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Acusan al Papa de encubrir caso de pedofilia en Estados Unidos




CIUDAD DEL VATICANO, 25 marzo 2010 (AFP) – El papa Benedicto XVI se vio salpicado este jueves por la ola de escándalos de pedofilia en la Iglesia católica, luego de que el diario The New York Times publicara informaciones según las cuales en el pasado encubrió a un sacerdote estadounidense sospechoso de haber abusado de unos 200 niños.

Según el diario estadounidense, que se basa en documentos de los abogados de las víctimas, el cardenal Joseph Ratzinger, cuando ejercía el cargo de prefecto para la Congregación para la Doctrina de la Fe (1981-2005), no tomó medidas contra el sacerdote Lawrence C. Murphy pese a las sospechas de haber abusado sexualmente en numerosas ocasiones de niños sordos y con deficiencias auditivas del estado de Wisconsin entre 1950 y 1974.
Sin desmentir los hechos, el Vaticano defendió este jueves al Papa tras recalcar que fue informado del caso “por primera vez” a “finales de los años 90, es decir veinte años después de ocurrido”.
Si bien el caso reviste un “carácter trágico” debido a que involucra a menores particularmente vulnerables, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, subrayó que inclusive las autoridades civiles estadounidenses abandonaron la investigación iniciada en los años 70 contra el religioso.
Cuando las autoridades eclesiásticas del Vaticano fueron informadas, “el padre Murphy ya estaba viejo, enfermo, vivía recluido y no se habían registrados más denuncias en su contra en los últimos 20 años”, aseguró Lombardi.
La Congregación para la Doctrina de la Fe se limitó entonces a “sugerir” al arzobispo de Milwaukee que “limitara las actividades religiosas del padre Murphy y a que lo instara a que asumiera la total responsabilidad de sus actos”.
El religioso murió en 1998, cuatro meses después de que le transmitieran las recomendaciones del Vaticano, sin haber sido sancionado jamás por la Iglesia.
El caso sale de nuevo a la luz en un momento delicado para la Iglesia Católica, sacudida por los escándalos de curas pedófilos en numerosos países de Europa, y en particular en Irlanda y Alemania, el país de nacimiento del pontífice.
Joseph Ratzinger, el primer papa alemán de la historia reciente, ha sido cuestionado también por la prensa de su país en estos días por haber alojado en su diócesis, cuando ejercía en 1980 como arzobispo de Munich, a un cura con antecedentes de pedofilia para que fuera sometido a terapias.
“Desde el punto de vista canónico respetó todas las reglas. Pero ese tipo de defensa, a la ‘Nuremberg’, que aduce que se limitó a cumplir, no satisface a la opinión pública”, comentó un observador de los asuntos del Vaticano, que quiere mantener el anonimato.
“Como era anciano y no tenía más contacto con el público, lo dejaron”, comentó el vaticanista estadounidense John Allen del National Catholic Reporter.
“Se trata para algunos de una justicia compasiva, para otros de dejar pasar”, agregó.
Los ataques contra Benedicto XVI se agravan debido a que fue por 23 años el guardián de la ortodoxia, el hombre que usó por años mano de hierro y castigó durante el largo pontificado de Juan Pablo II a importantes teólogos críticos, en particular a los latinoamericanos de la Teología de la liberación.
La mayoría de los casos denunciados remontan a varios decenios y podrían convertirse en una “avalancha” para la Iglesia, según el vaticanista Bruno Bartoloni.
“Las víctimas ya no temen hablar, eso va a obligar a la Iglesia a cambiar completamente de actitud, que era la de evitar todo escándalo”, agregó.
Benedicto XVI ha condenado en numerosos casos esos “actos abominables” e instó a la Iglesia a romper el muro de silencio.
El sábado, en una carta pastoral dirigida a los católicos de Irlanda, el Papa manifestó “la vergüenza y el remordimiento” de toda la Iglesia por los abusos cometidos y anunció que los responsables serán juzgados “por Dios y la justicia” ordinaria.
Pese a ello, varias asociaciones de defensa de víctimas de curas pedófilos tanto de Estados Unidos como de Alemania consideran insuficiente las palabras del pontífice.

