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la Iglesia Catolica al control de los Estados Unidos


31 octubre 2008
ROMA AL CONTROL DE LOS EE.UU.

(Tiempo estimado de lectura 4:53 min.)

Un buen amigo de este Blog, Juan Torróntegui, nos ha hecho llegar el siguiente artículo:
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Cada cuatro años el mundo pone su mirada de forma especial al que puede denominarse el acontecimiento del año: Las elecciones a la presidencia de los EE.UU. de Norteamérica. Es tal la dependencia que se ha creado sobre este evento que casi con un año de antelación los medios de comunicación nos invaden con los procesos electorales previos. Da la impresión que lo que se nos pretende hacer creer es que el mundo gira y depende en buena medida que quien sea el siguiente presidente de los EE.UU. Eso es lo que se nos quiere hacer entender, pero dista mucho de la realidad.

El boxeo es un deporte de mucha popularidad en los EE.UU. Todos hemos oído hablar de cómo a principios del siglo XX la mafia dominaba de tal forma el deporte y negocio del boxeo que tenía siempre bajo su control a los dos boxeadores que combatían por el campeonato mundial. Cuando la mafia quería hacía ganar un boxeador, y cuando quería lo arreglaba todo para que ganara el otro. Lo que hoy es bien sabido no lo era tanto en el pasado. El público apostaba por uno u otro boxeador sin saber que había lo que llamamos “tongo”. Dicho en otras palabras, todo estaba preparado de antemano.

Da la impresión que la sociedad actual es tan ingenua como el público que era engañado con el “tongo” del boxeo en los EE.UU. Hoy sigue habiendo “tongo político”, “tongo económico”, y “tongo religioso”, pero el público aún piensa que ellos mismos determinan el rumbo de los acontecimientos.

¿Quién está, realmente, moviendo los hilos de la política de los EE.UU.? En el libro “El Conflicto de los Siglos”, escrito hace más de cien años, encontramos la siguiente cita:

“La iglesia romana (…) se prepara a fin de recuperar el gobierno del mundo. El catolicismo está ganando terreno en todas direcciones. (…) Nótese en Norteamérica la popularidad de sus colegios y seminarios.” (pp. 621,622)

Y más adelante dice:
“En los movimientos que se realizan actualmente en los Estados Unidos de Norteamérica para asegurar el apoyo del estado a las instituciones y prácticas de la iglesia, los protestantes están siguiendo las huellas de los papistas. Más aún, están abriendo la puerta para que el papado recobre en la América protestante la supremacía que perdió en el Viejo Mundo.” (p. 630)

Este libro, que fue escrito hace un siglo, dice que ya entonces la Iglesia de Católica Romana estaba trabajando para tomar el control del país, recuperar la supremacía que tenía en Europa y, por lo tanto, ejercer un dominio sobre el resto del planeta tal y como dice Apocalipsis 13:12. Desde que se escribió este libro, la Iglesia Católica se ha desarrollado en Norteamérica más que ninguna otra religión. El catolicismo se ha infiltrado en todos los estamentos de la nación. Sus colegios y seminarios han contribuido a ejercer una influencia importante en las diversas generaciones que han sido educadas bajo la influencia de la religión de Roma. Desde el Congreso, el Senado, el Tribunal Constitucional (con mayoría católica), y prácticamente todas las agencias gubernamentales, la Iglesia Católica influye y determina el curso de la nación.

En este mismo momento, la nación más poderosa del mundo presenta a sus ciudadanos dos candidatos para que elijan uno que sea el que lleve el rumbo de la nación. Se le hace creer al votante que tiene en su mano la elección de uno de los dos candidatos. Pero lo que no saben, es que los dos candidatos están bajo el control de una organización por encima de ellos. Hay “tongo político” y sea el que salga, seguirá las directrices de quien les ha promocionado hasta la candidatura.

