Doctrinas Fundamentales de la Biblia
1. LA INSPIRACIÓN DE LAS ESCRITURAS.
La inspiración de las escrituras, tanto el Nuevo como el Antiguo Testamento son verbalmente inspirados por Dios y son la revelación de Dios al hombre, la infalible regla autoritaria de fé y conducta. (2 Timoteo 3:15, 17; 2 Pedro 1:21).
2. UN SOLO DIOS VERDADERO.
Un solo Dios verdadero se nos ha revelado el mismo como la existencia eternal "YO SOY" el creador de los cielos y la tierra y el Redentor de la humanidad. El se revela aun mas en los principios de su relación y asociación como Padre, Hijo y Espíritu Santo. (Deuteronomio 6:4; Isaías 43: 10-11; Mateo 28:19; Lucas 3:22).
3. LA DEIDAD DEL SEÑOR JESUCRISTO.
El Señor Jesucristo es el Hijo eterno de Dios. Las Escrituras declaran:
a) Su nacimiento virginal (Mateo 1:23; Lucas 1:31-35)
b) Su vida sin pecado (Hebreo 7:26; 1 Pedro 2:22)
c) Sus milagros (Hechos 2:22; 10:38)
d) Su trabajo substitucionario en la cruz (1 Corintios 15:3; 2 Corintios 5:21).
e) Su resurrección corporal de entre los muertos (Mateo 28:6; Lucas 24: 39; 1 Corintios 15:4)
f) Su exaltación a la mano derecha de Dios (Hechos 1:9-11; 2:33; Filipenses 2:9-11; Hebreos 1:3)
4. LA CAIDA DEL HOMBRE.
El hombre fue creado bueno y recto; porque Dios dijo "Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza" pero, el hombre por su transgresión voluntariamente cayó y por consiguiente incurrió no solo la muerte física, sino también la muerte espiritual, la cual es separación de Dios
(Génesis 1:26-27; 3:6; Romanos 5:12-19).
5. LA SALVACIÓN DEL HOMBRE.
La única esperanza para la redención del hombre es a través de la sangre derramada por Jesucristo el Hijo de Dios.
a) Condiciones para la salvación:
La salvación es recibida a través del arrepentimiento hacia Dios y fé hacia el Señor Jesucristo. Por la limpieza de la regeneración y renovación del Espíritu Santo, siendo justificado por la gracia a través de la fe, el hombre viene a ser un heredero de Dios de acuerdo a la esperanza de vida eterna. (Lucas 24: 47; Juan 3:3; Romanos 10: 13-15; Efesios 2:8; Tito 2:11; 3:5-7).
b) Las evidencias de la Salvación:
La evidencia interna de la salvación es el testimonio directo del Espíritu (Romanos 8:16). La evidencia externa a todos los hombres es una vida de rectitud y verdadera santidad (Efesios 4: 24; Tito 2:12).
6. LAS ORDENANZAS O SACRAMENTOS DE LA IGLESIA.
a) El Bautismo en Aguas.
La ordenanza del bautismo por inmersión es ordenado por la Escrituras.
Todos los que se arrepientan y crean en Cristo como su Salvador y Señor deben ser bautizados. Así ellos declaran al mundo que han muerto con Cristo y que también han resucitado con Él para caminar con El una vida nueva (Mateo 28: 19; Marcos 16:16; Hechos 10:47-48; Romanos 6:4).
b) La Santa Cena.
La Santa Cena consiste de dos elementos pan y vino de la fruta de la vid; es el símbolo que expresamos de que compartimos la naturaleza Divina de Nuestro Señor Jesucristo (2 Pedro 1:4). En memoria de su sacrificio y muerte (1 Corintios 11:26); y una profecía de su Segunda venida (1 Corintios 11:26), y es ordenado a todos los creyentes "Hasta su Venida".
