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Respuesta a Alejandro Bermudez acerca de las Imágenes


por Juan Valles | 

Esta me vez me toca dar respuesta a Alejandro Bermudez, director de Aciprensa.com y un conocido defensor de las doctrinas del catolicismo. En su sitio web hay un artículo acerca de las imágenes que vamos a ir leyendo y analizando con la finalidad de brindar una respuesta. Como es de saber, uno de los puntos de controversia entre los protestantes y el catolicismo es el tema de las imágenes, un tema que creemos es de vital importancia por estar mencionado en la Biblia de tapa a tapa, pero que el católico cree este asunto tiene respuesta no sólo en la Biblia sino en la correcta interpretación que históricamente brinda la Iglesia católica al respecto. Así que comencemos con nuestras respuestas.

1) La idolatría en la Antiguedad
Bermudez ha escrito:
Desde la antigüedad, el hombre siempre ha usado pintura, figuras, dibujos y esculturas, entre otros, para darse a entender o explicar algo. Estos medios sirven para ayudar a visualizar lo invisible; para explicar lo que no se puede explicar con palabras. Cuando el hombre cayó por el pecado y perdió la intimidad con Dios, comenzó a confundir a Dios con otras cosas y a darles culto como si fueran dioses. Este culto se representaba frecuentemente con esculturas o imágenes idolátricas. La prohibición del Decálogo contra las imágenes se explica por la función de tales representaciones.
Es cierto que desde la antigüedad el hombre ha usado la pintura, entre otros, para expresarse. Pero estos medios más que visualizar lo invisible (o lo que entiendo dice Bermudez, lo espiritual), expresan lo que hay en la imaginación de quien los realiza. Por si fuerza poco, el hombre sabe que existen muchos medios y herramientas para comunicarnos, pero a los que andan conforme a la verdad no deben expresar lo que Dios, de manera explícita, prohibió: "No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra..." (Exo 20:4). Así que, aunque el hombre las ha usado, no obstante el cristiano, el que tiene y está con la verdad, no debe hacerlo.


2) No importándo (o entendiendo) lo que dice la Biblia
Ya cuando hemos visto lo que dice la Biblia en el segundo mandamiento (Exo 20:4), veamos el argumento del que se aferra Alejandro Bermudez:
Sin embargo, aún cuando muchas personas piensan que el primer mandamiento prohíbe respeto a las imágenes esto no es necesariamente así. El culto cristiano a lo que representan las imágenes no es contrario al primer mandamiento porque el honor que se rinde a una imagen pertenece a quien en ella es representado. Es decir, al que se venera no a la imagen sino a lo que ésta representa.
Es decir, según (y esto se lo he escuchado y corregido a muchos católicos) no importa que se tenga una imagen si ésta representa una imagen cristiana y no pagana. Es como decir: tengo permiso de tener una imagen porque ella representa al Dios de la Biblia. Pero es la Biblia la que me obliga a disentir de esto con un pasaje donde el pueblo intentó representar directamente al Dios de la Biblia, ¿y qué obtuvo? Dios se airó y quiso destruir al pueblo. El pasaje dice:
Y Aarón les dijo: Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos. Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y los trajeron a Aarón; y él los tomó de las manos de ellos, y le dio forma con buril, e hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. Y viendo esto Aarón, edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aarón, y dijo: Mañana será fiesta para Jehová. Y al día siguiente madrugaron, y ofrecieron holocaustos, y presentaron ofrendas de paz; y se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a regocijarse. Entonces Jehová dijo a Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto se ha corrompido. Pronto se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado, y le han ofrecido sacrificios, y han dicho: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. Dijo más Jehová a Moisés: Yo he visto a este pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz. Ahora, pues, déjame que se encienda mi ira en ellos, y los consuma; y de ti yo haré una nación grande.
Esto no sólo no es nuevo sino ilógico. La idolatría tiene como fundamento adorar o hacer culto a figuras que se creen son divinas. Los hebreos hacían culto a imágenes que creían eran el Dios. Algunos adoraban a Baal, a Astarot o a Jehová, haciendo ídolos de ellos. Pero Jehová, a diferencia de los dioses paganos, había manifestado que no toleraba la idolatría, ni aun tratándose de Él. Dios aborrece la idolatría hasta cuando tratan de hacerle imágenes suyas. No se equivoque usted amigo lector.


