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Sufrimiento

Sufrimiento


por Charles R. Swindoll



De las cartas que escribió Pablo, Segunda a los Corintios es la más autobiográfica. En ella el gran apóstol levanta el telón de su vida privada y nos permite captar un vislumbre de sus fragilidades y necesidades humanas. Hay que leer toda la carta de corrido para captar la emoción conmovedora que corría por su alma.



En esta carta Pablo anota con detalles específicos su angustia, lágrimas, aflicción y oposición satánica. Describe con minuciosidad su persecución, soledad, prisiones, azotes, sentimientos de desesperanza, hambres, naufragios, noches sin dormir, y esa "espina en la carne," su dolorosa compañera. ¡Cuán cerca nos hace sentir a él cuando lo vemos como un hombre con problemas reales, sinceros y francos, tales como los nuestros!



No es sorpresa, entonces, que empieza la carta con palabras de consuelo, especialmente en los versículos 3 al 11. Diez veces en cinco versículos (2 Corintios 1:3-7) Pablo usa la misma palabra griega parakaleo, que quiere decir literalmente, "llamado para estar al lado."



Esta palabra incluye más que una palmadita diplomática en la espalda con la gastada frase: "Que el Señor te bendiga." No; esto incluye comprensión genuina, profunda, compasión y simpatía hondas. Esto parece especialmente apropiado puesto que dice que Dios, nuestro Padre, es el "Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones" (1:3-4). Nuestro Padre de amor nunca está ocupado o lejos cuando nosotros atravesamos tristeza y aflicción.



Hay otra observación que vale notar en 2 Corintios 1. Se nos dan no menos de tres razones para el sufrimiento, cada una introducida con la expresión "para que." Calladamente, sin mucha fanfarria, el Espíritu Santo indica algunas de las razones por las que sufrimos: "para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación"; "para que no confiásemos en nosotros mismos"; "para que por muchas personas sean dadas gracias" (1:4, 9, 11). Reconozco que debe haber docenas de otras razones, pero aquí se nos dan tres razones específicas por las que sufrimos.



Razón 1: Dios permite el sufrimiento para que podamos tener la capacidad de entrar en la aflicción y tristeza de otros. ¿No es eso verdad? Si usted se ha roto una pierna y ha quedado confinado a muletas por semanas, puede simpatizar con el que anda en muletas, incluso años después de su propia aflicción. Lo mismo es cierto por la pérdida de un hijo, depresión emocional, un accidente de tráfico, soportar crítica injusta o problemas financieros. Dios les da a sus hijos la capacidad de comprender al permitir que vengan sufrimientos similares a nuestras vidas.



Razón 2: Dios permite el sufrimiento para que podamos aprender lo que significa depender de Él. ¿No hace el sufrimiento eso? Nos obliga a apoyarnos totalmente en Él, de manera absoluta. Vez tras vez nos recuerda el peligro del orgullo, pero con frecuencia es preciso el sufrimiento para que la lección se quede. Tal vez eso es lo que usted ha atravesado hace poco. No considere la aflicción como una intrusa. Recíbala de buen grado como el mensaje de Dios para que deje de confiar en su carne, y empiece a apoyarse en Él.



Razón 3: Dios permite el sufrimiento para que podamos aprender a dar gracias en todo. Ahora, con toda franqueza, ¿alguna vez ha dicho usted: "Gracias, Señor, por esta prueba"? ¿Ha dejado finalmente de luchar y le ha expresado lo mucho que aprecia la soberanía de amor de Él sobre su vida?



Pues bien, ahí lo tiene. ¡Cuán inconclusos, y rebeldes, y arrogantes, y despreocupados, seríamos sin el sufrimiento!



¡Qué estas cosas le animen la próxima vez que Dios atiza el horno!

¿Qué Hago Cuando me Siento Solo?

¿Qué Hago Cuando me Siento Solo?


por Visión Para Vivir



Pregunta: Detesto volver a casa, a mi departamento. Es frío y oscuro. Lo primero que hago es encender el televisor simplemente para oír voces humanas. Como a solas, cambio canales, tal vez leo un poco, y luego me voy a la cama. He entablado y terminado relaciones personales, y ninguna ha resultado bien. Veo a las parejas en el centro comercial caminando tomados de la mano, y mi corazón anhela una persona que comparta mi vida. Sé que la gente puede ver la soledad de mis ojos, y probablemente eso las espanta, pero, ¿qué puedo hacer?



Respuesta: Lamentamos que usted luche con la soledad como lo indica. El clamor de todo corazón humano es compañía. Dios nos hizo para vivir en relaciones personales unos con otros, y es natural sentir que el alma le duele a uno cuando uno está solo.



Tal vez sea sorpresa para usted saber que muchos creyentes luchan con la soledad. El pastor A. W. Tozer una vez dijo: “La mayoría de grandes almas del mundo han sido solitarias.”1 Piense en los santos en las Escrituras que se sintieron solos, y considere las razones para su soledad. Job se sintió solo en sus problemas (Job 6:14-15); José, en el rechazo que su familia (Génesis 37:23-28); Elías, como resultado de intensa guerra espiritual (1 Reyes 13:10, 14); David, como resultado de los implacables ataques del enemigo (Salmos 25:16); Jeremías, debido a que se mantuvo firme por el Señor (Jeremías 15:15-18); y Jesús, en el huerto del Getsemaní, cuando más necesitaba de sus amigos (Mateo 26:36-45).



Sí, incluso el Hijo de Dios sabe lo que es estar solo. ¿No es consolador pensar en esto? Jesús anduvo en este valle antes que nosotros. Él sintió el ataque de Satanás en el desierto solitario de la tentación. Sintió la estocada del aislamiento en el huerto del Getsemaní; y sintió la soledad máxima en la cruz cuando llevó nuestro pecado. Debido a que Él ha ido antes que nosotros, Él es nuestro salvavidas de esperanza. El autor de la carta a los Hebreos nos asegura:



Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. (Hebreos 4:15-16)



Jesús le encontrará en su soledad con una palabra comprensiva y un corazón compasivo.



Con Cristo, usted puede estar solo sin sentir la tristeza por hallarse solo. Ahora mismo, el hecho de estar solo es como un desierto emocional, en donde el paisaje está vacío y usted siente el calor del sol y una sed horrible de compañía. Ahora bien, contraste esta imagen de un desierto con la imagen de un huerto. Imagínese que está a solas en un huerto, escuchando los calmantes sonidos de los pájaros, y el relajante susurro de la brisa entre los árboles. En el huerto, usted disfruta estando a solas, una sensación enteramente diferente. La soledad trae refrigerio, paz y significado.



¿Cómo puede usted empezar a sentirse menos como estando en un desierto y más como estando en el huerto de Dios?



Primero, manténgase cerca al Señor mediante la oración y la lectura de la Biblia. Dios le invita a que le cuente todo lo que usted atraviesa:



Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos;

Derramad delante de él vuestro corazón;

Dios es nuestro refugio. (Salmo 62:8)



Pase tiempo en los Salmos; sus compositores a menudo escribieron desde la soledad, así que esos poemas son grandes herramientas para profundizar su andar con Dios, aun cuando Él parezca distante y ajeno. Usted querrá memorizar algunos pasajes o incluso unos cuantos Salmos enteros que le hablen.



Segundo, busque personas que necesitan un amigo y muéstreles el amor de Cristo. Busque personas que es probable que se relacionen con usted, aquellos con quienes usted tiene intereses comunes. A menudo los que nos rodean también se sienten solos y buscan compañía. Tal vez usted pueda conectarse con otros en su iglesia o en su barrio.



Tercero, busque situaciones que naturalmente se brindan para cultivar relaciones de amistad. Las amistades raras veces brotan como resultado de algún encuentro casual; a menudo se desarrollan al pertenecer a un grupo cuyos miembros tienen una identidad común. Equipos deportivos o de recreación, clubes de lectura, o grupos de intereses especiales son ejemplos de este tipo de grupos. Tal vez sus pasatiempos o destrezas podrían servir en un ambiente de grupo. Piense en grupos de los cuales usted gustaría ser parte y únase a uno o dos. Se sorprenderá agradablemente por los resultados.



