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Críticas a la Traducción del Nuevo Mundo DE LS TESTIGOS DE JEHOVA

La Biblia de los Testigos de Jehová es conocida como la Traducción del Nuevo Mundo. La Sociedad Watchtower cree que esta es la más exacta traducción de la Biblia y es la única que usan en sus enseñanza y lectura . Esta Biblia apareció primero en ingles en un solo libro en 1961 después de haber sido presentada en cinco tomos sucesivos en 1953, 1955, 1957, 1958 y 1960. La versión española apareció en 1967 en una primera edición de 500.000 ejemplares. 

Everet R. Storms, editor de The Gospel Banner , publicación oficial de la Iglesia Misionera Unida, ha acusado a los Testigos de Jehová de producir su propia traducción adulterada de la Biblia (1). El y otros han criticado duramente la Sociedad Watchtower de retocar y falsificar las sagradas escrituras. Algunos ejemplos de su mala traducción se puede encontrar en los siguientes textos: Hebreos 1:6; 1a Corintios 11:30; Juan 1:1; Gálatas 5:15; Tito 2:13; Colosenses 2:12; Juan 8:58; y 1a Juan 5:20; Mateo 10:38; Romanos 14:8-9; Mateo 27:52,53 y mucho mas (2). 

Cuando el editor Storms trato de conseguir los nombres de los miembros que forman parte del comité que tradujo la Traducción del Nuevo Mundo, no obtuvo respuesta. "La sociedad," dijo Storms,"rehusó categóricamente revelar la identidad de los miembros del comite traductor"(3). Cuando Eugenio Danyans les hizo la misma pregunta, ellos le comunicaron lo siguiente: " La Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras no fue producida con el objetivo de glorificar o sostener la memoria del nombre de hombres. Por lo tanto, los hombres que forman el comité de traducción han indicado a la Junta Directiva de la Sociedad su deseo de permanecer anónimos, y específicamente no desean que sus nombres sean publicados mientras estén en vida ni después de su muerte"(4). Ahora se puede preguntar - ¿Por que es tan importante que sean anónimos? ¿Es posible que tengan algo que ocultar? 

En 1983, Raymond Franz, antiguo miembro del Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová y sobrino del ex-presidente Frederick W. Franz, escribió un libro titulado Crisis de Conciencia. El hace eco de que la Traducción del Nuevo Mundo no menciona el nombre de ningún traductor y es presentada como el resultado del trabajo anónimo del "New World Translation Committee" (Comité de la Traducción del Nuevo Mundo). En realidad, los miembros de este comite eran Frederick W. Franz, Nathan H. Knorr, Albert Schroeder, Milton Henschel y George D. Gangas. Con respecto a Fredrick W. Franz, Raymond dice que "era el único con suficiente conocimiento de las lenguas bíblicas para intentar una traducción de esta clase. El había estudiado griego por dos años en la Universidad de Cincinnati, pero el hebreo lo estudio por si solo (autodidacto)" (5). Curiosamente, Dr. Walter Martin dice que en una Prueba del Fiscal en Escocia el 24 de noviembre de 1954 entre Walsh y Latham, "Fredrick W. Franz admitió bajo juramento que no podía traducir Génesis 2:4 del hebreo" (un versículo que cualquier estudiante del primer curso de hebreo en un Seminario Teológico podría traducir) (6). Después de repasar los datos, Dr. Martin concluye que el Comite de Traducción de la Biblia del Nuevo Mundo no merece ningún respeto porque "no había ningún traductor reputado con títulos reconocidos en exegesis o traducción griega o hebrea" (7). 

Aquí están las observaciones escritas por famosos eruditos del griego y del Nuevo Testamento sobre el modo en que la TNM vierte Juan 1:1, pero también son indicativos de las opiniones acerca de la TNM en general: 

Dr. J.R. Mantey (que es citado en las paginas 1158-1159 de la Traducción Interlineal del Reino de la Sociedad Watchtower en ingles): 
"Una sorprendente mala traducción". "Obsoleta e incorrecta","No es ni erudito ni razonable traducir Juan 1:1 'La palabra era un dios'". 

Dr. William Barclay de la Universidad de Glasgow, Escocia: 
"El modo en que esta secta tuerce deliberadamente la verdad se puede ver en sus traducciones del Nuevo Testamento. Juan 1:1 es traducido:"la Palabra era un dios." Una traducción que es gramaticalmente imposible. Es abundantemente claro que una secta que traduce el Nuevo Testamento de esta manera carece de honradez desde el punto de vista intelectual." 

Dr. Bruce M. Metzger de la Universidad de Princeton (profesor de Lenguaje y Literatura del Nuevo Testamento): 
"Una horriblemente mala traducción...""errónea", "perniciosa..." "reprensible". "Si los Testigos de Jehová toman esta traducción en serio son politeístas." 

Dr. Samuel J. Mikolasky de Zurich, Suiza: 
"Esta construcción anartrica (usada sin el articulo) no tiene el mismo significado que el articulo indefinido "un" tiene en ingles. Es algo monstruoso traducir esta frase como 'la Palabra era un dios'". 

Dr. James L. Boyer del Seminario Teológico de Winona Lake, Indiana: 
"Nunca he oído, ni leído ningún erudito del griego que concuerde con la interpretación de este versículo (Juan 1:1) en la que insisten los Testigos de Jehová. Nunca me he encontrado con uno de ellos (miembros de la Sociedad Watchtower) que tenga conocimiento del idioma griego." * 

Dr. Philip B. Harner de la Universidad de Heidelberg: 
"El verbo precedente a una forma anartrica probablemente significaría que el LOGOS era 'un dios' o persona divina de cierta clase, perteneciente a la categoría general de TEOS, pero un ser distinto de HO TEOS. En la forma que Juan uso, la palabra TEOS esta colocada al principio para énfasis (lo cual descarta por completo la traducción 'un dios')." 

Dr. B.F. Westcott (cuyo Nuevo Testamento en griego es usado en la Traducción Interlineal del Reino de la Sociedad Watchtower): 
"El predicado (Dios) sobresale enfáticamente primero, como en Juan 4:24. Necesariamente no tiene el articulo... No se sugiere inferioridad de naturaleza por esta forma de expresión, la cual sencillamente afirma deidad verdadera de la Palabra... en la tercera cláusula se declara que 'la Palabra' es 'Dios' y de ese modo se le incluye en la Deidad." 

Dr. Eugene A. Nida - Director del Departamento de Traducción de la Sociedad Bíblica Americana y responsable por la Versión Popular -- el comite trabajó bajo su dirección: 
"Respecto a Juan 1:1 hay una complicación sólo porque evidentemente la Traducción del Nuevo Mundo fue hecha por personas que no toman en serio la sintaxis del griego." 

Dr. J.J. Griesbach (cuyo Nuevo Testamento griego fue usado por la Sociedad Watchtower en su publicación de The Emphatic Diaglott ): 
"Son tan numerosos y claros los argumentos y testimonios de la Escrituras a favor de la verdadera deidad de Cristo, que a penas puedo imaginar como, reconociendo la autoridad divina de la Escritura y con respecto a las reglas justas de la interpretación, puede esta doctrina ser puesta en duda por hombre alguno. Especialmente el pasaje de Juan 1:1-3 es tan claro y tan superior a toda excepción, que ningún esfuerzo, ya sea de comentadores o de críticos, puede arrebatarlo de las manos de los defensores de la verdad." 

Otros famosos eruditos del griego y hebreo que también critican la Traducción del Nuevo Mundo son: Dr. Edgar J. Goodspeed, Dr. Paul L. Kauffman, Dr. Charles L. Feinberg, Dr. Walter Martin, Dr. F.F. Bruce, Dr. Ernest C. Colwell, Dr. J. Johnson, Dr. H.H. Rowley y Dr. Anthony Hoekema (8). 

* En el libro "EL VERBO"- ¿QUIÉN ES, SEGÚN JUAN? , publicado por la Sociedad Watchtower en 1962, apareció en la pagina 5 una traducción de Juan 1:1 del Nuevo Testamento: "Nueva Traducción y Explicación basada en los manuscritos más Antiguos por un sacerdote católico romano alemán llamado Juan (Johannes) Greber, edición 1937". Ellos citan su obra para apoyar su traducción de Juan 1:1 "la Palabra era un dios." Ademas ellos le citan en las siguientes publicaciones: ASEGURENSE DE TODAS LAS COSAS, 1970, pg. 491; LA ATALAYA, 1 de mayo de 1976, pg. 288; AYUDA PARA ENTENDER LA BIBLIA, 1987, pg. 1258. Lo sorprendente de todo esto es el hecho de que LA ATALAYA del 15 de enero de 1956 dijo lo siguiente: "Queda muy manifiesto que el ex-sacerdote Greber fue ayudado en su traducción por los espíritus en quienes él cree"(pg. 432). La verdad es que él y su esposa (una médium espiritista) se comunicaron con el mundo espiritual. El cuenta sus experiencias en su libro COMUNICACIÓN CON EL MUNDO ESPIRITUAL. Queda manifiesto que La Sociedad Watchtower ha citado a Juan Greber para apoyar su mala traducción de Juan 1:1 sabiendo que era un espiritista que había dejado el sacerdocio.. 
(para mas información escribe a: Agentes de Información, Apartado 297, 28932 Mostoles (Madrid), España. O bien Agentes de Información, Apartado 354, 17002 Gerona, España) 

Referencias Bibliográficas
(1). Eugenio Danyans Proceso a la 'Biblia' de los Testigos de Jehová, Ed. CLIE, 1983. página 31. 
(2). Erich and Jean Grieshaber Respuestas Preparadas para Refutar la Doctrina de los Testigos de Jehová. Ed. propia, 1992. pag. 49; Francisco Blanca El Texto Griego del N.T. y el Nuevo Mundo de las Sagradas Escrituras, 1987; David Reed Respuestas Bíblicas a los Testigos de Jehová. Ed. VIDA, 1986; Gerald Wright The JW's Bible, 1976; Robert M. Bowman,Jr. "The New World Translation on Trial", Christian Research Journal, Winter, 1989; David Reed, "Eso No Esta en Mi Biblia !" 
(3). Eugenio Danyans, página 32. 
(4). Ídem 
(5). Raymond Franz Crisis de Conciencia. Ed. CLIE, 1993. página 57; Bill and Joan Cetnar, Questions For Jehovah's Witnesses who love the Truth, 1983, pag. 7, Route 3, Weir Lake Road, Kunkletown, PA 18058. EE.UU. 
(6). Dr. Walter Martin Los Testigos de Jehová. Ed. BETANIA, 1987. página 61-62; "Is the President of Jehovah's Witnesses 'In the Truth'", Personal Freedom Outreach, P.O. Box 26062 , St. Louis, MO. 63136 ; Bill I. Cetnar "El Libro Más Peligroso", PA. 
(7). Ídem, pagina 61. 
(8). Erich and Jean Grieshaber, paginas 49-52; Dr. Julius Robert Mantey," A Grossly Misleading Translation"; Ian Croft "The New World Translation of the Holy Scriptures". Bethel Ministries, Vol.7, Sept. 1988; "What Greek Scholars Really Think About the New World Translation", Help Jesus Ministry, Kelowna, B.C. Canada 

¿Es Jesús el Arcángel Miguel?

La cristología es importante porque entre otras cosas ubica y diferencia. Podemos marcar, gracias al concepto cristológico de alguien, si es verdaderamente cristiano o no. No podemos creer cualquier cosa respecto de Jesús el Mesías, y este artículo es una respuesta a todo el que enseña que Jesús y el Arcángel Miguel son el mismo. Entiendo que se enseña con la mejor de las intenciones, pero eso no basta. Usted puede ser sincero en su enseñanza y aun así estar sinceramente equivocado.

Básicamente los que más aplauden la identificación de Jesús con Miguel son los adventistas del séptimo día y los testigos de Jehová, aunque con una clara diferencia, pues los testigos ven a Jesús como un ángel creado mientras que los adventistas alegan que si bien Cristo es un arcángel no puede ser creado, lo que aparte de ilógico resulta en un absurdo. César Vidal Manzanares comenta al respecto que
Ahora bien, cuando Russell fundó la secta (testigos de Jehová), el adventismo no había establecido de manera clara cuál sería su postura en relación con la divinidad de Cristo. Ciertamente algunos adventistas pretendían mantenerse fieles a la enseñanza bíblica acerca de la plena divinidad de Cristo, pero otros mantenían las tesis arrianizantes que luego han sido popularizadas por los tJ. Finalmente los adventistas llegaron a una especia de término medio que mantienen hasta el día de hoy. Por un lado afirman que Cristo es Dios, pero por otro insisten en que antes de su encarnación era el arcángel Miguel. Ambas afirmaciones son claramente contradictorias pero siguen formando parte de la teología adventista.

Ahora bien, ¿qué es un arcángel? ¿Quién es Miguel? La palabra "arcángel" viene del griego arcangelos, cuya raíz "arc" (o arque) significa "principado" o "gobernante". Un arcángel es un jefe de ángeles, según su etimología. Y jefe o no, sigue siendo un ángel y creación de Dios (a este respecto los testigos de Jehová son más conscientes que los adventistas). No hay absolutamente nada en las escrituras que nos lleve a pensar que un arcángel es increado. En el Nuevo Testamento sólo podemos ver esta palabra en dos ocasiones, en 1Tesalonicenses 4:16 y en Judas 1:9 . En estos pasajes se nos dice que 1) Jesús vendrá con voz de arcángel, y 2) que Miguel el arcángel disputó con el diablo el cuerpo de Moisés. Por otra parte, el nombre de Miguel significa "Quién como Dios". De aquí en adelante vamos a desprender nuestro estudio.


Miguel en el libro de Daniel
En el libro de Daniel, capítulo 10 verso 13 aparece por primera vez y relacionado al tema angelical, el nombre de Miguel. El pasaje en cuestión es muy importante. Dice así: 
El príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días, pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia. (Biblia Textual).

Basta con leer este pasaje para darnos cuenta que Miguel y Jesús no pueden ser el mismo. Aquí se le describe a Miguel como uno de los principales, muy diferente a Jesús de quien sabemos es Dios, y que en Juan 3:13 se le llama Unigénito (del griego monógenes, único). Aun así hay quienes relacionan a Jesús con Miguel. Ellen White (o Elena White) llegó a escribir que "Durante tres semanas Gabriel luchó con las potestades de las tinieblas, procurando contrarrestar las influencias que obraban sobre el ánimo de Ciro; y antes que terminara la contienda, Cristo mismo acudió en auxilio de Gabriel". Nada más equivocado.

La identificación de Miguel es la clave del pasaje. Esta traducción vierte que Miguel es uno de los principales príncipes.  El hebreo dice EJAD HASARIM HARISHONIM.

La palabra EJAD significa primordialmente UNO. Es la misma que se usa en la shemá "... Jehová UNO es" (Deut 6:4). Esta palabra es un numeral, y está en singular masculino, de tal modo que debe traducirse como UNO. 