3) El Elemento Visual
Tenemos más de los argumentos de Bermudez, en esta ocasión nos dirá el propósito que tiene (o tienen algunos católicos) al utilizar una imagen. Leamos:
En ese sentido, Santo Tomás de Aquino en su monumental Summa Theologiae señala que "el culto de la religión no se dirige a las imágenes en sí mismas como realidades, sino que las mira bajo su aspecto propio de imágenes que nos conducen a Dios encarnado. Ahora bien, el movimiento que se dirige a la imagen en cuanto tal, no se detiene en ella, sino que tiende a la realidad de la que es imagen".


Es como decir: tenemos las imágenes pero no les hablamos a ellas sino a lo que representan. O sea, ¿igualmente no las usan? Ante esto surge otra pregunta: Si de todos modos no las usan, ¿para qué las tienen?

Entonces necesitan un elemento visual. La Biblia dice los cristianos no andamos por vista sino por fe (2Cor 5:7), ¿no evidencia esto que Bermudez (con todo lo que enseña) está en un error? ¿Donde está su fe y la de millones de católicos? La Biblia dice "tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos" (Hebreos 11:1). Dicho de otra manera: no necesitamos ver las cosas que no vemos porque eso es fe, y si no lo sabe, "sin fe es imposible agradar a Dios" (Hebreos 11:6). Por tal motivo importa poco lo que diga Tomás de Aquino o cualquier otro si antes no está en consonancia con la Biblia. Preciso es citar a San Cipriano: «¿Para qué postrarse delante de las imágenes? Eleva tus ojos al cielo y tu corazón; allí es donde debes buscar a Dios.». La cuestión no es citar a quien apoye nuestro punto de vista, sino a quien apoye el punto de vista de Dios en la Biblia.



4) Entendiendo lo de la Serpiente de Bronce
¿Recuerda usted el episodio de la serpiente de bronce? El director de Aciprensa trata de justificarse con ella, y dice:
Incluso ya en el Antiguo Testamento, Dios ordenó o permitió la institución de imágenes que conducirían simbólicamente a la salvación por el Verbo encarnado, y como ejemplo de ellos tenemos la serpiente de bronce o el arca de la alianza y los querubines.
Es necesario saber que la Biblia no se lee por leer. Y es un error común en todos los ámbitos donde se estudia la Biblia el ignorar el contexto en que se escribió un determinado pasaje. El tema de la serpiente de bronce fue ordenada por Dios con dos propósitos bien específicos: uno es para resolver la urgencia de las muertes por mordeduras de serpientes (ver Números 21:8), y dos para apuntar a Cristo (ver Juan 3:14,15). Fuera de esos propósitos no hay nada más que hacer con esa serpiente. De hecho, si el pueblo de Israel fuese católico aún tendrían esa serpiente, porque todavía se valen de ella para sostener una postura claramente condenada en la Biblia. Pero a muchos de ellos se les ha olvidado que siglos después el rey Ezequías quitó esa serpiente (ver 2Reyes 18:4) porque daba lugar a la idolatría (como hacen hoy día muchos católicos, sin que ninguno se atreva a quitara). Entonces el argumento de la serpiente de bronce no sirve, porque aun en la Biblia se denuncia que luego de cumplirse el propósito para la cual fue hecha, la gente la usó para lo malo, es decir, para la idolatría.


5) ¿Catacumbas, argumento para la idolatría?
Según Bermudez sí:
Ahora bien, las primeras comunidades cristianas representaron a Jesús con imágenes del Buen Pastor; más adelante aparecerán las del Cordero Pascual y otros iconos representando la vida de Cristo. Las imágenes han sido siempre un medio para dar a conocer y transmitir la fe en Cristo y la veneración y amor a la Santísima Virgen y a los santos. Prueba de ellos, son las catacumbas -la mayoría ubicadas en Roma- donde aún se conservan imágenes hechas por los primeros cristianos, como las catacumbas de Santa Priscila, pintadas en la primera mitad del siglo III.
Las catacumbas existen porque los cristianos, perseguidos por su fe, dejaron muestra de lo que creían en lugares escondidos. Ciertamente incluyen imágenes del buen pastor, de una barca simbolizando la iglesia, o una paloma simbolizando el Espíritu Santo, pero nunca fueron para promover la idolatría o el culto a esas figuras, sino para dejar plasmada su fe. ¿Qué motivos podrían tener de violar el mandamiento de Dios, haciendo figuras de lo que hay en el cielo o en la tierra para adorarlas? Lo que el mismo Clemente había entendido a la perfección, al decir: «Toda imagen o estatua debe llamarse ídolo porque no es otra cosa que materia vil y profana; y por eso Dios, para quitar de raíz la idolatría, ha prohibido en su culto cualquier imagen o semejanza de las cosas que están en el cielo o en la tierra, prohibiendo igualmente su fabricación; y es por esto que nosotros los cristianos no tenemos ninguna de aquellas representaciones materiales.»