Hoy quien está al control de la política de los EE.UU. es la Iglesia Católica, pero como actúa secreta y sagazmente, pocos se dan cuenta. Nunca se reconoce abiertamente, pero si se dan evidencias simbólicas de que esto es una realidad.

Desde 1946, cada año se celebra en Nueva York la Cena en Memoria de Alfred E. Smith. A pesar de que esta celebración suele pasar desapercibida para muchos, el evento tiene un valor simbólico y una importancia que es necesario resaltar. Dicho evento está organizado por la Fundación Alfred E. Smith. (http://www.alsmithfoundation.org). Esta organización fue fundada en 1946 por el Cardenal y Arzobispo de Nueva York Francis Spellman para honrar la figura de Alfred E. Smith. El edificio por excelencia del Arzobispado de Nueva York es la Catedral de San Patricio que se encuentra entre el Rockefeller Center y el Council of Foreign Relations (CFR).

Para entender lo que este evento supone, primero tenemos que saber quien fue Alfred E. Smith. Este hombre de origen irlandés y de religión católica fue en cuatro ocasiones Gobernador del estado de Nueva York. Pero más importante aún que eso, fue el primer candidato católico a la presidencia de los EE.UU. en 1928. Siendo que el Arzobispo de Nueva York representa la cabeza visible del papado en los EE.UU., cuando convoca la cena en memoria de Alfred E. Smith, los convocados no sólo rinden tributo a un católico, sino también a su iglesia. No es coincidencia que el año en el que hay elecciones en los EE.UU. y unos días antes de que se celebren, los dos candidatos a la presidencia asisten a la cena en memoria de quien fue el primer candidato católico a la presidencia del país. Aunque durante la campaña se presenten como fieros contrincantes políticos, en la cena se muestran tan amigos como realmente son. La foto de los dos candidatos flanqueando al Arzobispo de Nueva York es ya una tradición. Para un simple observador el evento y la imagen no le dicen nada, pero es evidente que para Roma es una muestra de su poder. El mensaje se puede resumir de esta manera: “No importa quien gane, Roma está al control.”

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31 octubre 2008
ROMA AL CONTROL DE LOS EE.UU.

(Tiempo estimado de lectura 4:53 min.)

Un buen amigo de este Blog, Juan Torróntegui, nos ha hecho llegar el siguiente artículo:
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Cada cuatro años el mundo pone su mirada de forma especial al que puede denominarse el acontecimiento del año: Las elecciones a la presidencia de los EE.UU. de Norteamérica. Es tal la dependencia que se ha creado sobre este evento que casi con un año de antelación los medios de comunicación nos invaden con los procesos electorales previos. Da la impresión que lo que se nos pretende hacer creer es que el mundo gira y depende en buena medida que quien sea el siguiente presidente de los EE.UU. Eso es lo que se nos quiere hacer entender, pero dista mucho de la realidad.

El boxeo es un deporte de mucha popularidad en los EE.UU. Todos hemos oído hablar de cómo a principios del siglo XX la mafia dominaba de tal forma el deporte y negocio del boxeo que tenía siempre bajo su control a los dos boxeadores que combatían por el campeonato mundial. Cuando la mafia quería hacía ganar un boxeador, y cuando quería lo arreglaba todo para que ganara el otro. Lo que hoy es bien sabido no lo era tanto en el pasado. El público apostaba por uno u otro boxeador sin saber que había lo que llamamos “tongo”. Dicho en otras palabras, todo estaba preparado de antemano.

Da la impresión que la sociedad actual es tan ingenua como el público que era engañado con el “tongo” del boxeo en los EE.UU. Hoy sigue habiendo “tongo político”, “tongo económico”, y “tongo religioso”, pero el público aún piensa que ellos mismos determinan el rumbo de los acontecimientos.