Otra palabra es el hebreo HASARIM, que según Edward Vine significa significa oficial; líder; funcionario; comandante; capitán; jefe; príncipe; gobernante. Cabe destacar que esta palabra está en plural, y su traducción no puede ser príncipe sino PRÍNCIPES.

Por último tenemos la palabra HARISHONIM, que en el pasaje anterior se traduce como PRINCIPALES. Esta palabra significa, según Vine, "anterior; principal; primero" (pero traducir por "primeros" redundaría un poco). No puede traducirse por "principal" puesto que el término está en plural. De todo esto traducimos esta expresión como "ECHAD (uno) HASARIM (de los principes) HARISHONIM (principales)." ¿Está en concordancia con otras versiones? Veamos:
  • El príncipe del reino de Persia me impidió venir por veintiún días; pero Mijael, uno de los príncipes principales, vino a asistirme; y lo dejé allí con el jefe de los reyes de Persia. (KADOSH) 
  • Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso por veintiún días, pero he aquí, Miguel, uno de los primeros príncipes, vino en mi ayuda, ya que yo había sido dejado allí con los reyes de Persia. (LBLA) 
  • El príncipe del reino de Persia me ha opuesto resistencia durante veintiún días, pero Miguel, uno de los Primeros Príncipes, ha venido en mi ayuda. Me he quedado allí junto a los reyes de Persia. (NBJ)
  • El príncipe del reino de Persia me ha opuesto resistencia durante veintiún días, pero Miguel, uno de los Primeros Príncipes, ha venido en mi ayuda. Me he quedado allí junto a los reyes de Persia. (NBJcat) 
  • Durante veintiún días el príncipe de Persia se me opuso, así que acudió en mi ayuda Miguel, uno de los príncipes de primer rango. Y me quedé allí, con los reyes de Persia. (NVI)  
  • Miguel, uno de los príncipes más importantes, me ayudó; porque yo estaba detenido allí junto a los reyes de Persia. (PDT) 

Es tan preciso el uso de estas palabras, que hasta la muy manipulada traducción de los testigos de Jehová (TNM) dice que Miguel es "uno de los príncipes prominentes." Así que no hay excusa: Jesús y Miguel no son el mismo.


La voz de Arcángel en 1ra Tesalonicenses
El apóstol Pablo escribió:
Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo, y los muertos en el Mesías resucitarán primero.

En un sitio web de contenido ruselista (de los testigos de Jehová, www.jw.org), dice lo siguiente:  “El Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel. Este pasaje dice que Jesús hablará con voz de arcángel. Por lo tanto, da a entender que el propio Jesús es el arcángel Miguel."

No puedo apoyar tal declaración. Pablo dice que Jesús vendrá con tres cosas: 1) Voz de mando, 2) Voz de Arcángel y 3) Trompeta de Dios. ¿Indica esto que Jesús es un arcángel? Debo decir que no. La explicación más racional es que la voz de arcángel es para ampliar la información de la voz de mando, nada más. Algunos (y les respeto) piensan que la voz de Arcángel hace referencia a Miguel acompañando a la voz de Cristo (porque deducen que no son el mismo pero que Miguel estará con el Señor). Tal es el caso de John MacArthur, quien en su comentario al texto de Apocalipsis, dice en la página 27 que "Es posible que el arcángel de ese pasaje sea Miguel y que haga escuchar su voz mientras se enfrenta a los intentos de Satanás de interferir el arrebatamiento."

MacArthur dice que "es posible" que la voz de Arcángel sea la de Miguel porque no es el único Arcángel. A la luz de Daniel 10:13, recordemos que Miguel es uno de los principales, pero no el único, y que la literatura judía menciona a Gabriel, entre otros. Por eso, A. T. Robertson (de quien siempre diremos que es el más grande erudito del griego bíblico), dice que la voz de arcángel es "Una explicación adicional de keleusmati(voz de mando). El único arcángel mencionado en el N.T. es Miguel en Judas 9. Pero nótese la ausencia del artículo tanto con phönëi como con archaggelou. Así, la referencia puede que sea indefinida." Así, bien podría traducirse este pasaje como "una voz de un arcángel", un hecho que da el tiro de gracia a los que identifican, erróneamente, a Jesús con Miguel.


Lo que dice Judas 9
En Judas 9 se habla de Miguel el arcángel. El pasaje dice
Mientras que el arcángel Miguel, cuando disputaba con el diablo, contendiendo por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición, sino que dijo: ¡El Señor te reprenda!

Me parece sumamente valioso el comentario de William Barclay:
La lección que Judas ve en esto es que Miguel estaba ocupado en una tarea que le había asignado Dios; el diablo estaba tratando de impedírselo, presentando unos derechos que en realidad no tenía. Pero, hasta en un conjunto de circunstancias así, Miguel no habló mal del diablo, sino simplemente le dijo: «¡Que el Señor te reprenda!» Si el más importante de los ángeles buenos se negó a hablar mal del mayor de los ángeles malos, hasta en circunstancias tales, no hay duda que ningún ser humano puede hablar mal de ningún ángel.

El pasaje es claro. Según Judas, Miguel sabía que no tenía la autoridad suficiente para hacer más que un "el Señor te reprenda". Aquí cabe preguntarse: Si realmente Jesús y Miguel son la misma persona, ¿estaría así de limitado, incapaz de proferir juicio, aun cuando sabemos que todo el juicio ha sido dado a Jesús? La controversia que detalla este pasaje es que algunos lo relacionan con Zacarías 3:1,2. Cito lo de la Biblia textual: 
Después me mostró al sumo sacerdote Josué, colocado delante del ángel de YHVH, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarlo. Pero dijo YHVH a Satanás: ¡YHVH te reprenda, Satanás! YHVH, que ha escogido a Jerusalem, te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del fuego?

El paralelismo que se quiere implantar aquí es que, como Jehová sólo reprendió a Satanás, justificaría el hecho de que Miguel, siendo el mismo que Jesús, también sólo reprendió a Satanás. Pero a simple vista se intenta injertar un milagro, pues los textos no tienen nada que ver el uno con el otro. En primer lugar, el texto de Judas establece que Miguel no tiene la capacidad de juzgar a Satanás, eso es notable en el contexto. Mientras que en Zacarías el tema no es el no tener capacidad de juicio sino el de mostrar en Josué la misericordia de Dios hacia su pueblo, y para lo cual era necesario que Satanás no huyera (aun cuando se le reprendió dos veces), sino que Dios desechara la vileza de Josué mas no su persona. Mientras Miguel está en una batalla, El Señor está atendiendo la acusación hecha a la nación (representada en Josué) y emitiendo un veredicto de gracia. Son temas totalmente distintos, e intentar armonizarlos evidencia desespero por mantener una mentira. Es saltar por encima del contexto a fin de mantener un pretexto.


Un Argumento Necesario
Para nadie es un secreto que el relato de Judas 9 fue extraído de tradiciones hebreas. No intento desacreditar la enseñanza de Judas 9 como si se tratase de algo no inspirado. Pero, ya que sabemos que este relato (de donde algunos infieren que Jesús es el mismo que Miguel) resulta de tradiciones judías (se trata de La Asunción de Moisés), ¿sabían nuestros amigos testigos de Jehová y Adventistas que estas tradiciones alegan que Miguel es uno entre varios arcángeles de entre los cuales hasta se citan algunos nombres? Cito aquí el valioso comentario de Simón Kistemaker:
La literatura apócrifa enseña que hay siete arcángeles. Esta informacíon concuerda con la descripción que hace Juan de “los siete ángeles que están delante de Dios” (Ap. 8:2). Cuatro de ellos tienen nombre: se llaman Miguel, Gabriel, Rafael y Uriel. Miguel es el líder de los ejércitos celestiales que combaten contra Satanás y sus ángeles caídos, y los desalojan del cielo (Ap. 12:7–9).
Así que siendo consecuentes, si Judas siguiera escribiendo acerca de Miguel y las tradiciones judías, habría tenido que seguir diciendo acerca de los demás arcángeles. Por lo tanto, es absurdo decir que Jesús es Miguel (de quien la Biblia nos dice que uno más entre varios). Me permito decir lo que dijo Tertuliano: "De ningún modo se observa a Cristo como un ángel: como Gabriel o Miguel." -Tertuliano 210 d.C.

1Pedro 3:18, ¿Resucitó Jesús en un cuerpo espiritual o físico?




por Norman Geisler y Ron Rhodes |

Los testigos de Jehová enseñan a partir de 1Pedro 3:18 que Jesús fue muerto en la carne pero resucitado en espíritu, indicando con ello que Jesús no tenía cuerpo físico al resucitar de entre los muertos. El pasaje dice: «Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu...» (RV60)

Interpretar este versículo como una prueba de una resurrección espiritual pero no física, no es ni necesario ni congruente con el contexto de este pasaje y el resto de las Escrituras.

Este pasaje se traduce mejor así: "Él sufrió la muerte en su cuerpo, pero el Espíritu [Santo] hizo que volviera a la vida" (NVI). Dios no resucitó a Jesús como espíritu, sino que lo resucitó por medio de su Espíritu.

El paralelo entre morir y volver a la vida se refiere normalmente a la resurrección del cuerpo en el Nuevo Testamento. Por ejemplo, Pablo declaró que Cristo murió y volvió a vivir (Rom 14:9) y: "Aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios" (2Cor 13:4a).

El contexto de 1Pedro 3:18 se refiere al suceso como la resurrección de Jesucristo" (3:21). Esto se entiende, en todo el Nuevo Testamento, como una resurrección corporal (Hch 4:33Rom 1:41Cor 15:21;1Ped 1:3Ap 20:5). Aun si "espíritu" se refiere al espíritu humano de Jesús (no al Espíritu Santo), no puede significar que no tenía un cuerpo resucitado. De otra manera, la referencia a su "cuerpo" (carne) antes de la resurrección querría decir que él no tenía ningún espíritu humano en aquel tiempo. Parece mejor interpretar "carne" en este contexto como una referencia a su condición general de humillación antes de la resurrección y "espíritu" corno una referencia a su poder ilimitado y su vida imperecedera después de la resurrección.

También debemos tener presente que sea cual sea la forma en que interpretemos 1Pedro 3:18, debe ser congruente con lo que otros versículos dicen acerca del Cristo resucitado. En Lucas 24:39 el Cristo resucitado dijo: "Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy. Palpad y ved, porque un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo." El Cristo resucitado testifica en este versículo que no es espíritu y que su cuerpo resucitado está hecho de carne y huesos.

El Cristo resucitado también comió comida física en cuatro oportunidades distintas para probar que tenía una verdadero cuerpo físico (Lc 24.3024:42-43; Jn 1:12-13Hch 1:4). Habría sido engañoso de parte de Jesús ofrecer su habilidad de comer comida física como prueba de su resurrección corporal si no hubiera resucitado en un cuerpo físico. 

por Norman Geisler y Ron Rhodes |

Los testigos de Jehová enseñan a partir de 1Pedro 3:18 que Jesús fue muerto en la carne pero resucitado en espíritu, indicando con ello que Jesús no tenía cuerpo físico al resucitar de entre los muertos. El pasaje dice: «Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu...» (RV60)

Interpretar este versículo como una prueba de una resurrección espiritual pero no física, no es ni necesario ni congruente con el contexto de este pasaje y el resto de las Escrituras.

Este pasaje se traduce mejor así: "Él sufrió la muerte en su cuerpo, pero el Espíritu [Santo] hizo que volviera a la vida" (NVI). Dios no resucitó a Jesús como espíritu, sino que lo resucitó por medio de su Espíritu.

El paralelo entre morir y volver a la vida se refiere normalmente a la resurrección del cuerpo en el Nuevo Testamento. Por ejemplo, Pablo declaró que Cristo murió y volvió a vivir (Rom 14:9) y: "Aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios" (2Cor 13:4a).

El contexto de 1Pedro 3:18 se refiere al suceso como la resurrección de Jesucristo" (3:21). Esto se entiende, en todo el Nuevo Testamento, como una resurrección corporal (Hch 4:33Rom 1:41Cor 15:21;1Ped 1:3Ap 20:5). Aun si "espíritu" se refiere al espíritu humano de Jesús (no al Espíritu Santo), no puede significar que no tenía un cuerpo resucitado. De otra manera, la referencia a su "cuerpo" (carne) antes de la resurrección querría decir que él no tenía ningún espíritu humano en aquel tiempo. Parece mejor interpretar "carne" en este contexto como una referencia a su condición general de humillación antes de la resurrección y "espíritu" corno una referencia a su poder ilimitado y su vida imperecedera después de la resurrección.

También debemos tener presente que sea cual sea la forma en que interpretemos 1Pedro 3:18, debe ser congruente con lo que otros versículos dicen acerca del Cristo resucitado. En Lucas 24:39 el Cristo resucitado dijo: "Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy. Palpad y ved, porque un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo." El Cristo resucitado testifica en este versículo que no es espíritu y que su cuerpo resucitado está hecho de carne y huesos.

El Cristo resucitado también comió comida física en cuatro oportunidades distintas para probar que tenía una verdadero cuerpo físico (Lc 24.3024:42-43; Jn 1:12-13Hch 1:4). Habría sido engañoso de parte de Jesús ofrecer su habilidad de comer comida física como prueba de su resurrección corporal si no hubiera resucitado en un cuerpo físico. 

Testimonio de Aníbal Pereira Dos Reis, ex Sacerdote Católico Romano

Si hubiera permanecido en el catolicismo romano no hubiera encontrado a Jesús
Aníbal Pereira Dos Reis

Nací en San Joaquín de Barra, en el estado San Pablo en Brasil el 9 de marzo de 1924, en una familia profundamente arraigada en el catolicismo. Mi padre era portugués y para no ser una excepción a la regla, se había adherido a los admiradores de la Señora de Fátima, la suerte y el buen vino. Mi madre era de origen italiano y se jactaba del trono dorado del papa en la península italiana.

Desde mi temprana edad, el padre de mi madre, muy devoto en las prácticas religiosas, solía llevarme a los solemnes ritos católicos de la Iglesia Madre.

Antes de los siete años, ya asistía regularmente a la parroquia para la instrucción en el catecismo. En una oportunidad un sacerdote obeso nos habló, lleno de energía y vivacidad, acerca del infierno. Nos mostró el peligro, pero no nos dio ni siquiera una mínima clave de cómo salvarnos de ese peligro.

El día de la Primera Comunión
Hice la primera comunión el 1 de mayo de 1932. Me movían los más puros sentimientos. Sin embargo un incidente ensombreció la solemne atmósfera de esa hora. "Toad", uno de nuestros compañeros comenzó a gritar cuando el sacerdote le puso la hostia en la lengua: "¡La hostia se ha pegado, Padre!" El sacerdote se acercó rápidamente al nervioso niño y le ordenó que se callara y que no sacara la hostia del "cielo de la boca" con los dedos. Tocar la hostia con los dedos era sacrilegio. Después de salir de la iglesia, los niños y niñas se volvieron al compañero en cuestión con fuertes recriminaciones, diciéndole que había mostrado una falta total de respeto por el santo Señor.