7. EL BAUTISMO EN EL ESPIRITU SANTO.
Todos los creyentes tienen el derecho y debieran ardientemente esperar y diligentemente buscar la promesa del Padre, el bautismo en el Espíritu Santo y fuego, de acuerdo al mandato de Nuestro Señor Jesucristo. Esta era una experiencia normal de todos los cristianos de la Iglesia Antigua. Cuando venga el revestimiento de poder para vida y servicio, el investimento de los dones y sus usos para el trabajo del ministerio (Lucas 24: 49; Hechos 1:4-8; 1 Corintios 12:1-31). Esta experiencia es distinta de y subsecuente a la experiencia del nuevo nacimiento (Hechos 8: 12-17; 10: 44-46; 11:14-16, 15:7-9). Con el bautismo en el Espíritu Santo vienen tales experiencias como el rebosamiento pleno del Espíritu (Juan 7:37-39; Hechos 4:8), una reverencia profunda a Dios (Hechos 2:43; Hebreos 12:28); una intensa consagración a Dios y dedicación a su obra (Hechos 2:42) y un amor más activo por Cristo, por su Palabra y por las almas perdidas (Marcos 16:20).
8. LA PRIMERA EVIDENCIA FISICA DEL BAUTISMO EN EL ESPIRITU SANTO.
El bautismo de los creyentes en el Espíritu Santo es comprobado por la primera señal física de hablar en otras lenguas como el Espíritu de Dios les daba que hablasen (Hechos 2:4). El hablar en lenguas en esta ocasión es lo mismo es esencia al don de lenguas (1 Corintios 12: 10-28), pero diferente en su uso y propósito.
9. SANTIDAD.
Santidad es el hecho de separación de toda maldad y una dedicación a Dios y para Dios (Romanos 12:1-2; 1 Tesalonicenses 5:23; Hebreos 13:12). Las Escrituras enseñan una vida de "Santidad sin la cual nadie vera al Señor" (hebreos 12:14), por el poder del Espíritu Santo podemos obedecer el mandato "Sed santo, porque Yo Soy Santo" (1 Pedro 1:15 -16). La santidad se realiza en el creyente al reconocer su identificación con Cristo en su muerte y resurrección y por fé reconocimiento diariamente el hecho de esa unión y ofreciendo toda facultad continuamente al dominio del Espíritu Santo (Romanos 6:1-11, 13, 8:1, 2, 13; Gálatas 2:20; Filipenses 2:12, 13; 1 Pedro 1:5).
10. LA IGLESIA Y SU MISIÓN.
La iglesia es el cuerpo de Cristo, es la habitación de Dios a través de su Espíritu, con encargos Divinos para el cumplimiento de su Gran Comisión. Todo creyente, nacido del Espíritu, es una parte integral de la asamblea general y de la Iglesia del Primogénito, los cuales están inscritos en el cielo (Efesios 1:22, 23; 2:22; Hebreos 12:23).
El propósito de Dios concerniente al hombre es buscar y salvar los que se han perdido. Ser adorado por el hombre y edificar un cuerpo formado por creyentes a la imagen de su Hijo.
La primordial razón de la existencia de la iglesia es:
a) Ser un agente de Dios para evangelizar al mundo (Hechos 1:8; Mateo 28:19, 20; Marcos 16:16).
b) Ser un cuerpo formado el cual el hombre pueda adorar a Dios.
c) Ser un canal del propósito de Dios para edificar ese cuerpo formado por los santos, siendo perfeccionado a la imagen del Hijo de Dios. (Efesios 4: 11-16; 1 Corintios 12:28; 14:12).
La iglesia existe expresamente para dar énfasis continuo al patrón apostólico del Nuevo Testamento, por el medio de la enseñanza y el encomio a los creyentes a ser bautizados en el Espíritu Santo.
Esta experiencia:
a) Les ayuda a evangelizar con el poder del Espíritu Santo acompañado con señales sobrenaturales (Marcos 16: 15-20; Hechos 4: 29-31; Hebreos 2:3,4).
b) Añade dimensión necesaria a una relación de adoración con Dios
(1 Corintios 2:10-16; 1 Corintios 2:12-14).
c) Les permite responder a la obra plena del Espíritu Santo en la expresión de los frutos y dones y ministerios como en los tiempos del Nuevo testamento, para la edificación del cuerpo de Cristo (Gálatas 5: 22-26; 1 Corintios 14:12; Efesios 4:11,12; 1 Corintios 12:28; Colosenses 1:29).