6) Jesús, imagen de Dios.
En este punto el argumento de Bermudez apunta a Jesucristo como imagen de Dios, mostrándonos que como Dios tomó forma, y sabemos cómo es esa forma, ¡pues tengamos un ídolo con esa forma!
Sin embargo, con la encarnación de Jesucristo se inauguró una nueva economía de las imágenes. Cristo tomó y rescató las enseñanzas del Antiguo Testamento y le dio una interpretación más perfecta en su propia persona. Antes de Cristo nadie podía ver el rostro de Dios; en Cristo Dios se hizo visible. Antes de Jesús las imágenes con frecuencia representaban a ídolos, se usaban para la idolatría. Ahora, el verdadero Dios quiso tomar imagen humana ya que Él es la imagen visible del Padre.
Pero ¿quién sabe cómo es Jesucristo? ¿Se parecen a Jesús las imágenes que dispone la iglesia católica? ¿O estas imágenes son lo que la gente cree que debe parecerse a Jesús? Peor aun, este argumento tiene la apariencia de ser bíblico pero no lo es, porque aunque la Biblia diga ciertamente que Cristo es la imagen visible del Dios invisible (Col 1:15), no obstante esta Biblia me dice que no debo hacer figura de nada de lo que esté en el cielo a fin de hacerle culto (Exo 20:4-6). Es decir, que aunque una cosa sea cierta, no da permiso de violar otra cosa. La Biblia no se contradice. Y tampoco tendremos la osadía de contradecirla a nuestro provecho sin saber cómo era Jesús, ¿no le parece?


7) Un último alegato
Última parte del escrito de Alejandro Bermudez, último argumento donde apela a lo emocional y no a la bíblico.
La Iglesia Católica venera a los santos pero no los adora. Adorar algo o alguien fuera de Dios es idolatría. Hay que saber distinguir entre adorar y venerar. San Pablo enseña la necesidad de recordar con especial estima a nuestros precursores en la fe. Ellos no han desaparecido en la nada sino que nuestra fe nos da la certeza del cielo donde los que murieron en la fe están ya victoriosos en Cristo.
La Iglesia respeta las imágenes de igual forma que se respeta y venera la fotografía de un ser querido. Todos sabemos que no es lo mismo contemplar la fotografía que contemplar la misma persona de carne y hueso. No está, pues, la tradición Católica contra la Biblia. La Iglesia es fiel a la auténtica interpretación cristiana desde sus orígenes.
La Iglesia procuró siempre con interés especial que los objetos sagrados sirvieran al esplendor del culto con dignidad y belleza, aceptando la variedad de materia, forma y ornato que el progreso de la técnica ha introducido a lo largo de los siglos. Más aún: la Iglesia se ha considerado siempre como árbitro de las mismas, escogiendo entre las obras artísticas las que mejor respondieran a la fe, a la piedad y a las normas religiosas tradicionales, y que así resultaran mejor adaptadas al uso sagrado.
Cierto, adorar y venerar no es lo mismo pero no viene al caso. Aun tratándose de Dios a quien se adora no hay que hacerle imágenes, mucho menos a los llamados "santos" católicos, a quienes según la doctrina católica sólo se veneran.


¿Qué hay con las fotografías de los santos? El argumento de Bermudez es que son como las fotografías de familiares pero no hay paralelo alguno. Vamos a explicarlo: no hay problema en recordar a los santos y seguir sus buenos ejemplos. De hecho en Hebreos 11 se habla de los héroes de la fe y se nombran sus hazañas para que aprendamos e imitemos. Pero contrario a la buena intención católica, la Biblia expresa que no debemos hacer imágenes (de ningún tipo) de nada ni nadie (un absoluto) de lo que está arriba en el cielo o debajo de la tierra. ¿Es tan difícil entender?

