señor, como Dueño y Amo. Ese es uno de los sentidos. Hay más.
Pedro está diciéndonos aquí que esos hombres que supuestamente enseñaban la verdad de Cristo, pero que hacían lo contrario, habían sido comprados por el Amo (Despotes).
Eso no significa que eran salvos, o que alguna vez lo habían sido, sino que le pertenecían a Él. Tal caso lo vemos versículos más adelante cuando el mismo Pedro nos habla de Balaam, claro exponente de lo que es un falso profeta.

“Balaam fue el padre de todos los nuevos falsos profetas de la prosperidad, los cuales introducen encubiertamente herejías destructoras"

“Balaam fue el padre de todos los nuevos falsos profetas de la prosperidad, los cuales introducen encubiertamente herejías destructoras, y por avaricia hacen mercadería con los creyentes profesantes con palabras fingidas”

“El fin de ellos es sin duda el lago que arde con fuego y azufre”

“El fin de ellos es sin duda el lago que arde con fuego y azufre”
Balaam le pertenecía a Dios, pero jamás fue salvo. Dios usó a Balaam como también usó a Faraón, para Sus propósitos. Veámoslo:
“Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra” (Romanos 9: 17)
De Dios son todo los hombres, y tiene misericordia de quien quiere tener misericordia, y a quien quiere endurecer, endurece (Romanos 9: 18).
Ese “comprar” tiene también otro sentido. Cristo pagó el precio por los pecados de todos los hombres al dar su vida y sangre en la cruz del calvario (2 Corintios 5: 19). Es cierto que sólo los que ponen su fe en el Salvador tienen el beneficio de la salvación, pero el precio de la compra incluye también a los que no se salvan.
El precio se pagó por estos últimos, pero ellos no quisieron salir de su esclavitud (en lo que per toca al hombre).
Por lo tanto, Pedro usa aquí al decir que “los compró” un tipo de analogía, más que un argumento doctrinal o teológico. Esa analogía o ejemplo, es el de un amo que tiene dominio sobre sus posesiones y personas, tipo clásico en la antigüedad. Escribe al respecto en Matthew Henry:
“El vocablo “despótes”, “amo, dueño”, se aplica, tanto en el griego clásico como en el bíblico al señor que tenía esclavos”.
El dueño o señor compraba los esclavos, y éstos debían obedecerle sin rechistar por encima de sus voluntades. Este es el sentido.
El verbo que Pedro usa para “comprar”, como vengo diciendo, es “agorasanta” (está en participio aoristo), y significaba para aquella comunidad del tiempo de Pedro, “comprar en la plaza del mercado”, donde además de alimentos se compraban y vendían esclavos.
Los esclavos, la mayoría odiaban a sus dueños, pero debían obedecerles por fuerza. Ese es el sentido.
Ningún comentarista bíblico serio admite que estos falsos maestros aludidos por Pedro (cuáles los hay hoy en día a mansalva) hubieran en algún momento nacido de nuevo.
Pedro enfatiza en esta descripción bíblica que hemos leído arriba, el carácter sumamente siniestro y pervertido de los falsos maestros que declaran a Cristo de labios para afuera, pero niegan de hecho, y desde sus mismos corazones Su Señorío sobre ellos mismos, y de hecho, sobre los demás. Apartémonos de ellos (Romanos 16: 17, 18).
Huyamos de lo aparente, para centrarnos en lo verdadero. Huyamos del espíritu idolátrico de esos pequeños avatares pseudo evangélicos de turno.
Dios les bendiga.
© Miguel Rosell Carrillo, pastor de Centro Rey, Madrid, España.
Septiembre 2011
www.centrorey.org

FIN

 

LOS FALSOS PROFETAS, Y LAS FALSAS COBERTURAS APOSTÓLICAS

 Cristo dijo: “Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el cristo [el ungido]; y a muchos engañarán…Porque se levantarán falsos cristos (ungidos), y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos” (Mt. 24: 4, 5; 24)