11. EL MINISTERIO.
El llamado y la ordenación Bíblica al ministerio ha sido provisto por Nuestro Señor para el triple propósito de liderar a la iglesia en:
1. La evangelización del mundo (Marcos 16: 15-20)
2. Adoración a Dios (Juan 4:23, 24) y
3. Edificando un cuerpo compuesto de santos a ser perfeccionados a la imagen del Hijo de Dios (Efesios 4: 11, 16).
12. SANIDAD DIVINA.
La sanidad divina es una parte integral del Evangelio. La liberación de las enfermedades es provista por la reconciliación de Dios con el hombre a través de la muerte de Jesucristo y es el privilegio de todos los creyentes. (Isaías 53: 4, 5; Mateo 8:16,17; Santiago 5:14 -16).
13. UNA ESPERANZA BENDITA.
La resurrección de aquellos quienes han dormido ya en Cristo y su traslación junto aquellos que están vivos y queden hasta la venida del Señor es la eminente y bendita esperanza de la iglesia (1 Tesalonicenses 4:16, 17; Romanos 8:23; Tito 2:13; 1 Corintios 15:51, 52).
14. EL REINO MILENEAL DE CRISTO.
La segunda venida de Cristo incluye el rapto de los santos, el cual es nuestra esperanza bendita, seguido por el visible retorno de Cristo con sus santos a reinar en la tierra por mil años (Zacarías 14:5; Mateo 24:27,30; Revelación 1:7; 19:11-14; 20:1-6). Este reino milenial traerá la salvación a la nación de Israel (Ezequiel 37: 21, 22; Sofonías 3:19, 20; Romanos 11:26, 27) y el establecimiento de la paz universal (Isaías 11:6-9; Salmos 72:3-8; Miqueas 4: 3, 4).
15. EL JUICIO FINAL.
Habrá un juicio final en el cual los malignos serán resucitados y juzgados de acuerdo a sus obras. Aquellos que no sean encontrados en el Libro de la Vida, junto con Satanás y sus ángeles, la bestia y el falso profeta, serán consignados al castigo eterno en el lago que arde con fuego y azufre, el cual es la muerte Segunda. (Mateo 25:46; Marcos 9:43-48; Revelación 19: 20; 20:11-15; 21:8).
16. CIELOS NUEVOS Y TIERRA NUEVA.
"Bien que esperamos cielos nuevos y tierra nueva, según sus promesas en los cuales mora la justicia". (2 Pedro 3: 13; Revelación 21, 22) AMEN.
La inspiración de las escrituras, tanto el Nuevo como el Antiguo Testamento son verbalmente inspirados por Dios y son la revelación de Dios al hombre, la infalible regla autoritaria de fé y conducta. (2 Timoteo 3:15, 17; 2 Pedro 1:21).
2. UN SOLO DIOS VERDADERO.
Un solo Dios verdadero se nos ha revelado el mismo como la existencia eternal "YO SOY" el creador de los cielos y la tierra y el Redentor de la humanidad. El se revela aun mas en los principios de su relación y asociación como Padre, Hijo y Espíritu Santo. (Deuteronomio 6:4; Isaías 43: 10-11; Mateo 28:19; Lucas 3:22).
3. LA DEIDAD DEL SEÑOR JESUCRISTO.
El Señor Jesucristo es el Hijo eterno de Dios. Las Escrituras declaran:
a) Su nacimiento virginal (Mateo 1:23; Lucas 1:31-35)
b) Su vida sin pecado (Hebreo 7:26; 1 Pedro 2:22)
c) Sus milagros (Hechos 2:22; 10:38)
d) Su trabajo substitucionario en la cruz (1 Corintios 15:3; 2 Corintios 5:21).
e) Su resurrección corporal de entre los muertos (Mateo 28:6; Lucas 24: 39; 1 Corintios 15:4)
f) Su exaltación a la mano derecha de Dios (Hechos 1:9-11; 2:33; Filipenses 2:9-11; Hebreos 1:3)
4. LA CAIDA DEL HOMBRE.
El hombre fue creado bueno y recto; porque Dios dijo "Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza" pero, el hombre por su transgresión voluntariamente cayó y por consiguiente incurrió no solo la muerte física, sino también la muerte espiritual, la cual es separación de Dios
(Génesis 1:26-27; 3:6; Romanos 5:12-19).
