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OBAMA APRUEBA FONDOS PARA ABORTOS EN LATINOAMERICA




La decisión que tomó el Presidente Bush de restituir la política de la Ciudad de México es una clara señal de la voluntad de la nueva administración Republicana (Conservadora) de respetar las tradiciones legales e históricas de Latinoamérica. Al prohibir el uso de ayuda extranjera estadounidense para promover el aborto en Latinoamérica (creada y subvencionada por Clinton), la nueva política exterior estadounidense restaura la armonía entre ésta y las leyes de Latinoamérica.
La Protección Universal del Derecho a la Vida.
La amplia protección del derecho a la vida que tiene los bebés no-nacidos constituye uno de los objetivos del sistema internacional de protección de los derechos humanos. El principio del "derecho a la vida" constituye la antítesis de la cultura de muerte promovida, por ejemplo, por Adolfo Hitler o por José Stalin. Los modelos Nazi y estalinista se basaron en el rechazo al respeto de la dignidad de los seres humanos. En la Alemania Nazi, el gobierno reconoció el derecho a la vida sólo para determinadas clases de personas, promoviendo el aborto y la esterilización del resto de la población. Por esta razón se exterminó la vida de millones de judíos. También, se despreció la vida de personas discapacitadas o con retrasos mentales, así como la de otras personas "indeseables".


Después de la Segunda Guerra Mundial, la comunidad internacional ideó, como reacción a estas atrocidades, un sistema para la protección de los derechos fundamentales, incluyendo el derecho a la vida de los bebés no nacidos. La piedra angular de este sistema es la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la cual, según su autor principal, Rene Cassin, está fundamentada en los Diez Mandamientos de la Ley de Dios que se encuentran en la Biblia.5 Señalando la importancia de la Declaración Universal para todos los países, la Profesora de la Facultad de Derecho de Harvard, Mary Ann Glendon escribió:
  "Junto con las Reglas de Nurememberg del Derecho Penal Internacional desarrolladas por los aliados en 1946 para el enjuiciamiento de criminales de guerra, alemanes y japoneses, y la Convención sobre Genocidio de 1948, la Declaración Universal de los Derechos Humanos constituye uno de los pilares del nuevo sistema internacional, bajo el cual, el trato que una nación dé a sus propios ciudadanos no quedará nunca más inmune al escrutinio exterior. Al sancionar juicios para las atrocidades domésticas que se cometieron durante tiempos de guerra, las Reglas de Nuremberg representaron la determinación de castigar los modos más violentos de asalto contra la dignidad humana. La Convención sobre Genocidio obligó a sus signatarios a prevenir y castigar los actos de genocidio cometidos tanto en tiempos de guerra como en tiempos de paz. (Sin embargo,) la Declaración Universal fue aún más ambiciosa. Al proclamar que "la desconsideración y el menosprecio de los derechos humanos han dado lugar a actos bárbaros que han ultrajado la conciencia de la humanidad", tuvo como objetivo la prevención más que el castigo.
  Hoy en día, esta Declaración es el punto de referencia de mayor importancia para el diálogo transnacional para trazar un orden de convivencia futura en un planeta cada vez más marcado por los conflictos y más interdependiente. (Mary Ann Glendon, A World Made New, (New York: Random House, 2001), pp. xvi-xvii.)
De acuerdo con el Artículo 3 de la Declaración Universal: "Todas las personas tienen derecho a la vida". Esta norma fundamental implica que la vida de cada ser humano debe ser respetada. Debido a que la vida comienza al momento de la concepción, esta norma es aplicable a partir de este momento.
La negativa de los liberales norteamericanos a admitir que un bebé que aún no ha nacido debe ser defendido por alguien en la sociedad es un hecho trágico.
Es horrible ver la hipocresía con la que las mismas personas que achacan un doble crimen a un delincuente que causa la muerte de una mujer embarazada y al bebé que lleva en su vientre. Si el bebé es considerado como "asesinado", ¿Acaso no es este bebé un ser humano con derechos?
El Presidente Bush firmó una ley llamada "La Ley Petterson", en honor a una dama que fue asesinada junto a su criatura no nacida. Gloria a Dios porque esta es una victoria ganada por el derecho de las criaturas que llevan nuestras madres en sus vientres, pero tan pronto como Obama y su grupo de "God Haters" subió al poder, pues eliminó esta ley con una orden ejecutiva.