En 1936 mi familia se mudó a Orlandia, una localidad vecina, para que mis hermanos y yo pudiéramos asistir a la escuela secundaria. Mi padre quería darles a sus hijos la oportunidad de estudiar, cosa que él no había tenido.

Pero desde mi infancia me había quedado un serio problema, era la salvación eterna de mi alma. Solía pensar constantemente en ello. Tem­blando de miedo, recordaba las palabras del sacerdote cuando nos preparábamos para la primera comunión. Nos había informado de todos los actos piadosos recomendados por un sacerdote español muy estricto. Se había despertado en mí desde muy niño, un gran deseo de servir a Dios. Al no conocer otra forma, me hice sacerdote.

El seminario y la ordenación
Me las arreglé para entrar al seminario a los diecisiete años. No era un buen ambiente. Nunca he estado en un lugar tan denigrante. Me entregué a estudiar intensamente todas las asignaturas. Sin embargo mi insatisfacción continuaba.

Fui ordenado sacerdote el 8 de diciembre de 1949 en la ciudad de Montes Claros, en el norte de Minas Gerais. El obispo diocesano me confirió la responsabilidad de organizar y dirigir el Círculo de Obreros. En verdad, esta responsabilidad cumplía con mis aspiraciones. Encontré que la práctica de la asistencia social era un alivio para mi ansiedad espiritual. Era intensamente activo, obtuve la simpatía de la gente trabajadora de toda la región y muchas alabanzas de las autoridades eclesiásticas.

Un sacerdote en el trabajo social
A comienzos de 1952, el obispo de Montes Claros fue transferido por el papa a Recife, como arzobispo. Fui incluido en ese cambio y me mudé a Recife.

En esa capital se me entregó la misión de restaurar una Compañía de Caridad. Una red de orfanatos y centros de educación católica que habían sufrido una crisis financiera en esa región. Trabajé duro, con la meta de reconstruir la imagen pública de esa institución. Cargaba con una.pesada responsabilidad. Después de poco más de dos años de trabajo, los problemas financieros de la institución se resolvieron. Los orfanatos y hogares recibieron mayor número de niños y ancianos. Los educadores se actualizaron. La prensa usó mi nombre en varias oportunidades, cosa que sirvió para protegerme.

No tengo paz frente a Dios
A pesar de esas victorias humanas y del aplauso de los admiradores, nunca sentí paz en mi alma. Ni la total dedicación a mis obligaciones en la caridad, ni la aprobación de las autoridades eclesiásticas eran una respuesta a mis tormentos espirituales. Deseaba ardientemente tener la seguridad de mi salvación, y nadie podía darme esa seguridad.

En 1960 me transfirieron a Guaratingueta en el interior del estado de San Pablo, una localidad próxima a Aparecida del Norte. Me alegró el cambio principalmente porque estaría con el "santo patrono del Brasil". Por otra parte, era la primera vez que estaría involucrado en una tarea relacionada con la gestión social. Siempre había estado preocupado por la obra social. Se suponía que debía encontrar en mis obligaciones como sacerdote la respuesta a mi ansiedad espiritual. Pero no era así.

El trabajo en la parroquia
Organicé una nueva parroquia en el distrito de Pedregulho en Guaratingueta. Trabajé duro. La construcción de una casa parroquial, un salón parroquial y tres iglesias en el plazo de tres años fueron pruebas de mi dedicación. Incluso en esta cumbre de mi vida, con una larga lista de servicios a favor del catolicismo, todavía no tenía seguridad de mi salvación.

Mi padre había muerto de cáncer pulmonar en octubre de 1956. Pasé un año entero rezando misas por el alma de mi padre. En ese tiempo toda la familia rezaba misas por él. Ni siquiera la misa católica romana, con toda su pretensión de valor infinito nos dio la seguridad de la salvación de mi padre.

Solía suplicar por esa seguridad para mí también. Pero ni siquiera el trabajo social en progreso, ni la construcción de las iglesias, ni las ceremonias que conducía, ni el ciego sometimiento a las autoridades eclesiásticas, ni el catolicismo romano estaban dándome la respuesta que necesitaba.

El odio por los evangélicos
Con mi espíritu de rigurosa sujeción a las doctrinas católicas, sentía verdadero odio por los evangélicos, a quienes me refería en las predicaciones como "cabras", mientras que los católicos eran los "cor­deros de Dios".

Hay un hecho que prueba mi tendencia antiprotestante. En oportunidad del día de Todos los Santos, en el cementerio del distrito de Pedregulho, los creyentes bíblicos estaban llevando adelante su tarea de distribuir tratados y extractos bíblicos. Con la intención de "dar gloria a Dios" (ese es el lema jesuita) y de defender a la "Santa Madre de la Iglesia Católica" resolví dañar su obra. Reuní a los niños de mi iglesia y los dividí en grupos para que estuvieran hora tras hora dentro del cementerio. La idea era recibir la literatura y destruirla en las velas encendidas detrás del funerario.

Sin embargo, a la noche, cuando hube terminado esta despiadada destrucción del material evangélico, entré en mi biblioteca para buscar algún libro que me entretuviera. Por la maravillosa gracia de Dios, me topé con la Biblia (traducida por Matos Soares).

Abrí el inspirado volumen. Leí el capítulo once del Evangelio de Juan. Sentí que me llegaba cierto alivio para mi aflicción. Sentí que una energía transformaba mi depresión espiritual. Seguí leyendo cada vez con mayor interés. Constantemente pensaba en ese capítulo.

Un comienzo en el estudio bíblico
Lentamente comencé a sentir un nuevo horizonte en mi alma. Decidí estudiar la Biblia libre de preconceptos. Sin la interferencia de nadie y solamente por medio de la Divina Gracia. Pasmado, descubrí que podemos tener absoluta y permanente certeza de ir al cielo si aceptamos cl plan de Dios.

Sin embargo seguí resistiéndome. Mi alma se había conformado al modelo de la práctica católica romana.

Hablo con mi obispo
Una cosa tenía clara,  cuando hablara con mi obispo, quería ser sincero. Él se sintió confundido con mis preguntas. En definitiva me dijo que yo estaba en Aparecida para ocuparme de la construcción de la Basíli­ca. Mis preocupaciones se convirtieron en la compra de cemento, ladrillos y herramientas. Oraba a nuestra Señora de Aparecida.

El punto crítico de Dios en mi vida
Por ese tiempo los creyentes evangélicos estaban distribuyendo folletos en Guaratingueta. Uno de ellos trataba, sobre la idolatría católica, la adoración de imágenes, etc. Para responder a todas esas afirmaciones, decidí dar una explicación de esas doctrinas desde el púlpito, decir que la adoración a las imágenes no estaba prohibida por Dios. Tomé mi Biblia, comencé la explicación leyendo el capítulo 20 de Éxodo. Salteé los versículos 4 y 5 para no dar "municiones a mis enemigos". Cuando bajé del púlpito, me sentía totalmente avergonzado de mí mismo. Decidí hacer una sincera comparación entre las doctrinas católicas y la Biblia. Entonces pude comprobar el abismo infinito que las separaba.

Comienzo a utilizar las normas bíblicas
En enero de 1963 recibí una invitación para ser sacerdote en la ciudad de Orlandia, donde había pasado mi adolescencia. Estaba encantado de volver a donde tenía tantos amigos.

Sin embargo, esa alegría no era suficiente como para borrar mi ansiedad espiritual. Me dediqué completamente al trabajo en la parroquia católica, llena de todas las deficiencias de una vieja parroquia con sus tradiciones rústicas. A pesar de la oposición de un grupo de mujeres descontentas pero piadosas, me las arreglé para desarrollar un trabajo espléndido donde todo encajaba bien, en lo posible, con las normas de la Biblia. Limpié la iglesia, retirando todos los ídolos. Mis predicaciones eran bíblicas. Mis programas diarios en la radio consistían en un sencillo comentario de la Palabra de Dios. Muchos himnos religiosos que cantábamos en los servicios eran canciones cristianas.

Además me ocurrió algo interesante, mi antiguo odio a los evangélicos se había convertido en temor. Quería hablar con un pastor, pero no tenía el valor de hacerlo. Estando en Guaratingueta decidí ir a San Pa­blo con la única intención de resolver esa situación. Al descender del colectivo en la estación, fui al correo para enviar un telegrama. En la calle del Correo había justo en ese momento un evangélico predicando. Al ver mi sotana, me desafió señalándome con el dedo y exponiéndome con sus duras palabras. Él no sabía lo que estaba ocurriendo en mi alma, y no podía adivinar el propósito de mi visita a Paulicea. Como resultado de este incidente, quedé más convencido todavía de que un pastor evangélico podría liberarme de todos mis problemas. Me volví inmediatamente a casa.

Un siervo de Dios me ayuda
En 1964 llegué cerca del fin. Ya no podía contener esa situación. En noviembre fui a Santos. Ya había trazado un plan. Vistiendo ropa civil, asistí al servicio del domingo de la Primera Iglesia Bautista y por increíble que parezca, el párrafo de la Biblia usado como base para el sermón fue justamente el capítulo once del Evangelio de Juan.

Al día siguiente pude acercarme al pastor Eliseu Ximenes. Este siervo de Dios me respondió de una manera tan amable que pronto me sentí cautivado y liberado de mi anterior prejuicio. Comenzamos a proyectar mi partida del catolicismo romano. Era apenas una partida formal, porque ya la venía realizando desde hacía mucho tiempo.

Fe en el Salvador suficiente
El 12 de mayo de 1965, con la especial protección de Dios, logré desenredarme totalmente de la iglesia romana. El 13 de junio fui bautizado en la Primera Iglesia Bautista de Santos, testificando públicamente del cumplimiento de mi fe en mi único y suficiente Salvador, Jesucristo.

Además de traerme a su Reino, Dios puso en mi corazón la tarea de predicar las Sagradas Escrituras, y dediqué íntegramente mi vida a este ministerio. Recientemente ha bendecido la obra de este humilde siervo suyo dándome la alegría de ver a cientos de almas venir al Señor Jesucristo.

En mis sermones insisto en el Plan de Dios para la salvación solo por medio de Jesucristo. Cada vez que predico puedo sentir una "comunión" más íntima con él.

Nunca antes había sentido tanto gozo espiritual como ahora. Tengo la paz total en mi corazón, porque tengo la certeza de mi salvación eterna. Mi alma ha sido purificada por la sangre redentora de Jesucristo, a quien sea la gloria por toda la eternidad.

Según el Papa sólo la Iglesia Católica puede interpretar las Escrituras

Durante su intervención en el Comité de la Biblia -desde el Vaticano-, que tuvo lugar el pasado viernes (12), el Papa Francisco, rechazó la interpretación subjetiva de la Biblia y dijo que sólo la Iglesia está autorizada para interpretar las Escrituras correctamente.
“El Consejo ha recordado con gran claridad: todo lo que se relaciona con la forma de interpretar las Escrituras que queda sometido al juicio de la Iglesia, que lleva a cabo su comisión y el ministerio divino de conservar e interpretar la palabra de Dios”, dice Francisco.
La posición del Papa evoca la “interpretación medieval”, que muchos papas aplicaron a las Escrituras como lo hizo en una ocasión Inocencio III quien escribió al patriarca griego de Constantinopla en estos términos: «Cristo ha dado el gobierno de todo el mundo a los papas» y, como evidencia conclusiva, añadió: «Pedro en cierta ocasión anduvo sobre las aguas las cuales representaban a las naciones y por lo tanto de ahí se colige que sus sucesores tenemos derecho a gobernar todo el mundo, lo cual incluye las sedes de los patriarcas griegos».
La “interpretación o exégesis medieval”, fue refutada por primera vez por el gran reformador protestante Martín Lutero quien dijo: “La Escritura es su propio intérprete, y no necesita de una autoridad superior a ella”.
Esta es una de las pocas veces que el Papa cita el Concilio Vaticano II (1962 – 1965) y la Constitución del “Dei Verbum” para hablar sobre el papel de la Iglesia.
“La Sagrada Tradición transmite la Palabra de Dios totalmente (….) Por lo tanto, la Iglesia recibe su certeza de todo lo revelado no sólo en las Sagradas Escrituras. Una como la otra debe ser aceptada y venerada con sentimientos similares de compasión y respeto”.
Esta es la tradición que afirma que la interpretación de la Biblia no debe hacerse sólo de manera intelectual, y debe ser enfrentada e insertada dentro de la tradición de la Iglesia Católica, según el Papa.
La posición medieval de Francisco, es posible que desagrade a los católicos contestatarios y protestantes que defienden el derecho a la libre interpretación de las Escrituras. Lo que el Papa no puede aceptar.
“La insuficiencia de cualquier interpretación sugestiva, o simplemente limitada a un análisis es incapaz de captar el sentido global que se ha construido hace siglos por la tradición de todo el pueblo de Dios”.

¿Es verdad que Cristo hace todo lo que dice María?


por Juan Valles | 

¿Nunca le han dicho que si le pide a la virgen puede obtener con más efectividad que si le pide a Cristo? Esto pudiera parecernos una locura teológica, pero es lo que se enseña en el catolicismo. La idea es que sólo la virgen, la madre del Señor puede apaciguar el ánimo del Salvador, por lo que ella puede mediar entre nosotros y Cristo. Se enseña desde el catolicismo que nadie desprecia una súplica de su madre, y mucho menos Jesucristo.

Para ello hay un pasaje bandera de la Escritura, desde donde basan esta doctrina. En el evangelio de Juan las bodas de Caná sirvieron para mostrar la primera señal milagrosa de Jesucristo. El pasaje dice:
"Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús. Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora. Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere. Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora. Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él." (Juan 2:1-11, RV60).

Este pasaje es clave para el catolicismo, ya que este dogma tan importante depende de este fragmento de la Escritura, así como de un enorme apego sentimental hacia la virgen María. De tanto apego, es notorio que la iglesia católica se ha desviado de la objetividad de las Escrituras en pos de la subjetividad de la Tradición, basada en interpretaciones de hombres falibles.

Alfonso de Ligorio (quien fue canonizado como "santo" por el papa Gregorio XIV en 1839 y fue declarado "Doctor" de la Iglesia Católica por el papa Pío IX) en su libro Las Glorias de María, llega a decir frases tan encendidas como éstas:
«Hay cosas que se piden a Cristo y no se reciben, pero si se piden a María son otorgadas.» 

También llegó a decir:
«Si mi Redentor me rechaza, me arrojaré a los pies de María.» «¡Señora nuestra, en el Cielo no tenemos otro abogado que tú!»