5. LA SALVACIÓN DEL HOMBRE.
La única esperanza para la redención del hombre es a través de la sangre derramada por Jesucristo el Hijo de Dios.
a) Condiciones para la salvación:
La salvación es recibida a través del arrepentimiento hacia Dios y fé hacia el Señor Jesucristo. Por la limpieza de la regeneración y renovación del Espíritu Santo, siendo justificado por la gracia a través de la fe, el hombre viene a ser un heredero de Dios de acuerdo a la esperanza de vida eterna. (Lucas 24: 47; Juan 3:3; Romanos 10: 13-15; Efesios 2:8; Tito 2:11; 3:5-7).
b) Las evidencias de la Salvación:
La evidencia interna de la salvación es el testimonio directo del Espíritu (Romanos 8:16). La evidencia externa a todos los hombres es una vida de rectitud y verdadera santidad (Efesios 4: 24; Tito 2:12).
6. LAS ORDENANZAS O SACRAMENTOS DE LA IGLESIA.
a) El Bautismo en Aguas.
La ordenanza del bautismo por inmersión es ordenado por la Escrituras.
Todos los que se arrepientan y crean en Cristo como su Salvador y Señor deben ser bautizados. Así ellos declaran al mundo que han muerto con Cristo y que también han resucitado con Él para caminar con El una vida nueva (Mateo 28: 19; Marcos 16:16; Hechos 10:47-48; Romanos 6:4).
b) La Santa Cena.
La Santa Cena consiste de dos elementos pan y vino de la fruta de la vid; es el símbolo que expresamos de que compartimos la naturaleza Divina de Nuestro Señor Jesucristo (2 Pedro 1:4). En memoria de su sacrificio y muerte (1 Corintios 11:26); y una profecía de su Segunda venida (1 Corintios 11:26), y es ordenado a todos los creyentes "Hasta su Venida".
7. EL BAUTISMO EN EL ESPIRITU SANTO.
Todos los creyentes tienen el derecho y debieran ardientemente esperar y diligentemente buscar la promesa del Padre, el bautismo en el Espíritu Santo y fuego, de acuerdo al mandato de Nuestro Señor Jesucristo. Esta era una experiencia normal de todos los cristianos de la Iglesia Antigua. Cuando venga el revestimiento de poder para vida y servicio, el investimento de los dones y sus usos para el trabajo del ministerio (Lucas 24: 49; Hechos 1:4-8; 1 Corintios 12:1-31). Esta experiencia es distinta de y subsecuente a la experiencia del nuevo nacimiento (Hechos 8: 12-17; 10: 44-46; 11:14-16, 15:7-9). Con el bautismo en el Espíritu Santo vienen tales experiencias como el rebosamiento pleno del Espíritu (Juan 7:37-39; Hechos 4:8), una reverencia profunda a Dios (Hechos 2:43; Hebreos 12:28); una intensa consagración a Dios y dedicación a su obra (Hechos 2:42) y un amor más activo por Cristo, por su Palabra y por las almas perdidas (Marcos 16:20).
8. LA PRIMERA EVIDENCIA FISICA DEL BAUTISMO EN EL ESPIRITU SANTO.
El bautismo de los creyentes en el Espíritu Santo es comprobado por la primera señal física de hablar en otras lenguas como el Espíritu de Dios les daba que hablasen (Hechos 2:4). El hablar en lenguas en esta ocasión es lo mismo es esencia al don de lenguas (1 Corintios 12: 10-28), pero diferente en su uso y propósito.
9. SANTIDAD.
Santidad es el hecho de separación de toda maldad y una dedicación a Dios y para Dios (Romanos 12:1-2; 1 Tesalonicenses 5:23; Hebreos 13:12). Las Escrituras enseñan una vida de "Santidad sin la cual nadie vera al Señor" (hebreos 12:14), por el poder del Espíritu Santo podemos obedecer el mandato "Sed santo, porque Yo Soy Santo" (1 Pedro 1:15 -16). La santidad se realiza en el creyente al reconocer su identificación con Cristo en su muerte y resurrección y por fé reconocimiento diariamente el hecho de esa unión y ofreciendo toda facultad continuamente al dominio del Espíritu Santo (Romanos 6:1-11, 13, 8:1, 2, 13; Gálatas 2:20; Filipenses 2:12, 13; 1 Pedro 1:5).
