"Pero ellos insistían diciendo: Él alborota al pueblo, enseñando por toda Judea, comenzando desde Galilea hasta aquí"- Lucas 23:5.
Toda la noche me la pasé pensando en la visita que hice a Almolonga en mayo del 2002. Me pareció que el Espíritu Santo me indicaba que les compartiera este testimonio.Almolonga (Quetzaltenango) en un poblado indígena de unos 25,000 habitantes de Guatemala. Veinticinco años atrás el poblado era un desastre, el robo, el pillaje, la brujería, la hechicería, el alcoholismo, el desempleo, el adulterio, los asesinatos eran el modus vivendi de la localidad.
Para ver más gráficamente el asunto, te diré que un pueblito tan pequeño había 34 bares y 2 cárceles. La tierra era seca e improductiva. Pero un día el Espíritu Santo visitó a un borracho de la comunidad, un indiecito espiritista, alcohólico, desempleado, que no sabía leer ni escribir y que apenas mide unos cinco pies de estatura llamado Mariano Riscaché. El Espíritu Santo le dijo a Mariano que lo necesitaba para sanar aquella tierra y traer el más grande avivamiento que aquella tierra vería jamás.
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Mariano Riscaché y su esposa |
Poco a poco todos se fueron convirtiendo. Con todo, la pobreza en el poblado era tremenda, Mariano comenzó a orar y el Espíritu Santo comenzó a darle sabiduría para instruir a los nuevos convertidos acerca de sus finanzas. Comenzaron a cultivar la tierra, y Dios comenzó a hacer milagros de multiplicación. Yo vi las zanahorias y las mazorcas de maíz que se producen en ese lugar, increíblemente grandes. Antes del avivamiento ellos sacaban del poblado un camión de cosecha al mes, y el maíz y los vegetales eran comprados como mercancía de tercera porque eran muy pequeños y secos.
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"Jesús es el señor de Almolonga" |
En la madrugada se reúnen en la plaza para tomar los autobuses que los llevaban a los sembradíos y en las tardes los regresan. Los negocios del poblado y los autobuses y camiones tienen letreros con nombres evangélicos y frases sugestivas como: Ebenezer, Juan 3:16, Jesucristo es mi Señor. Jesús me salvó; etc. Cuando fui a Almolonga, el pastor Mariano nos llevó a una localidad donde estaba construyendo un enorme colegio para los hijos de los indiecitos del pueblo.
Las estadísticas dicen que todavía hoy, 25 años después de haber comenzado el avivamiento, ocho de cada 10 almonoguenses son cristianos evangélicos. Sencillo, el Evangelio de Jesucristo funciona, trae libertad, salvación, sanidad y prosperidad en todas las áreas. Dios está esperando que nosotros le creamos y nos levantemos a revolucionar el mundo como lo hicieron Pedro, Juan y Pablo.
El asunto no es si el Espíritu Santo lo puede volver hacer; el asunto es si puede encontrar a alguien que le crea y se deje usar. ¿Crees que te pueda preguntar a ti o estás muy ocupado? ¿Crees que te pueden acusar de estar alborotando al pueblo con tus enseñanzas como acusaron a Jesús? Se supone que eso hagamos… alborotar, estremecer a nuestra sociedad y cultura… Ese es el Gran Mandamiento… ¡Ups!
Autor: Apostol Griselle M. Trujillo
Titulo Original: Alborotando al pueblo
24 Agosto 2009 - 7:22