Hermanos quiero compartir mi testimonio, mi esposo estaba desanimado y yo me congregaba en una iglesia libre. Cuando él comenzó a ir con su tío a otra iglesia lo apoyé, por lo menos estaba buscando. Sin embrago cuando dijo que se iba quedar allí en esa iglesia conservadora yo no estuve de acuerdo, le dije que se congregara conmigo, aún así lo acompañaba.
Pero teníamos diferencias por las iglesias, yo estaba renuente a quedarme allí. Cuando me hablaban de la vestimenta yo me molestaba y empecé a estudiar la Biblia acerca de eso. Le pedí a Dios que me mostrara que si eso era así yo iba a obedecer, porque ya no quería ser yo, ni otros que me dijeran, sino que fuese la dirección de Dios. Le pedí a Dios una palabra; una respuesta, que yo no entendía y porque si le mostraba a hermanas visiones sobre eso, porque no a los pastores y a mí también. Yo estaba rebelde siempre argumentaba q Dios ve sólo el corazón, que la ropa q usaba no era de hombre sino de mujer, que Dios me podía usar así, que eso era doctrina de hombres. Mi esposo me decía que tenía que estar con él en la misma iglesia y yo no quería. Un día de culto en la misión 7 Barquesimeto de la Luz del Mundo hubo un culto donde Dios trató conmigo, pase al frente porque me sentí identificada con el mensaje "No entierres tu talento" Dios me dió ese talento para cantarle, pero no le servía en la iglesia, sólo iba a escuchar la palabra, y yo quería servirle a Dios. Entonces caí bajo el poder de Dios y sentí la Gloria de Dios, pero me vine pensando en que Dios no me había hablado, yo quería que me hablara, no sólo por la Biblia sino de otra forma. Al día siguiente, en otro culto allí, luego de la predicación la esposa del pastor invitado José Rodríguez comenzó hablar en lenguas, y después dió la interpretación, pero lo único que escucharon mis oídos fue: No digas que no te he hablado, no digas que no te he llamado, yo te he llamado para q me sirvas, yo te creé para q me adorarás. Y en ese momento se cerraron mis ojos q no los podía abrir y comencé a llorar, y a danzar en el espíritu por primera vez, dancé y dancé y seguía bajo el poder de Dios. Y se terminó el culto y los hermanos decían que parara y Dios me habló con una voz dentro de mí, oí: No lo escuches, alábame y yo adoraba, adoraba y adoraba a Dios en llanto, recuerdo que me llevaron con ojos cerrados al carro y yo no podía parar de adorarle. Después se accidentó la camioneta del hermano q nos llevaba, por eso le pedí a Dios q nos ayudara. En esa oración comencé hablar en otras lenguas, y era algo nuevo para mí, luego el Señor me dió el don de interpretación y lo q decía era: "No digas que no te he hablado, no digas que no te he llamado, yo te he llamado para que me sirvas, yo te creé para q me adoraras". Era el Señor confirmando q esas palabras que había oído eran para mí, fue algo extraordinario, sobrenatural y maravilloso. Luego de eso, me sentí tan alegre Dios me había hablado.
Pero yo seguía con mi idea de no congregarme allí; entonces mi esposo me decía, que Dios me había hecho el llamado en esa iglesia, pero yo seguía renuente. Pero fui a tres días de ayuno con la misión 7 y allí pedí por mi matrimonio, por mi familia y por dirección donde tenía q congregarme. Y la respuesta de Dios fue: Sujétate a tu esposo, tu familia está en mis manos, he aquí la iglesia donde quiero q me sirvas. La respuesta fue clara, pero no me sentí tan contenta, no quería dejar de ser como era, pensaba en como me vería, q dirían los demás, yo usar un velo rojo, no puede ser.
Luego en una oración de matutino en mi casa. Dios me dijo: la mujer es santa, la mujer decorosa tiene que ser, la falda, la falda, la falda, la mujer se sujeta a su esposo, obedece, obedece, "con voz de mando" me dijo: quita zaraza y yo no sabía que era eso, y mis manos danzando, las lleve a mis orejas, y me quité los sarcillos y comencé a danzar más fuerte, el señor me decía entendé, entendé, entendé. La mujer tiene el rostro limpio, yo hice a la mujer hermosa, no tenéis necesidad de eso. Isaías 3, Isaías 3, Isaías 3. Cuando el Señor me dijo estas cosas, yo quedé asombrada, todo lo que yo le había dicho al Señor, en oración me había respondido. Luego oré por los pastores, porque no prestaban atención a esto. Pero la respuesta de Dios fue que ellos saben, pero no obedecen. Dios los ayude.
Yo hice un pacto con Dios: le dije si tú me muestras yo voy a obedecer. Por lo tanto desde ese día comencé a vestirme como le agrada al Señor, fue muy duro, muchos me criticaron, muchos hasta me dejaron de hablar y me trataron de fea, vieja y anticuada. Sin embargo, pasé la prueba porq Dios me dió el poder, la fortaleza para cambiar, dejar la vanidad, y el amor a las cosas del mundo. Por siempre, no pasa de moda, no es que sea estricto el pastor o la iglesia, es Dios que lo estableció así y muchos se desvían por causa de sus deseos. A mí el pastor, ni nadie me obligó, o me dijo que lo hiciera, fue el mismo Dios que me mostro en palabras, en visiones que es así como a él le agrada.
Ahora soy feliz porque le canto al Señor en la iglesia, para la Gloria de Dios somos un matrimonio estable, le sirvo como obrera y maestra de escuela dominical con los niños y con la sociedad de damas, a Dios sea toda la gloria. No me arrepiento de nada y "no me avergüenzo del evangelio, porq es poder de Dios para salvación a todo aquell que en Jesús cree" . Ahora me reconocen como cristiana, me identifico como sierva del Dios Altísimo. Gloria a Dios Gloria a Dios Gloria a Dios