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Acusan al Papa de encubrir caso de pedofilia en Estados Unidos




CIUDAD DEL VATICANO, 25 marzo 2010 (AFP) – El papa Benedicto XVI se vio salpicado este jueves por la ola de escándalos de pedofilia en la Iglesia católica, luego de que el diario The New York Times publicara informaciones según las cuales en el pasado encubrió a un sacerdote estadounidense sospechoso de haber abusado de unos 200 niños.

Según el diario estadounidense, que se basa en documentos de los abogados de las víctimas, el cardenal Joseph Ratzinger, cuando ejercía el cargo de prefecto para la Congregación para la Doctrina de la Fe (1981-2005), no tomó medidas contra el sacerdote Lawrence C. Murphy pese a las sospechas de haber abusado sexualmente en numerosas ocasiones de niños sordos y con deficiencias auditivas del estado de Wisconsin entre 1950 y 1974.
Sin desmentir los hechos, el Vaticano defendió este jueves al Papa tras recalcar que fue informado del caso “por primera vez” a “finales de los años 90, es decir veinte años después de ocurrido”.
Si bien el caso reviste un “carácter trágico” debido a que involucra a menores particularmente vulnerables, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, subrayó que inclusive las autoridades civiles estadounidenses abandonaron la investigación iniciada en los años 70 contra el religioso.
Cuando las autoridades eclesiásticas del Vaticano fueron informadas, “el padre Murphy ya estaba viejo, enfermo, vivía recluido y no se habían registrados más denuncias en su contra en los últimos 20 años”, aseguró Lombardi.
La Congregación para la Doctrina de la Fe se limitó entonces a “sugerir” al arzobispo de Milwaukee que “limitara las actividades religiosas del padre Murphy y a que lo instara a que asumiera la total responsabilidad de sus actos”.
El religioso murió en 1998, cuatro meses después de que le transmitieran las recomendaciones del Vaticano, sin haber sido sancionado jamás por la Iglesia.
El caso sale de nuevo a la luz en un momento delicado para la Iglesia Católica, sacudida por los escándalos de curas pedófilos en numerosos países de Europa, y en particular en Irlanda y Alemania, el país de nacimiento del pontífice.
Joseph Ratzinger, el primer papa alemán de la historia reciente, ha sido cuestionado también por la prensa de su país en estos días por haber alojado en su diócesis, cuando ejercía en 1980 como arzobispo de Munich, a un cura con antecedentes de pedofilia para que fuera sometido a terapias.
“Desde el punto de vista canónico respetó todas las reglas. Pero ese tipo de defensa, a la ‘Nuremberg’, que aduce que se limitó a cumplir, no satisface a la opinión pública”, comentó un observador de los asuntos del Vaticano, que quiere mantener el anonimato.
“Como era anciano y no tenía más contacto con el público, lo dejaron”, comentó el vaticanista estadounidense John Allen del National Catholic Reporter.
“Se trata para algunos de una justicia compasiva, para otros de dejar pasar”, agregó.
Los ataques contra Benedicto XVI se agravan debido a que fue por 23 años el guardián de la ortodoxia, el hombre que usó por años mano de hierro y castigó durante el largo pontificado de Juan Pablo II a importantes teólogos críticos, en particular a los latinoamericanos de la Teología de la liberación.
La mayoría de los casos denunciados remontan a varios decenios y podrían convertirse en una “avalancha” para la Iglesia, según el vaticanista Bruno Bartoloni.
“Las víctimas ya no temen hablar, eso va a obligar a la Iglesia a cambiar completamente de actitud, que era la de evitar todo escándalo”, agregó.
Benedicto XVI ha condenado en numerosos casos esos “actos abominables” e instó a la Iglesia a romper el muro de silencio.
El sábado, en una carta pastoral dirigida a los católicos de Irlanda, el Papa manifestó “la vergüenza y el remordimiento” de toda la Iglesia por los abusos cometidos y anunció que los responsables serán juzgados “por Dios y la justicia” ordinaria.
Pese a ello, varias asociaciones de defensa de víctimas de curas pedófilos tanto de Estados Unidos como de Alemania consideran insuficiente las palabras del pontífice.