Una de las mejores maneras de cultivar relaciones personales es servir en su iglesia. La mayoría de iglesias ofrecen docenas de oportunidades para servir, y cada una de ellas lo unirá a otros. El trabajo voluntario es uno de los mejores ambientes en los cuales entablar amistad con otras personas. Cada vez que su iglesia organice un día de trabajo, preséntese. Si las oportunidades surgen para que usted sirva en comités o equipos de liderazgo, aprovéchelas. Si hay alguna ocasión de unirse a un equipo de servicio que ayuda a los necesitados, únase. Trabajar con otros creyentes rápidamente promueve unidad y amistad. Como sabe, cultivar las relaciones personales sólo el domingo por la mañana puede ser frustrante, porque todos están apurados.



Los estudios bíblicos en el hogar también proveen un ambiente que conduce al compañerismo. Si su iglesia tiene tales grupos, únase a alguno. A lo mejor usted también puede organizar un grupo así en su casa.



Los retiros de iglesia también son excelentes lugares para cultivar relaciones personales. Sea una salida en un picnic del grupo a un parque de la ciudad o un fin de semana en las montañas, las actividades puertas afuera proveen muchas oportunidades para la interacción.



Usted mencionó su frustración al salir con personas del sexo opuesto. Los orientadores bíblicos a menudo dan los siguientes consejos a personas que sienten que su soledad las hace más vulnerables. Tenga cuidado; evite entablar relaciones personales sólo para aliviar su soledad. Las mejores relaciones personales surgen en momentos cuando usted se siente más contento y estable. La ironía es que cuando usted se siente menos desesperado, hallará las relaciones personales más saludables, porque usted toma buenas decisiones.



Trabaje en estos puntos con un orientador, pastor o buen amigo creyente.



Lleve un diario de sus sentimientos.

Escriba un relato de su soledad, o tal vez un historial de su soledad. Puede incluir cuadros de revistas para mostrar cómo sentía la soledad en momentos diferentes. (Incluso cuando usted llevando una relación personal, puede haberse sentido solo. Incluya también esas ocasiones).

Cuando se sienta tentado a seguir saliendo con una persona para aliviar su soledad, pregúntese: “¿Está este individuo interesado en mí solo porque estoy solo y vulnerable?” Quítese los lentes color rosa que oscurecen la verdadera naturaleza de la otra persona.

No empiece una nueva relación personal mientras no haya resuelto su soledad. Los sentimientos de soledad le impedirán que piense con claridad o perciba el peligro.

No intente huir de la soledad. Acepte el dolor. Deje que las lágrimas corran. Atraviese el valle oscuro en lugar de huir de él o evadirlo. Usted sabrá que está listo para una relación personal seria cuando pueda estar solo y sentirse contento en el Señor.

Dese cuenta de que la soledad puede descender a la depresión, así que vigile señales que necesite consultar con un médico, como cambios en los hábitos en cuanto a comidas o a dormir, ganar o perder peso, preocupación con pensamientos de muerte, sentimientos de tristeza o desaliento que duren por un par de semanas, inhabilidad para concentrarse o disfrutar de actividades agradables, y fatiga.

Dios puede convertir sus desiertos en huertos. En realidad puede. Que usted halle la paz de Dios en su lugar de soledad.

Consejo Práctico para Tiempos Peligrosos

Consejo Práctico para Tiempos Peligrosos


por Charles R. Swindoll



¿Cuáles son las órdenes de marcha para los que viven en estos tiempos difíciles, peligrosos, cuando los tribunales están fuera de control, cuando las escuelas están fuera de control, cuando los barrios están fuera de control, cuando parece como si el hogar de uno a veces estuviera viviendo en el filo cortante? Permítame darle cuatro enunciados de las Escrituras (2 Timoteo 3:14 - 4:18).



1. Siga el modelo de los fieles. ¿Qué quiere decir seguir a los fieles? Quiere decir que observamos sus vidas. Quiere decir que aprendemos de su ejemplo. Quiere decir que escuchamos su instrucción. Emulamos sus virtudes. Admiramos su carácter. Recordamos lo que ellos han soportado. Hay algo maravilloso en tener mentores y héroes fieles en los anales de la historia.



No piense que debido a que nuestros tiempos son difíciles no hay personas que son dignas de perseguir o modelos dignos de emular. Hay algo inspirador en alguien que va delante de nosotros; alguien que caminó por el camino y vivió esa vida. Hay los que han vivido fieles antes que usted y lo lograron, y usted también puede lograrlo. Siga el modelo de los fieles.



2. Aférrese a la verdad de la Biblia. Si se mantiene con la verdad de la Biblia, nunca se equivocará. Ella nunca los desanimará. Nunca le hará descarriarse. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en justicia.



En un mundo en donde todo se ha vuelto gris y nebuloso, las Escrituras todavía marcan las líneas entre el bien del mal, entre lo bueno y lo malo, entre la bendición y la maldición. Manténgase en las enseñanzas de las Escrituras.



3. Proclame el mensaje de Cristo. En una era como esta no hay otro mensaje como éste. Predique la Palabra de Dios. Esté listo. Sea consistente. Sea fiel a tiempo y fuera de tiempo. Reprenda, redarguya, exhorte; pero no sea cáustico al hacerlo. No agarre a las personas por la garganta. Pablo dice que hay que predicar la palabra con gran paciencia y con el propósito de instruir. Martille, aclare, dígalo tal como es, sea firme.



Manténgalo sencillo, muy sencillo. Las personas en tiempos peligrosos están confundidas. Es fácil para nosotros descargarles el camión entero antes que darles un bocado para que lo mastiquen. Hay algo en la declaración sencilla del evangelio que se abre paso por entre todas las galimatías y alimenta el corazón hambriento. Proclame el mensaje de Cristo.



4. Mantenga una vida ejemplar. Las personas pueden discutir su filosofía, negar su teología, y desviarlo con argumentaciones, pero hay una cosa que nunca puede negar: una vida ejemplar. Hay algo en una vida que se vive para la gloria de Dios en una universidad, y que la gente no puede dejar de ver. Hay algo en una vida ejemplar que se vive en la oficina, y que la gente no puede dejar de ver. Aunque hay quienes hoy que no aguantan la sana doctrina, sea sobrio, soporte la adversidad, haga la obra de evangelista, cumpla su ministerio. Mantenga una vida ejemplar.



Los tiempos peligrosos han llegado. Es nuestra responsabilidad obedecer las órdenes de marcha y mostrarles a otros el amor de Cristo. Siga el modelo de los fieles. Manténgase en la verdad de la Biblia. Proclame el mensaje de Cristo. Mantenga una vida ejemplar.



Empiece hoy.

Corazón de Pastor

Corazón de Pastor


por Charles R. Swindoll



Lea Números 27:12-23.



Moisés pide un hombre "que salga delante de ellos y que entre delante de ellos, que los saque y los introduzca, para que la congregación de Jehová no sea como ovejas sin pastor” (Números 27:17). En otras palabras: "Señor, necesitamos un hombre que se dé cuenta de que debe estar en contacto con el pueblo antes de poder ministrarlos. Necesita ser una persona de personas."



Moisés estaba diciendo: "Este pueblo no necesita un místico. No necesita un hombre preocupado por su encanto por la investigación, por importante que eso pudiera ser. Este pueblo en realidad no necesita un gerente en jefe súper eficiente, o un genio organizacional brillante. Necesitan un pastor. Necesitan un hombre que conozca a las personas, que ministre a las personas, entienda a las personas, y sepa cómo guiar a personas."



Sea cual sea la capacidad en que usted ministra: como maestro de la Biblia, estudiante preparándose para el ministerio, o mujer de Dios que ministra con sus talentos, su ministerio primariamente son personas, no es archivar documentos, ni sumar números, ni hacer llamadas telefónicas, ni escribir cartas, ni planear programas, ni concentrarse en estrategias para la próxima década. Por supuesto, todo eso tiene que hacerse. Yo debo firmar o escribir un promedio de cuarenta a cincuenta cartas a la semana y también participar en sesiones de planeamiento. Hay que atender los detalles administrativos. (¡El menor número conque pueda escaparme!).