LOS FALSOS PROFETAS, Y LAS FALSAS COBERTURAS APOSTÓLICAS

Índice del Tema

1. Los falsos nuevos profetas

Según el Diccionario Bíblico, los falsos profetas, además de los que hablan en nombre de un dios falso (Dt. 18: 20; 1 R. 18: 19; Jer. 2: 8; 23: 13), son los que engañan invocando el nombre de Jehová (Jer. 23: 16-32).
Estos últimos son de tres clases: 
(I) Impostores, conscientes de su engaño; seducidos por su deseo de ser objeto de la consideración dada a los verdaderos profetas, y que son populares a causa de sus palabras que muchos gustan oír (1 R. 22: 5-28; Ez. 13: 17, 19; Mi. 3: 11; Zac. 13: 4)
(II) También entre ellos, están todos aquellos que son de hecho satanistas o similares que han entrado encubiertamente en la iglesias y en sus organizaciones y ministerios. Están perfectamente organizados piramidalmente, ocupando muchos lugares de preeminencia ministerial, sobretodo en el neopentecostalismo actual. Nadie puede darse cuenta de lo que en realidad son, a no ser que el Espíritu Santo los delate. Tienen a su disposición miles de demonios especializados en hacerles ver ante los demás como verdaderos siervos y siervas de Dios.
(III) Personas sinceras e incluso piadosas, fundándose en ocasiones sobre la Ley, pero persuadiéndose a sí mismas de haber sido llamadas por Dios al ministerio profético, cuando no es así. A pesar de su sinceridad, son falsos guías.
Bien, tal como ocurrió en el Antiguo Testamento, está ocurriendo hoy en día. En estos tiempos, no obstante, abundan más que nunca los falsos profetas.
Sea que sean conscientes, o no, siempre serán usados por el enemigo contra la iglesia.
Pensemos, que el pretender recibir nuevos mensajes de Dios, nos llevará a darle más valor a los mismos y dejar la Biblia en un segundo plano, y este es un gran peligro que se corre, sobretodo cuando se adjudica a los profetas y profetisas, o pretendientes a serlo, un peso superior al que deberían, según enseñan las Escrituras.
“Nuevos apóstoles” y “nuevos profetas” yendo de la mano
Para aquellos que creen y enseñan acerca de los “nuevos apóstoles y profetas”, dicen que ambos tienen que trabajar de la mano. Según ellos, los profetas son los que buscan de Dios la nueva revelación, la cual pasan a los apóstoles que la supervisan, modelan, ordenan, estructuran, y le dan forma de doctrina.
Una vez conseguido ese proceso, lo dan a conocer como dogma a todos los pastores o ancianos que tienen bajo su supervisión, esperando que estos lo enseñen a sus congregaciones como Palabra de Dios.
Ese es el método que la iglesia católica romana ha empleado desde que existe como tal a través de sus concilios y las declaraciones ex cátedra de sus “infalibles” papas. ¿Qué diferencia habría entonces? Ninguna de hecho.
Esta actuación contradice directamente lo enseñado por la misma Biblia, cuando se refiere a todos los creyentes como tenedores de la unción del Santo, y no ignorantes de todas las cosas, ni de la verdad (1 Juan 2: 20, 21), o cuando se nos asegura que todos los creyentes somos sacerdotes pertenecientes al sacerdocio real y universal (1 Pedro 2: 9)
¡Un gran problema tenemos cuando se levantan “ungidos e infalibles” instructores de carne hueso que pretenden darnos nueva revelación!
Lo nuevo, lo novedoso… ¿lo bueno?
En el sentido que venimos argumentando, John Eckhardt, defensor del nuevo mover apostólico como lo llaman, claramente y sin ambages asegura acerca de esos nuevos apóstoles, diciendo: “Ellos son a menudo los primeros en predicar ciertas revelaciones que Dios está dando a conocer a la Iglesia…Un apóstol puede venir y establecer nueva revelación” (1) (2) Ciertamente, lo declarado por Eckhardt contradice abiertamente la misma Palabra, ya que no se puede “establecer nueva revelación”.
Claramente la Biblia nos advierte que no se puede quitar de la misma, ni añadir a la misma (Deut 4: 2; 12: 32; Prov. 30: 5, 6; Ap. 22: 19). Si así se hace, necesariamente esa nueva revelación no vendrá del Espíritu Santo, y si no viene de Él, entonces es doctrina de demonios (1 Ti. 4: 1).
Lo que enseñan como verdad de Dios muchos de esos maestros, no deja de ser un idilio con el engaño expresado en su momento por el mismo diablo en el jardín del Edén, prometiendo a la humanidad dominio sobre la vida (Gn. 3: 4), y conocimiento sin límites (Gn. 3: 5).
Entre otras herejías, estos hombres enseñan que la Iglesia, organizada bajo un Gobierno autocrático piramidal, va a dominar el mundo entero, llamándole a eso la “dispensación del reino”, pasandode la dispensación de la iglesia mortal, a la de la iglesia inmortal.” (3) y con un conocimiento (o revelación) constante y en aumento, eso sí, a través de algunos escogidos de entre todos los cristianos, a los que se les llama ungidos (ver Mt. 24: 24)
En realidad, estos hombres que dicen ser arquitectos de un nuevo paradigma, los cuales han prometido un río, en realidad han vendido a la Iglesia un pozo seco (4)

