Humberto Bayón – Mundo Cristiano - Sonora, México
Al inicio de la Cuaresma, en las calles de las principales ciudades de Sonora México, el ruido de los cascabeles y tamboriles anuncia la llegada de los “Fariseos”, hombres jóvenes descendientes de una tribu indígena, que con el rostro cubierto, buscan redimir sus crímenes y pecados ante sus dioses.
Para lograrlo, deben danzar por horas, pidiendo ofrendas sin hablar y bajo un intenso sol. Solo descansan en la noche para continuar su ritual cada mañana, durante 40 días.
Para ellos esta purificación concluye el sábado de Semana Santa, cuando el pueblo se reúne para presenciar cómo los “Fariseos” rechazan su maldad. La purificación concluye con la quema de las máscaras, anunciando así el regreso a la tranquilidad.
Estas son las costumbres de los Yaquis, única tribu autóctona del país que no fue dominada por el llamado “hombre blanco”, esto gracias a José María Leyva Cajéme, guerrero y defensor de la tribu, quien logró el derecho sobre estas tierras.
Pero para Doroteo Cajéme, descendiente directo del guerrero, la lucha por la liberación espiritual de su tribu apenas comienza. “El Señor nos dio la sabiduría para poder entrar con los Gobernantes y hacerles ver que esto no es una religión. Les hablamos acerca del sacrificio de Jesús en el Calvario. La tribu yaqui esta empezando a asimilar lo que es el Evangelio aquí en esta comunidad”.
La persecución ahora es también espiritual, pues los brujos del lugar constantemente intentan amedrentar a los que asisten a la Iglesia.
“La gente que se dedica a la brujería estaban reunidos haciendo sus sesiones, echando maldiciones en contra de la actividad que teníamos y ellos ahí experimentaron que con Dios no se puede”, dice Cajéme.
Para la iglesia evangélica de la tribu yaqui no hay ataque que detenga esta obra, pues donde abundó la tradición, sobreabunda la gracia y para el pastor Doroteo, aún hay muchos pueblos por evangelizar. “Por la gracia de Dios hemos sido aceptados y las cosas que faltan por hacer lo lograremos… Aún los Gobernantes de la tribu van a caer a los pies de Jesús.”
MEXICO:Indígenas usan la Semana Santa para pagar por sus pecados, pero otros encuentran ese perdón en Jesús
Humberto Bayón – Mundo Cristiano - Sonora, México
Al inicio de la Cuaresma, en las calles de las principales ciudades de Sonora México, el ruido de los cascabeles y tamboriles anuncia la llegada de los “Fariseos”, hombres jóvenes descendientes de una tribu indígena, que con el rostro cubierto, buscan redimir sus crímenes y pecados ante sus dioses.
Para lograrlo, deben danzar por horas, pidiendo ofrendas sin hablar y bajo un intenso sol. Solo descansan en la noche para continuar su ritual cada mañana, durante 40 días.
Para ellos esta purificación concluye el sábado de Semana Santa, cuando el pueblo se reúne para presenciar cómo los “Fariseos” rechazan su maldad. La purificación concluye con la quema de las máscaras, anunciando así el regreso a la tranquilidad.
Estas son las costumbres de los Yaquis, única tribu autóctona del país que no fue dominada por el llamado “hombre blanco”, esto gracias a José María Leyva Cajéme, guerrero y defensor de la tribu, quien logró el derecho sobre estas tierras.
Pero para Doroteo Cajéme, descendiente directo del guerrero, la lucha por la liberación espiritual de su tribu apenas comienza. “El Señor nos dio la sabiduría para poder entrar con los Gobernantes y hacerles ver que esto no es una religión. Les hablamos acerca del sacrificio de Jesús en el Calvario. La tribu yaqui esta empezando a asimilar lo que es el Evangelio aquí en esta comunidad”.
La persecución ahora es también espiritual, pues los brujos del lugar constantemente intentan amedrentar a los que asisten a la Iglesia.
“La gente que se dedica a la brujería estaban reunidos haciendo sus sesiones, echando maldiciones en contra de la actividad que teníamos y ellos ahí experimentaron que con Dios no se puede”, dice Cajéme.
Para la iglesia evangélica de la tribu yaqui no hay ataque que detenga esta obra, pues donde abundó la tradición, sobreabunda la gracia y para el pastor Doroteo, aún hay muchos pueblos por evangelizar. “Por la gracia de Dios hemos sido aceptados y las cosas que faltan por hacer lo lograremos… Aún los Gobernantes de la tribu van a caer a los pies de Jesús.”