En un libro de Francisco Lacueva (Curso de Formación Teológica Evangélica, tomo 8: Catolicismo Romano) se nos narra una leyenda que Ligorio cita, llamada las Florecillas de San Francisco, según la cual el hermano León vio una escala roja para subir al Cielo, con Cristo arriba, por la cual muchos frailes trepaban sin éxito. Vio entonces otraa escala blanca, con la Virgen arriba, por la cual se subía fácilmente, pues Marta conducía de la mano a sus devotos para que escalasen sin dificultad el Cielo. Esto da por sentado que el catolicismo prefiere ir a María que ir ante Jesús, sin importar que la Biblia otorgue la exclusividad de la mediación a Jesucristo.

¿Obedeció Jesús a María?

Pero un análisis del texto en cuestión nos puede dar otra enseñanza. El texto dice "Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora."

Observe que María se da cuenta del problema que enfrentan los novios: se acabó el vino, y acude a Jesús. William Hendriksen agrega que "María no era, probablemente, una de las personas invitadas sino más bien una de las que ayudaban a servir en la boda. Esto podría explicar por qué sabía ella que se había acabado el vino." 

Así que María observó que se acabó el vino, y lo comunicó a Jesús. ¿De que forma lo comunicó? ¿Cree usted que le dio un mandato o le hizo una solicitud? Puede que a nuestros ojos la expresión "¿qué tienes conmigo, mujer?" suene muy descortés, pero es una forma común y familiar de hablar. Aquí lo importante es lo que quiere comunicar el Salvador, lo cual dista de la interpretación de otros. Básicamente Jesús pregunta a María qué vínculo tiene ella en su misión, "¿qué tienes conmigo...?", ¿por qué te entrometes...? ¿qué te importa a ti...? Luego viene la razón de Jesús de hablar a María: "Aún no ha venido mi hora". Aquí hay que considerar que Jesús hace un reclamo sobre su independencia, donde María no debe tener injerencia. Por supuesto, el católico no entenderá esta conclusión. Hendriksen comenta:
"Ella creía que era su deber indicarle a su hijo que tenía que hacer algo para remediar la escasez de vino. Jesús le contestó: “Mujer, ¿qué tienes tú que hacer conmigo? Aún no ha venido mi hora”. Jesús sabía que todas sus acciones habían sido predeterminadas en cuanto al momento exacto de su cumplimiento. María se dio cuenta de que aunque esta respuesta tenía la forma de una suave (incluso misericordiosa) reprensión, contenía, también, una promesa..."

De igual manera piensa James G. McCarthy en su libro El Evangelio según Roma, al decir
El Señor quería que María entendiera que en su misión divina Él no estaba sometido a sus solicitudes. Jesús había venido a hacer la voluntad de su Padre celestial, no de su madre terrenal. Habiendo aclarado esto, el Señor magnánimamente y con un mínimo de fanfarria, proveyó vino para los invitados.  

Raymond Edward Brow presenta un comentario que no podemos pasar por alto En su libro El Evangelio según Juan: I-XII sugiere que el
"¿Qué a ti y a mí?" parece significar "Esto no es asunto nuestro"; en consecuencia, algunos sugieren que Jesús trata de decir a María que aquello no le importa a él ni a ella. Sin embargo, el hecho de que se refiera luego a "mi hora" indicaría que niega únicamente que le importa a él.

El Comentario Bíblico Mundo Hispano, escrito por Rubén O. Zorzoli, destaca:
Quizá María pensaba que las relaciones íntimas de madre-a-hijo que había gozado con Jesús en el hogar en Nazaret todavía estaban en pie. Con esta pregunta, Jesús quería aclarar a su madre que, a partir de ese momento, y en el cumplimiento de su misión, tendría que obedecer la voluntad de su Padre celestial (ver Luc 2:49) por encima de la de su madre. Todavía no ha llegado mi hora daría la idea de que se negaba a "tomar cartas" en el asunto.

Nuevamente me permito un comentario de William Hendriksen:
Así pues, ella esperaba un milagro, porque sabía mejor que nadie quién era él realmente. Sin embargo, todavía no se daba cuenta que la relación de madre a hijo tenía que ser sustituida por la de creyente a Salvador. Ella creía que era su deber indicarle a su hijo que tenía que hacer algo para remediar la escasez de vino. Jesús le contestó: “Mujer, ¿qué tienes tú que hacer conmigo? Aún no ha venido mi hora”. Jesús sabía que todas sus acciones habían sido predeterminadas en cuanto al momento exacto de su cumplimiento. María se dio cuenta de que aunque esta respuesta tenía la forma de una suave (incluso misericordiosa) reprensión, contenía, también, una promesa, y por ello dijo a los sirvientes (διάκονοι: ayudantes; en sentido técnico, como en Fil. 1:1, adquirió el significado de diácono): “Haced todo lo que os dijere”, sugerencia que indudablemente era necesario hacer.

Finalmente, en Respuestas a Preguntas Que Hacen los Católicos, Tony Coffey añade:
Pero el análisis sencillo del acontecimiento y del contexto no apoya la afirmación católica. En la boda, María dijo a Jesús que el anfitrión se había quedado sin vino. ¿Le sorprendió esta información? ¿Le había dicho algo que Él no supiera? ¡No! Él es Dios el Hijo y lo sabe todo. ¿Por qué se lo dijo, pues? Ella sabía quién era Jesús y que podía satisfacer las necesidades del momento. Por lo tanto, María indicó a los siervos que hicieran todo lo que Jesús les ordenara...
No hay nada en esta historia que indique que es legítimo orar a María. Para llegar a esta conclusión tenemos que pasar por alto lo que dice este relato en realidad y tenemos que darle un significado diferente del que le quiere dar Juan cuando recoge este incidente.

Basta con estos comentarios para obtener luz sobre este pasaje. Y el católico debe preguntarse de la forma más racional posible si este pasaje de Juan puede gritar más fuerte que todo un coro de voces que a gritos nos dicen lo contrario desde las páginas de la Biblia. Esta es la mejor parte.


¿Qué dirá el católico de este pasaje...?
Hay un texto bien claro en la Biblia acerca de nuestro estudio, tan claro que no permite ambigüedades. ¿Es cierto que Jesús hace todo lo que dice María? ¿Qué dirá el católico cuando sepa que la Biblia muestra algo muy diferente a esto? Nuestro pasaje dice:

Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar. Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar. Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre.

Este texto está en Mateo 12:46-50, aunque también podemos hallarlo en Lucas 8:19-21 o Marcos 3:31-35.  Este relato constituye un poderoso argumento apologético en contra del dogma católico. El pasaje es claro: María no tiene autoridad alguna sobre Jesucristo. El Señor no sólo se negó a recibir a su madre sino a también a sus hermanos. Y más allá de lo que un católico pueda pensar, no debemos pasar por alto que Jesús le da más importancia a los que tenía alrededor que a su propia familia, indicando que su verdadera familia no era su madre y hermanos terrenales, sino los que tenía alrededor: los que hacen la voluntad de su Padre que está en los cielos. 

Hendriksen escribe al respecto: "Fue hacia sus discípulos, el círculo más íntimo, que él extendió con amor la
mano. A ellos dio este título de honor: “mi madre y mis hermanos”; sí, y “mis hermanas” también..." Es tan crudo este momento que la familia de Jesús no se vuelve a mencionar en todo el evangelio de Mateo, con excepción de María, al final del mismo.

Pregunto: ¿podemos afirmar que Jesús hace siempre lo que dice su madre? Obviamente no. Entonces, si la Iglesia Católica dicen una cosa y la Biblia dice otra, ¿a quién obedecerá usted?


¿Se contradice la Biblia?

Decir que María doblega el brazo de Cristo por nosotros es contradecir la Escritura. Decir que es a María a quien debemos acudir en oración es admitir que la palabra de la Tradición puede más que la Palabra de Dios. A continuación presento algunos textos que están en clara oposición al dogma católico de confiar en María como nuestra mediadora.

La Biblia nos dice los requisitos que debe tener alguien para poder interceder por nosotros:
"Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros". (Romanos 8:34).

Obviamente María no cumple con este perfil, no puede interceder.


La Biblia no está de acuerdo con el catolicismo en que María sea nuestro abogado. Por algo establece:
"... si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo". (1Juan 2:1)

La Biblia refuta las ideas católicas de que María puede interceder por nosotros ante un Jesús enojado. No es cierto que el Salvador no se compadezca de nosotros, pues está Escrito
"Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro." (Heb 4:15,16).

Si usted cree que María le ayuda no obedece a la Biblia, pues dice la Escritura:
"He aquí, Dios es el que me ayuda". (Salmos 54:4). 

Y también dice:
"De manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre". (Hebreos 13:6)
Según la Biblia, ¿cuántos mediadores hay entre Dios y nosotros? Si María fuera mediador, la Biblia dijera que hay dos. Pero el catolicismo viola este principio incluyendo a María en esta fórmula. La Escritura establece:
"Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre" (1Timoteo 2:5)
Por último, ¿se recuerda que en Juan 2:5 María le dijo a los que servían "Haced todo lo que os dijere"? Siguiendo esta maravillosa recomendación de María no podemos sino obedecer. La Biblia establece:
"Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar." (Mateo 11:28)
Entonces, ?qué más prueba quiere de que no es a María sino a Cristo a quien debemos ir? ¿No le parece que es irracional y anti-bíblico el dogma católico al respecto? A continuación una historia que no debe pasar por alto.


El Testimonio de Charles Chiniquy

Charles Chiniquy fue un sacerdote jesuita por veinticinco años que terminó volviéndose protestante debido a una crisis de conciencia que le produjo la lectura de la Biblia. Como admitiera más tarde en su libro 50 Años en la Iglesia de Roma, su gran ambición era convertir a los protestantes hacia el catolicismo, el cual consideraba que era el único medio para alcanzar salvación. Pero luego se dio cuenta que la Iglesia católica no era la Iglesia de Cristo, diciendo textualmente  "Esa triste verdad no me había sido revelada por ningún protestante ni ningún otro enemigo de la Iglesia. Me lo dijo uno de sus más instruidos y devotos obispos!" . Así Charles Chiniquy nos relata lo que encontró una noche leyendo las Escrituras:
"Antes de dormir, tomé mi Biblia como siempre y me arrodille delante de Dios. Leí el capítulo doce de Mateo con un corazón devoto y un sincero deseo de entender. Extrañamente cuando llegué al versículo cuarenta y seis sentí una admiración misteriosa como si hubiera entrado por primera vez en una tierra muy nueva y santa.

Aunque había leido ese versículo y los que siguen muchas veces, llegaron a mi mente con una frescura como si nunca los hubiera leido antes. Lentamente y con intensa atención, contemplé la llegada de María a la casa para encontrarse con su divino hijo que había estado tanto tiempo ausente de ella. ¡Mi corazón palpita ba de gozo ante el privilegio de presenciar esa entrevista y oir las respetuosas palabras que Jesús dirigía a su madre! 
Con mi corazón y alma estremecidos con estos sentimientos, leí atentamente: "Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar. Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar. Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre." (Mt. 12:46-50).  
Apenas terminé de leer el último versículo cuando grandes gotas de sudor empezaron a fluir por mi rostro, mi corazón latía con tremenda velocidad y casi me desmayé. Me senté en mi sillón esperando en cualquier momento caer al suelo. Sólo los que han oído el ruido tronante de las cataratas de Niágara y han sentido el temblor de las rocas debajo de sus pies tienen idea de lo que sentí en esa hora de agonía. Mi conciencia retumbaba como la voz de mil Niágaras diciéndome: -Predicaste una mentira sacrílega esta mañana cuando dijiste a tu congregación ignorante y engañada que Jesús siempre le concede las peticiones de su madre, María. ¿No te da vergüenza engañarte a ti mismo y a tus pobres compatriotas con semejantes falsedades absurdas?  
-Leelo nuevamente y comprende que lejos de concederle todas sus peticiones a María, Jesús siempre, excepto como niño, ha dicho no a sus peticiones. Cuando ella le pedía algo en público él siempre la reprendía... 
Me sentí tan confundido por la voz que me conmovía hasta los huesos que pensé por un momento que estaba poseído por un demonio... 
-No es la voz de Satanás la que oyes. Soy Yo, tu Salvador y tu Dios el que hablo. Lee cómo Marcos, Lucas y Juanb te dicen cómo yo recibía sus peticiones desde el día que comencé a trabajar y hablar públicamente como el Hijo de Dios y el Salvador del mundo...
¿Qué podía responder? Temblando de cabeza a pies, caí de rodillas clamando a la VIrgen María que acudiera a mi auxilio y le pedí que no sucumbiera ante esta tentación y perdiera mi fe y confianza en ella. Pero entre más oraba, más fuerte la voz parecía decirme: -¿Cómo te atreves a predicar semejante mentira cuando nosotros te decimos lo contrario por orden de Dios mismo!
En vano lloraba, oraba, clamaba y luchaba desde las diez de la noche hasta las tres de la mañana. De repente, el milagro de cambiar el agua en vino que Cristo hizo a petición de su madre vino a mi mente.
Yo siempre aceptaba ese texto como prueba de que el primerísimo milagro de Jesucristo fue hecho a petición de su madre. Yo estaba preparándome para responder a los tres testigos: -Aquí está la prueba de mi confianza en la intercesión de María; aquí está la evidencia innegable que Jesús no puede rehusar cosa alguna que su madre pida! 
Armado con estas explicaciones de la Iglesia, estaba punto de confrontar lo que San Mateo, San Marcos y San Lucas me decían cuando de repente, vino a mi mente un pensamiento angustioso como si los tres testigos me dijeran: ¿Cómo puedes estar tan ciego como para no ver que en lugar de ser un favor concedido a María, este primer milagro es la primera oportunidad escogida por Cristo para protestar en contra de la intercesión de ella! Es una advertencia solemne a María a nunca interponerse ante las necesidades de otros y para nosotros a nunca confiar en su intervención.
Aquí, María evidentemente llena de compasión por esa pobre gente que no tenía los medios para proveer el vino para los invitados que habían venido con Jesús, quiere que su hijo les dé lo que hacía falta. ¿Cómo responde Cristo a su petición? El responde con una reprensión... En lugar de decir Sí, Madre, haré lo que deseas; él dice: ¡Mujer! ¿Qué tienes conmigo? Esto claramente significa: Mujer, no tienes nada que ver en este asunto. No quiero que te interpongas entre las necesidades de la humanidad y yo. 

Todo lo anterior sirve para concluir que sólo la Biblia es nuestra regla a seguir, no lo que diga el hombre. Una vez más ha quedado demostrado que puede presentarse un conflicto entre la Biblia y el catolicismo, y tomar partido a favor del catolicismo no es un muy inteligente que digamos: no es bueno llevarle la contraria a Dios. Tenga bien claro esto: no es a María, es a Cristo a quien vamos a ir. Si Cristo quisiera que pidiéramos a María lo habría dicho en Juan 14:14. Cristo no nos enseñó el rosario sino el padrenuestro.

Bendiciones.
Juan Valles.