“Falso apóstol John Eckhardt”

“Falso apóstol John Eckhardt”
Adornando el pastel 
Estos nuevos profetas y profetisas, así como sus aprendices de turno, para dar a conocer e impactar con sus mensajes, utilizan un lenguaje muy saturado de expresiones grandilocuentes y de amplio barniz escritural. Siempre, invariablemente y sin dudar, antes de dar su profecía, dicen: “¡Así dice el Señor!” o, “¡El Señor te dice!”. Eso produce en el oyente un efecto poderoso. Si lo que va a decir el profeta o la profetisa es la palabra de Dios, entonces habrá que prestar atención para obedecer…Esto, al oyente temeroso de Dios, le quita la libertad de escoger, casi le obliga a aceptar el mensaje sin más.
Luego vienen las supuestas profecías, que suelen ser así: “Así dice el Señor: Te he llamado a ser un líder en mi ejército y llevar a mi pueblo a un nuevo nivel; toma tu autoridad y decláralo al mundo espiritual” U otro ejemplo: “Te he llamado en esta hora para que no retrocedas sino que avances en una nueva dimensión espiritual; a tus palabras le seguirán señales y milagros, porque yo estoy ungiendo en este día tu ministerio con un nuevo poder creativo y la autoridad que viene de mi trono…etc. etc.” Antes de avanzar con esta argumentación, cabe decir que hoy en día el profetizar continúa tal y como el apóstol Pablo enseñó a los Corintios (1 Co. 14: 1-3), y nada ha cambiado en este sentido, pero no estamos hablando de esto, sino de lo burdo espiritual como lo mencionado justo arriba.
Estamos advirtiendo acerca de los falsos profetas que profetizan “lo bueno”, y “lo nuevo” utilizando siempre expresiones impresionantes que suenan a gloria, pero que están muy carentes de la verdad y realidad de Dios. Por eso nos va a ser muy necesario aprender a discernir.
Demos ejemplo: Cualquier profeta o profetisa que exalte todo posicionamiento dominionista, acerca de nuestra autoridad aquí en la tierra para levantar el Reino y reinar en este tiempo sin estar Cristo presente, o por el estilo, es un falso profeta o profetisa.
Cualquier profeta y profetisa que exalte el ego de la persona a la que se dirige la profecía; diciéndole que va a tener una unción mayor que todos, que va a hacer grandes milagros, más que la mayoría, que va a conquistar las naciones y ser profeta a las naciones, etc. etc. es un falso profeta o profetisa o actúa como tal.
Recuerdo los mensajes de una afamada profetisa norteamericana que venía muy a menudo a España. Profetizaba a todos los presentes en un congreso cosas así: “Así dice el Señor: El avivamiento llegará en el año 2003 a España” (el año 2003 llegó, y pasó, y no ocurrió nada). Curiosamente, el mismo mensaje lo dio Benny Hinn cuando vino a Barcelona hace ya varios años.
La profetisa en cuestión dijo en una ocasión en un congreso en Madrid, España hace algunos años: “Pastores y líderes, no se preocupen, porque dice el Señor, dice, que el dinero viene, ¡viene! Y viene de Alemania, para que compren sus templos y no tengan ya que alquilarlos”. Jamás ocurrió tal cosa.
A todos sin excepción les predicaba “lo bueno”, y en aquella ocasión, a los gitanos españoles cristianos, que estaban allí, muchos en número, les dijo de parte del Señor que se prepararan porque el Señor les mandaba ir al Medio Oriente, (5) a ¡¡Irak, a predicar el Evangelio, justo durante la guerra en su mayor apogeo!!  
Ese tipo de profecía, tan común en los círculos dominionistas/neo-reformistas, se parece tanto a lo expresado por el profeta Jeremías, cuando de parte de Dios exclamó: “…desde el profeta hasta el sacerdote todos hacen engaño. Y curaron la herida de la hija de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz” (Jeremías 8: 10, 11)
Quieren complacer a muchos, cuando estos buscan que se les profeticen “lo bueno” y no lo correcto: “No nos profeticéis lo recto, decidnos cosas halagüeñas, profetizad mentiras” (Isaías 30: 10) No en vano la Palabra nos insta a examinarlo todo, que significa, ponerlo a prueba, y sólo retener lo bueno (1 Ts: 5: 21)

