Entre los 28 etíopes asesinados por el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) en Libia había uno que no era cristiano, sino musulmán. Sin embargo, era parte del grupo que fue ejecutado en masa por yihadistas en Libia, crimen que fue difundido por la señal de propaganda Al Furqan.
Según explica la revista del Pontificio Instituto de Misiones Exteriores (PIME), una fuente de Al Shahab, los fundamentalistas islámicos de Somalia, confirmó la historia. También la ha relatado el periódico Somaliland Press, aunque con matices diferentes.
Este medio señala que Jamaal Rahman se habría convertido al cristianismo mientras estaba secuestrado por ISIS y que por eso fue ejecutado como un apóstata más por los fanáticos yihadistas.
En cambio, la historia de mayor crédito es la que relata que Rahman tenía un amigo en el grupo de cristianos capturados y que, a pesar de no estar en ese grupo, “se ofreció absurdamente como rehén por solidaridad”, según explicó a ese medio un yihadista del grupo Al Shahab que no podía entender el porqué.
“Tal vez pensaba que la presencia de un musulmán podía evitar que las personas que estaban cautivas junto con él perdieran la vida”, arriesga el sitio del PIME. En todo caso, eso no sucedió y tanto Rahman como los otros 27 secuestrados fueron salvajemente asesinados.
No es la primera vez que un musulmán termina muerto por ISIS a causa de ponerse del lado de los kuffar. En 2014, Mahmoud al Asali, un profesor universitario, se pronunció públicamente contra la persecución de los cristianos en Mosul, feudo yihadista del norte de Irak y también lo pagó con su vida.
ADVERTENCIA DE CONTENIDO GRAFICO EXPLICITO SIN CENSURA: Imágenes no aptas para personas impresionables.
