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¿Contacto con los muertos o puerta abierta a los demonios?


Creer en los muertos y en su supuesto poder, es abrir puertas al mundo de los demonios...

Es uno de los pocos camposantos del mundo que se está quedando vacío. Buena parte de las quinientas bóvedas no guardan restos mortales. Aunque el lugar no pierde sus aires de paz, es hoy más un museo de tiempos viejos que el territorio plácido y florido al que diariamente llegan despojos para ser enterrados.

            El singular camposanto se encuentra en El Poblado, al noroccidente de Colombia. Lo construyeron en 1870, y aunque la inauguración revistió circunstancias emotivas, también lo fue el dolor que despertó la muerte del primer parroquiano para celebrar las exequias. Era la única forma de oficializar su condición de jardín para los difuntos. Y por supuesto, nadie quería ser el escogido para tal ceremonia.

            Víctor Zuluaga es quien pasa días y noches guardando las tumbas vacías. Ya han transcurrido veinte años desde que le advirtieron sobre lo tenebroso del trabajo que iba a asumir, y venciendo temores infundados, decidió velar por la tranquilidad de los muertos.

            --Yo no le tengo miedo a los que partieron al más allá. Les temo a los vivos. Pero ahora ni vivos ni a muertos, porque acá no llega nadie—repite con insistencia a quienes escuchan su preocupación de quedarse sin empleo.

            --Antes la gente sacaba los cuerpos de las bóvedas y metía los restos en los osarios. Hoy practican la cremación a sus difuntos. Prácticamente no necesitan cementerio—insiste.

            En la década de los noventa las cosas eran a otro precio. Los funerales eran a diario y el sacerdote debía incluso buscar ayuda porque en una sola jornada eran varias las exequias.

Muchos no le temen a los muertos, los buscan…

¿Sabía usted que cada día es más creciente el número de personas que creen en los muertos y en lo que les puedan revelar? Según una reciente encuesta de Gallup, el 38 por ciento de los estadounidenses cree que los fantasmas o espíritus pueden volver en ciertas situaciones. Esta cifra ha crecido ya que en 1990, era el 25 por ciento. Hoy, el 28 por ciento cree que algunas personas pueden oír o hablar 'mentalmente' con los muertos, comparado con el 18 por ciento 11 años atrás.

            Ahora, ¿qué implicaciones tiene el que las personas crean en el poder de los muertos? La proliferación de los médiums.

John Edward como James Van Praagh son dos médium muy buscados que afirman poseer la capacidad de comunicarse con los muertos. Difunden sus enseñanzas a través de programas de televisión, páginas de Internet y libros. Su éxito mediático lleva a que tengan muchos años atrasados la agenda de citas con personas que piden recibir predicciones.
Es tiempo de que rompa toda atadura que se produce como consecuencia del contacto con el mundo del ocultismo...Es tiempo de que rompa toda atadura que se produce como consecuencia del contacto con el mundo del ocultismo...
En algunos casos, los médiums acuden a desarrollar preguntas que les permiten reunir información que luego comparten con el consultante y él queda admirado de cuánto sabe su interlocutor. Los escépticos sostienen que tanto Edward como Van Praagh hacen uso de este tipo de métodos.

            No obstante, no solo ellos sino infinidad de quienes trabajan con “ayuda de los muertos” son promocionados en revistas y programas de amplia audiencia. Dios fue mu claro al advertirle a los israelitas y a nosotros hoy: "Nadie entre los tuyos deberá... servir de médium espiritista o consultar a los muertos. Cualquiera que practique estas costumbres se hará abominable al Señor" (Deuteronomio 18: 10-12).

            El asunto es que no sólo no debían buscar médiums (Levítico 19:31), sino que la persona que lo hiciera debía ser separada del pueblo (Levítico 20:6) y que los médium debían ser muertos también (Levítico 20:27).

            Los muertos no hablan. Quienes se “corporizan” en sesiones espiritistas, son demonios. No hay otra explicación.

            Cuando leemos la historia del Rico y Lázaro que relata Lucas 16:19-31, encontramos que es literalmente imposible que los muertos se comuniquen con los vivos. Tanto el rico como Lázaro murieron. Lázaro fue "al lado de Abraham", un lugar de paraíso para los muertos justos (Lucas 16:22).

Dios es quien da vida

La historia que ilustra este Estudio, apareció en un diario y me despertó curiosidad. Esa nota me llevó a recordar lo que dicen las Escrituras:"He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia, para librar sus almas de la muerte, y para darles vida en tiempo de hambre" (Salmo 33:18, 19).

            Aunque físicamente sea inevitable el tránsito de la muerte, por la obra del Señor Jesús en la cruz al redimirnos de nuestros pecados, tenemos asegurada la vida eterna.

            La tumba de Cristo quedó vacía tres días después con su resurrección. Basta que le aceptemos para que además nos asista el convencimiento de que las tumbas estarán vacías.

            No moriremos para siempre. Iremos a su presencia. Será un momento glorioso en el que todos los enterradores del mundo se quedarán sin trabajo, y usted y yo –que hemos creído—estaremos eternamente con Él...

            A propósito, ¿Ya recibió a Jesucristo como Señor y Salvador? Ábrale hoy las puertas de su corazón. Puedo asegurarle que es el mejor paso que todo ser humano puede dar.

