Hay quienes pasan el día corriendo. Preocupados del trabajo o los estudios, poco importa qué, cómo y cuándo comer. Resulta más fácil entonces, recurrir a lascomidas instantáneas. Unos minutos en el microondas o simplemente incorporar agua hervida y listo. El plato está servido en un abrir y cerrar de ojos.
El mercado penquista ofrece algunos de estos productos. Desde fideos importados como Maruchan y Soveme, hasta marcas nacionales y más conocidas como Pasta 3 Minutos de Maggi. Asimismo, es posible encontrar puré, arroz y sopas personales de muy fácil preparación.
Felipe Carrasco, estudiante de Pedagogía en Artes Plásticas de la Universidad de Concepción, se declara fanático de este tipo de alimentos. “Me gustan porque puedes prepararlos rápido. Entre los estudios y otras obligaciones siempre ando con el tiempo justo. Por eso los prefiero, además que son ricos”, comenta.
“Después de un día lleno de actividades, realmente es una lata tener que cocinar. Con estos productos en cinco minutos ya estás comiendo. Aunque tampoco se trata de abusar de su consumo”, agrega Karin Velásquez, estudiante de Licenciatura en Historia de la misma casa de estudios.
Y así es, porque su alto contenido de sodio y la concentración de grasas trans, pueden provocar daños en la salud cuando son ingeridos en exceso. El nutricionista Hernán Rojas, recomienda utilizarlos como medida de emergencia sólo una vez al mes, pero no hacerlos parte de la dieta diaria porque podría generar problemas en la calidad de vida a largo plazo.
“Los alimentos instantáneos tienen como base hidratos de carbono y además contienen grandes cantidades de aditivos de grasa. El día de mañana estos componentes pueden producir obesidad, colon irritable, cansancio, sueño, irritabilidad, problemas cardiovasculares, diabetes, entre otros”, menciona.
Según el profesional, con estas comidas no se sustituye el stock semanal de 20 alimentos distintos que debiese consumir una persona. Tampoco se consiguen los mismos beneficios que con los productos sometidos a cocción. “Es una comida monótona, que no satisface nuestros requerimientos psicológicos, emocionales, alimentarios ni menos nutritivos”, agrega.
Hay que darle tiempo a la alimentación. Si se opta por productos instantáneos y de fácil preparación, es aconsejable no abusar de ellos. Pues como dice el dicho, todo en exceso hace mal.