¿Sabe lo más común que oigo de los que apenas empiezan a asistir a nuestra iglesia? Quieren conocernos a algunos de los ministros, y dicen: "Usted no me conoce, pero yo vengo los domingos para oírle predicar." Y luego casi piden disculpas, como si dijeran: "Oiga, lamento quitarle el tiempo, pero simplemente quería estrechar su mano." Yo hago hasta lo imposible para decirle a cada uno: "Usted es tan importante como cualquiera en toda esta iglesia. No hay miembro insignificante en la familia de Dios." No dijo esto para cultivar buenas relaciones públicas, o hacer una buena impresión. Lo digo porque realmente lo creo; porque es verdad. Sea quien sea usted, haga lo que haga, usted es especial ante el Dios que lo ha escogido.



Tomado de Charles R. Swindoll, Great Days with the Great Lives: Daily Insight from Great Lives of the Bible (Nashville: W Publishing Group, 2005) 97. Copyright © 2005 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.

Un Receso Semanal para su Pastor

Un Receso Semanal para su Pastor


por Derrick G. Jeter



Los miembros de las iglesias no siempre viven en la realidad; especialmente los que forman los comités de búsqueda de un nuevo pastor. En una descripción para el pastor perfecto, una iglesia buscaba las siguientes características:¹



El pastor perfecto para nuestra iglesia debe reunir los siguientes requisitos:



Casado, con dos hijos; un hijo y una hija.

Estar de turno las veinticuatro horas del día, siete días a la semana, incluyendo días feriados y de vacaciones, para visitar en el hospital y asilos.

Poseer sabiduría como la de Salomón, capacidad de liderazgo como la de Moisés, visión como la de Daniel, perspectiva teológica como la de Pablo y compasión como la de Jesucristo.

Estar dispuesto a predicar lo que nosotros queremos, y sólo por 15 minutos; 12,5 de los cuales debe dedicar a chistes y cuentos.

Predicar como Charles Haddon Spurgeon y Chuck Swindoll.

Salario: Mínimo permitido por la ley.



Beneficios: El privilegio de ser nuestro pastor.



No sé si alguien querría ser pastor de esa iglesia, pero sospecho que no emplearían a su pastor actual; porque él es muy imperfecto. También el mío.



Ser pastor ya que es difícil lo suficiente sin que un comité de iglesia . . . o la misma congregación, para el caso, tenga expectaciones de perfección. Todo pastor, incluyendo el suyo, vive en las líneas del frente de la batalla espiritual (Efesios 6:12). No necesita que se lo compare con Spurgeon o Swindoll; ninguno de los cuales jamás anduvo sobre el agua. Necesita el estímulo de los que han estado en las trincheras; de un hombre maduro y sabio que lleva las cicatrices de la guerra espiritual. Puede recibir este "receso" semanal mediante el Blog Pastoral, de Visión Para Vivir.



Todas las semanas Chuck Swindoll ofrece palabras de esperanza en aspectos de la vida del pastor en donde las imperfecciones reinan y las luchas persisten: su alma, función y hogar. Cada aspecto puede ser una fuente de gran bendición, pero también puede amenazar destruirlo a él mismo y su ministerio.



En su alma, la santidad de su pastor es clave para su ministerio. Sin ella, sus sermones son palabras sin poder espiritual o convicción; su servicio es mera actividad. Y, ¿cómo consigue un hombre, o incluso un equipo de pastores, equilibrar las funciones del maestro, predicador, asesor, administrador, dirigente y visionario, sin ocasionalmente dejar caer unas pocas pelotas? ¿Cómo puede dirigir la iglesia de Dios si su propia casa marcha mal (ver 1 Timoteo 3:5)?



Ningún pastor, por talentoso y hábil que sea, mantiene su alma, su función y su hogar a la perfección. El Blog Pastoral con certeza no lo va a convertir en un ministro perfecto, pero las nociones penetrantes, realistas y a veces humorísticas, animarán a su pastor a continuar en la lucha; incluso en su manera imperfecta. Así que déle un receso semanal enviándole el enlace del Blog Pastoral y anímele a que lo lea. Él se lo agradecerá.

Ayudando a los que Son Adictos a la Pornografía de la Internet

Ayudando a los que Son Adictos a la Pornografía de la Internet

por Visión Para Vivir



Para Pastores

“Pastor, necesito hablar con usted.”



"Por supuesto," usted contesta al hombre en el teléfono, y fijan una hora para verse más tarde. La llamada es de Samuel, uno de sus líderes de su iglesia. Él llega más tarde a su oficina, y con solo verle la cara usted sabe que algo está preocupándolo profundamente. Usted está muy sorprendido cuando él revela que él es adicto a la pornografía de la Internet.



¿Cómo puede usted ayudarlo? ¿Qué necesita saber usted? ¿Qué recursos están disponibles que usted puede recomendarle? Los principios claves que siguen le ayudarán a prepararse a ministrar a este hombre y a otros que tengan adicciones sexuales.



Entender todo el Problema

Desde el principio intente captar todo el panorama del problema. Hágale preguntas, escúchelo, y después hágale preguntas más profundas. Muchas veces el delincuente no revela el grado del problema o los desvíos que su vida ha tomado. Él está viendo cómo usted va a reaccionar. Es posible que él no quiera confrontar el grado de su adicción, ni admitir que es un adicto. Pregúntele si ¿él ha visitado librerías u otros lugares pornográficos? ¿Ha visitado bares y clubes nocturnos? ¿Ha pasado por “la zona roja” o los distritos de las prostitutas? ¿Su adicción lo ha conducido a tener sexo con prostitutas?



Puesto que la adicción sexual es un espiral hacia abajo que conduce a actos más extremos, usted necesita ver el cuadro completo de su comportamiento adictivo.



Versículo Clave: 1 Tesalonicenses 4:3–5

La voluntad de Dios es vuestra santificación: que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor, no en pasión desordenada, como los gentiles que no conocen a Dios. RV95



Animar la Admisión y Confesión

Una vez que usted tenga el cuadro completo del problema, anime a la persona que admita que él tiene un problema grave. La adicción sexual no es solamente un pecado pequeño. Él está enredado en una red de pecado que probablemente incluye mintiéndole a su esposa. Él está visitando estos sitios de la Internet secretamente, seguramente gastando más tiempo y dinero para alimentar su lujuria, cada vez mayor. Quizá él está comenzando a sentirse atrapado y terriblemente culpable. Usualmente alguien que se ha enredado en la trampa de una adicción sexual está experimentando problemas maritales. Él no puede controlar el problema y por esta razón él ha venido a usted a pedirle su ayuda. Usted debe ayudarle ver el extento de su pecado y la gravedad de su esclavitud y que el debe confesar sus pecados al Señor Jesucristo. Él debe admitir que necesita ayuda, no solamente alivio de la culpabilidad. El arrepentimiento es lo que debe buscar, no solamente aliviar el dolor de su culpa o por estar enredado en la pornografía. El arrepentimiento genuino ve el pecado y lo admite libremente.



Versículo Clave: 2 Corintios 8:9–11

Porque conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, sin embargo por amor a vosotros se hizo pobre, para que vosotros por medio de su pobreza llegarais a ser ricos. Y doy mi opinión en este asunto, porque esto os conviene a vosotros, que fuisteis los primeros en comenzar hace un año no sólo a hacer esto, sino también a desear hacerlo. Ahora pues, acabad también de hacerlo; para que como hubo la buena voluntad para desearlo, así también la haya para llevarlo a cabo según lo que tengáis. LBLA



Ofrecer Recursos y Referencias

Una vez que él admita que tiene un problema grave y desesperadamente necesita ayuda, entonces usted puede guiarlo a los recursos que pueden ayudarle. La adicción sexual puede ser difícil de romperse y muchas veces requiere asesoramiento largo e intenso. La mayoría de los pastores no tienen el tiempo o la experiencia para ocuparse en este tipo de adicción, entonces tal vez usted va a querer hacer una investigación sobre los centros y los recursos de asesoramiento disponibles en su área. Tome una perspectiva activa en referirlo a un recurso apropiado y sígalo inmediatamente. Samuel necesita saber que usted no va a abandonarlo. Él necesita a un amigo, y él necesita rendirle cuentas a usted completamente y honestamente.