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Críticas a la Traducción del Nuevo Mundo DE LS TESTIGOS DE JEHOVA

La Biblia de los Testigos de Jehová es conocida como la Traducción del Nuevo Mundo. La Sociedad Watchtower cree que esta es la más exacta traducción de la Biblia y es la única que usan en sus enseñanza y lectura . Esta Biblia apareció primero en ingles en un solo libro en 1961 después de haber sido presentada en cinco tomos sucesivos en 1953, 1955, 1957, 1958 y 1960. La versión española apareció en 1967 en una primera edición de 500.000 ejemplares. 

Everet R. Storms, editor de The Gospel Banner , publicación oficial de la Iglesia Misionera Unida, ha acusado a los Testigos de Jehová de producir su propia traducción adulterada de la Biblia (1). El y otros han criticado duramente la Sociedad Watchtower de retocar y falsificar las sagradas escrituras. Algunos ejemplos de su mala traducción se puede encontrar en los siguientes textos: Hebreos 1:6; 1a Corintios 11:30; Juan 1:1; Gálatas 5:15; Tito 2:13; Colosenses 2:12; Juan 8:58; y 1a Juan 5:20; Mateo 10:38; Romanos 14:8-9; Mateo 27:52,53 y mucho mas (2). 

Cuando el editor Storms trato de conseguir los nombres de los miembros que forman parte del comité que tradujo la Traducción del Nuevo Mundo, no obtuvo respuesta. "La sociedad," dijo Storms,"rehusó categóricamente revelar la identidad de los miembros del comite traductor"(3). Cuando Eugenio Danyans les hizo la misma pregunta, ellos le comunicaron lo siguiente: " La Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras no fue producida con el objetivo de glorificar o sostener la memoria del nombre de hombres. Por lo tanto, los hombres que forman el comité de traducción han indicado a la Junta Directiva de la Sociedad su deseo de permanecer anónimos, y específicamente no desean que sus nombres sean publicados mientras estén en vida ni después de su muerte"(4). Ahora se puede preguntar - ¿Por que es tan importante que sean anónimos? ¿Es posible que tengan algo que ocultar? 

En 1983, Raymond Franz, antiguo miembro del Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová y sobrino del ex-presidente Frederick W. Franz, escribió un libro titulado Crisis de Conciencia. El hace eco de que la Traducción del Nuevo Mundo no menciona el nombre de ningún traductor y es presentada como el resultado del trabajo anónimo del "New World Translation Committee" (Comité de la Traducción del Nuevo Mundo). En realidad, los miembros de este comite eran Frederick W. Franz, Nathan H. Knorr, Albert Schroeder, Milton Henschel y George D. Gangas. Con respecto a Fredrick W. Franz, Raymond dice que "era el único con suficiente conocimiento de las lenguas bíblicas para intentar una traducción de esta clase. El había estudiado griego por dos años en la Universidad de Cincinnati, pero el hebreo lo estudio por si solo (autodidacto)" (5). Curiosamente, Dr. Walter Martin dice que en una Prueba del Fiscal en Escocia el 24 de noviembre de 1954 entre Walsh y Latham, "Fredrick W. Franz admitió bajo juramento que no podía traducir Génesis 2:4 del hebreo" (un versículo que cualquier estudiante del primer curso de hebreo en un Seminario Teológico podría traducir) (6). Después de repasar los datos, Dr. Martin concluye que el Comite de Traducción de la Biblia del Nuevo Mundo no merece ningún respeto porque "no había ningún traductor reputado con títulos reconocidos en exegesis o traducción griega o hebrea" (7). 

Aquí están las observaciones escritas por famosos eruditos del griego y del Nuevo Testamento sobre el modo en que la TNM vierte Juan 1:1, pero también son indicativos de las opiniones acerca de la TNM en general: 

Dr. J.R. Mantey (que es citado en las paginas 1158-1159 de la Traducción Interlineal del Reino de la Sociedad Watchtower en ingles): 
"Una sorprendente mala traducción". "Obsoleta e incorrecta","No es ni erudito ni razonable traducir Juan 1:1 'La palabra era un dios'". 

Dr. William Barclay de la Universidad de Glasgow, Escocia: 
"El modo en que esta secta tuerce deliberadamente la verdad se puede ver en sus traducciones del Nuevo Testamento. Juan 1:1 es traducido:"la Palabra era un dios." Una traducción que es gramaticalmente imposible. Es abundantemente claro que una secta que traduce el Nuevo Testamento de esta manera carece de honradez desde el punto de vista intelectual." 

Dr. Bruce M. Metzger de la Universidad de Princeton (profesor de Lenguaje y Literatura del Nuevo Testamento): 
"Una horriblemente mala traducción...""errónea", "perniciosa..." "reprensible". "Si los Testigos de Jehová toman esta traducción en serio son politeístas." 

Dr. Samuel J. Mikolasky de Zurich, Suiza: 
"Esta construcción anartrica (usada sin el articulo) no tiene el mismo significado que el articulo indefinido "un" tiene en ingles. Es algo monstruoso traducir esta frase como 'la Palabra era un dios'". 

Dr. James L. Boyer del Seminario Teológico de Winona Lake, Indiana: 
"Nunca he oído, ni leído ningún erudito del griego que concuerde con la interpretación de este versículo (Juan 1:1) en la que insisten los Testigos de Jehová. Nunca me he encontrado con uno de ellos (miembros de la Sociedad Watchtower) que tenga conocimiento del idioma griego." * 

Dr. Philip B. Harner de la Universidad de Heidelberg: 
"El verbo precedente a una forma anartrica probablemente significaría que el LOGOS era 'un dios' o persona divina de cierta clase, perteneciente a la categoría general de TEOS, pero un ser distinto de HO TEOS. En la forma que Juan uso, la palabra TEOS esta colocada al principio para énfasis (lo cual descarta por completo la traducción 'un dios')." 

Dr. B.F. Westcott (cuyo Nuevo Testamento en griego es usado en la Traducción Interlineal del Reino de la Sociedad Watchtower): 
"El predicado (Dios) sobresale enfáticamente primero, como en Juan 4:24. Necesariamente no tiene el articulo... No se sugiere inferioridad de naturaleza por esta forma de expresión, la cual sencillamente afirma deidad verdadera de la Palabra... en la tercera cláusula se declara que 'la Palabra' es 'Dios' y de ese modo se le incluye en la Deidad." 

Dr. Eugene A. Nida - Director del Departamento de Traducción de la Sociedad Bíblica Americana y responsable por la Versión Popular -- el comite trabajó bajo su dirección: 
"Respecto a Juan 1:1 hay una complicación sólo porque evidentemente la Traducción del Nuevo Mundo fue hecha por personas que no toman en serio la sintaxis del griego." 

Dr. J.J. Griesbach (cuyo Nuevo Testamento griego fue usado por la Sociedad Watchtower en su publicación de The Emphatic Diaglott ): 
"Son tan numerosos y claros los argumentos y testimonios de la Escrituras a favor de la verdadera deidad de Cristo, que a penas puedo imaginar como, reconociendo la autoridad divina de la Escritura y con respecto a las reglas justas de la interpretación, puede esta doctrina ser puesta en duda por hombre alguno. Especialmente el pasaje de Juan 1:1-3 es tan claro y tan superior a toda excepción, que ningún esfuerzo, ya sea de comentadores o de críticos, puede arrebatarlo de las manos de los defensores de la verdad." 

Otros famosos eruditos del griego y hebreo que también critican la Traducción del Nuevo Mundo son: Dr. Edgar J. Goodspeed, Dr. Paul L. Kauffman, Dr. Charles L. Feinberg, Dr. Walter Martin, Dr. F.F. Bruce, Dr. Ernest C. Colwell, Dr. J. Johnson, Dr. H.H. Rowley y Dr. Anthony Hoekema (8). 

* En el libro "EL VERBO"- ¿QUIÉN ES, SEGÚN JUAN? , publicado por la Sociedad Watchtower en 1962, apareció en la pagina 5 una traducción de Juan 1:1 del Nuevo Testamento: "Nueva Traducción y Explicación basada en los manuscritos más Antiguos por un sacerdote católico romano alemán llamado Juan (Johannes) Greber, edición 1937". Ellos citan su obra para apoyar su traducción de Juan 1:1 "la Palabra era un dios." Ademas ellos le citan en las siguientes publicaciones: ASEGURENSE DE TODAS LAS COSAS, 1970, pg. 491; LA ATALAYA, 1 de mayo de 1976, pg. 288; AYUDA PARA ENTENDER LA BIBLIA, 1987, pg. 1258. Lo sorprendente de todo esto es el hecho de que LA ATALAYA del 15 de enero de 1956 dijo lo siguiente: "Queda muy manifiesto que el ex-sacerdote Greber fue ayudado en su traducción por los espíritus en quienes él cree"(pg. 432). La verdad es que él y su esposa (una médium espiritista) se comunicaron con el mundo espiritual. El cuenta sus experiencias en su libro COMUNICACIÓN CON EL MUNDO ESPIRITUAL. Queda manifiesto que La Sociedad Watchtower ha citado a Juan Greber para apoyar su mala traducción de Juan 1:1 sabiendo que era un espiritista que había dejado el sacerdocio.. 
(para mas información escribe a: Agentes de Información, Apartado 297, 28932 Mostoles (Madrid), España. O bien Agentes de Información, Apartado 354, 17002 Gerona, España) 

Referencias Bibliográficas
(1). Eugenio Danyans Proceso a la 'Biblia' de los Testigos de Jehová, Ed. CLIE, 1983. página 31. 
(2). Erich and Jean Grieshaber Respuestas Preparadas para Refutar la Doctrina de los Testigos de Jehová. Ed. propia, 1992. pag. 49; Francisco Blanca El Texto Griego del N.T. y el Nuevo Mundo de las Sagradas Escrituras, 1987; David Reed Respuestas Bíblicas a los Testigos de Jehová. Ed. VIDA, 1986; Gerald Wright The JW's Bible, 1976; Robert M. Bowman,Jr. "The New World Translation on Trial", Christian Research Journal, Winter, 1989; David Reed, "Eso No Esta en Mi Biblia !" 
(3). Eugenio Danyans, página 32. 
(4). Ídem 
(5). Raymond Franz Crisis de Conciencia. Ed. CLIE, 1993. página 57; Bill and Joan Cetnar, Questions For Jehovah's Witnesses who love the Truth, 1983, pag. 7, Route 3, Weir Lake Road, Kunkletown, PA 18058. EE.UU. 
(6). Dr. Walter Martin Los Testigos de Jehová. Ed. BETANIA, 1987. página 61-62; "Is the President of Jehovah's Witnesses 'In the Truth'", Personal Freedom Outreach, P.O. Box 26062 , St. Louis, MO. 63136 ; Bill I. Cetnar "El Libro Más Peligroso", PA. 
(7). Ídem, pagina 61. 
(8). Erich and Jean Grieshaber, paginas 49-52; Dr. Julius Robert Mantey," A Grossly Misleading Translation"; Ian Croft "The New World Translation of the Holy Scriptures". Bethel Ministries, Vol.7, Sept. 1988; "What Greek Scholars Really Think About the New World Translation", Help Jesus Ministry, Kelowna, B.C. Canada 

¿Es Jesús el Arcángel Miguel?

La cristología es importante porque entre otras cosas ubica y diferencia. Podemos marcar, gracias al concepto cristológico de alguien, si es verdaderamente cristiano o no. No podemos creer cualquier cosa respecto de Jesús el Mesías, y este artículo es una respuesta a todo el que enseña que Jesús y el Arcángel Miguel son el mismo. Entiendo que se enseña con la mejor de las intenciones, pero eso no basta. Usted puede ser sincero en su enseñanza y aun así estar sinceramente equivocado.

Básicamente los que más aplauden la identificación de Jesús con Miguel son los adventistas del séptimo día y los testigos de Jehová, aunque con una clara diferencia, pues los testigos ven a Jesús como un ángel creado mientras que los adventistas alegan que si bien Cristo es un arcángel no puede ser creado, lo que aparte de ilógico resulta en un absurdo. César Vidal Manzanares comenta al respecto que
Ahora bien, cuando Russell fundó la secta (testigos de Jehová), el adventismo no había establecido de manera clara cuál sería su postura en relación con la divinidad de Cristo. Ciertamente algunos adventistas pretendían mantenerse fieles a la enseñanza bíblica acerca de la plena divinidad de Cristo, pero otros mantenían las tesis arrianizantes que luego han sido popularizadas por los tJ. Finalmente los adventistas llegaron a una especia de término medio que mantienen hasta el día de hoy. Por un lado afirman que Cristo es Dios, pero por otro insisten en que antes de su encarnación era el arcángel Miguel. Ambas afirmaciones son claramente contradictorias pero siguen formando parte de la teología adventista.

Ahora bien, ¿qué es un arcángel? ¿Quién es Miguel? La palabra "arcángel" viene del griego arcangelos, cuya raíz "arc" (o arque) significa "principado" o "gobernante". Un arcángel es un jefe de ángeles, según su etimología. Y jefe o no, sigue siendo un ángel y creación de Dios (a este respecto los testigos de Jehová son más conscientes que los adventistas). No hay absolutamente nada en las escrituras que nos lleve a pensar que un arcángel es increado. En el Nuevo Testamento sólo podemos ver esta palabra en dos ocasiones, en 1Tesalonicenses 4:16 y en Judas 1:9 . En estos pasajes se nos dice que 1) Jesús vendrá con voz de arcángel, y 2) que Miguel el arcángel disputó con el diablo el cuerpo de Moisés. Por otra parte, el nombre de Miguel significa "Quién como Dios". De aquí en adelante vamos a desprender nuestro estudio.


Miguel en el libro de Daniel
En el libro de Daniel, capítulo 10 verso 13 aparece por primera vez y relacionado al tema angelical, el nombre de Miguel. El pasaje en cuestión es muy importante. Dice así: 
El príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días, pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia. (Biblia Textual).

Basta con leer este pasaje para darnos cuenta que Miguel y Jesús no pueden ser el mismo. Aquí se le describe a Miguel como uno de los principales, muy diferente a Jesús de quien sabemos es Dios, y que en Juan 3:13 se le llama Unigénito (del griego monógenes, único). Aun así hay quienes relacionan a Jesús con Miguel. Ellen White (o Elena White) llegó a escribir que "Durante tres semanas Gabriel luchó con las potestades de las tinieblas, procurando contrarrestar las influencias que obraban sobre el ánimo de Ciro; y antes que terminara la contienda, Cristo mismo acudió en auxilio de Gabriel". Nada más equivocado.

La identificación de Miguel es la clave del pasaje. Esta traducción vierte que Miguel es uno de los principales príncipes.  El hebreo dice EJAD HASARIM HARISHONIM.

La palabra EJAD significa primordialmente UNO. Es la misma que se usa en la shemá "... Jehová UNO es" (Deut 6:4). Esta palabra es un numeral, y está en singular masculino, de tal modo que debe traducirse como UNO. 

