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La marca de un verdadero santo

corona y bibbia
¿Qué es un santo? ¿Cómo lo definimos? ¿Cómo lo describe la palabra de Dios? La Biblia lo define como aquellos que se han entregado a Dios para servirle y seguir todos sus mandamientos (Números 16:3, Romanos 1:7 y Efesios 1:4). Los cristianos hijos de Dios que se apartan del pecado del mundo son los verdaderos santos (Levítico 20:26).
Separados para Dios.
La santidad es un requisito para ir al cielo (Hebreos 20:14). Luego de definir brevemente cual es el concepto bíblico de lo que es un santo entro al punto principal.
Lo que define a un verdadero santo versus a uno que juega a ser santo
Esto que define al verdadero santo se encuentra en una de las enseñanzas del Apóstol Pablo. Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica. 1 Corintios 10:23
La santidad es algo que va mas allá de solo ser salvo o ser miembro de una iglesia. Esto involucra una entrega total a Dios. Cuando hacemos esto ya no se trata de solo no hacer lo malo para hacer lo bueno, se trata de escoger entre lo bueno y lo mejor.
Lo bueno y lo mejor
A la hora de decidir o evaluar hacer o no hacer algo no digas ni pienses solo en términos de si algo es malo o no o de si algo es pecado o no. En lugar de eso piensa entre que es bueno y que sería aun mejor. Recuerda lo escrito: “todo me es lícito, pero no todo edifica”. Frecuentemente nos encontramos con amigos o familiares que te dicen “ven y prueba esto que eso no es malo, una copa no es nada o tal o cual cosa no lo prohíbe la Biblia. Cuidado con eso porque hay malicia en ello y aunque ese acto no sea pecado o no sea prohibido en la Biblia no conviene participar. Ser santo es más que no pecar.
El ejemplo más común es el de los licores. Una copa de vino no es pecado o por lo menos eso dicen muchos y citan ejemplos bíblicos del uso del vino o buscan alguna excusa medica. Tomar una copa seguramente no es pecado pero si tomo varias me puedo embriagar y eso si es pecado así que lo evito completamente para mantenerme alejado del pecado lo mas que pueda y esto distingue a un verdadero santo de uno que solo juega a serlo. Esa sola copa de vino puede hacer que des mal testimonio delante de un familiar u amigo. Ellos te tentaran para luego arrastrar tu testimonio por el piso y jamás te los podrás ganar para Cristo. Se mas astuto que ellos y no les des oportunidad de hacer esto contigo.
Muchos cristianos buscan como pueden acercarse lo más posible a un pecado sin caer, esto es un juego peligroso y lo hacen aquellos cristianos que todavía aman el pecado y aunque en algún momento se han arrepentido de sus pecados aun no han renunciado a estos pecados. Estos cristianos son tibios (ni fríos ni calientes) y serán vomitados de la boca de Dios (Apocalipsis 3:16). Tienes que renunciar totalmente a todo pecado conocido y alejarte al máximo de estos pecados. Esto es como el que juega a caminar lo más cerca posible del borde de un precipicio sin actualmente caer por él. Si caes será su culpa y seguramente dirás “de repente caí”. No cae de repente, cae porque neciamente jugó con fuego, jugó con el peligro en lugar de alejarse de la zona de riesgo y Dios siempre provee la salida para que no peques y depende de ti si vas o no a usar esta salida(1 Corintios 10:13). Si se que estar solo(a) con una amiga(o) me tienta a algún pecado evito esa situación totalmente o pudiera caer de repente aunque este firme en la fe, busco poner la mayor distancia posible entre mi y el pecado porque he visto que así han caído muchos.
Si juegas a ver qué tan cerca del pecado puedes andar sin caer sin duda amas ese pecado y no tardaras en caer por más fuerte que creas ser. A mí también me ha ocurrido con una variedad de cosas mas ya no lo permito más. Y esto es la marca de un verdadero santo. Cuando llego a un punto donde dependo del discernimiento del Espíritu Santo y de los principios bíblicos no necesito que haya un mandamiento específico que me prohíba hacer algo para evitar ese algo porque entonces tengo un corazón que va conforme al corazón de Dios.
Conclusión
La marca de un verdadero santo solo se ve en aquellos que se esfuerzan por hacer algo más que no pecar y en lugar de solo estar escogiendo entre lo bueno y lo malo piensan constantemente en términos de escoger entre lo bueno y lo mejor escogiendo lo mejor en cada oportunidad. Estos son los que ponen la mayor distancia posible entre ellos y el pecado porque aman a Dios sobre todas las cosas y con todas sus fuerzas (el primer mandamiento). Se santifican constantemente para estar listos para la inminente venida de Cristo.