Versículo Clave: 2 Timoteo 2:24–26; 4:1–2

Y el siervo del Señor no debe ser rencilloso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido, corrigiendo tiernamente a los que se oponen, por si acaso Dios les da el arrepentimiento que conduce al pleno conocimiento de la verdad, y volviendo en sí, escapen del lazo del diablo, habiendo estado cautivos de él para hacer su voluntad. LBLA



Te encargo solemnemente, en la presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a los vivos y a los muertos, por su manifestación y por su reino: Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción. LBLA



Estar de Acuerdo con un Plan de Acción

Él debe romper todas sus ataduras de la pornografía. Esto puede incluir eliminar su acceso a la Internet o instalar el uso de un servicio que filtra sitios de la Internet. También, usted puede ayudarle a conseguir la ayuda de un consejero laico que pueda ser su socio en el proceso. Este proceso puede incluir la necesidad de cambiar su trabajo. Cualquier hábito que él ha hecho para alimentar su lujuria debe ser destruido. Si el está casado, ella debe saberlo. Y también él necesita la cooperación de ella. No podemos sobre-enfatizar la necesidad de considerar los asuntos íntimos del corazón. La tecnología y la responsabilidad proveen medidas de seguridad externas eficaces, pero la lujuria es un problema interno que se debe tratar internamente.



Versículo Clave: 2 Timoteo 2:21–22

Por tanto, si alguno se limpia de estas cosas, será un vaso para honra, santificado, útil para el Señor, preparado para toda buena obra. Huye, pues, de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que invocan al Señor con un corazón puro. LBLA



Conclusión

La adicción a la pornografía de la Internet es más severa y extensa que la mayoría de los pastores piensan. Porque la adicción es una cuestión de la voluntad y del corazón, la persona debe reconocer su pecado, arrepentirse genuinamente, y buscar la ayuda con una mentalidad total de tomar cada medida necesaria para parar y conquistar su adicción sexual. Los esfuerzos mediocres van a fallar. Como su pastor, usted debe apoyarlo en cada paso y etapa a este hombre para verlo conquistar y ganar la victoria completa.





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Un Receso Semanal para su Pastor





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Cultivando un Corazón Tierno y Piel Curtida

Cultivando un Corazón Tierno y Piel Curtida


por Charles R. Swindoll



Todo el tiempo que he estado en el ministerio le he pedido al Señor un equilibrio entre un corazón tierno y una piel curtida. No es un equilibrio fácil. A decir verdad, lo último es más difícil de cultivar que lo primero. A fin de dedicarse por completo al ministerio, la tarea número uno es tener un corazón tierno. El reto es cultivar una piel curtida.



Los que están en el ministerio son con mayor probabilidad pararrayos; somos blancos más grandes para la crítica. Todo pastor apasionado, todo líder cristiano, todo autor cristiano que conozco puede mencionar una letanía de cosas que se han dicho o hecho en su contra, la mayoría en forma injusta. ¿Qué de usted? ¿Cómo enfrenta los comentarios de crítica, esos desdenes descorteses que le dicen en su cara o, peor, a sus espaldas? Cuando un vecino se mofa de su versión de crianza bíblica de los hijos, o cuando aquella pareja en su grupo pequeño pone en tela de duda toda decisión que usted toma, cuando usted halla a otro creyente que usted pensaba que era su amigo y está esparciendo rumores sobre su persona, ¿cómo responde? ¿Tiene usted la piel curtida y es tierno, o, se vuelve amargado y quebradizo?



Pocos manejan en la crítica. Pero todos tenemos que concordar en que hay un hombre que la enfrentó con gracia y fortaleza.



En Hechos 24 Pablo comparece ante el gobernador Félix mientras un abogadillo llamado Tértulo cacarea acusaciones inventadas. Al leer este capítulo del libro de Hechos, note que Pablo espera que el humo se aclare, y entonces con calma se levanta para dar su defensa. Las palabras de Pablo ilustran siete maneras de mantener un corazón tierno y una piel curtida cuando se aguanta la crítica.



Número uno: Rehusó dejarse arrastrar por la emoción de las acusaciones. Ese es el primer error que por lo general cometemos. Todo en nosotros preferiría desquitarse, protestar, gritar, o simplemente alejarse. Pablo se negó a reaccionar de manera exagerada. Su línea de apertura es agradable de manera que desarma: "Con buen ánimo haré mi defensa."



¿Con buen ánimo? ¡A estas alturas el hombre debería estar ardiendo de indignación! Aunque se le había rotulado como "una plaga" y cabecilla de una secta (ver Hechos 24:5), Pablo cortésmente reconoce la oportunidad de defenderse. Rehusó permitir que sus emociones lo dirijan.



Cuando nos rebajamos a las emociones sobrecargadas de los acusadores, desatamos nuestra cólera. Cuando eso sucede, el pensamiento sensato cede a las respuestas irracionales y palabras impulsivas. Pablo no hizo eso.



Número dos: Se mantuvo en los hechos. Dijo: "puedes verificar mi historial. Hace doce días fui para adorar. Puedes preguntárselo a los que estuvieron allí." Informó: "No me hallaron disputando con ninguno, ni amotinando a la multitud; ni en el templo, ni en las sinagogas ni en la ciudad; ni te pueden probar las cosas de que ahora me acusan " (Hechos 24:11-13).



El apóstol nunca se amilanó. Mantuvo su posición con hechos incuestionables. Esa estrategia no sólo lo mantuvo en el asunto, sino que aumentó su credibilidad a los ojos del gobernador Félix.



Número tres: Dijo la verdad con conciencia clara. Pablo afirmó: “Pero esto te confieso, que . . . así sirvo al Dios de mis padres, . . . Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres " (Hechos 24:14-16).



No hay nada como una conciencia limpia. No sólo le ayuda a uno a dormir bien, sino que le ayuda a pensar con claridad. Uno no tiene que temer que algún esqueleto repique cuando la investigación empieza; ¡porque no hay esqueletos!



Número cuatro: Identificó la fuente original de la crítica. Pocas cosas enloquecen más que pelear contra las sombras cuando se lidia con la crítica. Una de las peores cosas que se puede hacer es esparcir el veneno a otros: los hijos, los padres, los amigos, u otros creyentes, antes que ir a la fuente original de contención y hacerle frente. Para eso uno necesita una piel curtida.



Número cinco: No se dio por vencido ni se rindió. Me encanta eso de Pablo. Es como un perro buldog en el talón; ¡no lo suelta! Tómese un momento para leer 2 Corintios 11:23-33. Azotado, sangrando, en naufragio, hostigado, en peligro, expulsado de la ciudad, y acusado falsamente, Pablo no se dio por vencido, ni se rindió, ni se calló.



Número seis: No se impacientó ni se amargó. Por dos años Pablo había estado esperando ese juicio. ¿Lo sabía? Sin embargo, no se ve ni asomo de amargura, ni impaciencia, ni que guardara rencores; no despotrica contra las autoridades romanas. Pablo creía que Dios estaba firmemente en control de tanto personas como de eventos.



Número siete: Se aferró a la promesa de Dios. ¿Sabe lo que relampaguea en mi mente cuando leo este pasaje en Hechos 24? Un canto que hemos entonado en la iglesia desde que yo era niño.



Estando firme en las promesas que no pueden fallar,

Cuando rugen las tormentas de la duda y el temor asalta,

Por la Palabra viva de Dios prevalecerá,

Estando firme en las promesas de Dios.



Estando firme en las promesas de Cristo el Señor,

Ligado eternamente por la cuerda fuerte de su amor,

Venciendo a diario con la Espada del Espíritu,

Estando firme en las promesas de Dios.¹



Alguien ha dicho que hay más de 7000 promesas en la Biblia. ¡Se ha apropiado usted de una esta semana pasada? ¿De dos? ¿Oigo que alguien dice cinco?



¿Cómo enfrentó Pablo a la crítica? Rehusó dejarse atrapar por la emoción de las acusaciones, se mantuvo dentro de los hechos, dijo la verdad con conciencia limpia, identificó la fuente original de las acusaciones, rehusó darse por vencido o rendirse, no se impacientó ni se amargó, se mantuvo firme en la promesa de Dios. ¿No es eso grandioso? Todo eso está en la Biblia. Usted puede hacer cada una de esas siete cosas. Si quiere tener un corazón tierno y una piel curtida para soportar la crítica, tiene que hacerlo. También yo.





