España, (Protestantedigital.com / NoticiaCristiana.com) El Vicepresidente de la Alianza Evangélica Española, el médico Manuel Suárez, ha hablado sobre el uso de la píldora del día después y las consecuencias que puede traer legalizar su fácil obtención, sin receta médica y a partir de los 16 años, como propone el Gobierno español.
El gobierno español se propone liberalizar la venta sin receta médica de la “píldora del día después” como medio anticonceptivo de emergencia. Ante la decisión del ejecutivo, muchos críticos han levantado su voz en protesta. Una de ellas ha sido la del médico y Vicepresidente de la Alianza Evangélica Española, Xosé Manuel Suárez. “A todos nos preocupa el hecho de que los métodos de anticoncepción no están siendo utilizados adecuadamente y la tasa de abortos no para de aumentar, especialmente entre adolescentes”, expone.
Suárez no ha dudado en calificar el aborto de “drama” y de “fracaso”; algo qne lo que “todos estamos de acuerdo; en que habría que reducir al mínimo la incidencia de embarazos no deseados, y para ello hoy disponemos de suficientes métodos anticonceptivos de fácil acceso, aunque ninguno puede obviar la necesidad de una conducta sexual responsable”, que es la clave en su opinión.
En este sentido el médico se pregunta ¿qué objetivo viene a cubrir la “píldora del día después”? Hasta el momento se ha hablado de resolver situaciones en las que los métodos anticonceptivos habituales no han sido utilizados adecuadamente por imprevisión o por fallo o por un episodio dramático como una violación.
CÓMO FUNCIONA LA PÍLDORA
Lo que explica como médico el Vicepresidente de la AEE, es que de los tres posibles mecanismos de la píldora del día después, dos son anticonceptivos y uno abortivo, este último al impedir la implantación del óvul ya fecundado. “El problema es que nunca sabremos por cuál de los tres mecanismos actúa en cada caso concreto”, dice.
“Esto último es importante porque no podemos cerrar los ojos a la evidencia científica con temeraria ignorancia: ya no podemos seguir con conceptos medievales precientíficos sobre el origen de la vida humana, con mitos fantásticos sobre el momento en que la vida invade al embrión y le convierte en ser humano; hace ya mucho tiempo que sabemos que la vida humana empieza en la célula inicial, el cigoto, y en ella está recogido lo esencial de su identidad como ser humano, que se desarrollará sin solución de continuidad a partir de entonces; por tanto, no es lo mismo evitar la concepción que impedir la implantación” –explica Manolo Suárez.
LA PÍLDORA NO ES LA SOLUCIÓN
Suárez también argumenta que se está demostrando que la píldora del día después no está siendo la solución al problema: “Las estadísticas muestran que la píldora del día después no está cumpliendo sus potenciales objetivos: la incidencia de abortos no ha descendido, antes bien ha aumentado año a año desde la comercialización en España de este medicamento”.
El gobierno ha entendido que esto obedece a que las mujeres aún consideran una barrera acudir a un centro sanitario para conseguir esta píldora y por eso quieren liberalizar su venta sin receta médica; los resultados al respecto en otros países que han seguido la misma política son dispares, pues mientras en unos han descendido las cifras recogidas de abortos, en otros no se han modificado, como es el caso de un estudio prospectivo muy fiable en Escocia.
No hay una explicación fácil para estos resultados aparentemente paradójicos; una probable explicación reside en un elemento difícil de medir, como es la evolución de la conducta sexual –especialmente entre sus principales usuarios, los jóvenes–, que es muy diversa en las diferentes sociedades. El uso de esta píldora viene influido por las conductas sexuales y éstas se ven modificadas por la disponibilidad de esta medicación; ambos elementos se influyen mutuamente.
PÍLDORA DEL DÍA DESPUÉS Y CONDUCTA SEXUAL
¿Y cómo está evolucionando en España la conducta sexual de los jóvenes? “Cada vez inician más precozmente las relaciones sexuales y la abundante información que reciben no garantiza que usen siempre métodos anticonceptivos ni les impide que continúen manteniendo hábitos de riesgo” –dice.
¿Por qué? ¿Cómo mejorar la situación? “Éstas son las preguntas realistas que se debe hacer el gobierno, pero sobre todo las que se deben hacer los padres, porque detrás de las conductas sexuales están los valores; ¿y cuáles son estos? ¿En dónde los adquieren nuestros adolescentes? Los padres han ido renunciando a cumplir en esta área sus responsabilidades y esto debería preocuparnos a todos, y también al gobierno” –responde Suárez.
Entretanto, las estadísticas muestran un incremento de las tasas de abortos en adolescentes y se percibe un repunte de las enfermedades de transmisión sexual (ETS), consecuencia de conductas sexuales de riesgo, lo que sugiere que los valores que los adolescentes van asumiendo en este terreno tienden a la trivialización del sexo y a una débil relevancia de la responsabilidad personal.
¿Soluciona esta situación la venta sin receta de la píldora del día después? “Conociendo las tendencias de los adolescentes españoles, probablemente el resultado sea el contrario: los médicos dicen que este medicamento está favoreciendo una relajación en las medidas anticonceptivas y de evitación de riesgos; el gobierno tiene toda la razón cuando anuncia que quiere evitar que esta píldora sea utilizada como un anticonceptivo habitual, pero la realidad constatada es que muchas mujeres, especialmente adolescentes, la están usando así, no como un medicamento de emergencia”. Recuerda Suárez que en Australia también liberalizaron su venta en farmacias, pero a los seis meses anularon la medida cuando percibieron que se estaba usando como anticonceptivo habitual por niñas de hasta trece años. Un estudio belga muestra cómo la prevalencia de ETS es mayor en mujeres que usan la píldora del día después, y evidentemente no hay una relación causal, sino una asociación de conductas: quienes la usan con más frecuencia son también quienes más relajan los cuidados en su conducta sexual.
“Tenemos que considerar, además, que en las adolescentes más jóvenes un uso no controlado de este medicamento, sin conocimiento de los padres, puede favorecer una mayor prevalencia de abusos sexuales, aportando una falsa seguridad a las niñas y una menor sensación de riesgo a los abusadores; así lo han advertido incluso algunos de los más convencidos defensores del uso de la píldora del día después” –ha explicado Suárez.
“Estamos errando en el diagnóstico y nos empeñamos en la misma receta”, una intensiva educación sexual con la que se ha “bombardeado” a los adolescentes que no ha evitado ni los embarazos no deseados ni los abortos ni la progresión de las ETS, “así que tampoco va a funcionar la liberalización de la píldora”.
EL PAPEL DE LOS PROFESIONALES DE LA SANIDAD
Cualquier medida de política sanitaria, dice, debe contar con los profesionales de la sanidad. “De entrada, sorprende que sea la ministra de Igualdad, y no la de Sanidad, quien promueva esta iniciativa, lo que sugiere una f
ilosofía específica de la medida; pero lo cierto es que estamos hablando de un medicamento, de una hormona que debe tener bien definidas sus indicaciones, porque su utilización inadecuada como anticonceptivo de uso frecuente no es inocua” –dice.
Por eso cree Suárez que es una temeridad eliminar la preceptiva receta médica, y con ella toda actuación informativa, preventiva y de seguimiento profesional por parte del médico.
Finalmente, termina Suárez, “una sociedad avanzada no puede aceptar una restricción del derecho a la objeción de conciencia como la que postula el gobierno para los farmacéuticos, porque este derecho forma parte de los cimientos de la democracia; promoverlo y respetarlo es progresista y restringirlo es retroceder hacia el totalitarismo reaccionario”.