10. LA IGLESIA Y SU MISIÓN.
La iglesia es el cuerpo de Cristo, es la habitación de Dios a través de su Espíritu, con encargos Divinos para el cumplimiento de su Gran Comisión. Todo creyente, nacido del Espíritu, es una parte integral de la asamblea general y de la Iglesia del Primogénito, los cuales están inscritos en el cielo (Efesios 1:22, 23; 2:22; Hebreos 12:23).
El propósito de Dios concerniente al hombre es buscar y salvar los que se han perdido. Ser adorado por el hombre y edificar un cuerpo formado por creyentes a la imagen de su Hijo.
La primordial razón de la existencia de la iglesia es:
a) Ser un agente de Dios para evangelizar al mundo (Hechos 1:8; Mateo 28:19, 20; Marcos 16:16).
b) Ser un cuerpo formado el cual el hombre pueda adorar a Dios.
c) Ser un canal del propósito de Dios para edificar ese cuerpo formado por los santos, siendo perfeccionado a la imagen del Hijo de Dios. (Efesios 4: 11-16; 1 Corintios 12:28; 14:12).
La iglesia existe expresamente para dar énfasis continuo al patrón apostólico del Nuevo Testamento, por el medio de la enseñanza y el encomio a los creyentes a ser bautizados en el Espíritu Santo.
Esta experiencia:
a) Les ayuda a evangelizar con el poder del Espíritu Santo acompañado con señales sobrenaturales (Marcos 16: 15-20; Hechos 4: 29-31; Hebreos 2:3,4).
b) Añade dimensión necesaria a una relación de adoración con Dios
(1 Corintios 2:10-16; 1 Corintios 2:12-14).
c) Les permite responder a la obra plena del Espíritu Santo en la expresión de los frutos y dones y ministerios como en los tiempos del Nuevo testamento, para la edificación del cuerpo de Cristo (Gálatas 5: 22-26; 1 Corintios 14:12; Efesios 4:11,12; 1 Corintios 12:28; Colosenses 1:29).
11. EL MINISTERIO.
El llamado y la ordenación Bíblica al ministerio ha sido provisto por Nuestro Señor para el triple propósito de liderar a la iglesia en:
1. La evangelización del mundo (Marcos 16: 15-20)
2. Adoración a Dios (Juan 4:23, 24) y
3. Edificando un cuerpo compuesto de santos a ser perfeccionados a la imagen del Hijo de Dios (Efesios 4: 11, 16).
12. SANIDAD DIVINA.
La sanidad divina es una parte integral del Evangelio. La liberación de las enfermedades es provista por la reconciliación de Dios con el hombre a través de la muerte de Jesucristo y es el privilegio de todos los creyentes. (Isaías 53: 4, 5; Mateo 8:16,17; Santiago 5:14 -16).
13. UNA ESPERANZA BENDITA.
La resurrección de aquellos quienes han dormido ya en Cristo y su traslación junto aquellos que están vivos y queden hasta la venida del Señor es la eminente y bendita esperanza de la iglesia (1 Tesalonicenses 4:16, 17; Romanos 8:23; Tito 2:13; 1 Corintios 15:51, 52).
14. EL REINO MILENEAL DE CRISTO.
La segunda venida de Cristo incluye el rapto de los santos, el cual es nuestra esperanza bendita, seguido por el visible retorno de Cristo con sus santos a reinar en la tierra por mil años (Zacarías 14:5; Mateo 24:27,30; Revelación 1:7; 19:11-14; 20:1-6). Este reino milenial traerá la salvación a la nación de Israel (Ezequiel 37: 21, 22; Sofonías 3:19, 20; Romanos 11:26, 27) y el establecimiento de la paz universal (Isaías 11:6-9; Salmos 72:3-8; Miqueas 4: 3, 4).
15. EL JUICIO FINAL.
Habrá un juicio final en el cual los malignos serán resucitados y juzgados de acuerdo a sus obras. Aquellos que no sean encontrados en el Libro de la Vida, junto con Satanás y sus ángeles, la bestia y el falso profeta, serán consignados al castigo eterno en el lago que arde con fuego y azufre, el cual es la muerte Segunda. (Mateo 25:46; Marcos 9:43-48; Revelación 19: 20; 20:11-15; 21:8).
16. CIELOS NUEVOS Y TIERRA NUEVA.
"Bien que esperamos cielos nuevos y tierra nueva, según sus promesas en los cuales mora la justicia". (2 Pedro 3: 13; Revelación 21, 22) AMEN.