“La dominionista Cindy Jacobs”

“La dominionista Cindy Jacobs”

2. Cuidado con las falsas “coberturas”

No obstante, la seguridad y convicción con la que actúan tras los púlpitos y sobre las plataformas multitudinarias no deja de asombrarnos. Son capaces de llamar nuestra atención, y convencernos de que necesitamos su ministerio, que sin él, nos quedamos extremadamente cojos, y por supuesto, ¡sin cobertura!
Por cierto, la palabra cobertura no he podido encontrarla en la Biblia. Un muy amigo mío, pastor de una pequeña, pero espiritualmente poderosa congregación, había estado por algunos años bajo la “cobertura” de un supuesto apóstol; y digosupuesto apóstol, porque ese varón no fundó la iglesia de mi amigo. En un momento dado, mi amigo, que en aquel entonces todavía creía en el supuesto ministerio de esos apóstoles busca-iglesias, le pidió que supervisara su congregación.
Pasaron algunos años, y mi amigo aprendió, maduró, y llegó a sus conclusiones. Decidió, por tanto, junto con su presbiterio, que había llegado el momento de avanzar en otra dirección que la propuesta por su “apóstol”. Se lo comunicó, y… ¡cual sería su sorpresa cuando ese varón “apóstol” no aceptaba su decisión, sino que por tiempo estuvo porfiando con él, hasta que, acabados sus recursos dialécticos, casi metiéndole miedo en el cuerpo, por cuanto iba a perder “su cobertura” sobre la iglesia de mi amigo, finalmente tuvo que asumir, aunque a regañadientes, la decisión de mi amigo junto con el resto de los ancianos!
La bandera de la “cobertura” fue la que hizo ondear con más fuerza ese varón contra mi amigo. Ese tiempo, fue terrible, porque él deseaba hacer la voluntad de Dios, y esa es la razón por la cual tuvo que enfrentarse a ese hombre, habiendo querido evitar todo tipo de polémica, pero no siendo eso posible. 
Nunca se sale en paz cuando se renuncia a ese tipo de “apóstol”.
La Palabra nos insta a estar en una iglesia local y no dejar de congregarnos, (He. 10: 25), en ese contexto, el creyente está bajo el cuidado y protección del Espíritu Santo, porque está cumpliendo con el requisito escritural. Cada congregación madura y establecida, es soberana (Ap. 2 y 3); es guiada por el Espíritu Santo, y el Señor la protege y cuida. Por eso digo, ¡cuidado con las coberturas! Porque la mayoría de las veces, no son tales coberturas, sino ataduras.
La excepción es la de esos verdaderos enviados que predican el Evangelio allí donde son enviados, se convierte gente, y se empieza una congregación. Evidentemente, en los primeros años de andadura como iglesia local, la verdadera y eficaz cobertura, no sólo de ese misionero, sino de la iglesia que le envía, será más que útil y deseable.