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Respuesta a Alejandro Bermudez acerca de las Imágenes


por Juan Valles | 

Esta me vez me toca dar respuesta a Alejandro Bermudez, director de Aciprensa.com y un conocido defensor de las doctrinas del catolicismo. En su sitio web hay un artículo acerca de las imágenes que vamos a ir leyendo y analizando con la finalidad de brindar una respuesta. Como es de saber, uno de los puntos de controversia entre los protestantes y el catolicismo es el tema de las imágenes, un tema que creemos es de vital importancia por estar mencionado en la Biblia de tapa a tapa, pero que el católico cree este asunto tiene respuesta no sólo en la Biblia sino en la correcta interpretación que históricamente brinda la Iglesia católica al respecto. Así que comencemos con nuestras respuestas.

1) La idolatría en la Antiguedad
Bermudez ha escrito:
Desde la antigüedad, el hombre siempre ha usado pintura, figuras, dibujos y esculturas, entre otros, para darse a entender o explicar algo. Estos medios sirven para ayudar a visualizar lo invisible; para explicar lo que no se puede explicar con palabras. Cuando el hombre cayó por el pecado y perdió la intimidad con Dios, comenzó a confundir a Dios con otras cosas y a darles culto como si fueran dioses. Este culto se representaba frecuentemente con esculturas o imágenes idolátricas. La prohibición del Decálogo contra las imágenes se explica por la función de tales representaciones.
Es cierto que desde la antigüedad el hombre ha usado la pintura, entre otros, para expresarse. Pero estos medios más que visualizar lo invisible (o lo que entiendo dice Bermudez, lo espiritual), expresan lo que hay en la imaginación de quien los realiza. Por si fuerza poco, el hombre sabe que existen muchos medios y herramientas para comunicarnos, pero a los que andan conforme a la verdad no deben expresar lo que Dios, de manera explícita, prohibió: "No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra..." (Exo 20:4). Así que, aunque el hombre las ha usado, no obstante el cristiano, el que tiene y está con la verdad, no debe hacerlo.


2) No importándo (o entendiendo) lo que dice la Biblia
Ya cuando hemos visto lo que dice la Biblia en el segundo mandamiento (Exo 20:4), veamos el argumento del que se aferra Alejandro Bermudez:
Sin embargo, aún cuando muchas personas piensan que el primer mandamiento prohíbe respeto a las imágenes esto no es necesariamente así. El culto cristiano a lo que representan las imágenes no es contrario al primer mandamiento porque el honor que se rinde a una imagen pertenece a quien en ella es representado. Es decir, al que se venera no a la imagen sino a lo que ésta representa.
Es decir, según (y esto se lo he escuchado y corregido a muchos católicos) no importa que se tenga una imagen si ésta representa una imagen cristiana y no pagana. Es como decir: tengo permiso de tener una imagen porque ella representa al Dios de la Biblia. Pero es la Biblia la que me obliga a disentir de esto con un pasaje donde el pueblo intentó representar directamente al Dios de la Biblia, ¿y qué obtuvo? Dios se airó y quiso destruir al pueblo. El pasaje dice:
Y Aarón les dijo: Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos. Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y los trajeron a Aarón; y él los tomó de las manos de ellos, y le dio forma con buril, e hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. Y viendo esto Aarón, edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aarón, y dijo: Mañana será fiesta para Jehová. Y al día siguiente madrugaron, y ofrecieron holocaustos, y presentaron ofrendas de paz; y se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a regocijarse. Entonces Jehová dijo a Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto se ha corrompido. Pronto se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado, y le han ofrecido sacrificios, y han dicho: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. Dijo más Jehová a Moisés: Yo he visto a este pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz. Ahora, pues, déjame que se encienda mi ira en ellos, y los consuma; y de ti yo haré una nación grande.
Esto no sólo no es nuevo sino ilógico. La idolatría tiene como fundamento adorar o hacer culto a figuras que se creen son divinas. Los hebreos hacían culto a imágenes que creían eran el Dios. Algunos adoraban a Baal, a Astarot o a Jehová, haciendo ídolos de ellos. Pero Jehová, a diferencia de los dioses paganos, había manifestado que no toleraba la idolatría, ni aun tratándose de Él. Dios aborrece la idolatría hasta cuando tratan de hacerle imágenes suyas. No se equivoque usted amigo lector.


