Activistas cubanos por los derechos homosexuales, encabezados por la hija del presidente Raúl Castro, planean realizar el sábado una boda masiva simbólica para promover la aceptación de los gays y transexuales en un país que históricamente ha sido hostil con esa comunidad.
La ceremonia, que formará parte del desfile anual por el Día del Orgullo Gay, será simbólica debido a que el matrimonio entre personas del mismo sexo es ilegal en Cuba, dijo Mariela Castro a periodistas.
La hija de Raúl Castro sostuvo que sigue impulsando esas acciones porque la sociedad cubana aún se resiste a reconocer los plenos derechos de la comunidad de lesbianas, gays, bixesuales, transexuales e intersexuales (LGTBI).
“No podemos hacer una boda, pero quisimos hacer una modestísima celebración de amor con algunos líderes religiosos”, dijo la también diputada al Parlamento.
“Ya veremos en el futuro qué otra cosa podemos hacer”, agregó la directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex).
Los líderes religiosos que participarán son cristianos evangélicos. La religión predominante en Cuba es la católica romana.
La ceremonia masiva se inspiró en una boda similar de más de 100 parejas durante el World Pride, en Toronto, un evento organizado en junio pasado, señaló.
Entre quienes asistirán a la ceremonia del sábado se encuentran el reverendo Roger Larade y Silvia González, de la iglesia católica eucarística de Toronto.
La sexóloga cubana ha impulsado los derechos de la comunidad LGTBI en la isla, pero el matrimonio entre personas del mismo sexo y las uniones civiles siguen siendo ilegales.
Algunas actitudes de los cubanos han cambiado desde que cubano Fidel Castro admitió en 2010 que se había equivocado al discriminar a los homosexuales, que fueron enviados a campos de trabajo en los primeros años después de la revolución de 1959.
El año pasado, la Asamblea Nacional (Parlamento) aprobó un nuevo Códido de Trabajo en Cuba, que incluyó por primera vez la no discriminación por orientación sexual, aunque no contempló la no discriminación por identidad de género.
Pero Mariela Castro votó en contra del nuevo Código de Trabajo, en una acción extremadamente rara y posiblemente sin precedentes en el Parlamento debido a que los diputados tradicionalmente votan de manera unánime.
Castro dijo que esa es una de las razones por las cuales la comunidad LGTBI de Cuba aún carece de derechos legales.
“Hay temor de que se lleve y cree cierta ruptura en la sociedad cubana. Sin embargo, estoy convencida de que independientemente de que no todo el mundo esté de acuerdo con una ley que incluya el respeto a los derechos LGTBI, esto no va a crear ruptura”, afirmó.
“Esto va a generar enriquecimiento cultural, enriquecimiento ideológico”, agregó.
(Reporte de Daniel Trotta. Traducido por Nelson Acosta en La Habana, editado por Javier Leira)