“Falso apóstol Guillermo Maldonado, haciendo el gesto que ustedes pueden ver”

Falso apóstol Guillermo Maldonado, haciendo el gesto que ustedes pueden ver”
Entrometiéndose
Pero el asunto va mucho más lejos que el de la simple cobertura. El asunto es un asunto de acción y de verdadera intromisión en la labor de las iglesias locales. No obstante, estos hombres están convencidos de su llamamiento divino en este sentido: “Un nuevo gobierno sacerdotal está siendo establecido que sólo puede ser comparado con el que existe en la jerarquía de la iglesia católica romana a lo largo de la historia. Son llamados los “ungidos”, “apóstoles y profetas” y la Iglesia debe oírles, permitirles que ministren, y dejarles sanar y cumplir con la comisión de ella. Sin ellos, no podremos completar nuestra comisión para Jesús; así enseñan” (6)
Este nuevo movimiento apostólico/profético está dirigido a promocionar todo lo que de control e imposición había en el movimiento llamado en inglés discipleship/shepherding (*)bajo el título y excusa del crecimiento numérico eclesial. Así pues, el deseo y ambición de crecimiento es uno de los motores que impulsan a muchos a creer casi cualquier cosa con tal de obtener resultados, siguiendo de hecho la pauta maquiavélica de que el fin justifica los medios.
(* Discipleship/shepherding fue – y sigue siendo – una manera de entender el discipulado, expresado en un gran control e imposición sobre el individuo, teniendo éste que dar cuentas a su líder absolutamente de todo relacionado con su vida. La libertad del individuo, ya no era más)

“Discipleship/shepherding: sometimiento y rendición de la voluntad; filosofía jesuita”

“Discipleship/shepherding: sometimiento y rendición de la voluntad; filosofía jesuita”
Imprescindibles hombres
Acerca de estos profetas modernos, dice Bill Hamon: “El ministerio de ellos será aclarado e irá en aumento hasta que toda la verdadera Iglesia presente en el mundo les reconozca como que son ordenados por Dios y son dones de Dios para la Iglesia” (7)
¡Realmente, han entrado pisando fuerte! Así pues, se pretende que toda la Iglesia de Jesucristo siga las instrucciones y revelaciones pretendidamente de Dios; sus palabras han de ser la guía que las iglesias deben seguir. Lamentablemente, esto está ya ocurriendo. Muchos maestros y pastores de congregaciones comunes y corrientes, todos bien intencionados y amantes del Señor, no se aperciben de que enseñan, entre otras, cosas de una gran trascendencia extra y anti bíblica, aprendidas de esos hombres y mujeres, quizás porque las han oído de ellos mismos, de otros pastores, o en la “TV cristiana”, o en la “radio cristiana”, en ciertas publicaciones, en congresos de “avivamiento” o “proféticos”, por internet, etc. etc. Han sido impactados por las palabras y el espíritu de ellos, aun y sin percatarse.
Se enseñan conceptos o doctrinas que no se encuentran reflejadas en la Escritura, y se les da mayor importancia que la Escritura en sí, a muchas de ellas. Un ejemplo de esto último, entre los numerosos mensajes hoy en día, sería justamente el levantamiento y justificación de ese mover presuntamente apostólico profético del que estamos hablando.
Pensemos que cualquier revelación extrabíblica, según sea el contenido de la misma, niega la suficiencia de la Biblia (Jn. 8: 31, 32; 2 Ti. 3: 16, 17; 2 Pr. 1: 3) Pero como apuntaba Hamon, “ese nuevo conocimiento revelado a esos profetas, propio de las “cosas nuevas” que Dios está haciendo en estos últimos días, nos será necesario”.
Según se nos dice, no podemos llegar a estar completos y equipados para toda buena obra solamente con la revelación de la Biblia. Para afrontar los nuevos desafíos que vienen sobre el mundo y la Iglesia, vamos a necesitar a esos profetas y apóstoles ungidos para que nos dirijan, y de ese modo poder obtener ese esperado “avivamiento mundial”, y consecuentemente poder “conquistar y dominar las naciones para Cristo”. Así dicen, y aseguran… ¡pero no les creemos! Mienten.