1. R. Kelso Carter, "Standing on the Promises", en The Celebration Hymnal (Word Music/Integrity Music, 1997), no. 410.

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Sufrimiento

Sufrimiento


por Charles R. Swindoll



De las cartas que escribió Pablo, Segunda a los Corintios es la más autobiográfica. En ella el gran apóstol levanta el telón de su vida privada y nos permite captar un vislumbre de sus fragilidades y necesidades humanas. Hay que leer toda la carta de corrido para captar la emoción conmovedora que corría por su alma.



En esta carta Pablo anota con detalles específicos su angustia, lágrimas, aflicción y oposición satánica. Describe con minuciosidad su persecución, soledad, prisiones, azotes, sentimientos de desesperanza, hambres, naufragios, noches sin dormir, y esa "espina en la carne," su dolorosa compañera. ¡Cuán cerca nos hace sentir a él cuando lo vemos como un hombre con problemas reales, sinceros y francos, tales como los nuestros!



No es sorpresa, entonces, que empieza la carta con palabras de consuelo, especialmente en los versículos 3 al 11. Diez veces en cinco versículos (2 Corintios 1:3-7) Pablo usa la misma palabra griega parakaleo, que quiere decir literalmente, "llamado para estar al lado."



Esta palabra incluye más que una palmadita diplomática en la espalda con la gastada frase: "Que el Señor te bendiga." No; esto incluye comprensión genuina, profunda, compasión y simpatía hondas. Esto parece especialmente apropiado puesto que dice que Dios, nuestro Padre, es el "Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones" (1:3-4). Nuestro Padre de amor nunca está ocupado o lejos cuando nosotros atravesamos tristeza y aflicción.



Hay otra observación que vale notar en 2 Corintios 1. Se nos dan no menos de tres razones para el sufrimiento, cada una introducida con la expresión "para que." Calladamente, sin mucha fanfarria, el Espíritu Santo indica algunas de las razones por las que sufrimos: "para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación"; "para que no confiásemos en nosotros mismos"; "para que por muchas personas sean dadas gracias" (1:4, 9, 11). Reconozco que debe haber docenas de otras razones, pero aquí se nos dan tres razones específicas por las que sufrimos.



Razón 1: Dios permite el sufrimiento para que podamos tener la capacidad de entrar en la aflicción y tristeza de otros. ¿No es eso verdad? Si usted se ha roto una pierna y ha quedado confinado a muletas por semanas, puede simpatizar con el que anda en muletas, incluso años después de su propia aflicción. Lo mismo es cierto por la pérdida de un hijo, depresión emocional, un accidente de tráfico, soportar crítica injusta o problemas financieros. Dios les da a sus hijos la capacidad de comprender al permitir que vengan sufrimientos similares a nuestras vidas.



Razón 2: Dios permite el sufrimiento para que podamos aprender lo que significa depender de Él. ¿No hace el sufrimiento eso? Nos obliga a apoyarnos totalmente en Él, de manera absoluta. Vez tras vez nos recuerda el peligro del orgullo, pero con frecuencia es preciso el sufrimiento para que la lección se quede. Tal vez eso es lo que usted ha atravesado hace poco. No considere la aflicción como una intrusa. Recíbala de buen grado como el mensaje de Dios para que deje de confiar en su carne, y empiece a apoyarse en Él.



Razón 3: Dios permite el sufrimiento para que podamos aprender a dar gracias en todo. Ahora, con toda franqueza, ¿alguna vez ha dicho usted: "Gracias, Señor, por esta prueba"? ¿Ha dejado finalmente de luchar y le ha expresado lo mucho que aprecia la soberanía de amor de Él sobre su vida?



Pues bien, ahí lo tiene. ¡Cuán inconclusos, y rebeldes, y arrogantes, y despreocupados, seríamos sin el sufrimiento!



¡Qué estas cosas le animen la próxima vez que Dios atiza el horno!

¿Qué Hago Cuando me Siento Solo?

¿Qué Hago Cuando me Siento Solo?


por Visión Para Vivir



Pregunta: Detesto volver a casa, a mi departamento. Es frío y oscuro. Lo primero que hago es encender el televisor simplemente para oír voces humanas. Como a solas, cambio canales, tal vez leo un poco, y luego me voy a la cama. He entablado y terminado relaciones personales, y ninguna ha resultado bien. Veo a las parejas en el centro comercial caminando tomados de la mano, y mi corazón anhela una persona que comparta mi vida. Sé que la gente puede ver la soledad de mis ojos, y probablemente eso las espanta, pero, ¿qué puedo hacer?



Respuesta: Lamentamos que usted luche con la soledad como lo indica. El clamor de todo corazón humano es compañía. Dios nos hizo para vivir en relaciones personales unos con otros, y es natural sentir que el alma le duele a uno cuando uno está solo.



Tal vez sea sorpresa para usted saber que muchos creyentes luchan con la soledad. El pastor A. W. Tozer una vez dijo: “La mayoría de grandes almas del mundo han sido solitarias.”1 Piense en los santos en las Escrituras que se sintieron solos, y considere las razones para su soledad. Job se sintió solo en sus problemas (Job 6:14-15); José, en el rechazo que su familia (Génesis 37:23-28); Elías, como resultado de intensa guerra espiritual (1 Reyes 13:10, 14); David, como resultado de los implacables ataques del enemigo (Salmos 25:16); Jeremías, debido a que se mantuvo firme por el Señor (Jeremías 15:15-18); y Jesús, en el huerto del Getsemaní, cuando más necesitaba de sus amigos (Mateo 26:36-45).



Sí, incluso el Hijo de Dios sabe lo que es estar solo. ¿No es consolador pensar en esto? Jesús anduvo en este valle antes que nosotros. Él sintió el ataque de Satanás en el desierto solitario de la tentación. Sintió la estocada del aislamiento en el huerto del Getsemaní; y sintió la soledad máxima en la cruz cuando llevó nuestro pecado. Debido a que Él ha ido antes que nosotros, Él es nuestro salvavidas de esperanza. El autor de la carta a los Hebreos nos asegura:



Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. (Hebreos 4:15-16)



Jesús le encontrará en su soledad con una palabra comprensiva y un corazón compasivo.



Con Cristo, usted puede estar solo sin sentir la tristeza por hallarse solo. Ahora mismo, el hecho de estar solo es como un desierto emocional, en donde el paisaje está vacío y usted siente el calor del sol y una sed horrible de compañía. Ahora bien, contraste esta imagen de un desierto con la imagen de un huerto. Imagínese que está a solas en un huerto, escuchando los calmantes sonidos de los pájaros, y el relajante susurro de la brisa entre los árboles. En el huerto, usted disfruta estando a solas, una sensación enteramente diferente. La soledad trae refrigerio, paz y significado.



¿Cómo puede usted empezar a sentirse menos como estando en un desierto y más como estando en el huerto de Dios?



Primero, manténgase cerca al Señor mediante la oración y la lectura de la Biblia. Dios le invita a que le cuente todo lo que usted atraviesa:



Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos;

Derramad delante de él vuestro corazón;

Dios es nuestro refugio. (Salmo 62:8)



Pase tiempo en los Salmos; sus compositores a menudo escribieron desde la soledad, así que esos poemas son grandes herramientas para profundizar su andar con Dios, aun cuando Él parezca distante y ajeno. Usted querrá memorizar algunos pasajes o incluso unos cuantos Salmos enteros que le hablen.



Segundo, busque personas que necesitan un amigo y muéstreles el amor de Cristo. Busque personas que es probable que se relacionen con usted, aquellos con quienes usted tiene intereses comunes. A menudo los que nos rodean también se sienten solos y buscan compañía. Tal vez usted pueda conectarse con otros en su iglesia o en su barrio.



Tercero, busque situaciones que naturalmente se brindan para cultivar relaciones de amistad. Las amistades raras veces brotan como resultado de algún encuentro casual; a menudo se desarrollan al pertenecer a un grupo cuyos miembros tienen una identidad común. Equipos deportivos o de recreación, clubes de lectura, o grupos de intereses especiales son ejemplos de este tipo de grupos. Tal vez sus pasatiempos o destrezas podrían servir en un ambiente de grupo. Piense en grupos de los cuales usted gustaría ser parte y únase a uno o dos. Se sorprenderá agradablemente por los resultados.



