Sin ninguna explicación más allá del uso de la fuerza, miembros de la Milicia se aparecieron el 15 de diciembre en un estacionamiento de la avenida Lecuna que es propiedad de un centro evangélico, se instalaron allí y hoy no permiten entrar ni a los propios dueños.
El pastor Ramón Yoel Díaz denunció lo que califica de "vulgar robo", porque incluso para que exista una expropiación, recuerda, es necesario que un decreto de utilidad pública aparezca en Gaceta y debe existir un compromiso de pago. En este caso, ni siquiera le han dado una explicación.
Lo único que le dejaron es un papel mal escrito ("ubicasión" está escrito así, entre otros errores) con una firma ilegible del supuesto "Jefe de Unidad responsable de la parroquia" (¿?). El folio tiene un encabezado que dice "Control Urbano de la alcaldía Libertador", pero en esa institución no le han dado razón de esta toma. También se ha dirigido a la propia Presidencia, al Tribunal Supremo de Justicia, al Ministerio del Interior y al Gobierno del Distrito Capital y la única respuesta que ha obtenido es el silencio.
Una mujer que ayer vigilaba el portón, vestida de verde oliva, dijo que no podía dejar entrar a nadie porque cumplía órdenes "de la presidencia".
Díaz explica que el terreno de 834 metros cuadrados fue comprado hace un año con colaboración de más de tres mil fieles por 1,8 millones de bolívares, y que en el lugar funcionaba un estacionamiento. El plan era construir allí un edificio para sesenta miembros del Centro Evangélico Imperial que no tienen casa, pero el proyecto no ha comenzado porque no disponen del dinero. También querían edificar un templo, pues en los locales del antiguo cine Imperial pagan un alto alquiler.
Ya se realizó una protesta con más de 200 fieles la semana pasada y la repetirán este domingo frente al local, entre las esquinas de Velásquez y Santa Rosalía. Díaz hizo un llamado a los dos millones de evangélicos que hay en el país para que los ayuden con sus oraciones a recuperar el terreno.