“Falso apóstol Bill Hamon”

“Falso apóstol Bill Hamon”
¿Orden divino?
Sigue diciendo Hamon al respecto: “La total restauración de los apóstoles y los profetas en la Iglesia, traerá el orden divino, unidad, pureza y madurez al encarnado (*) cuerpo de Cristo” (8). Prestemos atención a ese “orden divino”.
John Eckhardt, también habla sobre ese “orden divino”: “Todo lo que pido es que permanezcamos abiertos a escuchar de parte de Dios lo que tiene que ver con cómo encajar en el orden divino (9) Esta es una expresión que se oye muy a menudo de parte de estos hombres y mujeres.
(*) Nótese que ese “encarnado”, es decir, hecho carne, cuerpo de Cristo, al que heréticamente se refiere Hamon, no es sino la falsa creencia de que Cristo está “encarnado” o “corporizado” en la Iglesia, sobretodo a través de los “ungidos”.
Pero ese presunto orden divino no es más que el “Nuevo Orden” que en esencia es tan viejo como el mensaje de la serpiente del Génesis, y que pretende transportar a la Iglesia de Jesucristo, engañándola, a los pies de la Bestia Anticristo, a través de su Falso Profeta (Ap. 13); insisto: pretenden, sólo pretenden, pues su fracaso final será estrepitoso, ya que poderoso es Dios para salvaguardar a los Suyos.

Concluyendo

Todavía se habla de “avivamiento mundial”, y lo que ocurre, es que contrariamente, una mayoría de creyentes profesantes ni siquiera lee la Biblia, y consecuentemente, no la conoce. Creen que “avivamiento” es ver a muchos en muchos Congresos y Conferencias;  mucho emocionalismo; y mucha música… Pero sólo es parafernalia, poco más.
El pastor y el maestro tienen la responsabilidad ante Dios de enseñar la sana doctrina desde el púlpito, pero el oyente tiene exactamente la misma responsabilidad ante Dios en cuanto a cerciorarse de que esa enseñanza es como deba ser, para ser aceptada y creída, o si no, desechada, pero… ¿cómo lo harán, si no leen ni conocen suficientemente la Biblia?
SOLI DEO GLORIA
© Miguel Rosell Carrillo, Pastor de Centro Rey, Madrid, España
www.centrorey.org
Octubre 2013
Citas:

1. John Eckhardt; “Moving in the Apostolic”, pp. 45
2. Ibid. pág. 56.
3. Trascripción del Dr. Bill Hamon titulado “Batalla de las Novias”, Nov. 1997; del artículo de Ervin de León, “El Movimiento apostólico y profético, ¿mito o realidad?”.
4. Welcome to the New Prophets; Let Us Reason Ministries.
5. Cindy Jacobs; Congreso Kairos, Madrid 2002.
6. Welcome to the New Prophets; Let Us Reason Ministries.
7. Bill Hamon; Prophets and Personal Prophecy God´s Prophetic Voice Today, p. 53.
8. Ibid.
9. John Eckhardt; Moving in the Apostolic, p. 25.

LA FALSA IGLESIA QUE SURGIÓ DEL HADES

¿Una iglesia que emergió del Hades? Sí, de eso estaremos hablando, y esa organización, es la contraposición de lo dicho por Jesús, cuando dijo: “Yo edifico Mi Iglesia y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”
Ciertamente, las puertas del Hades no han podido, ni podrán contra la Iglesia de Cristo, pero el diablo ha sido muy hábil y sutil en levantar desde el Hades su versión particular de la iglesia, con el fin de engañar a muchos, aunque esto ya fue profetizado también en la Escritura.

LA FALSA IGLESIA QUE SURGIÓ DEL HADES

Pero vayamos por partes.
“Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha” (Efesios 5:25-27)
Uno lee las enseñanzas y vida de los apóstoles de Cristo, y la vida del mismo Cristo, y luego mira la conducta y doctrina y tantas otras cosas de la iglesia de Roma, y… es que no tienen nada que ver, del todo, nada que ver. Y nos preguntamos por qué. ¿Qué pasó?