Una de las mejores maneras de cultivar relaciones personales es servir en su iglesia. La mayoría de iglesias ofrecen docenas de oportunidades para servir, y cada una de ellas lo unirá a otros. El trabajo voluntario es uno de los mejores ambientes en los cuales entablar amistad con otras personas. Cada vez que su iglesia organice un día de trabajo, preséntese. Si las oportunidades surgen para que usted sirva en comités o equipos de liderazgo, aprovéchelas. Si hay alguna ocasión de unirse a un equipo de servicio que ayuda a los necesitados, únase. Trabajar con otros creyentes rápidamente promueve unidad y amistad. Como sabe, cultivar las relaciones personales sólo el domingo por la mañana puede ser frustrante, porque todos están apurados.



Los estudios bíblicos en el hogar también proveen un ambiente que conduce al compañerismo. Si su iglesia tiene tales grupos, únase a alguno. A lo mejor usted también puede organizar un grupo así en su casa.



Los retiros de iglesia también son excelentes lugares para cultivar relaciones personales. Sea una salida en un picnic del grupo a un parque de la ciudad o un fin de semana en las montañas, las actividades puertas afuera proveen muchas oportunidades para la interacción.



Usted mencionó su frustración al salir con personas del sexo opuesto. Los orientadores bíblicos a menudo dan los siguientes consejos a personas que sienten que su soledad las hace más vulnerables. Tenga cuidado; evite entablar relaciones personales sólo para aliviar su soledad. Las mejores relaciones personales surgen en momentos cuando usted se siente más contento y estable. La ironía es que cuando usted se siente menos desesperado, hallará las relaciones personales más saludables, porque usted toma buenas decisiones.



Trabaje en estos puntos con un orientador, pastor o buen amigo creyente.



Lleve un diario de sus sentimientos.

Escriba un relato de su soledad, o tal vez un historial de su soledad. Puede incluir cuadros de revistas para mostrar cómo sentía la soledad en momentos diferentes. (Incluso cuando usted llevando una relación personal, puede haberse sentido solo. Incluya también esas ocasiones).

Cuando se sienta tentado a seguir saliendo con una persona para aliviar su soledad, pregúntese: “¿Está este individuo interesado en mí solo porque estoy solo y vulnerable?” Quítese los lentes color rosa que oscurecen la verdadera naturaleza de la otra persona.

No empiece una nueva relación personal mientras no haya resuelto su soledad. Los sentimientos de soledad le impedirán que piense con claridad o perciba el peligro.

No intente huir de la soledad. Acepte el dolor. Deje que las lágrimas corran. Atraviese el valle oscuro en lugar de huir de él o evadirlo. Usted sabrá que está listo para una relación personal seria cuando pueda estar solo y sentirse contento en el Señor.

Dese cuenta de que la soledad puede descender a la depresión, así que vigile señales que necesite consultar con un médico, como cambios en los hábitos en cuanto a comidas o a dormir, ganar o perder peso, preocupación con pensamientos de muerte, sentimientos de tristeza o desaliento que duren por un par de semanas, inhabilidad para concentrarse o disfrutar de actividades agradables, y fatiga.

Dios puede convertir sus desiertos en huertos. En realidad puede. Que usted halle la paz de Dios en su lugar de soledad.

Consejo Práctico para Tiempos Peligrosos

Consejo Práctico para Tiempos Peligrosos


por Charles R. Swindoll



¿Cuáles son las órdenes de marcha para los que viven en estos tiempos difíciles, peligrosos, cuando los tribunales están fuera de control, cuando las escuelas están fuera de control, cuando los barrios están fuera de control, cuando parece como si el hogar de uno a veces estuviera viviendo en el filo cortante? Permítame darle cuatro enunciados de las Escrituras (2 Timoteo 3:14 - 4:18).



1. Siga el modelo de los fieles. ¿Qué quiere decir seguir a los fieles? Quiere decir que observamos sus vidas. Quiere decir que aprendemos de su ejemplo. Quiere decir que escuchamos su instrucción. Emulamos sus virtudes. Admiramos su carácter. Recordamos lo que ellos han soportado. Hay algo maravilloso en tener mentores y héroes fieles en los anales de la historia.



No piense que debido a que nuestros tiempos son difíciles no hay personas que son dignas de perseguir o modelos dignos de emular. Hay algo inspirador en alguien que va delante de nosotros; alguien que caminó por el camino y vivió esa vida. Hay los que han vivido fieles antes que usted y lo lograron, y usted también puede lograrlo. Siga el modelo de los fieles.



2. Aférrese a la verdad de la Biblia. Si se mantiene con la verdad de la Biblia, nunca se equivocará. Ella nunca los desanimará. Nunca le hará descarriarse. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en justicia.



En un mundo en donde todo se ha vuelto gris y nebuloso, las Escrituras todavía marcan las líneas entre el bien del mal, entre lo bueno y lo malo, entre la bendición y la maldición. Manténgase en las enseñanzas de las Escrituras.



3. Proclame el mensaje de Cristo. En una era como esta no hay otro mensaje como éste. Predique la Palabra de Dios. Esté listo. Sea consistente. Sea fiel a tiempo y fuera de tiempo. Reprenda, redarguya, exhorte; pero no sea cáustico al hacerlo. No agarre a las personas por la garganta. Pablo dice que hay que predicar la palabra con gran paciencia y con el propósito de instruir. Martille, aclare, dígalo tal como es, sea firme.



Manténgalo sencillo, muy sencillo. Las personas en tiempos peligrosos están confundidas. Es fácil para nosotros descargarles el camión entero antes que darles un bocado para que lo mastiquen. Hay algo en la declaración sencilla del evangelio que se abre paso por entre todas las galimatías y alimenta el corazón hambriento. Proclame el mensaje de Cristo.



4. Mantenga una vida ejemplar. Las personas pueden discutir su filosofía, negar su teología, y desviarlo con argumentaciones, pero hay una cosa que nunca puede negar: una vida ejemplar. Hay algo en una vida que se vive para la gloria de Dios en una universidad, y que la gente no puede dejar de ver. Hay algo en una vida ejemplar que se vive en la oficina, y que la gente no puede dejar de ver. Aunque hay quienes hoy que no aguantan la sana doctrina, sea sobrio, soporte la adversidad, haga la obra de evangelista, cumpla su ministerio. Mantenga una vida ejemplar.



Los tiempos peligrosos han llegado. Es nuestra responsabilidad obedecer las órdenes de marcha y mostrarles a otros el amor de Cristo. Siga el modelo de los fieles. Manténgase en la verdad de la Biblia. Proclame el mensaje de Cristo. Mantenga una vida ejemplar.



Empiece hoy.

Corazón de Pastor

Corazón de Pastor


por Charles R. Swindoll



Lea Números 27:12-23.



Moisés pide un hombre "que salga delante de ellos y que entre delante de ellos, que los saque y los introduzca, para que la congregación de Jehová no sea como ovejas sin pastor” (Números 27:17). En otras palabras: "Señor, necesitamos un hombre que se dé cuenta de que debe estar en contacto con el pueblo antes de poder ministrarlos. Necesita ser una persona de personas."



Moisés estaba diciendo: "Este pueblo no necesita un místico. No necesita un hombre preocupado por su encanto por la investigación, por importante que eso pudiera ser. Este pueblo en realidad no necesita un gerente en jefe súper eficiente, o un genio organizacional brillante. Necesitan un pastor. Necesitan un hombre que conozca a las personas, que ministre a las personas, entienda a las personas, y sepa cómo guiar a personas."



Sea cual sea la capacidad en que usted ministra: como maestro de la Biblia, estudiante preparándose para el ministerio, o mujer de Dios que ministra con sus talentos, su ministerio primariamente son personas, no es archivar documentos, ni sumar números, ni hacer llamadas telefónicas, ni escribir cartas, ni planear programas, ni concentrarse en estrategias para la próxima década. Por supuesto, todo eso tiene que hacerse. Yo debo firmar o escribir un promedio de cuarenta a cincuenta cartas a la semana y también participar en sesiones de planeamiento. Hay que atender los detalles administrativos. (¡El menor número conque pueda escaparme!).