3) El Elemento Visual
Tenemos más de los argumentos de Bermudez, en esta ocasión nos dirá el propósito que tiene (o tienen algunos católicos) al utilizar una imagen. Leamos:
En ese sentido, Santo Tomás de Aquino en su monumental Summa Theologiae señala que "el culto de la religión no se dirige a las imágenes en sí mismas como realidades, sino que las mira bajo su aspecto propio de imágenes que nos conducen a Dios encarnado. Ahora bien, el movimiento que se dirige a la imagen en cuanto tal, no se detiene en ella, sino que tiende a la realidad de la que es imagen".


Es como decir: tenemos las imágenes pero no les hablamos a ellas sino a lo que representan. O sea, ¿igualmente no las usan? Ante esto surge otra pregunta: Si de todos modos no las usan, ¿para qué las tienen?

Entonces necesitan un elemento visual. La Biblia dice los cristianos no andamos por vista sino por fe (2Cor 5:7), ¿no evidencia esto que Bermudez (con todo lo que enseña) está en un error? ¿Donde está su fe y la de millones de católicos? La Biblia dice "tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos" (Hebreos 11:1). Dicho de otra manera: no necesitamos ver las cosas que no vemos porque eso es fe, y si no lo sabe, "sin fe es imposible agradar a Dios" (Hebreos 11:6). Por tal motivo importa poco lo que diga Tomás de Aquino o cualquier otro si antes no está en consonancia con la Biblia. Preciso es citar a San Cipriano: «¿Para qué postrarse delante de las imágenes? Eleva tus ojos al cielo y tu corazón; allí es donde debes buscar a Dios.». La cuestión no es citar a quien apoye nuestro punto de vista, sino a quien apoye el punto de vista de Dios en la Biblia.



4) Entendiendo lo de la Serpiente de Bronce
¿Recuerda usted el episodio de la serpiente de bronce? El director de Aciprensa trata de justificarse con ella, y dice:
Incluso ya en el Antiguo Testamento, Dios ordenó o permitió la institución de imágenes que conducirían simbólicamente a la salvación por el Verbo encarnado, y como ejemplo de ellos tenemos la serpiente de bronce o el arca de la alianza y los querubines.
Es necesario saber que la Biblia no se lee por leer. Y es un error común en todos los ámbitos donde se estudia la Biblia el ignorar el contexto en que se escribió un determinado pasaje. El tema de la serpiente de bronce fue ordenada por Dios con dos propósitos bien específicos: uno es para resolver la urgencia de las muertes por mordeduras de serpientes (ver Números 21:8), y dos para apuntar a Cristo (ver Juan 3:14,15). Fuera de esos propósitos no hay nada más que hacer con esa serpiente. De hecho, si el pueblo de Israel fuese católico aún tendrían esa serpiente, porque todavía se valen de ella para sostener una postura claramente condenada en la Biblia. Pero a muchos de ellos se les ha olvidado que siglos después el rey Ezequías quitó esa serpiente (ver 2Reyes 18:4) porque daba lugar a la idolatría (como hacen hoy día muchos católicos, sin que ninguno se atreva a quitara). Entonces el argumento de la serpiente de bronce no sirve, porque aun en la Biblia se denuncia que luego de cumplirse el propósito para la cual fue hecha, la gente la usó para lo malo, es decir, para la idolatría.


5) ¿Catacumbas, argumento para la idolatría?
Según Bermudez sí:
Ahora bien, las primeras comunidades cristianas representaron a Jesús con imágenes del Buen Pastor; más adelante aparecerán las del Cordero Pascual y otros iconos representando la vida de Cristo. Las imágenes han sido siempre un medio para dar a conocer y transmitir la fe en Cristo y la veneración y amor a la Santísima Virgen y a los santos. Prueba de ellos, son las catacumbas -la mayoría ubicadas en Roma- donde aún se conservan imágenes hechas por los primeros cristianos, como las catacumbas de Santa Priscila, pintadas en la primera mitad del siglo III.
Las catacumbas existen porque los cristianos, perseguidos por su fe, dejaron muestra de lo que creían en lugares escondidos. Ciertamente incluyen imágenes del buen pastor, de una barca simbolizando la iglesia, o una paloma simbolizando el Espíritu Santo, pero nunca fueron para promover la idolatría o el culto a esas figuras, sino para dejar plasmada su fe. ¿Qué motivos podrían tener de violar el mandamiento de Dios, haciendo figuras de lo que hay en el cielo o en la tierra para adorarlas? Lo que el mismo Clemente había entendido a la perfección, al decir: «Toda imagen o estatua debe llamarse ídolo porque no es otra cosa que materia vil y profana; y por eso Dios, para quitar de raíz la idolatría, ha prohibido en su culto cualquier imagen o semejanza de las cosas que están en el cielo o en la tierra, prohibiendo igualmente su fabricación; y es por esto que nosotros los cristianos no tenemos ninguna de aquellas representaciones materiales.»