¿Quién está, realmente, moviendo los hilos de la política de los EE.UU.? En el libro “El Conflicto de los Siglos”, escrito hace más de cien años, encontramos la siguiente cita:

“La iglesia romana (…) se prepara a fin de recuperar el gobierno del mundo. El catolicismo está ganando terreno en todas direcciones. (…) Nótese en Norteamérica la popularidad de sus colegios y seminarios.” (pp. 621,622)

Y más adelante dice:
“En los movimientos que se realizan actualmente en los Estados Unidos de Norteamérica para asegurar el apoyo del estado a las instituciones y prácticas de la iglesia, los protestantes están siguiendo las huellas de los papistas. Más aún, están abriendo la puerta para que el papado recobre en la América protestante la supremacía que perdió en el Viejo Mundo.” (p. 630)

Este libro, que fue escrito hace un siglo, dice que ya entonces la Iglesia de Católica Romana estaba trabajando para tomar el control del país, recuperar la supremacía que tenía en Europa y, por lo tanto, ejercer un dominio sobre el resto del planeta tal y como dice Apocalipsis 13:12. Desde que se escribió este libro, la Iglesia Católica se ha desarrollado en Norteamérica más que ninguna otra religión. El catolicismo se ha infiltrado en todos los estamentos de la nación. Sus colegios y seminarios han contribuido a ejercer una influencia importante en las diversas generaciones que han sido educadas bajo la influencia de la religión de Roma. Desde el Congreso, el Senado, el Tribunal Constitucional (con mayoría católica), y prácticamente todas las agencias gubernamentales, la Iglesia Católica influye y determina el curso de la nación.

En este mismo momento, la nación más poderosa del mundo presenta a sus ciudadanos dos candidatos para que elijan uno que sea el que lleve el rumbo de la nación. Se le hace creer al votante que tiene en su mano la elección de uno de los dos candidatos. Pero lo que no saben, es que los dos candidatos están bajo el control de una organización por encima de ellos. Hay “tongo político” y sea el que salga, seguirá las directrices de quien les ha promocionado hasta la candidatura.

Hoy quien está al control de la política de los EE.UU. es la Iglesia Católica, pero como actúa secreta y sagazmente, pocos se dan cuenta. Nunca se reconoce abiertamente, pero si se dan evidencias simbólicas de que esto es una realidad.

Desde 1946, cada año se celebra en Nueva York la Cena en Memoria de Alfred E. Smith. A pesar de que esta celebración suele pasar desapercibida para muchos, el evento tiene un valor simbólico y una importancia que es necesario resaltar. Dicho evento está organizado por la Fundación Alfred E. Smith. (http://www.alsmithfoundation.org). Esta organización fue fundada en 1946 por el Cardenal y Arzobispo de Nueva York Francis Spellman para honrar la figura de Alfred E. Smith. El edificio por excelencia del Arzobispado de Nueva York es la Catedral de San Patricio que se encuentra entre el Rockefeller Center y el Council of Foreign Relations (CFR).

Para entender lo que este evento supone, primero tenemos que saber quien fue Alfred E. Smith. Este hombre de origen irlandés y de religión católica fue en cuatro ocasiones Gobernador del estado de Nueva York. Pero más importante aún que eso, fue el primer candidato católico a la presidencia de los EE.UU. en 1928. Siendo que el Arzobispo de Nueva York representa la cabeza visible del papado en los EE.UU., cuando convoca la cena en memoria de Alfred E. Smith, los convocados no sólo rinden tributo a un católico, sino también a su iglesia. No es coincidencia que el año en el que hay elecciones en los EE.UU. y unos días antes de que se celebren, los dos candidatos a la presidencia asisten a la cena en memoria de quien fue el primer candidato católico a la presidencia del país. Aunque durante la campaña se presenten como fieros contrincantes políticos, en la cena se muestran tan amigos como realmente son. La foto de los dos candidatos flanqueando al Arzobispo de Nueva York es ya una tradición. Para un simple observador el evento y la imagen no le dicen nada, pero es evidente que para Roma es una muestra de su poder. El mensaje se puede resumir de esta manera: “No importa quien gane, Roma está al control.”