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Homosexualidad tiene cura asegura sicólogo odiado por promotores del homosexualismo


Santiago, Chile, (La Segunda/¡Amén-Amén!) “Los homosexuales no son felices”. La afirmación la hace el sicólogo clínico, de origen holandés, Gerard J.M. van den Aardweg, quien se encuentra por estos días en Santiago. Sus casi cuarenta años de ejercicio profesional, su vasta experiencia en la atención de homosexuales adultos y sus investigaciones en este campo le confieren autoridad -dice- para afirmar que las personas que sienten atracción por sujetos de su mismo sexo la pasan mal. Y que si tienen la posibilidad de revertir su tendencia, y transformarse en heterosexuales, lo harán. En Estados Unidos y Europa hay muchos ex gays, señala.
Más de un problema con las organizaciones que proclaman abiertamente la homosexualidad como un valor moderno le ha traído su postura. Un grupo promotor de la homosexualidad en Chile, que reúne a gays, hizo una fuerte protesta por su presencia directamente al director de la Universidad de los Andes, entidad que lo invitó a Chile.
Tildan al convidado de “homofóbico” (una suerte de insulto), pero Van den Aardweg no se amilana. Está dedicado a la sicoterapia dinámica de la homosexualidad y es autor de numerosas publicaciones, entre las que destaca Homosexualidad y Esperanza.
Hoy dictaba en la Universidad de los Andes el seminario “Homosexualidad hoy, aspectos sicológicos y de tratamiento”, dirigido a profesionales y estudiantes.
Antes de compartir experiencias con sus pares chilenos, este hombre de pelo cano y ojos grises, casado y padre de siete hijos, conversó con La Segunda.
Van den Aardweg se inició como sicólogo clínico en 1965. Desde hace algunos años atiende en su consulta clínica a homosexuales adultos que llegan buscando ayuda. Su trabajo se centra fundamentalmente en hombres en una proporción de cinco a uno; son pocas las mujeres que recurren. Esto no es extraño, porque la incidencia de la homosexualidad masculina es más alta que el lesbianismo, comenta.
- ¿En qué consiste la estrategia sicoterapéutica que usa con los homosexuales?
La llamo neoanalítica. No es exactamente sicoanálisis. Se han incluido algunas ideas, pero me he alimentado de otras fuentes, de otros especialistas y corrientes sicoterapéuticas.
- ¿Qué elementos de la corriente de Freud utiliza?
He tomado principalmente aquello que se refiere a los factores de la crianza infantil en la familia. Esto, por la importancia que tiene en la formación del carácter, en la personalidad y en los problemas emocionales. No sólo he estudiado lo relativo a la infancia, sino también a la adolescencia.
- ¿La homosexualidad tiene un componente genético, o está condicionada por la relación que tiene una persona con su madre?
La homosexualidad no tiene una causa biológica. Si bien la madre es un factor importante, no es la única causa de la homosexualidad masculina. La relación con la madre crea ciertos hábitos del carácter en el niño. Si uno le pregunta a un homosexual acerca de su historia es posible que hable del vínculo con la madre, pero no hay que exagerar la importancia de esta relación. Mucho más importante en la homosexualidad masculina es la figura del padre. Se trata de un papá que no ejerce gran influencia. Más bien es la ausencia sicológica del padre (la gatillaría), porque es el encargado de transmitirle autoconfianza a su hijo. Esta puede verse aún más dificultada si la madre es sobreprotectora, dominante o demasiado ansiosa. Cuando se combinan estos factores existe mayor probabilidad de un desarrollo homosexual.
El sicólogo recalca que lo anterior no determina una prevalencia, porque hay muchos niños que han crecido en este tipo de familias y que no desarrollan una homosexualidad. Esta característica es predisponente o genera una posibilidad de…
- Personas que crecen en este tipo de ambientes, ¿Qué características deben tener, entonces, para desarrollar una homosexualidad?
El factor decisivo es el lugar que el niño ocupará en el grupo de pares. Si no es capaz de integrarse o de ser aceptado por el grupo de iguales. Si el grupo lo excluye se genera en él un sentimiento de no pertenencia al grupo de los hombres. En el caso de menores con factores predisponentes es más posible tener esta experiencia. Esto los hace sentirse diferentes. Se sienten en una condición de inferioridad, que no son como los otros; de que no pertenezco al mundo masculino o al femenino.
- ¿Los hijos que se crían con padres homosexuales están más predispuestos a sentir atracción por el sexo opuesto?
Los niños criados con padres homosexuales sufren mucho. Tienen problemas en su identidad. Sufren vergüenza, muchas veces, frente a los otros niños.