6) Jesús, imagen de Dios.
En este punto el argumento de Bermudez apunta a Jesucristo como imagen de Dios, mostrándonos que como Dios tomó forma, y sabemos cómo es esa forma, ¡pues tengamos un ídolo con esa forma!
Sin embargo, con la encarnación de Jesucristo se inauguró una nueva economía de las imágenes. Cristo tomó y rescató las enseñanzas del Antiguo Testamento y le dio una interpretación más perfecta en su propia persona. Antes de Cristo nadie podía ver el rostro de Dios; en Cristo Dios se hizo visible. Antes de Jesús las imágenes con frecuencia representaban a ídolos, se usaban para la idolatría. Ahora, el verdadero Dios quiso tomar imagen humana ya que Él es la imagen visible del Padre.
Pero ¿quién sabe cómo es Jesucristo? ¿Se parecen a Jesús las imágenes que dispone la iglesia católica? ¿O estas imágenes son lo que la gente cree que debe parecerse a Jesús? Peor aun, este argumento tiene la apariencia de ser bíblico pero no lo es, porque aunque la Biblia diga ciertamente que Cristo es la imagen visible del Dios invisible (Col 1:15), no obstante esta Biblia me dice que no debo hacer figura de nada de lo que esté en el cielo a fin de hacerle culto (Exo 20:4-6). Es decir, que aunque una cosa sea cierta, no da permiso de violar otra cosa. La Biblia no se contradice. Y tampoco tendremos la osadía de contradecirla a nuestro provecho sin saber cómo era Jesús, ¿no le parece?


7) Un último alegato
Última parte del escrito de Alejandro Bermudez, último argumento donde apela a lo emocional y no a la bíblico.
La Iglesia Católica venera a los santos pero no los adora. Adorar algo o alguien fuera de Dios es idolatría. Hay que saber distinguir entre adorar y venerar. San Pablo enseña la necesidad de recordar con especial estima a nuestros precursores en la fe. Ellos no han desaparecido en la nada sino que nuestra fe nos da la certeza del cielo donde los que murieron en la fe están ya victoriosos en Cristo.
La Iglesia respeta las imágenes de igual forma que se respeta y venera la fotografía de un ser querido. Todos sabemos que no es lo mismo contemplar la fotografía que contemplar la misma persona de carne y hueso. No está, pues, la tradición Católica contra la Biblia. La Iglesia es fiel a la auténtica interpretación cristiana desde sus orígenes.
La Iglesia procuró siempre con interés especial que los objetos sagrados sirvieran al esplendor del culto con dignidad y belleza, aceptando la variedad de materia, forma y ornato que el progreso de la técnica ha introducido a lo largo de los siglos. Más aún: la Iglesia se ha considerado siempre como árbitro de las mismas, escogiendo entre las obras artísticas las que mejor respondieran a la fe, a la piedad y a las normas religiosas tradicionales, y que así resultaran mejor adaptadas al uso sagrado.
Cierto, adorar y venerar no es lo mismo pero no viene al caso. Aun tratándose de Dios a quien se adora no hay que hacerle imágenes, mucho menos a los llamados "santos" católicos, a quienes según la doctrina católica sólo se veneran.


¿Qué hay con las fotografías de los santos? El argumento de Bermudez es que son como las fotografías de familiares pero no hay paralelo alguno. Vamos a explicarlo: no hay problema en recordar a los santos y seguir sus buenos ejemplos. De hecho en Hebreos 11 se habla de los héroes de la fe y se nombran sus hazañas para que aprendamos e imitemos. Pero contrario a la buena intención católica, la Biblia expresa que no debemos hacer imágenes (de ningún tipo) de nada ni nadie (un absoluto) de lo que está arriba en el cielo o debajo de la tierra. ¿Es tan difícil entender?