¿Sabe lo más común que oigo de los que apenas empiezan a asistir a nuestra iglesia? Quieren conocernos a algunos de los ministros, y dicen: "Usted no me conoce, pero yo vengo los domingos para oírle predicar." Y luego casi piden disculpas, como si dijeran: "Oiga, lamento quitarle el tiempo, pero simplemente quería estrechar su mano." Yo hago hasta lo imposible para decirle a cada uno: "Usted es tan importante como cualquiera en toda esta iglesia. No hay miembro insignificante en la familia de Dios." No dijo esto para cultivar buenas relaciones públicas, o hacer una buena impresión. Lo digo porque realmente lo creo; porque es verdad. Sea quien sea usted, haga lo que haga, usted es especial ante el Dios que lo ha escogido.



Tomado de Charles R. Swindoll, Great Days with the Great Lives: Daily Insight from Great Lives of the Bible (Nashville: W Publishing Group, 2005) 97. Copyright © 2005 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.

Un Receso Semanal para su Pastor

Un Receso Semanal para su Pastor


por Derrick G. Jeter



Los miembros de las iglesias no siempre viven en la realidad; especialmente los que forman los comités de búsqueda de un nuevo pastor. En una descripción para el pastor perfecto, una iglesia buscaba las siguientes características:¹



El pastor perfecto para nuestra iglesia debe reunir los siguientes requisitos:



Casado, con dos hijos; un hijo y una hija.

Estar de turno las veinticuatro horas del día, siete días a la semana, incluyendo días feriados y de vacaciones, para visitar en el hospital y asilos.

Poseer sabiduría como la de Salomón, capacidad de liderazgo como la de Moisés, visión como la de Daniel, perspectiva teológica como la de Pablo y compasión como la de Jesucristo.

Estar dispuesto a predicar lo que nosotros queremos, y sólo por 15 minutos; 12,5 de los cuales debe dedicar a chistes y cuentos.

Predicar como Charles Haddon Spurgeon y Chuck Swindoll.

Salario: Mínimo permitido por la ley.



Beneficios: El privilegio de ser nuestro pastor.



No sé si alguien querría ser pastor de esa iglesia, pero sospecho que no emplearían a su pastor actual; porque él es muy imperfecto. También el mío.



Ser pastor ya que es difícil lo suficiente sin que un comité de iglesia . . . o la misma congregación, para el caso, tenga expectaciones de perfección. Todo pastor, incluyendo el suyo, vive en las líneas del frente de la batalla espiritual (Efesios 6:12). No necesita que se lo compare con Spurgeon o Swindoll; ninguno de los cuales jamás anduvo sobre el agua. Necesita el estímulo de los que han estado en las trincheras; de un hombre maduro y sabio que lleva las cicatrices de la guerra espiritual. Puede recibir este "receso" semanal mediante el Blog Pastoral, de Visión Para Vivir.



Todas las semanas Chuck Swindoll ofrece palabras de esperanza en aspectos de la vida del pastor en donde las imperfecciones reinan y las luchas persisten: su alma, función y hogar. Cada aspecto puede ser una fuente de gran bendición, pero también puede amenazar destruirlo a él mismo y su ministerio.



En su alma, la santidad de su pastor es clave para su ministerio. Sin ella, sus sermones son palabras sin poder espiritual o convicción; su servicio es mera actividad. Y, ¿cómo consigue un hombre, o incluso un equipo de pastores, equilibrar las funciones del maestro, predicador, asesor, administrador, dirigente y visionario, sin ocasionalmente dejar caer unas pocas pelotas? ¿Cómo puede dirigir la iglesia de Dios si su propia casa marcha mal (ver 1 Timoteo 3:5)?



Ningún pastor, por talentoso y hábil que sea, mantiene su alma, su función y su hogar a la perfección. El Blog Pastoral con certeza no lo va a convertir en un ministro perfecto, pero las nociones penetrantes, realistas y a veces humorísticas, animarán a su pastor a continuar en la lucha; incluso en su manera imperfecta. Así que déle un receso semanal enviándole el enlace del Blog Pastoral y anímele a que lo lea. Él se lo agradecerá.

Ayudando a los que Son Adictos a la Pornografía de la Internet

Ayudando a los que Son Adictos a la Pornografía de la Internet

por Visión Para Vivir



Para Pastores

“Pastor, necesito hablar con usted.”



"Por supuesto," usted contesta al hombre en el teléfono, y fijan una hora para verse más tarde. La llamada es de Samuel, uno de sus líderes de su iglesia. Él llega más tarde a su oficina, y con solo verle la cara usted sabe que algo está preocupándolo profundamente. Usted está muy sorprendido cuando él revela que él es adicto a la pornografía de la Internet.



¿Cómo puede usted ayudarlo? ¿Qué necesita saber usted? ¿Qué recursos están disponibles que usted puede recomendarle? Los principios claves que siguen le ayudarán a prepararse a ministrar a este hombre y a otros que tengan adicciones sexuales.



Entender todo el Problema

Desde el principio intente captar todo el panorama del problema. Hágale preguntas, escúchelo, y después hágale preguntas más profundas. Muchas veces el delincuente no revela el grado del problema o los desvíos que su vida ha tomado. Él está viendo cómo usted va a reaccionar. Es posible que él no quiera confrontar el grado de su adicción, ni admitir que es un adicto. Pregúntele si ¿él ha visitado librerías u otros lugares pornográficos? ¿Ha visitado bares y clubes nocturnos? ¿Ha pasado por “la zona roja” o los distritos de las prostitutas? ¿Su adicción lo ha conducido a tener sexo con prostitutas?



Puesto que la adicción sexual es un espiral hacia abajo que conduce a actos más extremos, usted necesita ver el cuadro completo de su comportamiento adictivo.



Versículo Clave: 1 Tesalonicenses 4:3–5

La voluntad de Dios es vuestra santificación: que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor, no en pasión desordenada, como los gentiles que no conocen a Dios. RV95



Animar la Admisión y Confesión

Una vez que usted tenga el cuadro completo del problema, anime a la persona que admita que él tiene un problema grave. La adicción sexual no es solamente un pecado pequeño. Él está enredado en una red de pecado que probablemente incluye mintiéndole a su esposa. Él está visitando estos sitios de la Internet secretamente, seguramente gastando más tiempo y dinero para alimentar su lujuria, cada vez mayor. Quizá él está comenzando a sentirse atrapado y terriblemente culpable. Usualmente alguien que se ha enredado en la trampa de una adicción sexual está experimentando problemas maritales. Él no puede controlar el problema y por esta razón él ha venido a usted a pedirle su ayuda. Usted debe ayudarle ver el extento de su pecado y la gravedad de su esclavitud y que el debe confesar sus pecados al Señor Jesucristo. Él debe admitir que necesita ayuda, no solamente alivio de la culpabilidad. El arrepentimiento es lo que debe buscar, no solamente aliviar el dolor de su culpa o por estar enredado en la pornografía. El arrepentimiento genuino ve el pecado y lo admite libremente.



Versículo Clave: 2 Corintios 8:9–11

Porque conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, sin embargo por amor a vosotros se hizo pobre, para que vosotros por medio de su pobreza llegarais a ser ricos. Y doy mi opinión en este asunto, porque esto os conviene a vosotros, que fuisteis los primeros en comenzar hace un año no sólo a hacer esto, sino también a desear hacerlo. Ahora pues, acabad también de hacerlo; para que como hubo la buena voluntad para desearlo, así también la haya para llevarlo a cabo según lo que tengáis. LBLA



Ofrecer Recursos y Referencias

Una vez que él admita que tiene un problema grave y desesperadamente necesita ayuda, entonces usted puede guiarlo a los recursos que pueden ayudarle. La adicción sexual puede ser difícil de romperse y muchas veces requiere asesoramiento largo e intenso. La mayoría de los pastores no tienen el tiempo o la experiencia para ocuparse en este tipo de adicción, entonces tal vez usted va a querer hacer una investigación sobre los centros y los recursos de asesoramiento disponibles en su área. Tome una perspectiva activa en referirlo a un recurso apropiado y sígalo inmediatamente. Samuel necesita saber que usted no va a abandonarlo. Él necesita a un amigo, y él necesita rendirle cuentas a usted completamente y honestamente.