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¿Contacto con los muertos o puerta abierta a los demonios?


Creer en los muertos y en su supuesto poder, es abrir puertas al mundo de los demonios...

Es uno de los pocos camposantos del mundo que se está quedando vacío. Buena parte de las quinientas bóvedas no guardan restos mortales. Aunque el lugar no pierde sus aires de paz, es hoy más un museo de tiempos viejos que el territorio plácido y florido al que diariamente llegan despojos para ser enterrados.

            El singular camposanto se encuentra en El Poblado, al noroccidente de Colombia. Lo construyeron en 1870, y aunque la inauguración revistió circunstancias emotivas, también lo fue el dolor que despertó la muerte del primer parroquiano para celebrar las exequias. Era la única forma de oficializar su condición de jardín para los difuntos. Y por supuesto, nadie quería ser el escogido para tal ceremonia.

            Víctor Zuluaga es quien pasa días y noches guardando las tumbas vacías. Ya han transcurrido veinte años desde que le advirtieron sobre lo tenebroso del trabajo que iba a asumir, y venciendo temores infundados, decidió velar por la tranquilidad de los muertos.

            --Yo no le tengo miedo a los que partieron al más allá. Les temo a los vivos. Pero ahora ni vivos ni a muertos, porque acá no llega nadie—repite con insistencia a quienes escuchan su preocupación de quedarse sin empleo.

            --Antes la gente sacaba los cuerpos de las bóvedas y metía los restos en los osarios. Hoy practican la cremación a sus difuntos. Prácticamente no necesitan cementerio—insiste.

            En la década de los noventa las cosas eran a otro precio. Los funerales eran a diario y el sacerdote debía incluso buscar ayuda porque en una sola jornada eran varias las exequias.

Muchos no le temen a los muertos, los buscan…

¿Sabía usted que cada día es más creciente el número de personas que creen en los muertos y en lo que les puedan revelar? Según una reciente encuesta de Gallup, el 38 por ciento de los estadounidenses cree que los fantasmas o espíritus pueden volver en ciertas situaciones. Esta cifra ha crecido ya que en 1990, era el 25 por ciento. Hoy, el 28 por ciento cree que algunas personas pueden oír o hablar 'mentalmente' con los muertos, comparado con el 18 por ciento 11 años atrás.

            Ahora, ¿qué implicaciones tiene el que las personas crean en el poder de los muertos? La proliferación de los médiums.

John Edward como James Van Praagh son dos médium muy buscados que afirman poseer la capacidad de comunicarse con los muertos. Difunden sus enseñanzas a través de programas de televisión, páginas de Internet y libros. Su éxito mediático lleva a que tengan muchos años atrasados la agenda de citas con personas que piden recibir predicciones.
Es tiempo de que rompa toda atadura que se produce como consecuencia del contacto con el mundo del ocultismo...Es tiempo de que rompa toda atadura que se produce como consecuencia del contacto con el mundo del ocultismo...
En algunos casos, los médiums acuden a desarrollar preguntas que les permiten reunir información que luego comparten con el consultante y él queda admirado de cuánto sabe su interlocutor. Los escépticos sostienen que tanto Edward como Van Praagh hacen uso de este tipo de métodos.

            No obstante, no solo ellos sino infinidad de quienes trabajan con “ayuda de los muertos” son promocionados en revistas y programas de amplia audiencia. Dios fue mu claro al advertirle a los israelitas y a nosotros hoy: "Nadie entre los tuyos deberá... servir de médium espiritista o consultar a los muertos. Cualquiera que practique estas costumbres se hará abominable al Señor" (Deuteronomio 18: 10-12).

            El asunto es que no sólo no debían buscar médiums (Levítico 19:31), sino que la persona que lo hiciera debía ser separada del pueblo (Levítico 20:6) y que los médium debían ser muertos también (Levítico 20:27).

            Los muertos no hablan. Quienes se “corporizan” en sesiones espiritistas, son demonios. No hay otra explicación.

            Cuando leemos la historia del Rico y Lázaro que relata Lucas 16:19-31, encontramos que es literalmente imposible que los muertos se comuniquen con los vivos. Tanto el rico como Lázaro murieron. Lázaro fue "al lado de Abraham", un lugar de paraíso para los muertos justos (Lucas 16:22).

Dios es quien da vida

La historia que ilustra este Estudio, apareció en un diario y me despertó curiosidad. Esa nota me llevó a recordar lo que dicen las Escrituras:"He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia, para librar sus almas de la muerte, y para darles vida en tiempo de hambre" (Salmo 33:18, 19).

            Aunque físicamente sea inevitable el tránsito de la muerte, por la obra del Señor Jesús en la cruz al redimirnos de nuestros pecados, tenemos asegurada la vida eterna.

            La tumba de Cristo quedó vacía tres días después con su resurrección. Basta que le aceptemos para que además nos asista el convencimiento de que las tumbas estarán vacías.

            No moriremos para siempre. Iremos a su presencia. Será un momento glorioso en el que todos los enterradores del mundo se quedarán sin trabajo, y usted y yo –que hemos creído—estaremos eternamente con Él...

            A propósito, ¿Ya recibió a Jesucristo como Señor y Salvador? Ábrale hoy las puertas de su corazón. Puedo asegurarle que es el mejor paso que todo ser humano puede dar.