Otra palabra es el hebreo HASARIM, que según Edward Vine significa significa oficial; líder; funcionario; comandante; capitán; jefe; príncipe; gobernante. Cabe destacar que esta palabra está en plural, y su traducción no puede ser príncipe sino PRÍNCIPES.

Por último tenemos la palabra HARISHONIM, que en el pasaje anterior se traduce como PRINCIPALES. Esta palabra significa, según Vine, "anterior; principal; primero" (pero traducir por "primeros" redundaría un poco). No puede traducirse por "principal" puesto que el término está en plural. De todo esto traducimos esta expresión como "ECHAD (uno) HASARIM (de los principes) HARISHONIM (principales)." ¿Está en concordancia con otras versiones? Veamos:
  • El príncipe del reino de Persia me impidió venir por veintiún días; pero Mijael, uno de los príncipes principales, vino a asistirme; y lo dejé allí con el jefe de los reyes de Persia. (KADOSH) 
  • Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso por veintiún días, pero he aquí, Miguel, uno de los primeros príncipes, vino en mi ayuda, ya que yo había sido dejado allí con los reyes de Persia. (LBLA) 
  • El príncipe del reino de Persia me ha opuesto resistencia durante veintiún días, pero Miguel, uno de los Primeros Príncipes, ha venido en mi ayuda. Me he quedado allí junto a los reyes de Persia. (NBJ)
  • El príncipe del reino de Persia me ha opuesto resistencia durante veintiún días, pero Miguel, uno de los Primeros Príncipes, ha venido en mi ayuda. Me he quedado allí junto a los reyes de Persia. (NBJcat) 
  • Durante veintiún días el príncipe de Persia se me opuso, así que acudió en mi ayuda Miguel, uno de los príncipes de primer rango. Y me quedé allí, con los reyes de Persia. (NVI)  
  • Miguel, uno de los príncipes más importantes, me ayudó; porque yo estaba detenido allí junto a los reyes de Persia. (PDT) 

Es tan preciso el uso de estas palabras, que hasta la muy manipulada traducción de los testigos de Jehová (TNM) dice que Miguel es "uno de los príncipes prominentes." Así que no hay excusa: Jesús y Miguel no son el mismo.


La voz de Arcángel en 1ra Tesalonicenses
El apóstol Pablo escribió:
Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo, y los muertos en el Mesías resucitarán primero.

En un sitio web de contenido ruselista (de los testigos de Jehová, www.jw.org), dice lo siguiente:  “El Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel. Este pasaje dice que Jesús hablará con voz de arcángel. Por lo tanto, da a entender que el propio Jesús es el arcángel Miguel."

No puedo apoyar tal declaración. Pablo dice que Jesús vendrá con tres cosas: 1) Voz de mando, 2) Voz de Arcángel y 3) Trompeta de Dios. ¿Indica esto que Jesús es un arcángel? Debo decir que no. La explicación más racional es que la voz de arcángel es para ampliar la información de la voz de mando, nada más. Algunos (y les respeto) piensan que la voz de Arcángel hace referencia a Miguel acompañando a la voz de Cristo (porque deducen que no son el mismo pero que Miguel estará con el Señor). Tal es el caso de John MacArthur, quien en su comentario al texto de Apocalipsis, dice en la página 27 que "Es posible que el arcángel de ese pasaje sea Miguel y que haga escuchar su voz mientras se enfrenta a los intentos de Satanás de interferir el arrebatamiento."

MacArthur dice que "es posible" que la voz de Arcángel sea la de Miguel porque no es el único Arcángel. A la luz de Daniel 10:13, recordemos que Miguel es uno de los principales, pero no el único, y que la literatura judía menciona a Gabriel, entre otros. Por eso, A. T. Robertson (de quien siempre diremos que es el más grande erudito del griego bíblico), dice que la voz de arcángel es "Una explicación adicional de keleusmati(voz de mando). El único arcángel mencionado en el N.T. es Miguel en Judas 9. Pero nótese la ausencia del artículo tanto con phönëi como con archaggelou. Así, la referencia puede que sea indefinida." Así, bien podría traducirse este pasaje como "una voz de un arcángel", un hecho que da el tiro de gracia a los que identifican, erróneamente, a Jesús con Miguel.


Lo que dice Judas 9
En Judas 9 se habla de Miguel el arcángel. El pasaje dice
Mientras que el arcángel Miguel, cuando disputaba con el diablo, contendiendo por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición, sino que dijo: ¡El Señor te reprenda!

Me parece sumamente valioso el comentario de William Barclay:
La lección que Judas ve en esto es que Miguel estaba ocupado en una tarea que le había asignado Dios; el diablo estaba tratando de impedírselo, presentando unos derechos que en realidad no tenía. Pero, hasta en un conjunto de circunstancias así, Miguel no habló mal del diablo, sino simplemente le dijo: «¡Que el Señor te reprenda!» Si el más importante de los ángeles buenos se negó a hablar mal del mayor de los ángeles malos, hasta en circunstancias tales, no hay duda que ningún ser humano puede hablar mal de ningún ángel.

El pasaje es claro. Según Judas, Miguel sabía que no tenía la autoridad suficiente para hacer más que un "el Señor te reprenda". Aquí cabe preguntarse: Si realmente Jesús y Miguel son la misma persona, ¿estaría así de limitado, incapaz de proferir juicio, aun cuando sabemos que todo el juicio ha sido dado a Jesús? La controversia que detalla este pasaje es que algunos lo relacionan con Zacarías 3:1,2. Cito lo de la Biblia textual: 
Después me mostró al sumo sacerdote Josué, colocado delante del ángel de YHVH, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarlo. Pero dijo YHVH a Satanás: ¡YHVH te reprenda, Satanás! YHVH, que ha escogido a Jerusalem, te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del fuego?

El paralelismo que se quiere implantar aquí es que, como Jehová sólo reprendió a Satanás, justificaría el hecho de que Miguel, siendo el mismo que Jesús, también sólo reprendió a Satanás. Pero a simple vista se intenta injertar un milagro, pues los textos no tienen nada que ver el uno con el otro. En primer lugar, el texto de Judas establece que Miguel no tiene la capacidad de juzgar a Satanás, eso es notable en el contexto. Mientras que en Zacarías el tema no es el no tener capacidad de juicio sino el de mostrar en Josué la misericordia de Dios hacia su pueblo, y para lo cual era necesario que Satanás no huyera (aun cuando se le reprendió dos veces), sino que Dios desechara la vileza de Josué mas no su persona. Mientras Miguel está en una batalla, El Señor está atendiendo la acusación hecha a la nación (representada en Josué) y emitiendo un veredicto de gracia. Son temas totalmente distintos, e intentar armonizarlos evidencia desespero por mantener una mentira. Es saltar por encima del contexto a fin de mantener un pretexto.


Un Argumento Necesario
Para nadie es un secreto que el relato de Judas 9 fue extraído de tradiciones hebreas. No intento desacreditar la enseñanza de Judas 9 como si se tratase de algo no inspirado. Pero, ya que sabemos que este relato (de donde algunos infieren que Jesús es el mismo que Miguel) resulta de tradiciones judías (se trata de La Asunción de Moisés), ¿sabían nuestros amigos testigos de Jehová y Adventistas que estas tradiciones alegan que Miguel es uno entre varios arcángeles de entre los cuales hasta se citan algunos nombres? Cito aquí el valioso comentario de Simón Kistemaker:
La literatura apócrifa enseña que hay siete arcángeles. Esta informacíon concuerda con la descripción que hace Juan de “los siete ángeles que están delante de Dios” (Ap. 8:2). Cuatro de ellos tienen nombre: se llaman Miguel, Gabriel, Rafael y Uriel. Miguel es el líder de los ejércitos celestiales que combaten contra Satanás y sus ángeles caídos, y los desalojan del cielo (Ap. 12:7–9).
Así que siendo consecuentes, si Judas siguiera escribiendo acerca de Miguel y las tradiciones judías, habría tenido que seguir diciendo acerca de los demás arcángeles. Por lo tanto, es absurdo decir que Jesús es Miguel (de quien la Biblia nos dice que uno más entre varios). Me permito decir lo que dijo Tertuliano: "De ningún modo se observa a Cristo como un ángel: como Gabriel o Miguel." -Tertuliano 210 d.C.

1Pedro 3:18, ¿Resucitó Jesús en un cuerpo espiritual o físico?




por Norman Geisler y Ron Rhodes |

Los testigos de Jehová enseñan a partir de 1Pedro 3:18 que Jesús fue muerto en la carne pero resucitado en espíritu, indicando con ello que Jesús no tenía cuerpo físico al resucitar de entre los muertos. El pasaje dice: «Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu...» (RV60)

Interpretar este versículo como una prueba de una resurrección espiritual pero no física, no es ni necesario ni congruente con el contexto de este pasaje y el resto de las Escrituras.

Este pasaje se traduce mejor así: "Él sufrió la muerte en su cuerpo, pero el Espíritu [Santo] hizo que volviera a la vida" (NVI). Dios no resucitó a Jesús como espíritu, sino que lo resucitó por medio de su Espíritu.

El paralelo entre morir y volver a la vida se refiere normalmente a la resurrección del cuerpo en el Nuevo Testamento. Por ejemplo, Pablo declaró que Cristo murió y volvió a vivir (Rom 14:9) y: "Aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios" (2Cor 13:4a).

El contexto de 1Pedro 3:18 se refiere al suceso como la resurrección de Jesucristo" (3:21). Esto se entiende, en todo el Nuevo Testamento, como una resurrección corporal (Hch 4:33Rom 1:41Cor 15:21;1Ped 1:3Ap 20:5). Aun si "espíritu" se refiere al espíritu humano de Jesús (no al Espíritu Santo), no puede significar que no tenía un cuerpo resucitado. De otra manera, la referencia a su "cuerpo" (carne) antes de la resurrección querría decir que él no tenía ningún espíritu humano en aquel tiempo. Parece mejor interpretar "carne" en este contexto como una referencia a su condición general de humillación antes de la resurrección y "espíritu" corno una referencia a su poder ilimitado y su vida imperecedera después de la resurrección.

También debemos tener presente que sea cual sea la forma en que interpretemos 1Pedro 3:18, debe ser congruente con lo que otros versículos dicen acerca del Cristo resucitado. En Lucas 24:39 el Cristo resucitado dijo: "Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy. Palpad y ved, porque un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo." El Cristo resucitado testifica en este versículo que no es espíritu y que su cuerpo resucitado está hecho de carne y huesos.

El Cristo resucitado también comió comida física en cuatro oportunidades distintas para probar que tenía una verdadero cuerpo físico (Lc 24.3024:42-43; Jn 1:12-13Hch 1:4). Habría sido engañoso de parte de Jesús ofrecer su habilidad de comer comida física como prueba de su resurrección corporal si no hubiera resucitado en un cuerpo físico. 

por Norman Geisler y Ron Rhodes |

Los testigos de Jehová enseñan a partir de 1Pedro 3:18 que Jesús fue muerto en la carne pero resucitado en espíritu, indicando con ello que Jesús no tenía cuerpo físico al resucitar de entre los muertos. El pasaje dice: «Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu...» (RV60)

Interpretar este versículo como una prueba de una resurrección espiritual pero no física, no es ni necesario ni congruente con el contexto de este pasaje y el resto de las Escrituras.

Este pasaje se traduce mejor así: "Él sufrió la muerte en su cuerpo, pero el Espíritu [Santo] hizo que volviera a la vida" (NVI). Dios no resucitó a Jesús como espíritu, sino que lo resucitó por medio de su Espíritu.

El paralelo entre morir y volver a la vida se refiere normalmente a la resurrección del cuerpo en el Nuevo Testamento. Por ejemplo, Pablo declaró que Cristo murió y volvió a vivir (Rom 14:9) y: "Aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios" (2Cor 13:4a).

El contexto de 1Pedro 3:18 se refiere al suceso como la resurrección de Jesucristo" (3:21). Esto se entiende, en todo el Nuevo Testamento, como una resurrección corporal (Hch 4:33Rom 1:41Cor 15:21;1Ped 1:3Ap 20:5). Aun si "espíritu" se refiere al espíritu humano de Jesús (no al Espíritu Santo), no puede significar que no tenía un cuerpo resucitado. De otra manera, la referencia a su "cuerpo" (carne) antes de la resurrección querría decir que él no tenía ningún espíritu humano en aquel tiempo. Parece mejor interpretar "carne" en este contexto como una referencia a su condición general de humillación antes de la resurrección y "espíritu" corno una referencia a su poder ilimitado y su vida imperecedera después de la resurrección.

También debemos tener presente que sea cual sea la forma en que interpretemos 1Pedro 3:18, debe ser congruente con lo que otros versículos dicen acerca del Cristo resucitado. En Lucas 24:39 el Cristo resucitado dijo: "Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy. Palpad y ved, porque un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo." El Cristo resucitado testifica en este versículo que no es espíritu y que su cuerpo resucitado está hecho de carne y huesos.

El Cristo resucitado también comió comida física en cuatro oportunidades distintas para probar que tenía una verdadero cuerpo físico (Lc 24.3024:42-43; Jn 1:12-13Hch 1:4). Habría sido engañoso de parte de Jesús ofrecer su habilidad de comer comida física como prueba de su resurrección corporal si no hubiera resucitado en un cuerpo físico. 

Testimonio de Aníbal Pereira Dos Reis, ex Sacerdote Católico Romano

Si hubiera permanecido en el catolicismo romano no hubiera encontrado a Jesús
Aníbal Pereira Dos Reis

Nací en San Joaquín de Barra, en el estado San Pablo en Brasil el 9 de marzo de 1924, en una familia profundamente arraigada en el catolicismo. Mi padre era portugués y para no ser una excepción a la regla, se había adherido a los admiradores de la Señora de Fátima, la suerte y el buen vino. Mi madre era de origen italiano y se jactaba del trono dorado del papa en la península italiana.

Desde mi temprana edad, el padre de mi madre, muy devoto en las prácticas religiosas, solía llevarme a los solemnes ritos católicos de la Iglesia Madre.

Antes de los siete años, ya asistía regularmente a la parroquia para la instrucción en el catecismo. En una oportunidad un sacerdote obeso nos habló, lleno de energía y vivacidad, acerca del infierno. Nos mostró el peligro, pero no nos dio ni siquiera una mínima clave de cómo salvarnos de ese peligro.

El día de la Primera Comunión
Hice la primera comunión el 1 de mayo de 1932. Me movían los más puros sentimientos. Sin embargo un incidente ensombreció la solemne atmósfera de esa hora. "Toad", uno de nuestros compañeros comenzó a gritar cuando el sacerdote le puso la hostia en la lengua: "¡La hostia se ha pegado, Padre!" El sacerdote se acercó rápidamente al nervioso niño y le ordenó que se callara y que no sacara la hostia del "cielo de la boca" con los dedos. Tocar la hostia con los dedos era sacrilegio. Después de salir de la iglesia, los niños y niñas se volvieron al compañero en cuestión con fuertes recriminaciones, diciéndole que había mostrado una falta total de respeto por el santo Señor.