Versículo Clave: 2 Timoteo 2:24–26; 4:1–2

Y el siervo del Señor no debe ser rencilloso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido, corrigiendo tiernamente a los que se oponen, por si acaso Dios les da el arrepentimiento que conduce al pleno conocimiento de la verdad, y volviendo en sí, escapen del lazo del diablo, habiendo estado cautivos de él para hacer su voluntad. LBLA



Te encargo solemnemente, en la presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a los vivos y a los muertos, por su manifestación y por su reino: Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción. LBLA



Estar de Acuerdo con un Plan de Acción

Él debe romper todas sus ataduras de la pornografía. Esto puede incluir eliminar su acceso a la Internet o instalar el uso de un servicio que filtra sitios de la Internet. También, usted puede ayudarle a conseguir la ayuda de un consejero laico que pueda ser su socio en el proceso. Este proceso puede incluir la necesidad de cambiar su trabajo. Cualquier hábito que él ha hecho para alimentar su lujuria debe ser destruido. Si el está casado, ella debe saberlo. Y también él necesita la cooperación de ella. No podemos sobre-enfatizar la necesidad de considerar los asuntos íntimos del corazón. La tecnología y la responsabilidad proveen medidas de seguridad externas eficaces, pero la lujuria es un problema interno que se debe tratar internamente.



Versículo Clave: 2 Timoteo 2:21–22

Por tanto, si alguno se limpia de estas cosas, será un vaso para honra, santificado, útil para el Señor, preparado para toda buena obra. Huye, pues, de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que invocan al Señor con un corazón puro. LBLA



Conclusión

La adicción a la pornografía de la Internet es más severa y extensa que la mayoría de los pastores piensan. Porque la adicción es una cuestión de la voluntad y del corazón, la persona debe reconocer su pecado, arrepentirse genuinamente, y buscar la ayuda con una mentalidad total de tomar cada medida necesaria para parar y conquistar su adicción sexual. Los esfuerzos mediocres van a fallar. Como su pastor, usted debe apoyarlo en cada paso y etapa a este hombre para verlo conquistar y ganar la victoria completa.





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Un Receso Semanal para su Pastor





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Cultivando un Corazón Tierno y Piel Curtida

Cultivando un Corazón Tierno y Piel Curtida


por Charles R. Swindoll



Todo el tiempo que he estado en el ministerio le he pedido al Señor un equilibrio entre un corazón tierno y una piel curtida. No es un equilibrio fácil. A decir verdad, lo último es más difícil de cultivar que lo primero. A fin de dedicarse por completo al ministerio, la tarea número uno es tener un corazón tierno. El reto es cultivar una piel curtida.



Los que están en el ministerio son con mayor probabilidad pararrayos; somos blancos más grandes para la crítica. Todo pastor apasionado, todo líder cristiano, todo autor cristiano que conozco puede mencionar una letanía de cosas que se han dicho o hecho en su contra, la mayoría en forma injusta. ¿Qué de usted? ¿Cómo enfrenta los comentarios de crítica, esos desdenes descorteses que le dicen en su cara o, peor, a sus espaldas? Cuando un vecino se mofa de su versión de crianza bíblica de los hijos, o cuando aquella pareja en su grupo pequeño pone en tela de duda toda decisión que usted toma, cuando usted halla a otro creyente que usted pensaba que era su amigo y está esparciendo rumores sobre su persona, ¿cómo responde? ¿Tiene usted la piel curtida y es tierno, o, se vuelve amargado y quebradizo?



Pocos manejan en la crítica. Pero todos tenemos que concordar en que hay un hombre que la enfrentó con gracia y fortaleza.



En Hechos 24 Pablo comparece ante el gobernador Félix mientras un abogadillo llamado Tértulo cacarea acusaciones inventadas. Al leer este capítulo del libro de Hechos, note que Pablo espera que el humo se aclare, y entonces con calma se levanta para dar su defensa. Las palabras de Pablo ilustran siete maneras de mantener un corazón tierno y una piel curtida cuando se aguanta la crítica.



Número uno: Rehusó dejarse arrastrar por la emoción de las acusaciones. Ese es el primer error que por lo general cometemos. Todo en nosotros preferiría desquitarse, protestar, gritar, o simplemente alejarse. Pablo se negó a reaccionar de manera exagerada. Su línea de apertura es agradable de manera que desarma: "Con buen ánimo haré mi defensa."



¿Con buen ánimo? ¡A estas alturas el hombre debería estar ardiendo de indignación! Aunque se le había rotulado como "una plaga" y cabecilla de una secta (ver Hechos 24:5), Pablo cortésmente reconoce la oportunidad de defenderse. Rehusó permitir que sus emociones lo dirijan.



Cuando nos rebajamos a las emociones sobrecargadas de los acusadores, desatamos nuestra cólera. Cuando eso sucede, el pensamiento sensato cede a las respuestas irracionales y palabras impulsivas. Pablo no hizo eso.



Número dos: Se mantuvo en los hechos. Dijo: "puedes verificar mi historial. Hace doce días fui para adorar. Puedes preguntárselo a los que estuvieron allí." Informó: "No me hallaron disputando con ninguno, ni amotinando a la multitud; ni en el templo, ni en las sinagogas ni en la ciudad; ni te pueden probar las cosas de que ahora me acusan " (Hechos 24:11-13).



El apóstol nunca se amilanó. Mantuvo su posición con hechos incuestionables. Esa estrategia no sólo lo mantuvo en el asunto, sino que aumentó su credibilidad a los ojos del gobernador Félix.



Número tres: Dijo la verdad con conciencia clara. Pablo afirmó: “Pero esto te confieso, que . . . así sirvo al Dios de mis padres, . . . Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres " (Hechos 24:14-16).



No hay nada como una conciencia limpia. No sólo le ayuda a uno a dormir bien, sino que le ayuda a pensar con claridad. Uno no tiene que temer que algún esqueleto repique cuando la investigación empieza; ¡porque no hay esqueletos!



Número cuatro: Identificó la fuente original de la crítica. Pocas cosas enloquecen más que pelear contra las sombras cuando se lidia con la crítica. Una de las peores cosas que se puede hacer es esparcir el veneno a otros: los hijos, los padres, los amigos, u otros creyentes, antes que ir a la fuente original de contención y hacerle frente. Para eso uno necesita una piel curtida.



Número cinco: No se dio por vencido ni se rindió. Me encanta eso de Pablo. Es como un perro buldog en el talón; ¡no lo suelta! Tómese un momento para leer 2 Corintios 11:23-33. Azotado, sangrando, en naufragio, hostigado, en peligro, expulsado de la ciudad, y acusado falsamente, Pablo no se dio por vencido, ni se rindió, ni se calló.



Número seis: No se impacientó ni se amargó. Por dos años Pablo había estado esperando ese juicio. ¿Lo sabía? Sin embargo, no se ve ni asomo de amargura, ni impaciencia, ni que guardara rencores; no despotrica contra las autoridades romanas. Pablo creía que Dios estaba firmemente en control de tanto personas como de eventos.



Número siete: Se aferró a la promesa de Dios. ¿Sabe lo que relampaguea en mi mente cuando leo este pasaje en Hechos 24? Un canto que hemos entonado en la iglesia desde que yo era niño.



Estando firme en las promesas que no pueden fallar,

Cuando rugen las tormentas de la duda y el temor asalta,

Por la Palabra viva de Dios prevalecerá,

Estando firme en las promesas de Dios.



Estando firme en las promesas de Cristo el Señor,

Ligado eternamente por la cuerda fuerte de su amor,

Venciendo a diario con la Espada del Espíritu,

Estando firme en las promesas de Dios.¹



Alguien ha dicho que hay más de 7000 promesas en la Biblia. ¡Se ha apropiado usted de una esta semana pasada? ¿De dos? ¿Oigo que alguien dice cinco?



¿Cómo enfrentó Pablo a la crítica? Rehusó dejarse atrapar por la emoción de las acusaciones, se mantuvo dentro de los hechos, dijo la verdad con conciencia limpia, identificó la fuente original de las acusaciones, rehusó darse por vencido o rendirse, no se impacientó ni se amargó, se mantuvo firme en la promesa de Dios. ¿No es eso grandioso? Todo eso está en la Biblia. Usted puede hacer cada una de esas siete cosas. Si quiere tener un corazón tierno y una piel curtida para soportar la crítica, tiene que hacerlo. También yo.





1. R. Kelso Carter, "Standing on the Promises", en The Celebration Hymnal (Word Music/Integrity Music, 1997), no. 410.