La Iglesia de Jesucristo, empieza en Hechos 2, bajo el Vicariato del Espíritu Santo, continúa a lo largo de la vida de los apóstoles, y sigue después de ellos. En lo visible, sabemos acerca de los ministros de Cristo post apostólicos, de las comunidades de cristianos a lo largo y ancho del imperio romano, de las persecuciones a muerte que sufrieron aquellos valientes hijos de Dios, y, llega a un punto el asunto, cuando parece que el mundo se hace amigo de la iglesia visible. Ese mundo que antes la odiaba, ahora ocurre todo lo contrario, la adora (s. V en adelante)
Vemos con claridad que a partir de Constantino, y sobre todo de Teodosio I en el 380, el cambio es brutal en esa iglesia, paso a paso, poco a poco, se va convirtiendo más y más en una organización jerarquizada, pagana e idolátrica, que más y más va dando culto a la figura de un hombre.
Al entonces llamado obispo de Roma, se le da (y él acepta gustoso) el ignominioso título de Pontifex Maximus, añadiendo más títulos espiritualmente indecorosos a su persona conforme el tiempo va pasando. En plena Edad Media, ese hombre se hace llamar “vicario de Cristo”, arrebatándole el papel del Espíritu Santo, y así en adelante. Cuando el mundo reconoció el “cristianismo”, y quiso profesarlo, ese cristianismo se pervirtió hasta límites insospechados. Esa jamás fue la Iglesia de nuestro Señor Jesucristo. Los paganos e idólatras entraron a mansalva en los templos, y su paganismo e idolatría, con ellos.
Y sin embargo, de forma tan explícita, la Palabra de Dios nos dice que no hay comunión entre Cristo Belial.
Alguien me dirá, ¿entonces Cristo mintió o falló cuando dijo que las puertas del Hades no iban a prevalecer contra ella? Obviamente no. La verdadera Iglesia, aquella que principia en la declaración crística de: “donde haya dos o tres reunidos en Mi Nombre, Yo estaré en medio de ellos” es y será, así como fue. Lo que ocurre es que los hombres nos dejamos impresionar demasiado por lo que ven nuestros ojos, y juzgamos según la apariencia. Muchos todavía siguen engañados, pretendiendo ver una continuidad en la iglesia (papal) visible, a pesar de lo atroz que es; que no da esperanza, que no hay salvación en ella.
No han entendido que el Señor ha edificado siempre en términos espirituales la Iglesia, jamás en términos naturales, visibles, en cuanto a jerarquía de hombres. No han entendido que la Iglesia es la compuesta por personas que son hermanos, porque son de Cristo, los santos, como por ejemplo, los que estaban en Éfeso, o Corinto, o Roma, o Colosas, o Tesalónica, o Jerusalén, o Filipos, o Antioquía, etc. algunos de los cuales recibieron epístolas o cartas de los benditos apóstoles. Estos hermanos, los del Camino, han existido siempre, aunque por siglos debían esconderse de la Ramera…
Nada tiene que ver la santa, pura y verdadera Iglesia de Jesucristo con la teatral, fastuosa, riquísima,  seductora,  tenaz, Roma religiosa, la cual fue visiblemente constatable a partir de Constantino.
Esta última, es la falsa iglesia que surgió del Hades.
SOLI DEO GLORIA
Dios les bendiga
© Miguel Rosell Carrillo, pastor de Centro Rey, Madrid, España.
Noviembre 2014
www.centrorey.org

¿DE QUÉ MANERA SURGIÓ LO QUE CONOCEMOS COMO CATOLICISMO ROMANO?