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¿Qué es un santo? ¿Cómo lo definimos? ¿Cómo lo describe la palabra de Dios? La Biblia lo define como aquellos que se han entregado a Dios para servirle y seguir todos sus mandamientos (Números 16:3, Romanos 1:7 y Efesios 1:4). Los cristianos hijos de Dios que se apartan del pecado del mundo son los verdaderos santos (Levítico 20:26).
Separados para Dios.
La santidad es un requisito para ir al cielo (Hebreos 20:14). Luego de definir brevemente cual es el concepto bíblico de lo que es un santo entro al punto principal.
Lo que define a un verdadero santo versus a uno que juega a ser santo
Esto que define al verdadero santo se encuentra en una de las enseñanzas del Apóstol Pablo. Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica. 1 Corintios 10:23
La santidad es algo que va mas allá de solo ser salvo o ser miembro de una iglesia. Esto involucra una entrega total a Dios. Cuando hacemos esto ya no se trata de solo no hacer lo malo para hacer lo bueno, se trata de escoger entre lo bueno y lo mejor.
Lo bueno y lo mejor
A la hora de decidir o evaluar hacer o no hacer algo no digas ni pienses solo en términos de si algo es malo o no o de si algo es pecado o no. En lugar de eso piensa entre que es bueno y que sería aun mejor. Recuerda lo escrito: “todo me es lícito, pero no todo edifica”. Frecuentemente nos encontramos con amigos o familiares que te dicen “ven y prueba esto que eso no es malo, una copa no es nada o tal o cual cosa no lo prohíbe la Biblia. Cuidado con eso porque hay malicia en ello y aunque ese acto no sea pecado o no sea prohibido en la Biblia no conviene participar. Ser santo es más que no pecar.
El ejemplo más común es el de los licores. Una copa de vino no es pecado o por lo menos eso dicen muchos y citan ejemplos bíblicos del uso del vino o buscan alguna excusa medica. Tomar una copa seguramente no es pecado pero si tomo varias me puedo embriagar y eso si es pecado así que lo evito completamente para mantenerme alejado del pecado lo mas que pueda y esto distingue a un verdadero santo de uno que solo juega a serlo. Esa sola copa de vino puede hacer que des mal testimonio delante de un familiar u amigo. Ellos te tentaran para luego arrastrar tu testimonio por el piso y jamás te los podrás ganar para Cristo. Se mas astuto que ellos y no les des oportunidad de hacer esto contigo.
Muchos cristianos buscan como pueden acercarse lo más posible a un pecado sin caer, esto es un juego peligroso y lo hacen aquellos cristianos que todavía aman el pecado y aunque en algún momento se han arrepentido de sus pecados aun no han renunciado a estos pecados. Estos cristianos son tibios (ni fríos ni calientes) y serán vomitados de la boca de Dios (Apocalipsis 3:16). Tienes que renunciar totalmente a todo pecado conocido y alejarte al máximo de estos pecados. Esto es como el que juega a caminar lo más cerca posible del borde de un precipicio sin actualmente caer por él. Si caes será su culpa y seguramente dirás “de repente caí”. No cae de repente, cae porque neciamente jugó con fuego, jugó con el peligro en lugar de alejarse de la zona de riesgo y Dios siempre provee la salida para que no peques y depende de ti si vas o no a usar esta salida(1 Corintios 10:13). Si se que estar solo(a) con una amiga(o) me tienta a algún pecado evito esa situación totalmente o pudiera caer de repente aunque este firme en la fe, busco poner la mayor distancia posible entre mi y el pecado porque he visto que así han caído muchos.
Si juegas a ver qué tan cerca del pecado puedes andar sin caer sin duda amas ese pecado y no tardaras en caer por más fuerte que creas ser. A mí también me ha ocurrido con una variedad de cosas mas ya no lo permito más. Y esto es la marca de un verdadero santo. Cuando llego a un punto donde dependo del discernimiento del Espíritu Santo y de los principios bíblicos no necesito que haya un mandamiento específico que me prohíba hacer algo para evitar ese algo porque entonces tengo un corazón que va conforme al corazón de Dios.
Conclusión
La marca de un verdadero santo solo se ve en aquellos que se esfuerzan por hacer algo más que no pecar y en lugar de solo estar escogiendo entre lo bueno y lo malo piensan constantemente en términos de escoger entre lo bueno y lo mejor escogiendo lo mejor en cada oportunidad. Estos son los que ponen la mayor distancia posible entre ellos y el pecado porque aman a Dios sobre todas las cosas y con todas sus fuerzas (el primer mandamiento). Se santifican constantemente para estar listos para la inminente venida de Cristo.