En 1936 mi familia se mudó a Orlandia, una localidad vecina, para que mis hermanos y yo pudiéramos asistir a la escuela secundaria. Mi padre quería darles a sus hijos la oportunidad de estudiar, cosa que él no había tenido.

Pero desde mi infancia me había quedado un serio problema, era la salvación eterna de mi alma. Solía pensar constantemente en ello. Tem­blando de miedo, recordaba las palabras del sacerdote cuando nos preparábamos para la primera comunión. Nos había informado de todos los actos piadosos recomendados por un sacerdote español muy estricto. Se había despertado en mí desde muy niño, un gran deseo de servir a Dios. Al no conocer otra forma, me hice sacerdote.

El seminario y la ordenación
Me las arreglé para entrar al seminario a los diecisiete años. No era un buen ambiente. Nunca he estado en un lugar tan denigrante. Me entregué a estudiar intensamente todas las asignaturas. Sin embargo mi insatisfacción continuaba.

Fui ordenado sacerdote el 8 de diciembre de 1949 en la ciudad de Montes Claros, en el norte de Minas Gerais. El obispo diocesano me confirió la responsabilidad de organizar y dirigir el Círculo de Obreros. En verdad, esta responsabilidad cumplía con mis aspiraciones. Encontré que la práctica de la asistencia social era un alivio para mi ansiedad espiritual. Era intensamente activo, obtuve la simpatía de la gente trabajadora de toda la región y muchas alabanzas de las autoridades eclesiásticas.

Un sacerdote en el trabajo social
A comienzos de 1952, el obispo de Montes Claros fue transferido por el papa a Recife, como arzobispo. Fui incluido en ese cambio y me mudé a Recife.

En esa capital se me entregó la misión de restaurar una Compañía de Caridad. Una red de orfanatos y centros de educación católica que habían sufrido una crisis financiera en esa región. Trabajé duro, con la meta de reconstruir la imagen pública de esa institución. Cargaba con una.pesada responsabilidad. Después de poco más de dos años de trabajo, los problemas financieros de la institución se resolvieron. Los orfanatos y hogares recibieron mayor número de niños y ancianos. Los educadores se actualizaron. La prensa usó mi nombre en varias oportunidades, cosa que sirvió para protegerme.

No tengo paz frente a Dios
A pesar de esas victorias humanas y del aplauso de los admiradores, nunca sentí paz en mi alma. Ni la total dedicación a mis obligaciones en la caridad, ni la aprobación de las autoridades eclesiásticas eran una respuesta a mis tormentos espirituales. Deseaba ardientemente tener la seguridad de mi salvación, y nadie podía darme esa seguridad.

En 1960 me transfirieron a Guaratingueta en el interior del estado de San Pablo, una localidad próxima a Aparecida del Norte. Me alegró el cambio principalmente porque estaría con el "santo patrono del Brasil". Por otra parte, era la primera vez que estaría involucrado en una tarea relacionada con la gestión social. Siempre había estado preocupado por la obra social. Se suponía que debía encontrar en mis obligaciones como sacerdote la respuesta a mi ansiedad espiritual. Pero no era así.

El trabajo en la parroquia
Organicé una nueva parroquia en el distrito de Pedregulho en Guaratingueta. Trabajé duro. La construcción de una casa parroquial, un salón parroquial y tres iglesias en el plazo de tres años fueron pruebas de mi dedicación. Incluso en esta cumbre de mi vida, con una larga lista de servicios a favor del catolicismo, todavía no tenía seguridad de mi salvación.

Mi padre había muerto de cáncer pulmonar en octubre de 1956. Pasé un año entero rezando misas por el alma de mi padre. En ese tiempo toda la familia rezaba misas por él. Ni siquiera la misa católica romana, con toda su pretensión de valor infinito nos dio la seguridad de la salvación de mi padre.

Solía suplicar por esa seguridad para mí también. Pero ni siquiera el trabajo social en progreso, ni la construcción de las iglesias, ni las ceremonias que conducía, ni el ciego sometimiento a las autoridades eclesiásticas, ni el catolicismo romano estaban dándome la respuesta que necesitaba.

El odio por los evangélicos
Con mi espíritu de rigurosa sujeción a las doctrinas católicas, sentía verdadero odio por los evangélicos, a quienes me refería en las predicaciones como "cabras", mientras que los católicos eran los "cor­deros de Dios".

Hay un hecho que prueba mi tendencia antiprotestante. En oportunidad del día de Todos los Santos, en el cementerio del distrito de Pedregulho, los creyentes bíblicos estaban llevando adelante su tarea de distribuir tratados y extractos bíblicos. Con la intención de "dar gloria a Dios" (ese es el lema jesuita) y de defender a la "Santa Madre de la Iglesia Católica" resolví dañar su obra. Reuní a los niños de mi iglesia y los dividí en grupos para que estuvieran hora tras hora dentro del cementerio. La idea era recibir la literatura y destruirla en las velas encendidas detrás del funerario.

Sin embargo, a la noche, cuando hube terminado esta despiadada destrucción del material evangélico, entré en mi biblioteca para buscar algún libro que me entretuviera. Por la maravillosa gracia de Dios, me topé con la Biblia (traducida por Matos Soares).

Abrí el inspirado volumen. Leí el capítulo once del Evangelio de Juan. Sentí que me llegaba cierto alivio para mi aflicción. Sentí que una energía transformaba mi depresión espiritual. Seguí leyendo cada vez con mayor interés. Constantemente pensaba en ese capítulo.

Un comienzo en el estudio bíblico
Lentamente comencé a sentir un nuevo horizonte en mi alma. Decidí estudiar la Biblia libre de preconceptos. Sin la interferencia de nadie y solamente por medio de la Divina Gracia. Pasmado, descubrí que podemos tener absoluta y permanente certeza de ir al cielo si aceptamos cl plan de Dios.

Sin embargo seguí resistiéndome. Mi alma se había conformado al modelo de la práctica católica romana.

Hablo con mi obispo
Una cosa tenía clara,  cuando hablara con mi obispo, quería ser sincero. Él se sintió confundido con mis preguntas. En definitiva me dijo que yo estaba en Aparecida para ocuparme de la construcción de la Basíli­ca. Mis preocupaciones se convirtieron en la compra de cemento, ladrillos y herramientas. Oraba a nuestra Señora de Aparecida.

El punto crítico de Dios en mi vida
Por ese tiempo los creyentes evangélicos estaban distribuyendo folletos en Guaratingueta. Uno de ellos trataba, sobre la idolatría católica, la adoración de imágenes, etc. Para responder a todas esas afirmaciones, decidí dar una explicación de esas doctrinas desde el púlpito, decir que la adoración a las imágenes no estaba prohibida por Dios. Tomé mi Biblia, comencé la explicación leyendo el capítulo 20 de Éxodo. Salteé los versículos 4 y 5 para no dar "municiones a mis enemigos". Cuando bajé del púlpito, me sentía totalmente avergonzado de mí mismo. Decidí hacer una sincera comparación entre las doctrinas católicas y la Biblia. Entonces pude comprobar el abismo infinito que las separaba.

Comienzo a utilizar las normas bíblicas
En enero de 1963 recibí una invitación para ser sacerdote en la ciudad de Orlandia, donde había pasado mi adolescencia. Estaba encantado de volver a donde tenía tantos amigos.

Sin embargo, esa alegría no era suficiente como para borrar mi ansiedad espiritual. Me dediqué completamente al trabajo en la parroquia católica, llena de todas las deficiencias de una vieja parroquia con sus tradiciones rústicas. A pesar de la oposición de un grupo de mujeres descontentas pero piadosas, me las arreglé para desarrollar un trabajo espléndido donde todo encajaba bien, en lo posible, con las normas de la Biblia. Limpié la iglesia, retirando todos los ídolos. Mis predicaciones eran bíblicas. Mis programas diarios en la radio consistían en un sencillo comentario de la Palabra de Dios. Muchos himnos religiosos que cantábamos en los servicios eran canciones cristianas.

Además me ocurrió algo interesante, mi antiguo odio a los evangélicos se había convertido en temor. Quería hablar con un pastor, pero no tenía el valor de hacerlo. Estando en Guaratingueta decidí ir a San Pa­blo con la única intención de resolver esa situación. Al descender del colectivo en la estación, fui al correo para enviar un telegrama. En la calle del Correo había justo en ese momento un evangélico predicando. Al ver mi sotana, me desafió señalándome con el dedo y exponiéndome con sus duras palabras. Él no sabía lo que estaba ocurriendo en mi alma, y no podía adivinar el propósito de mi visita a Paulicea. Como resultado de este incidente, quedé más convencido todavía de que un pastor evangélico podría liberarme de todos mis problemas. Me volví inmediatamente a casa.

Un siervo de Dios me ayuda
En 1964 llegué cerca del fin. Ya no podía contener esa situación. En noviembre fui a Santos. Ya había trazado un plan. Vistiendo ropa civil, asistí al servicio del domingo de la Primera Iglesia Bautista y por increíble que parezca, el párrafo de la Biblia usado como base para el sermón fue justamente el capítulo once del Evangelio de Juan.

Al día siguiente pude acercarme al pastor Eliseu Ximenes. Este siervo de Dios me respondió de una manera tan amable que pronto me sentí cautivado y liberado de mi anterior prejuicio. Comenzamos a proyectar mi partida del catolicismo romano. Era apenas una partida formal, porque ya la venía realizando desde hacía mucho tiempo.

Fe en el Salvador suficiente
El 12 de mayo de 1965, con la especial protección de Dios, logré desenredarme totalmente de la iglesia romana. El 13 de junio fui bautizado en la Primera Iglesia Bautista de Santos, testificando públicamente del cumplimiento de mi fe en mi único y suficiente Salvador, Jesucristo.

Además de traerme a su Reino, Dios puso en mi corazón la tarea de predicar las Sagradas Escrituras, y dediqué íntegramente mi vida a este ministerio. Recientemente ha bendecido la obra de este humilde siervo suyo dándome la alegría de ver a cientos de almas venir al Señor Jesucristo.

En mis sermones insisto en el Plan de Dios para la salvación solo por medio de Jesucristo. Cada vez que predico puedo sentir una "comunión" más íntima con él.

Nunca antes había sentido tanto gozo espiritual como ahora. Tengo la paz total en mi corazón, porque tengo la certeza de mi salvación eterna. Mi alma ha sido purificada por la sangre redentora de Jesucristo, a quien sea la gloria por toda la eternidad.

Según el Papa sólo la Iglesia Católica puede interpretar las Escrituras

Durante su intervención en el Comité de la Biblia -desde el Vaticano-, que tuvo lugar el pasado viernes (12), el Papa Francisco, rechazó la interpretación subjetiva de la Biblia y dijo que sólo la Iglesia está autorizada para interpretar las Escrituras correctamente.
“El Consejo ha recordado con gran claridad: todo lo que se relaciona con la forma de interpretar las Escrituras que queda sometido al juicio de la Iglesia, que lleva a cabo su comisión y el ministerio divino de conservar e interpretar la palabra de Dios”, dice Francisco.
La posición del Papa evoca la “interpretación medieval”, que muchos papas aplicaron a las Escrituras como lo hizo en una ocasión Inocencio III quien escribió al patriarca griego de Constantinopla en estos términos: «Cristo ha dado el gobierno de todo el mundo a los papas» y, como evidencia conclusiva, añadió: «Pedro en cierta ocasión anduvo sobre las aguas las cuales representaban a las naciones y por lo tanto de ahí se colige que sus sucesores tenemos derecho a gobernar todo el mundo, lo cual incluye las sedes de los patriarcas griegos».
La “interpretación o exégesis medieval”, fue refutada por primera vez por el gran reformador protestante Martín Lutero quien dijo: “La Escritura es su propio intérprete, y no necesita de una autoridad superior a ella”.
Esta es una de las pocas veces que el Papa cita el Concilio Vaticano II (1962 – 1965) y la Constitución del “Dei Verbum” para hablar sobre el papel de la Iglesia.
“La Sagrada Tradición transmite la Palabra de Dios totalmente (….) Por lo tanto, la Iglesia recibe su certeza de todo lo revelado no sólo en las Sagradas Escrituras. Una como la otra debe ser aceptada y venerada con sentimientos similares de compasión y respeto”.
Esta es la tradición que afirma que la interpretación de la Biblia no debe hacerse sólo de manera intelectual, y debe ser enfrentada e insertada dentro de la tradición de la Iglesia Católica, según el Papa.
La posición medieval de Francisco, es posible que desagrade a los católicos contestatarios y protestantes que defienden el derecho a la libre interpretación de las Escrituras. Lo que el Papa no puede aceptar.
“La insuficiencia de cualquier interpretación sugestiva, o simplemente limitada a un análisis es incapaz de captar el sentido global que se ha construido hace siglos por la tradición de todo el pueblo de Dios”.

¿Es verdad que Cristo hace todo lo que dice María?


por Juan Valles | 

¿Nunca le han dicho que si le pide a la virgen puede obtener con más efectividad que si le pide a Cristo? Esto pudiera parecernos una locura teológica, pero es lo que se enseña en el catolicismo. La idea es que sólo la virgen, la madre del Señor puede apaciguar el ánimo del Salvador, por lo que ella puede mediar entre nosotros y Cristo. Se enseña desde el catolicismo que nadie desprecia una súplica de su madre, y mucho menos Jesucristo.

Para ello hay un pasaje bandera de la Escritura, desde donde basan esta doctrina. En el evangelio de Juan las bodas de Caná sirvieron para mostrar la primera señal milagrosa de Jesucristo. El pasaje dice:
"Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús. Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora. Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere. Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora. Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él." (Juan 2:1-11, RV60).

Este pasaje es clave para el catolicismo, ya que este dogma tan importante depende de este fragmento de la Escritura, así como de un enorme apego sentimental hacia la virgen María. De tanto apego, es notorio que la iglesia católica se ha desviado de la objetividad de las Escrituras en pos de la subjetividad de la Tradición, basada en interpretaciones de hombres falibles.

Alfonso de Ligorio (quien fue canonizado como "santo" por el papa Gregorio XIV en 1839 y fue declarado "Doctor" de la Iglesia Católica por el papa Pío IX) en su libro Las Glorias de María, llega a decir frases tan encendidas como éstas:
«Hay cosas que se piden a Cristo y no se reciben, pero si se piden a María son otorgadas.» 

También llegó a decir:
«Si mi Redentor me rechaza, me arrojaré a los pies de María.» «¡Señora nuestra, en el Cielo no tenemos otro abogado que tú!»

