Un centro escolar situado en la ciudad de Kysucke, al norte de Eslovaquia, ha despedido a una profesora religiosa después de clavarle a un niño de siete años una agua para intentar demostrar «el dolor de Jesús cuando caminaba hacia la cruz».
Según informa el diario «Metro», la hermana Ludovita, de 30 años, ha sido acusada de maltrato infantil después de intentar experimentar sobre un alumno el sufrimiento de Jesús, recogido por la Sagrada Biblia, en la que describe el dolor en la cruz.
Para ello, llamó al pequeño al frente de la clase para realizar su dudosa demostración práctica. A continuación, según la investigación, tomó una aguja de su bolso antes de embestirla violentamente en la mano del pequeño, llamado Adam Celko. También sugirió que experimentaría un destino similar en caso de portarse mal. La madre del pequeño reconoció que su hijo llegó a su casa con «una herida en la palma de su mano» y fue entonces cuando le comunicó lo sucedido en horas lectivas.
Desde el centro lamentan el inciente y un portavoz de la escuela ha salido al paso para desaprobar este tipo de métodos de enseñanza. La ya exprofesora le explicó a sus compañeros que había invitado a los alumnos a pincharse a sí mismos de forma voluntaria, no obligados.
Aunque la religiosa negó que el suceso ocurriera de esa forma, sí reconoció que invitó a los niños a sufrir un poco de dolor para experimentar lo que vivió Jesús, aunque de forma voluntaria y no clavándoles cosas de por medio.