- ¿Las personas que llegan a su consulta han asumido su condición?
Algunos sí, otros no. Una persona que visita un terapeuta tiene un plan para cambiar algo. Y ese algo puede ser distinto de persona en persona. Algunos consultan porque quieren cambiar su homosexualidad, porque no se sienten bien con los sentimientos que tienen respecto de sí mismos. Otros, habiendo aceptado su homosexualidad durante un tiempo, han dejado de hacerlo porque se han sentido cada vez más vacíos o más solos. En una palabra, se han desilusionado de la vida homosexual.
Añade que algunos pacientes no quieren hablar del tema, porque el motivo que los lleva a pedir ayuda es su depresión. Otros consultan porque han sido incapaces de establecer una relación estable con alguien. Subraya que su visión del fenómeno es producto de su trabajo con pacientes y de investigaciones de grupos no clínicos.
- ¿Los homosexuales pueden cambiar y transformarse en heterosexuales?
Uno escucha con mucha frecuencia que la homosexualidad es incurable. Esto se debe a que hay muy pocos profesionales que alientan el cambio. Hay muchos homosexuales que quisieran cambiar y no encuentran profesionales que los ayuden. Algunos, incluso, se apoyan entre ellos. Si nadie hace nada en este campo, por supuesto que nada va a cambiar. En la medida en que existan más terapeutas que estén dispuestos a tratar a los homosexuales se va a empezar a escuchar más sistemáticamente casos de cambio. Es un mito que la homosexualidad es incurable.
- ¿Hay porcentajes que permitan saber cuántas personas con tendencia homosexual empiezan a sentirse atraídas por el sexo opuesto?
El porcentaje de cambio no es distinto al de otras formas de neurosis. En dos tercios de los casos tratados se encuentran mejorías sustanciales. En un 20% de los hombres homosexuales y en un porcentaje un poco más alto en las mujeres se logra un cambio que llamaría radical. Esto se logra en tratamientos de tres a cuatro años de duración. Al cabo de este tiempo pueden ser considerados heterosexuales, pierden todo tipo de fantasías y sentimientos (hacia personas del mismo sexo).
- ¿Quiénes se resisten al cambio?
Algunos tienen una verdadera obsesión, es como una suerte de adicción. Entonces, el cambio para ellos es muy difícil y debe ser apoyado.

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Homosexualidad tiene cura asegura sicólogo odiado por promotores del homosexualismo


Santiago, Chile, (La Segunda/¡Amén-Amén!) “Los homosexuales no son felices”. La afirmación la hace el sicólogo clínico, de origen holandés, Gerard J.M. van den Aardweg, quien se encuentra por estos días en Santiago. Sus casi cuarenta años de ejercicio profesional, su vasta experiencia en la atención de homosexuales adultos y sus investigaciones en este campo le confieren autoridad -dice- para afirmar que las personas que sienten atracción por sujetos de su mismo sexo la pasan mal. Y que si tienen la posibilidad de revertir su tendencia, y transformarse en heterosexuales, lo harán. En Estados Unidos y Europa hay muchos ex gays, señala.
Más de un problema con las organizaciones que proclaman abiertamente la homosexualidad como un valor moderno le ha traído su postura. Un grupo promotor de la homosexualidad en Chile, que reúne a gays, hizo una fuerte protesta por su presencia directamente al director de la Universidad de los Andes, entidad que lo invitó a Chile.
Tildan al convidado de “homofóbico” (una suerte de insulto), pero Van den Aardweg no se amilana. Está dedicado a la sicoterapia dinámica de la homosexualidad y es autor de numerosas publicaciones, entre las que destaca Homosexualidad y Esperanza.
Hoy dictaba en la Universidad de los Andes el seminario “Homosexualidad hoy, aspectos sicológicos y de tratamiento”, dirigido a profesionales y estudiantes.
Antes de compartir experiencias con sus pares chilenos, este hombre de pelo cano y ojos grises, casado y padre de siete hijos, conversó con La Segunda.
Van den Aardweg se inició como sicólogo clínico en 1965. Desde hace algunos años atiende en su consulta clínica a homosexuales adultos que llegan buscando ayuda. Su trabajo se centra fundamentalmente en hombres en una proporción de cinco a uno; son pocas las mujeres que recurren. Esto no es extraño, porque la incidencia de la homosexualidad masculina es más alta que el lesbianismo, comenta.
- ¿En qué consiste la estrategia sicoterapéutica que usa con los homosexuales?
La llamo neoanalítica. No es exactamente sicoanálisis. Se han incluido algunas ideas, pero me he alimentado de otras fuentes, de otros especialistas y corrientes sicoterapéuticas.