El catolicismo romano, como lo conocemos hoy, arranca, no del siglo I, como pretende  hacernos creer Roma, sino a partir del Edicto de Milán del año 313 d.C. (*)
(*) “El Edicto de Milán (en latín, Edictum Mediolanense), conocido también como “La tolerancia del cristianismo”, fue promulgado en Milán en el año 313, por el cual se establecía la libertad de religión en el Imperio romano, dando fin a las persecuciones dirigidas por las autoridades contra ciertos grupos religiosos, particularmente los cristianos. El edicto fue firmado por Constantino I el Grande y Licinio, dirigentes de los imperios romanos de Occidente y Oriente, respectivamente”.
El edicto de tolerancia, como decimos fue promulgado en el 313 d.C., pero fue bajo el emperador Teodosio en el año 380 d.C. que la religión del Imperio vino a ser el denominado cristianismo, ya muy tocado por la influencia nefasta del paganismo, puesto que la pureza de las verdaderas conversiones, se dejaba de lado, con tal de llenar los templos.
Veamos con cierto detalle el proceso.
El cristianismo no se convirtió en la religión oficial en tiempos de Constantino, pero vino a ser la religión popular, la religión del momento, pues era la que “profesaba” el emperador (aunque no fue bautizado sino hasta a punto de morir, algunos dicen que ya era un cadáver).
Siendo, vox populi, cristiano el emperador, eso fue considerado un gran triunfo del cristianismo, y en eso muchos fueron engañados y seducidos.
El cristianismo fue convirtiéndose en un ritual ceremonial, y poco más, alejándose de la verdadera espiritualidad y sencillez del Evangelio.
Las gentes en masa y en desconcierto, eran bautizadas en agua solamente, y de ese modo, los impíos y paganos se “convirtieron” en cristianos, sin serlo, y por supuesto, las costumbres y prácticas paganas fueron añadiéndose al culto cristiano. Esa práctica continuó sin freno con el catolicismo romano que conocemos.
Ya con Constantino, el emperador colmó de privilegios a los cristianos y elevó a muchos obispos a puestos relevantes, confiándoles, en ocasiones, tareas más propias de funcionarios civiles que de pastores de la Iglesia de Cristo. El contubernio estaba servido.
A cambio, Constantino no cesó de entrometerse en las cuestiones de la Iglesia, diciendo de sí mismo que era “el obispo de los de afuera” de la Iglesia. Las nefastas consecuencias de esta falaz alianza pasaron desapercibidas por todos aquellos que amaban más el mundo que el Cielo. Siendo de ese modo, muchos cristianos huyeron con sus familias a las montañas, de ahí el surgimiento del movimiento Valdense, y otros que seguramente desconocemos. “…cuando se levantan los impíos, tienen queesconderse los hombres” (Prov.28:12)
En el tiempo de Teodosio, el obispo de Roma de aquel entonces, era Dámaso I (366-384). Dámaso reclamó la colaboración del Estado para imponer decisiones eclesiásticas. Eso le encantó al emperador Teodosio.
En el año 380 d.C. selló la alianza con un decreto que exigía a todos los súbditos del Imperio que aceptaran “La religión de Pedro”, de la cual, decía, eran depositarios el obispo romano Dámaso de Roma y Pedro de Alejandría, obispo de aquella ciudad.
Este decreto, y atención a esto, ha sido calificado como “la Escritura Notarial Clásica de la Iglesia Estatal Católica”. Con ello, Dámaso, crea el concepto de “Sede Apostólica” o “Santa Sede”, y en esa línea ya se va perfilando la afirmación de la identidad del papa romano con Pedro, cosa que jamás había existido anteriormente.
La iglesia visible ya era un poder político-religioso de enorme influencia en las almas de miles de ciudadanos del Imperio Romano. Los emperadores se empezaban a dar cuenta de ese hecho y buscaban la manera de aprovecharse de ello, y en esa línea ya se va perfilando la afirmación de la identidad del papa con Pedro, como decimos.
Escribe Dave Hunt: “Dámaso...fue el primero quien, en el 382, usó la frase “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”, para reclamar la autoridad espiritual suprema. Este papa sanguinario, adinerado, poderoso y extremadamente corrupto, se rodeó de lujos que habrían hecho sonrojar a un emperador. No hay forma alguna de poder justificar cualquier conexión entre él y Cristo. Sin embargo, sigue siendo un eslabón en esa cadena de alegada sucesión ininterrumpida hasta Pedro” (“A Woman Rides the Beast”, p. 108).
A partir de entonces, lo que conocemos como la Roma papal, fue desarrollándose hasta convertirse en el monstruo que fue durante la Edad Media en adelante, y el que podía haber sido si Hitler hubiera ganado la guerra. A raíz de la derrota del Eje (1945), y a partir del Concilio Vaticano II (1962), Roma ha ido mostrando en su “aggiornamento” su cara más amable y sonriente, pero no nos engañemos, es sólo una fachada, un teatro; en el fondo es siempre la misma, “Semper Eadem”, hasta que deje de existir (Ap. 17:18)
Miguel Rosell Carrillo
Octubre 2014
SOLI DEO GLORIA