En un libro de Francisco Lacueva (Curso de Formación Teológica Evangélica, tomo 8: Catolicismo Romano) se nos narra una leyenda que Ligorio cita, llamada las Florecillas de San Francisco, según la cual el hermano León vio una escala roja para subir al Cielo, con Cristo arriba, por la cual muchos frailes trepaban sin éxito. Vio entonces otraa escala blanca, con la Virgen arriba, por la cual se subía fácilmente, pues Marta conducía de la mano a sus devotos para que escalasen sin dificultad el Cielo. Esto da por sentado que el catolicismo prefiere ir a María que ir ante Jesús, sin importar que la Biblia otorgue la exclusividad de la mediación a Jesucristo.

¿Obedeció Jesús a María?

Pero un análisis del texto en cuestión nos puede dar otra enseñanza. El texto dice "Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora."

Observe que María se da cuenta del problema que enfrentan los novios: se acabó el vino, y acude a Jesús. William Hendriksen agrega que "María no era, probablemente, una de las personas invitadas sino más bien una de las que ayudaban a servir en la boda. Esto podría explicar por qué sabía ella que se había acabado el vino." 

Así que María observó que se acabó el vino, y lo comunicó a Jesús. ¿De que forma lo comunicó? ¿Cree usted que le dio un mandato o le hizo una solicitud? Puede que a nuestros ojos la expresión "¿qué tienes conmigo, mujer?" suene muy descortés, pero es una forma común y familiar de hablar. Aquí lo importante es lo que quiere comunicar el Salvador, lo cual dista de la interpretación de otros. Básicamente Jesús pregunta a María qué vínculo tiene ella en su misión, "¿qué tienes conmigo...?", ¿por qué te entrometes...? ¿qué te importa a ti...? Luego viene la razón de Jesús de hablar a María: "Aún no ha venido mi hora". Aquí hay que considerar que Jesús hace un reclamo sobre su independencia, donde María no debe tener injerencia. Por supuesto, el católico no entenderá esta conclusión. Hendriksen comenta:
"Ella creía que era su deber indicarle a su hijo que tenía que hacer algo para remediar la escasez de vino. Jesús le contestó: “Mujer, ¿qué tienes tú que hacer conmigo? Aún no ha venido mi hora”. Jesús sabía que todas sus acciones habían sido predeterminadas en cuanto al momento exacto de su cumplimiento. María se dio cuenta de que aunque esta respuesta tenía la forma de una suave (incluso misericordiosa) reprensión, contenía, también, una promesa..."

De igual manera piensa James G. McCarthy en su libro El Evangelio según Roma, al decir
El Señor quería que María entendiera que en su misión divina Él no estaba sometido a sus solicitudes. Jesús había venido a hacer la voluntad de su Padre celestial, no de su madre terrenal. Habiendo aclarado esto, el Señor magnánimamente y con un mínimo de fanfarria, proveyó vino para los invitados.  

Raymond Edward Brow presenta un comentario que no podemos pasar por alto En su libro El Evangelio según Juan: I-XII sugiere que el
"¿Qué a ti y a mí?" parece significar "Esto no es asunto nuestro"; en consecuencia, algunos sugieren que Jesús trata de decir a María que aquello no le importa a él ni a ella. Sin embargo, el hecho de que se refiera luego a "mi hora" indicaría que niega únicamente que le importa a él.

El Comentario Bíblico Mundo Hispano, escrito por Rubén O. Zorzoli, destaca:
Quizá María pensaba que las relaciones íntimas de madre-a-hijo que había gozado con Jesús en el hogar en Nazaret todavía estaban en pie. Con esta pregunta, Jesús quería aclarar a su madre que, a partir de ese momento, y en el cumplimiento de su misión, tendría que obedecer la voluntad de su Padre celestial (ver Luc 2:49) por encima de la de su madre. Todavía no ha llegado mi hora daría la idea de que se negaba a "tomar cartas" en el asunto.

Nuevamente me permito un comentario de William Hendriksen:
Así pues, ella esperaba un milagro, porque sabía mejor que nadie quién era él realmente. Sin embargo, todavía no se daba cuenta que la relación de madre a hijo tenía que ser sustituida por la de creyente a Salvador. Ella creía que era su deber indicarle a su hijo que tenía que hacer algo para remediar la escasez de vino. Jesús le contestó: “Mujer, ¿qué tienes tú que hacer conmigo? Aún no ha venido mi hora”. Jesús sabía que todas sus acciones habían sido predeterminadas en cuanto al momento exacto de su cumplimiento. María se dio cuenta de que aunque esta respuesta tenía la forma de una suave (incluso misericordiosa) reprensión, contenía, también, una promesa, y por ello dijo a los sirvientes (διάκονοι: ayudantes; en sentido técnico, como en Fil. 1:1, adquirió el significado de diácono): “Haced todo lo que os dijere”, sugerencia que indudablemente era necesario hacer.

Finalmente, en Respuestas a Preguntas Que Hacen los Católicos, Tony Coffey añade:
Pero el análisis sencillo del acontecimiento y del contexto no apoya la afirmación católica. En la boda, María dijo a Jesús que el anfitrión se había quedado sin vino. ¿Le sorprendió esta información? ¿Le había dicho algo que Él no supiera? ¡No! Él es Dios el Hijo y lo sabe todo. ¿Por qué se lo dijo, pues? Ella sabía quién era Jesús y que podía satisfacer las necesidades del momento. Por lo tanto, María indicó a los siervos que hicieran todo lo que Jesús les ordenara...
No hay nada en esta historia que indique que es legítimo orar a María. Para llegar a esta conclusión tenemos que pasar por alto lo que dice este relato en realidad y tenemos que darle un significado diferente del que le quiere dar Juan cuando recoge este incidente.

Basta con estos comentarios para obtener luz sobre este pasaje. Y el católico debe preguntarse de la forma más racional posible si este pasaje de Juan puede gritar más fuerte que todo un coro de voces que a gritos nos dicen lo contrario desde las páginas de la Biblia. Esta es la mejor parte.


¿Qué dirá el católico de este pasaje...?
Hay un texto bien claro en la Biblia acerca de nuestro estudio, tan claro que no permite ambigüedades. ¿Es cierto que Jesús hace todo lo que dice María? ¿Qué dirá el católico cuando sepa que la Biblia muestra algo muy diferente a esto? Nuestro pasaje dice:

Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar. Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar. Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre.

Este texto está en Mateo 12:46-50, aunque también podemos hallarlo en Lucas 8:19-21 o Marcos 3:31-35.  Este relato constituye un poderoso argumento apologético en contra del dogma católico. El pasaje es claro: María no tiene autoridad alguna sobre Jesucristo. El Señor no sólo se negó a recibir a su madre sino a también a sus hermanos. Y más allá de lo que un católico pueda pensar, no debemos pasar por alto que Jesús le da más importancia a los que tenía alrededor que a su propia familia, indicando que su verdadera familia no era su madre y hermanos terrenales, sino los que tenía alrededor: los que hacen la voluntad de su Padre que está en los cielos. 

Hendriksen escribe al respecto: "Fue hacia sus discípulos, el círculo más íntimo, que él extendió con amor la
mano. A ellos dio este título de honor: “mi madre y mis hermanos”; sí, y “mis hermanas” también..." Es tan crudo este momento que la familia de Jesús no se vuelve a mencionar en todo el evangelio de Mateo, con excepción de María, al final del mismo.

Pregunto: ¿podemos afirmar que Jesús hace siempre lo que dice su madre? Obviamente no. Entonces, si la Iglesia Católica dicen una cosa y la Biblia dice otra, ¿a quién obedecerá usted?


¿Se contradice la Biblia?

Decir que María doblega el brazo de Cristo por nosotros es contradecir la Escritura. Decir que es a María a quien debemos acudir en oración es admitir que la palabra de la Tradición puede más que la Palabra de Dios. A continuación presento algunos textos que están en clara oposición al dogma católico de confiar en María como nuestra mediadora.

La Biblia nos dice los requisitos que debe tener alguien para poder interceder por nosotros:
"Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros". (Romanos 8:34).

Obviamente María no cumple con este perfil, no puede interceder.


La Biblia no está de acuerdo con el catolicismo en que María sea nuestro abogado. Por algo establece:
"... si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo". (1Juan 2:1)

La Biblia refuta las ideas católicas de que María puede interceder por nosotros ante un Jesús enojado. No es cierto que el Salvador no se compadezca de nosotros, pues está Escrito
"Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro." (Heb 4:15,16).

Si usted cree que María le ayuda no obedece a la Biblia, pues dice la Escritura:
"He aquí, Dios es el que me ayuda". (Salmos 54:4). 

Y también dice:
"De manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre". (Hebreos 13:6)
Según la Biblia, ¿cuántos mediadores hay entre Dios y nosotros? Si María fuera mediador, la Biblia dijera que hay dos. Pero el catolicismo viola este principio incluyendo a María en esta fórmula. La Escritura establece:
"Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre" (1Timoteo 2:5)
Por último, ¿se recuerda que en Juan 2:5 María le dijo a los que servían "Haced todo lo que os dijere"? Siguiendo esta maravillosa recomendación de María no podemos sino obedecer. La Biblia establece:
"Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar." (Mateo 11:28)
Entonces, ?qué más prueba quiere de que no es a María sino a Cristo a quien debemos ir? ¿No le parece que es irracional y anti-bíblico el dogma católico al respecto? A continuación una historia que no debe pasar por alto.


El Testimonio de Charles Chiniquy

Charles Chiniquy fue un sacerdote jesuita por veinticinco años que terminó volviéndose protestante debido a una crisis de conciencia que le produjo la lectura de la Biblia. Como admitiera más tarde en su libro 50 Años en la Iglesia de Roma, su gran ambición era convertir a los protestantes hacia el catolicismo, el cual consideraba que era el único medio para alcanzar salvación. Pero luego se dio cuenta que la Iglesia católica no era la Iglesia de Cristo, diciendo textualmente  "Esa triste verdad no me había sido revelada por ningún protestante ni ningún otro enemigo de la Iglesia. Me lo dijo uno de sus más instruidos y devotos obispos!" . Así Charles Chiniquy nos relata lo que encontró una noche leyendo las Escrituras:
"Antes de dormir, tomé mi Biblia como siempre y me arrodille delante de Dios. Leí el capítulo doce de Mateo con un corazón devoto y un sincero deseo de entender. Extrañamente cuando llegué al versículo cuarenta y seis sentí una admiración misteriosa como si hubiera entrado por primera vez en una tierra muy nueva y santa.

Aunque había leido ese versículo y los que siguen muchas veces, llegaron a mi mente con una frescura como si nunca los hubiera leido antes. Lentamente y con intensa atención, contemplé la llegada de María a la casa para encontrarse con su divino hijo que había estado tanto tiempo ausente de ella. ¡Mi corazón palpita ba de gozo ante el privilegio de presenciar esa entrevista y oir las respetuosas palabras que Jesús dirigía a su madre! 
Con mi corazón y alma estremecidos con estos sentimientos, leí atentamente: "Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar. Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar. Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre." (Mt. 12:46-50).  
Apenas terminé de leer el último versículo cuando grandes gotas de sudor empezaron a fluir por mi rostro, mi corazón latía con tremenda velocidad y casi me desmayé. Me senté en mi sillón esperando en cualquier momento caer al suelo. Sólo los que han oído el ruido tronante de las cataratas de Niágara y han sentido el temblor de las rocas debajo de sus pies tienen idea de lo que sentí en esa hora de agonía. Mi conciencia retumbaba como la voz de mil Niágaras diciéndome: -Predicaste una mentira sacrílega esta mañana cuando dijiste a tu congregación ignorante y engañada que Jesús siempre le concede las peticiones de su madre, María. ¿No te da vergüenza engañarte a ti mismo y a tus pobres compatriotas con semejantes falsedades absurdas?  
-Leelo nuevamente y comprende que lejos de concederle todas sus peticiones a María, Jesús siempre, excepto como niño, ha dicho no a sus peticiones. Cuando ella le pedía algo en público él siempre la reprendía... 
Me sentí tan confundido por la voz que me conmovía hasta los huesos que pensé por un momento que estaba poseído por un demonio... 
-No es la voz de Satanás la que oyes. Soy Yo, tu Salvador y tu Dios el que hablo. Lee cómo Marcos, Lucas y Juanb te dicen cómo yo recibía sus peticiones desde el día que comencé a trabajar y hablar públicamente como el Hijo de Dios y el Salvador del mundo...
¿Qué podía responder? Temblando de cabeza a pies, caí de rodillas clamando a la VIrgen María que acudiera a mi auxilio y le pedí que no sucumbiera ante esta tentación y perdiera mi fe y confianza en ella. Pero entre más oraba, más fuerte la voz parecía decirme: -¿Cómo te atreves a predicar semejante mentira cuando nosotros te decimos lo contrario por orden de Dios mismo!
En vano lloraba, oraba, clamaba y luchaba desde las diez de la noche hasta las tres de la mañana. De repente, el milagro de cambiar el agua en vino que Cristo hizo a petición de su madre vino a mi mente.
Yo siempre aceptaba ese texto como prueba de que el primerísimo milagro de Jesucristo fue hecho a petición de su madre. Yo estaba preparándome para responder a los tres testigos: -Aquí está la prueba de mi confianza en la intercesión de María; aquí está la evidencia innegable que Jesús no puede rehusar cosa alguna que su madre pida! 
Armado con estas explicaciones de la Iglesia, estaba punto de confrontar lo que San Mateo, San Marcos y San Lucas me decían cuando de repente, vino a mi mente un pensamiento angustioso como si los tres testigos me dijeran: ¿Cómo puedes estar tan ciego como para no ver que en lugar de ser un favor concedido a María, este primer milagro es la primera oportunidad escogida por Cristo para protestar en contra de la intercesión de ella! Es una advertencia solemne a María a nunca interponerse ante las necesidades de otros y para nosotros a nunca confiar en su intervención.
Aquí, María evidentemente llena de compasión por esa pobre gente que no tenía los medios para proveer el vino para los invitados que habían venido con Jesús, quiere que su hijo les dé lo que hacía falta. ¿Cómo responde Cristo a su petición? El responde con una reprensión... En lugar de decir Sí, Madre, haré lo que deseas; él dice: ¡Mujer! ¿Qué tienes conmigo? Esto claramente significa: Mujer, no tienes nada que ver en este asunto. No quiero que te interpongas entre las necesidades de la humanidad y yo. 

Todo lo anterior sirve para concluir que sólo la Biblia es nuestra regla a seguir, no lo que diga el hombre. Una vez más ha quedado demostrado que puede presentarse un conflicto entre la Biblia y el catolicismo, y tomar partido a favor del catolicismo no es un muy inteligente que digamos: no es bueno llevarle la contraria a Dios. Tenga bien claro esto: no es a María, es a Cristo a quien vamos a ir. Si Cristo quisiera que pidiéramos a María lo habría dicho en Juan 14:14. Cristo no nos enseñó el rosario sino el padrenuestro.

Bendiciones.
Juan Valles.