- ¿Qué elementos de la corriente de Freud utiliza?
He tomado principalmente aquello que se refiere a los factores de la crianza infantil en la familia. Esto, por la importancia que tiene en la formación del carácter, en la personalidad y en los problemas emocionales. No sólo he estudiado lo relativo a la infancia, sino también a la adolescencia.
- ¿La homosexualidad tiene un componente genético, o está condicionada por la relación que tiene una persona con su madre?
La homosexualidad no tiene una causa biológica. Si bien la madre es un factor importante, no es la única causa de la homosexualidad masculina. La relación con la madre crea ciertos hábitos del carácter en el niño. Si uno le pregunta a un homosexual acerca de su historia es posible que hable del vínculo con la madre, pero no hay que exagerar la importancia de esta relación. Mucho más importante en la homosexualidad masculina es la figura del padre. Se trata de un papá que no ejerce gran influencia. Más bien es la ausencia sicológica del padre (la gatillaría), porque es el encargado de transmitirle autoconfianza a su hijo. Esta puede verse aún más dificultada si la madre es sobreprotectora, dominante o demasiado ansiosa. Cuando se combinan estos factores existe mayor probabilidad de un desarrollo homosexual.
El sicólogo recalca que lo anterior no determina una prevalencia, porque hay muchos niños que han crecido en este tipo de familias y que no desarrollan una homosexualidad. Esta característica es predisponente o genera una posibilidad de…
- Personas que crecen en este tipo de ambientes, ¿Qué características deben tener, entonces, para desarrollar una homosexualidad?
El factor decisivo es el lugar que el niño ocupará en el grupo de pares. Si no es capaz de integrarse o de ser aceptado por el grupo de iguales. Si el grupo lo excluye se genera en él un sentimiento de no pertenencia al grupo de los hombres. En el caso de menores con factores predisponentes es más posible tener esta experiencia. Esto los hace sentirse diferentes. Se sienten en una condición de inferioridad, que no son como los otros; de que no pertenezco al mundo masculino o al femenino.
- ¿Los hijos que se crían con padres homosexuales están más predispuestos a sentir atracción por el sexo opuesto?
Los niños criados con padres homosexuales sufren mucho. Tienen problemas en su identidad. Sufren vergüenza, muchas veces, frente a los otros niños.
- ¿Las personas que llegan a su consulta han asumido su condición?
Algunos sí, otros no. Una persona que visita un terapeuta tiene un plan para cambiar algo. Y ese algo puede ser distinto de persona en persona. Algunos consultan porque quieren cambiar su homosexualidad, porque no se sienten bien con los sentimientos que tienen respecto de sí mismos. Otros, habiendo aceptado su homosexualidad durante un tiempo, han dejado de hacerlo porque se han sentido cada vez más vacíos o más solos. En una palabra, se han desilusionado de la vida homosexual.
Añade que algunos pacientes no quieren hablar del tema, porque el motivo que los lleva a pedir ayuda es su depresión. Otros consultan porque han sido incapaces de establecer una relación estable con alguien. Subraya que su visión del fenómeno es producto de su trabajo con pacientes y de investigaciones de grupos no clínicos.
- ¿Los homosexuales pueden cambiar y transformarse en heterosexuales?
Uno escucha con mucha frecuencia que la homosexualidad es incurable. Esto se debe a que hay muy pocos profesionales que alientan el cambio. Hay muchos homosexuales que quisieran cambiar y no encuentran profesionales que los ayuden. Algunos, incluso, se apoyan entre ellos. Si nadie hace nada en este campo, por supuesto que nada va a cambiar. En la medida en que existan más terapeutas que estén dispuestos a tratar a los homosexuales se va a empezar a escuchar más sistemáticamente casos de cambio. Es un mito que la homosexualidad es incurable.
- ¿Hay porcentajes que permitan saber cuántas personas con tendencia homosexual empiezan a sentirse atraídas por el sexo opuesto?
El porcentaje de cambio no es distinto al de otras formas de neurosis. En dos tercios de los casos tratados se encuentran mejorías sustanciales. En un 20% de los hombres homosexuales y en un porcentaje un poco más alto en las mujeres se logra un cambio que llamaría radical. Esto se logra en tratamientos de tres a cuatro años de duración. Al cabo de este tiempo pueden ser considerados heterosexuales, pierden todo tipo de fantasías y sentimientos (hacia personas del mismo sexo).
- ¿Quiénes se resisten al cambio?
Algunos tienen una verdadera obsesión, es como una suerte de adicción. Entonces, el cambio para ellos es muy difícil y debe ser apoyado.