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OBAMA APRUEBA FONDOS PARA ABORTOS EN LATINOAMERICA




La decisión que tomó el Presidente Bush de restituir la política de la Ciudad de México es una clara señal de la voluntad de la nueva administración Republicana (Conservadora) de respetar las tradiciones legales e históricas de Latinoamérica. Al prohibir el uso de ayuda extranjera estadounidense para promover el aborto en Latinoamérica (creada y subvencionada por Clinton), la nueva política exterior estadounidense restaura la armonía entre ésta y las leyes de Latinoamérica.
La Protección Universal del Derecho a la Vida.
La amplia protección del derecho a la vida que tiene los bebés no-nacidos constituye uno de los objetivos del sistema internacional de protección de los derechos humanos. El principio del "derecho a la vida" constituye la antítesis de la cultura de muerte promovida, por ejemplo, por Adolfo Hitler o por José Stalin. Los modelos Nazi y estalinista se basaron en el rechazo al respeto de la dignidad de los seres humanos. En la Alemania Nazi, el gobierno reconoció el derecho a la vida sólo para determinadas clases de personas, promoviendo el aborto y la esterilización del resto de la población. Por esta razón se exterminó la vida de millones de judíos. También, se despreció la vida de personas discapacitadas o con retrasos mentales, así como la de otras personas "indeseables".


Después de la Segunda Guerra Mundial, la comunidad internacional ideó, como reacción a estas atrocidades, un sistema para la protección de los derechos fundamentales, incluyendo el derecho a la vida de los bebés no nacidos. La piedra angular de este sistema es la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la cual, según su autor principal, Rene Cassin, está fundamentada en los Diez Mandamientos de la Ley de Dios que se encuentran en la Biblia.5 Señalando la importancia de la Declaración Universal para todos los países, la Profesora de la Facultad de Derecho de Harvard, Mary Ann Glendon escribió:
  "Junto con las Reglas de Nurememberg del Derecho Penal Internacional desarrolladas por los aliados en 1946 para el enjuiciamiento de criminales de guerra, alemanes y japoneses, y la Convención sobre Genocidio de 1948, la Declaración Universal de los Derechos Humanos constituye uno de los pilares del nuevo sistema internacional, bajo el cual, el trato que una nación dé a sus propios ciudadanos no quedará nunca más inmune al escrutinio exterior. Al sancionar juicios para las atrocidades domésticas que se cometieron durante tiempos de guerra, las Reglas de Nuremberg representaron la determinación de castigar los modos más violentos de asalto contra la dignidad humana. La Convención sobre Genocidio obligó a sus signatarios a prevenir y castigar los actos de genocidio cometidos tanto en tiempos de guerra como en tiempos de paz. (Sin embargo,) la Declaración Universal fue aún más ambiciosa. Al proclamar que "la desconsideración y el menosprecio de los derechos humanos han dado lugar a actos bárbaros que han ultrajado la conciencia de la humanidad", tuvo como objetivo la prevención más que el castigo.
  Hoy en día, esta Declaración es el punto de referencia de mayor importancia para el diálogo transnacional para trazar un orden de convivencia futura en un planeta cada vez más marcado por los conflictos y más interdependiente. (Mary Ann Glendon, A World Made New, (New York: Random House, 2001), pp. xvi-xvii.)
De acuerdo con el Artículo 3 de la Declaración Universal: "Todas las personas tienen derecho a la vida". Esta norma fundamental implica que la vida de cada ser humano debe ser respetada. Debido a que la vida comienza al momento de la concepción, esta norma es aplicable a partir de este momento.
La negativa de los liberales norteamericanos a admitir que un bebé que aún no ha nacido debe ser defendido por alguien en la sociedad es un hecho trágico.
Es horrible ver la hipocresía con la que las mismas personas que achacan un doble crimen a un delincuente que causa la muerte de una mujer embarazada y al bebé que lleva en su vientre. Si el bebé es considerado como "asesinado", ¿Acaso no es este bebé un ser humano con derechos?
El Presidente Bush firmó una ley llamada "La Ley Petterson", en honor a una dama que fue asesinada junto a su criatura no nacida. Gloria a Dios porque esta es una victoria ganada por el derecho de las criaturas que llevan nuestras madres en sus vientres, pero tan pronto como Obama y su grupo de "God Haters" subió al poder, pues eliminó esta ley con una orden ejecutiva.