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La Eutanasia.


Existe una corriente en estos momentos en varios países que promueve la eutanasia. Tristemente, ésta corriente también esta comenzando a ser promovida por ciertos cristianos. ¿Qué es la eutanasia? Se refiere a la práctima de terminar una vida de tal manera que no cause dolor. Se ha clasificado de las siguientes maneras:

a. La eutanasia activa; consiste en provocar la muerte sin dolor por petición del enfermo quien es víctima de alguna enfermedad incurable, tal como el cáncer o el sida.

b. La eutanasia pasiva; consiste en dejar de tratar una complicación, tal como la bronconeumonía o dejar de alimentar artificialmente al enfermo, o suspender un tratamiento ya comenzado.

c. La eutanasia indirecta; consiste en llevar acabo tratamientos terapéuticos que tienen como efecto secundario la muerte, tal como una sobredosis de morfina.

Otro concepto relacionado a la eutanasia es el suicidio asistido, el cual significa proporcionar intencionalmente y con conocimiento a una persona los medios necesarios para que la misma persona se suicide.

Ciertos teólogos cristianos que apoyan la eutanasia argumentan que como cristianos somos libres para decidir qué hacer con nuestras vidas, insistiendo que como la vida es un “regalo” de Dios, los cristianos pueden hacer lo que quieran con ese “regalo.” Y allí esta el error. El enfoque no esta en el “regalo” de vida sino en que Cristo, pagó el precio por nuestros pecados, por nuestras vidas. Él nos compró. Ya no nos pertenecemos; le pertenecemos solamente a Él, nuestro dueño. Por lo tanto, no tenemos ningún derecho de decidir qué hacer con la vida, con el “regalo” de Dios.

Como cristianos debemos estar atentos a ésta realidad. Actualmente, ciertas formas de eutanasia ya son legal en Bélgica, Luxemburgo, Los Países Bajos, Suiza, los estados de Oregon y Washington de los EE.UU., la Comunidad Autónoma de Andalucía, y Tailandia. Es nuestro deber como Iglesia no solamente prevenir que éste mal avanze pero hacerlo retroceder. Esta es la voluntad de nuestro Señor.

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La Eutanasia.


Existe una corriente en estos momentos en varios países que promueve la eutanasia. Tristemente, ésta corriente también esta comenzando a ser promovida por ciertos cristianos. ¿Qué es la eutanasia? Se refiere a la práctima de terminar una vida de tal manera que no cause dolor. Se ha clasificado de las siguientes maneras:

a. La eutanasia activa; consiste en provocar la muerte sin dolor por petición del enfermo quien es víctima de alguna enfermedad incurable, tal como el cáncer o el sida.

b. La eutanasia pasiva; consiste en dejar de tratar una complicación, tal como la bronconeumonía o dejar de alimentar artificialmente al enfermo, o suspender un tratamiento ya comenzado.

c. La eutanasia indirecta; consiste en llevar acabo tratamientos terapéuticos que tienen como efecto secundario la muerte, tal como una sobredosis de morfina.

Otro concepto relacionado a la eutanasia es el suicidio asistido, el cual significa proporcionar intencionalmente y con conocimiento a una persona los medios necesarios para que la misma persona se suicide.

Ciertos teólogos cristianos que apoyan la eutanasia argumentan que como cristianos somos libres para decidir qué hacer con nuestras vidas, insistiendo que como la vida es un “regalo” de Dios, los cristianos pueden hacer lo que quieran con ese “regalo.” Y allí esta el error. El enfoque no esta en el “regalo” de vida sino en que Cristo, pagó el precio por nuestros pecados, por nuestras vidas. Él nos compró. Ya no nos pertenecemos; le pertenecemos solamente a Él, nuestro dueño. Por lo tanto, no tenemos ningún derecho de decidir qué hacer con la vida, con el “regalo” de Dios.

Como cristianos debemos estar atentos a ésta realidad. Actualmente, ciertas formas de eutanasia ya son legal en Bélgica, Luxemburgo, Los Países Bajos, Suiza, los estados de Oregon y Washington de los EE.UU., la Comunidad Autónoma de Andalucía, y Tailandia. Es nuestro deber como Iglesia no solamente prevenir que éste mal avanze pero hacerlo retroceder. Esta es la voluntad de nuestro Señor.